habitacion de dana, un nuevo hogar.

el camino hasta alli habia sido corto, despues de todo ambos reinos estaban sumamente cerca. andrew cargaba con mis ultimas cosas y yo iba delante de el, abriendo un camino que ya me habia recorrido tantas veces que era incapaz de perderme.
los guardias que en un principio me miraban recelosos ahora me saludaban al pasar, *que extraño, hoy hay tres guardias*. me encogi de hombros y prosegui subiendo escaleras y mas escaleras, aquello era algo que siempre me habia desagradado ¿ porque no un ascensor?

al haber tan pocos caidos habia escogido tres habitaciones contiguas y las habia fusionado al derribar un par de muros que no sostenian la integridad del edificio, creando asi una estancia mucho mas amplia y diafana, con varias ventanas que miraban en todas direcciones y, en el techo lo que mas me agradaba de aquel lugar. habia sustituido el techado comun de piedra y pizarra en una entramado de cristal y acero. ahora se podia ver el cielo entero desde alli.

inmediatamente debajo de la boveda estaba la cama, suspendida del techo por unos anclajes y cables, dejando asi paso por debajo de esta y haciando la estancia mas amplia. la cocina se encontraba a la izquierda, abierta al resto de la estancia. el baño era una pequeña puerta en un lateral derecho. el suelo estaba cubierto por alfombras y esteras de linerris. unos cuantos muebles mas como un armario, estanterias para libros o algunas mesas y sillas decorraban la habitacion. en general toda la estancia tenia un aire mas oriental, influencia de mis años al otro lado del mar.

abri la puerta con llave y le deje entrar antes que yo, para que viera lo que habia echo con aquel lugar-que te parece?- aunque fuese una tonteria me parecia imprescindible la opinion de andrew, despues de todo este lugar en parte tambien iba a a ser suyo- te gusta?- pregunte desde su espalda

la seguí cargando con sus cosas. Tenía bastantes pero todo se notaba que eran objetos de ultima necesidad. Algunas fotos, peine, dos libros, una libreta... entre otras cosas más que parecían tener valor para ella.
Continué caminando junto a su lado hasta llegar a las puertas del reino oficial. No recordaba haber entrado nunca allí pero era muy muy parecido al renegado. Imaginaba que era como en los de los licantropos, poca diferencia hay entre unos edificios y otros.
Algo que me pareció sumamente curioso fue que en lugar de 2 había 3 guardias, algo muy poco comun. "Estarán extremando la guardia" me dije encogiendome de hombros.
Me miraron con recelo al verme entrar, al fin y al cabo era un licántropo, pero al ver que iba con la nueva inquilina me dejaron pasar, aun recelosos.

La acompañé hasta lo que sería su nuevo hogar. Me dejó pasar primero, por lo que me introduje en ella. Observé la habitación. En el techo se podía ver el cielo azul y por la noche de seguro se podían ver todas las estrellas y la luna. El lugar parecía recien reformado y era muy muy amplio y luminoso. No había apenas paredes que separaran los lugares sino que estaban delimitados por muebles o secciones invisibles. Eso no me gustaba, estaba demasiado acostumbrado a mis paredes gruesas de piedras y todo delimitado. Además de que tenía demasiada luz para mi gusto, sentía como si cualquier persona que quisiera podía espiar; además, en aquel sitio la gente tenía alas y podía sobrevolar el lugar cuando le diera la gana. Sin embargo la decoración me gustaba bastante, era del estilo en el que todo estaba en Lineris. Muy... oriental.

Me giré para mirarla, aquel sitio se amoldaba más a como era ella y la sonreí.

-Es bonito. Pero... muy... luminoso, mucho.-comenté, entonces vi una mesilla cerca y dejé las cosas sobre ella

me sobe la cabeza y empece a desempacar las cosas de la caja mientras le hablaba, a veces a gritos porque estaba lejos o detras de un biombo y otras de una manera mas civilizada si andaba cerca de el- tu crees? bueno a mi me gusta la luz y asi no tengo que poner velas, me gastaba mucho dinero en ellas, lo que quiero hacer es poner una cortina en la boveda, para poder taparla al ducharme o....- me puse colorada, al estar la cama justo debajo de ella si estaba haciendo cosas con andrew nos podrian ver- bueno esas cosas.

furulaba de un lado para otros, dejando los libros en sus estantes y la ropa en los cajones correctos, las fotos encima de las mesas o las encimeras y mis libretas a buen recaudo en la mesilla de noche- detras de ese biombo hay un sofa muy blandito con una chimenea, ponte comodo mientras me ducho.

agarre algo de ropa y me meti a la baño dejando la puerta entreabierta para poder seguir charlando con el, despues de ducharme tenia pensado ir a comprar comida para algunas semanas, en aquella casa no tenia nada- por cierto! tu estabas en mi puerta antes de que saliera! ¿a que habias venido?!- grite desde el baño para hacerme oir sobre el agua.

La escuché mientras iba de un lado para el otro parloteando sobre sus pensamientos en ese nuevo hogar, se la veía ilusionada y eso me gustaba.

