Casual encuentro, bajo el sol del desierto [Lucius, Auron, Eliah y Normelk]

El calor del decirte el ambiente que más odiaba en el planeta , no me gustaba para nada sentir este tipo de calor a mí me gustaban los ambientes fríos, y oscuros, iba caminando entre la arena del decirte , mientras en mi frente había muchas gotas de sudor pro el excesivo calor, odiaba este tipo de ambientes como puede ser que habrá llegado aquí, solo sabía que tenía que seguir mi camino, mi aura está en un nivel medio ya que aquí en el desierto nadie se atrevería a entrar o pisar al menos que estuviera loco, bueno otro loco aparte de mí mismo , me había quitado mi gabardina y la traía amarrada a la cintura , solo estaba descubierta mi camisa de color negro de mangas cortar , se podía ver claramente el tatuaje que decía mi nombre.

Solo había pequeñas señales de vida escorpiones, alacranes, y diferentes tipo de carroña me apiadaba de la pobre alma que no pudiera salir de este horrible lugar, quería algo de sobre así que aparecí mis dos alas enplumas de color negro para cubrirme y generarme algo de sombra mientras iba caminando, mientras más pasos daba más arena se iba metiendo en mis pies. Solo quería llegar ya a un buen lugar donde pudiera descansar algo de mi largo viaje, en ese momento me comenzó a dar muchas, hambre y sed por todo lo que venía a mi mente, comida, agua, y un buen lugar para descansar, pero agite mi cabeza para quitarme esas ideas tontas ya que si seguía pensando en eso me iba a dar muchas más hambre y caería en la trampa que es este desierto.

“Bueno Auron piensa en algo sensato, si sigo derecho me tardare varios días en salir de aquí pero tampoco quiero usar la forma demonio”.

Pensaba para mí mismo que hacer ya que todavía no me gustaba mucho usar mi forma verdadera todavía sentía algo de miedo usarlo, todavía no me acostumbraba a ser un verdadero demonio, en mi camino pude distinguir una figura a lo lejos, en ese momento desaparecí mis alas negras , no quería que si fuera un viajero me atacara por las alas negras ya que supondría que era un demonio seguí caminando hacia esa figura, su aura estaba suprimida, era algo raro no me daba confianza que alguien tuviera su aura suprimida, eso me indico que no era una criatura común.

Comencé a correr hacia el para acercarme y poderlo ver bien aunque no fuera una persona común tenía que poder saber quién era o que era, cuando me acerque me quede sorprendido de ver que era un hombre de unos 20 años era más alto que yo, me lo quede examinando durante un momento.

-Hola viajero…-esas fueron mis únicas palabras mientras cruce mis brazos para esperar su respuesta

Caminaba por el desierto, aquel lugar no la disgustaba mucho, la recordaba al ambiente del infierno. Ese calor como el fuego se asimilaba al de su hogar aunque no la gustaba mucho que el sol brillara tanto en lo alto del cielo. Sus pies atravesaban las calientes arenas del desierto del sur de aquel continente. Esta vez solo llevaba puesto el corsé negro, había dejado sus ropas en el castillo de los demonios en su aposento pues la apetecía visitar un lugar caluroso.

Sus pantalones seguían siendo los granates de cuero y en su cintura portaba la espada bien sujeta a ella. Al subir una gran duna observó a lo lejos dos figuras a lo lejos. Uno tenía su misma aura, pero ella por su parte la llevaba inapreciable,oculta para que nadie la notara por allí. Se quedo acuclillada mirando la escena esperando saber que era la otra criatura, pues era extraño ver algo asi por allí.

