Mai HiME

Entraron en la habitación y Mihu escogió rápidamente las palabras.
-Hemos averiguado que hay un ladrón de ropa interior rondando la academia y necesitamos un señuelo para atraparle. Veníamos a pedirte que nos prestaras parte de tu colección de lencería- dijo, manteniendo el gesto serio y distante de siempre (off: vamos, tipo Miyu xD).

-- como puede decirlo tan seria?¡ -- dije poniendo los ojos en blanco y suspirando..

Me quedé sorprendida sin poder mediar palabra. había escuchado bien el favor??

-O.o emmm...he oído bien?? Acabais de pedirme parte de mi preciada colección...??

No podía creerlo, ni sabía como reaccionar. Esa colección era demasiado cara y me juré no dejarselo jamás a nadie...pero, por otra parte, un ladrón de ropa interior?? Podía ser buena idea...

-Bueno...quizás pueda dejaros algo...pero tendréis que cuidarlo con vuestras vidas ¬¬

Mihu ignoró el comentario de Mizuki y mantuvo el gesto impasible.
-No estoy segura de poder garantizarte que te lo devolvamos todo en perfectas conficiones, por eso te pido solo una parte que dejo a tu elección- añadió-. En cualquier caso, tu nombre no tiene por qué salir cuando atrapemos a ese ladrón. Si quieres permanecer como un benefactor anómino muy amable, así será. Las alumnas que han perdido su ropa interior (entre ellas toda nuestra clase y nosotras mismas) te lo agradecerán eternamente, aunque no sepan que eres tú quien ha echado una mano. Oh, y si además quieres parcitipar en la cacería... Tienes la mejor marca de la clase en gimnasia, no nos vendría mal alguien fuerte.

-- si, cuantas más vayamos a por ese pervertido, más facil será pillarle

Solo de pensar que yo estaba en las mismas condiciones, me tuve que dar la vuelta al ponerme tan roja como un tomate...

-Bueno, -dije sin darme la vuelta- quizás pueda ayudar prestandoos algo de mi colección...y por supuesto que contáis con mi ayuda para detener a ese maldito ladrón...¬¬ Ahora, si me disculpáis, me gustaría seguir con mi lectura. Sayonara

Sin decir nada más, me tumbe en la cama y volví a coger el libro para seguir leyendo.

Mihu imitó una sonrisa agradecida y se llevó las manos a la espalda.
-Muchas gracias. Tenla preparada para esta noche, Mizuki y yo iremos trazando el plan. Hasta luego- se despidió, saliendo de la habitación y echando a andar de vuelta a la suya.

-- Arigato ^^ -- dije yo sonriendo y siguiendo a Mihu.

Volvieron a su cuarto y Mihu extendió varios papeles en sucio que había sacado de su carpeta de dibujo sobre una de las mesas. Dibujó rápidamente un plano de la residencia vista desde arriba, de frente y de un lateral con trazos rápidos y precisos, sin torcerse (off: que envidia me das jo*dia ¬¬ Mihu- *la ignora olimpicamente*). Señaló con rojo la ventana de aquella habitación y dibujó las cuerdas en azul, calculando el ángulo con el suelo y la pared ayudándose de un par de funciones trigonométricas.
-Bien, supongamos que el ladrón muerde el anzuelo. ¿Qué hacemos? Porque no me entusiasma la idea de saltar desde un tercero- señaló.

-- mmm no se, que te parece una de esas trampas que atan a la presa?¿

Mihu asintió.
-Sí, podría valer, pero entonces necesitaremos más cuerda. Si quitamos un poco de aquí- cubrió con tipex la línea azul y la dibujó de nuevo, quitándole a escala dos o tres metros- tendríamos bastante para un lazo. Oye, podríamos poner aquí arriba más ropa y tener el lazo escondido en medio.