Entonces hubo algo que se me escapó, de pronto olí que tenía verguenza, lo cual me desconcertó. Lo primero que se me pasó por la mente es por si la veían masturbarse, algo que me produjo un cosquilleo interno. No por que la vieran, ni hablar, claro estaba, sino por imaginarme a ella en esas situaciones. Entonces mi mente comenzó a divagar sola. Caí entonces en la cuenta de que ya ni recordaba el tiempo que hacía que no compartía momentos intimos con nadie. En el tiempo que estuve fuera trataba de concentrarme sobre todo en Dean, y a las mujeres que se me acercaban trataba también por todos los medios en no fijarme, aun que creo que ha sido de las cosas más dificiles que he hecho dada mi condición. Mi mano en esos casos había sido un grato apoyo.

Llevaba ya demasiados meses sin sentir el contacto de una mujer, demasiado tiempo.
Su voz me despertó del ensoñamiento y asentí, acercandome al sillon y sentandome. Ella dijo que se iba a duchar y entonces a mi volvieron imagenes.

-Ok... está bien-la dije en una voz que casi fue un susurro.

Entrecerró la puerta, pero esta por acción de, viento quedó entreabierta, permitiendo una pequeña visión del interior.

Era imaginarme sus formas... perfectas o no, ¿que importaba? amaba cada curva, cada detalle. Me derretía solo de pensar en ella de esa manera. Cuando quise darme cuenta noté una fuerte presión en el pantalón, y como la cabeza se me empezaba a ir, como un sueño.
Sentí verguenza, y me alegré de que Dana no estuviera allí en ese momento.

"Esta no es la ocasión, Andrew... controlate" me dije a mi mismo, inutilmente.

Su voz me volvió a sobresaltar, entonces miré en aquella direción. Era verdad, yo había ido allí a hablar con ella, a hablar sobre lo nuestro. Me sentía avergonzado, en lo unico que parecía pensar ahora mismo era en aliviar mis necesidades. Traté de controlar mis impulsos de una manera sumamente costosa.

-Bueno... después de salir de la ducha podemos hablar eso.-la dije alzando la voz para que me oyera.

Pude distinguir entre el abierto de la puerta su figura, el agua deslizar por su brillante piel, eso no fue un modo efectivo de calmar mi hinchazón. Casi parecía que la acentuaba. La observé casi sin quererlo. Las sensaciones me podían. Yo había ido allí por fines serios, me avergonzaba de mi poco poder de control en aquellos casos. Pero había estado esperando tanto.

Me levanté, tratando aun de cubrir lo máximo que podía aquella zona. Me acerqué al borde de la puerta y me apoyé en el marco para observarla. No me escondía, salvo aquella parte bajo mis pantalones, que la trataba de cubrir con la puerta para que no se notara.

Mis ojos la recorrían, ya no con lascivia sino con cariño. No había cambiado nada, yo sin embargo parecía que había envejecido incluso. La miré con una pequeña sonrisa en los labios.

-Eres preciosa-dije por lo bajo, pero lo suficientemente alto como para que me oyera

el agua caia sobre mi cuerpo con una gran presion haciendo asi que los ruidos del exterior se amortizaran, era como estar dentro de una cascada. lo habia echo desde pequeña, aumentar la presion del agua en la ducha. era algo casi iracional pero el golpeteo costasnte y el ruido conseguian calmarme y quitarme toda la tension muscular.

entonces escuche una voz y sin pensarlo ni un segundos me gire con un pequeño bote en la mano y lo lanze con todas mis fuerzas hacia la puerta mientras pegaba un chillido. ¿ como se habia colado un pervertido en mi habitacion?
abri los ojos con cuidado dispuesta a pelear, entonces vi a andrew apoyado en la puerta. me sonroje a mas no poder, el estaba alli mirandome. y yo desnuda e indefensa en la ducha. me tape como pude con el vapor que habia por la habitacion, para que no me viera. - que.... que haces..?- desvie la mirada incomoda, no me importaba que entrara en la baño, pero me habia asustado.

Vi entonces como me lanzaba un proyectil acuoso. Cerré rápidamente la puerta, consiguiendo librarme del golpe, pero se formó una pequeña brecha en ella. La abrí de nuevo, algo temeroso y entonces ella se disculpó. Se habían formado pequeños cúmulos gaseosos en las partes importantes de su anatomía, tapándolas e impidiendo que se vieran las gustosas vistas de antes.

-Siento haberte asustado...-dije, casi susurrando, contemplándola. Sacudí la cabeza tratando de apartar los deseos primarios que tanto me impulsaban a entrar en el baño y poseerla y traté de ser más caballeroso, sabía que eso era lo que la gustaba y no podía imaginarme un rechazo tras tantísimo tiempo, aun que yo ya no tuviera sangre apenas en la cabeza-Dana... estaba pensando en que... bueno, después de ducharte podríamos ir a algún lado... Se acerca la hora de comer, podríamos salir fuera.

No sabía bien qué hacia, pero la quería y quería estar con ella, recuperar lo que nos faltaba. Además de hablar, necesitábamos hablar.

OFF: Dado que en este tema se habló con la antigua Reina Kaede del traspaso al Reino Oficial y del ascenso de Dana a Princesa Ángel Caído, y aquí se ha hecho oficial con la mudanza de Dana (pero no se hizo el cambio en su día). Anuncio el ascenso de Dana y el traspaso como Oficial.