Cuando me acerca a aquel hombre me quede pensando un rato, que era por que ocultaba su aura ningún humano común podía hacer eso por más que intentaba examinarla no podía verla ni sentirla era algo raro, así que cruce mis brazos mientras ponía mi mano izquierda sobre mi mejilla para comenzar a pensar que hacer, también mis ojos reflejaban mucha seriedad, deje de pensar un rato para dar un leve suspiro no quería estresarme mucho pensando en cosas pequeñas , pero tampoco podía fiarme mucho de esa personas no pensé que fuera a encontrar a otra persona en este desierto tan extenso, oí su pregunta de a donde me dirigía, por el momento no tenía ningún destino fijo así que no pasaría nada con decirle eso.

-Por el momento quiero encontrar, algún pueblo para descansar extraño, por cierto me llamo Auron un gusto-decía viéndolo a los ojos y diciéndole mi nombre ya que aunque fuera un extraño aquel hombre era una formalidad que me había enseñado siempre decir tu nombre antes de encarar cualquier conversación, quería descansar pero en este lugar no se podría, odiaba este calor odiaba sentirme así, odiaba este ambiente quería estar en un lugar que me gustar y quería salir de aquí.

-Que eres porque ocultas tu aura extraño, ¿no te gusta que te examine?, o acaso estas huyendo de algo o intentas atrapar a alguien-decía mientras lo comenzaba a interrogar y me acercaba más y más el con mi mirada intentando buscar la respuesta en sus ojos, era una habilidad especial esta leer las auras de las personas que me rodeaban desde pequeño, así sabia cuáles eran sus intenciones, todos los humanos tienen un aura muy pocos saben ocultarlo y quería que me diera respuestas, mientras me ponía frente al yo tenía una estatura mucho menor que la suya ya que mi cuerpo seguía siendo de un adolecente.

Mi cuerpo no reflejaba mis verdadera edad ya que los demonios por lo general somos seres que vivimos muchos años, esperaba encontrar una respuesta de aquel hombre, no quería desatar una pelea en este lugar, y mucho menos contra un extraño que me estaba ocultando su aura no me gustaba no saber las cosas eso me ponía muy desesperado, si no me decía pronto sus respuestas tendré que actuar por las malas para poder saberlas, no me importaba que pudiera pasar odiaba que hagan esto las personas.

Se levantó mientras miraba a los dos desde la distancia. La verdad esque estaba interesada en saber que pasaría entre esos dos, que tramaba aquel pequeño demonio y el extraño ser que ocultaba su aura como ella. La tensión se podía sentir en cada poro del demonio tanto que quizás el otro lo pudiera sentir.

Aquel demonio parecia inexperto pero sabia que a su rey no le gustaria que uno de los suyos fuera herido por otro ser. Si tenía que actuar para salvar al que era de su misma raza lo haría pero solo en el momento justo. Ahora mismo quería divertirse a ver quien hacia más estupideces en ese momento.

Seguía con los brazos cruzados, mientras veía mover sus labios , él hablaba pero no creía que fuera un demonio no creía que se revelara tan fácilmente algo que me había enseñado los años es que nunca confíes en la gente quizás era algo malo hacer eso , pero yo me había acostumbrado a que siempre había algo o alguien que te quisiera lastimar así que no podía confiar en él , seguía con los brazos cruzados y mi mirada fija en el como si fuera un puñal intentando entrar en su alama , quería saber quién era el solté una leve sonrisa mientras me ponía en una posición informal .

-Bueno hermano demonio ya somos 2, no te descuides yo no te hare daño mucho menos a un gran demonio como tú-decía mientras le seguía el juego caminando lentamente alrededor del mientras examinaba su ropaje, parecía que estaba listo para sobrevivir varios días en el desierto por sus palabras según decía que estaba persiguiendo a un grupo de cazadores para recuperar cierto objeto –Te ayudare a encontrar ese objeto que tú quieres… claro si son de verdad tus palabras- le decía a aquel hombre , porque no sabía ni tan siquiera que fuera pero tendría que seguir su juego para que supiera la verdad detrás de él.

