El castillo solitario

Con velocidad e impaciencia rellené todos los espacios con tinta de mi sangre, tras realizar una pequeña incisión en mi dedo meñique, para poder escribir con claridad.

- Ahora, Angeline... - Dije a la vez que me inclinaba y empezaba a caminar por la habitación mientras rastreaba alguna presa cercana. - ¡Largo de mi castillo! - Le dije con sorna a la vez que volvía a desenvainar mi espada y me ponía en guardia de manera netamente ofensiva.

Observé desde mi posición la escena sin perder de vista a Angeline. No iba a permitir que se le ocurriera dar un paso en falso, por muy desarmada que estuviese.
La siniestralidad de mi expresión no tenía precio. Lo cierto era, que ésta vampiresa nunca me había caído bien, por lo que ahora me encantaba mi nuevo estatus con derecho a regodearme. Además, aún seguía teniendo su espada confiscada, y así se quedaría por el momento, a buen recaudo.
En cuanto Jace le dio orden de que se marchara, me aparecí como una exhalación junto a la puerta –esta vez con la espada de Angeline de nuevo en ristre, en posición de guardia ofensiva, con el filo apuntando hacia el suelo de manera diagonal descendente–, volviendo a posar mi mirada en ella, entornada y ojo avizor.
–Hasta la vista, baby... Espero que encuentres acogedor el castillo renegado...
La expresión de triunfo no se me borraba del rostro y la seguiría remarcando especialmente para ella, para que la recordara por toda su larga existencia.

Me alejé de un salto de él. No quería mantenerme cerca, me asqueaba, me repugnaba su sola presencia. Y pensar que tal vez pudiera ser mejor persona... Si Khalia me hubiera escuchado decir eso, me tocaba mal destino.

Luego pasé al lado de Katerina, y al principio me mantuve sin mostrarle ningún signo aparte del enfado, pero cuando me hizo ese comentario con sarcasmo, hice el gesto de escupir, aunque no lo hiciera realmente. Me marché por la puerta, siguiendo los que ahora me parecían lúgubres y oscuros pasillos. Sabía que mis camaradas seguían aquí, y eso me hacía sentir como una mota de polvo, pequeña, inútil y además indeseada. Les había fallado... Si me seguían, ya no estarían aquí, en el REino, y si no... No creía que pudiera volver a verles, al menos en un tiempo.

Finalmente, salí del castillo, donde me dije que no volvería si no fuera para recuperarlo, y hacerme con su control.

OFF: Conquista del Reino Oficial completada. Traspaso de los Renegados al Reino oficial, quedando como los nuevos Oficiales; y viceversa.

Renegados - los nuevos Oficiales:

Jace, pasa de ser Líder Renegado a Rey Vampiro oficial.
Katerina, pasa de ser Superior Renegada a Princesa Vampiresa oficial.

Oficiales - los nuevos Renegados:

Angeline, pasa de ser Princesa Vampiresa (rango actual) a Superior Renegada y recupera su espada automáticamente al finalizar el tema.