-- y si además ponemos en esa zona la ropa más robada según la media cae seguro -- dije yo cogiendo una hoja de mi cuaderno de mates y robandole el boligrafo -- lo que más he oido han sido sujetadores, pero tambien... -- apunte una serie de datos y como si de una calculadora humana se tratase hice los calculos y dije -- si ponemos los sujetedores blancos de tela fina a su alrededor es nuestro -- sonreí y le devolví el boli -- es que segun he oido al equipo de natacion lo que han desaparecido han sido sujetadores, además las camisas del uniforme no abrigan demasiado asi que los colores oscuros se marcarían demasiado como para llevar uno y no se cosas asi ^^

Mihu alzó las cejas.
-Vaya, muy perspicaz, Holmes- felicitó-. Muy bien, entonces colocaremos la ropa de esa manera. Lo haremos en cuanto se vaya la gente a dormir, ¿no? No me gustaría armar la de cristo en público.

-- Si sera mejor esperar.

-Bien. Voy a ir yendo a por la cuerda- anunció, levantándose. Salió por la puerta y se dirigió por otro atajo a la lavandería. Era imposible que ya hubiera gente tendiendo porque era el segundo día de clase y no había dado tiempo a lavar nada aun.

Esperé a que volviese mirando por la ventana pensando que tipo de deprabado mental había podido hacerlo.

Mihu llegó enseguida a la lavandería y dejó las luces apagadas, usando su visión de infrarrojos para asegurarse de que no había nadie. Desenganchó los treinta metros de cuerda del tendedero, en la parte de atrás, y los enrolló hasta poder metérselos en el bolsillo de la chaqueta del uniforme. Una vez con el botín, volvió a la habitación por el atajo y cerró la puerta.
-Aquí están. Treinta metros- dejó el ovillo sobre la mesa y se cruzó de brazos. Su reloj interno decía que aun era pronto para que se fuesen los estudiantes a dormir-. Será mejor que cenemos algo, espera una noche agitada.

-- La verdad es que o tengo demasiada hambre -- dije -- picaré algo si eso y ya esta.

-Allá tú, pero el sonido de las tripas rugientes ya ha delatado a mucha gente cuando trataba de cazar- señaló Mihu. Ella no pensaba comer mas que lo que necesitaba para mantener sus células vivas, de todos modos. Fue a la cocina y rebuscó en la nevera (off: supongamos que ya hemos hecho la compra xD), sacando un kiwi, jamón, tomate y cogiendo pan de la despensa. Se hizo un pequeño bocata de jamón y tomate y cenó rápidamente sobre la encimera de la cocina, puesto que no tenía ganas de poner la mesa.

Se acercó a la nevera con parsimonia y cogió un par de mandarinas, las peló y comió:
-- asi mi malvado estomago tridor no nos delatara jajaja

Mihu fingió una sonrisa y meneó la cabeza.
-Eso está mejor.
Terminó su improvisada cena y lavó los pocos trastos que había usado: un plato, un cuchillo y el rallador para el tomate. Lo secó y guardó todo y miró el reloj de la cocina, aunque no necesitara hacerlo para saber la hora.
-Las diez menos veinticinco. Tal vez vaya siendo hora de pedirle a Natsuki el señuelo- comentó-. ¿Vas tú mientras yo preparo las cuerdas?

--Si, vuelvo en un momento -- dije saliendo de la habitación y poniendo rumbo a la de NAtsuki. Llamé a la puerta -- Natsuki soy yo, vengo por lo de esta noche!

Mientras Mizuki iba a buscar el señuelo, Mihu extendió la cuerda como pudo por toda la habitación. Como estaba sola, cortó con su espada un trozo lo suficientemente largo y lo anudó en forma de lazo. Si se tiraba de uno de los extremos, el lazo se cerraba firmemente, como si fuera una brida, de modo que no podía quitarse a menos que se cortara la cuerda. Bajó a la lavandería de nuevo a por pinzas para colgar la ropa y subió el cestillo entero a la habitación. Una vez con todo listo, se sentó a esperar la llegada de Mizuki con la ropa y su propietaria.

Off: tendremos que esperar a Meli no?¿ jaja