Una parte mía no sabía qué hacer con este hombre quería ignorarlo pero irme, pero otro lado mío no le gustaba la idea de que se fuera sin saber que era o quien era no me gustaba que me ocultaran cosas, no me gusta para nada no saber quién era o que era quería obtener la respuestas a esas preguntabas que me estaba generando aquel joven desconocido.

Aquello parecía tranquilo, parecía que ambos no tenían intención de ponerse agresivos, si la cosa seguía así quizás tuviera que presentarse o acercarse a ambos. El demonio joven se notaba que tenía poca experiencia o eso parecía, en cambio el otro ser parecía saber muy bien como manejar las situaciones y aprovecharse, parecía alguien listo.

La verdad es que ella intuía que el otro hombre podría ser un ángel caído, no estaban muy lejos de las puertas del limbo, por tanto cabía esa posibilidad. Los angeles caidos eran verdaderamente astutos y después de tantos años sabían como manejar diferentes situaciones para sacar beneficio de ellas.

-me parece una situación un tanto ridícula ver a dos personas paradas hablando en pleno desierto....si lo que quieren es no llamar la atención no lo están consiguiendo-comento la demonio para sí.

Camino hasta ellos por fin cansada un poco de observar desde lejos y ver que no pasaba nada con su aura suprimida como solía llevarla siempre y con un gesto serio se acercó a ambos.

-si no queréis llamar la atención es mejor que sigáis andando mientras habláis..... por que sinceramente llamáis mucho la atención, con este calor del desierto y hablando como si nada -les comento pasando un poco por delante de ellos

El demonio parecía desconfiar un poco de mi, eso no me hacia gracia, yo no estaba dispuesto a dar mi identidad a un demonio, en mitad del desierto, así, por las buenas ¿Y que te hace pensar que no te estoy diciendo la verdad? - Le dije tranquilamente, pero después vi otra silueta acercándose, esta vez de una mujer.

- Tiene el aura suprimida... Tengo que hacer que lo despliegue ya, quiero saber que clase de criatura es- Pensaba en algo rápidamente.

- Si no despliegas tu aura, te tomare como una cazadora de los que me siguen- Le dije mientras situaba mi mano derecha en mi cinturón cerca de donde tenia la espada, como si estuviera advirtiéndole.

-Solo quiero ver un poco tu aura, si eres demonio no habrá problema que la despliegues rápidamente y la vuelvas a ocultar-decía viéndolo mientras seguía examinándolo, esto no me daba buena espina podría ser cualquier tipo de trampa y yo de tonto estaba cayendo en ella, algo en mí no me dejaba confiar en la palabra de aquel hombre era como si algo en mi supiera que no es un demonio como si yo supiera en mi interior que no lo era, siempre había aprendido que es mejor seguir tu instinto y tenía que saber confiar en lo que me decía.

De repente otra figura se aproximó, demonios de seguro era una trampa eso era lo que me vino a la mente pero cuando se acercó vi que era una hermosa mujer, era a un peor yo me ponía muy nervioso frente a las mujeres, suprimí mi aura rápidamente ya que no quería que se diera cuenta de eso afortunadamente podía suprimir mi aura con buena velocidad, aquella mujer se acercó a nosotros era más alta que yo demonios era muy bajito pero así me gustaba ser.

Aquella mujer digo unas palabras que eran muy ciertas, si era cierto lo que decía el otro hombre tendíamos que movernos rápido ya que un grupo de cazadores estaba por aquí, pero tampoco me daba mucha confianza este ser, pero parecía que podía confiar más en ella algo me daba tranquilidad, pero un poco antes de seguir nuestro camino voltee a ver a ese hombre cuando le pregunto tan bruscamente lo de su aura.

-Tú también deberías que revelar tu aura , quien me dice que no eres un ángel y que me atacaras cuando menos me dé cuenta, si hay aquí alguien que tiene que revelar su aura eres tu-decía algo desesperado de esta situación y también mi educación no dejaba que nadie pudiera tratar hace a una dama , levante mi mano para enseñarle mi tatuaje a la chica para que viera como me llamaba-Ese es mi nombre un gusto-decía sin voltear a verla eso me ayudaba a que no me pusiera más nervioso , solamente me quede viendo a este desconocido ante mis ojos, no me gustaba ser así con la gente pero también me desesperaban mucho que ocultaran las cosas.

Escuchó las palabras del ser que aun no sabía muy bien quien era mientras enarcaba la ceja. Era un poco estúpida su petición y más si este no mostraba su propia aura. Observó el gesto de aquel hombre y llevo su mano a su cintura también cerca de la empuñadura de su espada.

-si hubiera sido una cazadora quizás ya estaríamos peleando....y te aseguro que eres el menos indicado para pedir que muestre mi aura, muestra la tuya y yo mostrare la mía....-comento la demonio mirando directamente a los ojos Normelk.

Miró de reojo el nombre que tenía tatuado el demonio en su brazo para luego volver a mirar al ángel caído que no sabía muy bien a lo que estaba jugando con el pequeño demonio, el cual se le veía bastante inexperto.

-encantada...-le dijo a Auron aunque ella lo de decir su nombre no lo creía algo esencial o importante.

Entonces de repente oí lo que comenzó a decirme era una persona con poca paciencia , cerré mi puño con gran enojo , no me gustaba que las personas me insultaran y mucho menos un desconocido lo quería golpear una aura oscura rodeo mi brazo izquierdo , pero puse mi brazo derecho para calmarla no quería hacer ninguna idiotez todavía me lo quede viendo mientras mi ojo también ya estaba rojo, era como si una parte mía se quisiera convertir en demonio y actuar como tal pero no dejaría que eso pasara.

Comencé a respirar como si estuviera mediando y cerré mis ojos mientras mi aura volvía a su estado suprimido, había veces que no me podía controlar cuando comenzaba a perder el control de mí mismo, recordé la primera vez que perdí el control de mí mismo matando a esos humanos hace varios años, era como si una parte que yo no concia saliera a flote, a veces me preocupaba eso así que comencé a caminar un poco.

-Hare lo que la dama diga si ella dice que eres demonio adelante y si dice lo contrario ya veremos que haremos-decía mientras lo veía a los ojos y cruzaba los brazos dándole la espalda mientras seguía intentándome relajar, no podía dejar que este hombre me sacara de quiso, no quería hacer daño a una persona sin tener una razón aparente.

Voltee a ver de reojo a la mujer que apenas se había incorporado a esta pequeña desventura, no sé por qué pero sentía que podía confiar más en ella que en el otro sujeto volví a voltear mientras cruzaba mis brazos y comenzaba a ver el horizonte, teníamos que buscar una forma de salir de este desierto si no la cosa se pondría más fea cuando llegar la noche y estuvieras a temperaturas que llegaban al congelamiento.

Venía volando desde las Llanuras con el aura al nivel de un maestro. Desde aquel encuentro con el General de los Cazadores no había vuelto a pasar por el Cielo y el calor del desierto comenzaba a deshidratarme. Necesitaba encontrar un oasis pronto. Pero me había sentado bien el viajecito, después de todo, ya que me había ido de allí un poco alterado.

Desde lo alto, comencé a divisar un pequeño asentamiento de palmeras... O eso me pareció ver. Sólo esperaba que no fuera un espejismo, ya que por más que entornase la mirada, Acrisea se empeñaba en deslumbrarme y así no podía asegurarme de que el oasis fuera real.

De repente, unas voces me sacaron de mi ensoñación particular e instintivamente miré hacia abajo, al tiempo que reducía mi aura para poder sentir las de ellos y averiguar de qué clase de criaturas se tratara. Había tres personas ahí, y parecían estar teniendo una acalorada discusión, valga la redundancia. Por lo pronto, sabía que uno de ellos era un demonio, pero los otros dos tenían el aura suprimida, por lo que de primeras no podía confirmar qué serían.

Descendí entonces de los Cielos abrasadores del desierto con mi doble par de alas emplumadas de un brillante marfil extendidas y aterricé a pocos metros de ellos recogiendo mis alas con elegancia y dejando mi aura al nivel de un ángel común, ya que al llegar volando seguramente se habrían percatado de lo que era. Y habiendo un demonio entre ellos que mostraba su aura tan confiadamente, seguramente todos ellos serían también otras criaturas.

- Disculpad, no he podido evitar escuchar vuestra acalorada discusión -Si no me habían visto, seguramente no habrían podido evitar notar mi presencia, pues era algo que me impedía pasar desapercibido aunque quisiera-. ¿No os ha entrado sed de tanto malgastar saliva?

Dije abanicándome con la mano, con cierto dramatismo.

- Desde lo alto he podido ver que en esa dirección parece haber un Oasis -Dije señalando hacia el oeste-. Antes de que nos dé a todos una insolación, sugiero que vayamos adelantándonos hacia aquella dirección.

Como si gozara de una total confianza, extendí los brazos para acogerlos a los tres y comenzar a empujarlos para que empezaran a caminar hacia el Oasis. Desde luego, con lo grande y alto que era, bien cabían los tres apretaditos a lo largo de la envergadura de mis brazos.

- Seguro que cuando os refresquéis, veréis las cosas con otra perspectiva.

Había decidido que no entrar en su tema de discusión sería lo mejor por ahora. Y, ¿quién sabe? Tal vez consiguiera que los tres hicieran las paces. Hasta ahora, podía decir que todo lo que me proponía lo conseguía, así que esta vez no iba a ser menos.

La mujer entornó los ojos, se estaba cansando de aquel jueguecito y estaba por decir a Auron que se marchará con ella de allí y dejara aquel chaval allí en el desierto con sus problemas. La desquiciaba que se hicieran pasar por tontos o que pensarán que los demás eran unos inútiles que no sabían nada cuando seguro que ella tenía mucha experiencia que aquel chaval.

Se cruzó de brazos y miró al cielo sin decir ninguna palabra sobre el tema, estaba cansada de aquello. Pero entonces algo en el cielo la llamó la atención, unas alas blancas...un ángel estaba sobrevolando el cielo. La chica sonrió divertida, parecía que aquello se estaba poniendo un poco más interesante.

Este pronto aterrizó y empezó a explicarles que no estaba bien discutir... típico de los ángeles y según sentía el aura de aquel hombre angelical se notaba que tenía bastante poder y solo había dos demonios que ella supiera en aquel lugar. Sonrió de forma picara cuando este les llevó en dirección al oasis, podía tentar un poco al ángel para divertirse.

-si....desde otra perspectiva....¿que hace un ángel como tu en un lugar como este?-preguntó mientras alzaba la cabeza para mirarle ya que era considerablemente alto.

Esta estúpida pelea me estaba desesperando, tanto que ya estaba pensando explotar mi aura e irme volando de este horrible lugar para descansar de verdad, este desierto que tanto me estaba poniendo de mal humor, el calor, la áspera arena que se queda pegada a mi piel, odiaba el ambiente del desierto no sabía cómo me había venido a meter aquí con un hombre que no me quiere decir su identidad, una mujer que no conozco de nada, pero este desierto no me iba a dejar de dar sorpresas.

De repente otro hombre cayó del cielo, descendiendo con una gracia y elegancia única , parecía tener una edad más avanzada , que aquel que no quería revelar su aura apareció , pero esto no era algo común este tipo de aura, este tipo de energía era algo raro algo que nunca había sentido antes , pero algo en esa aura me daba asco me daba odio , eso hacía que comenzara a vibrar mi cabeza , así que comencé a sujetar mi cabeza con una mano mientras comenzaba a sentir un enorme dolor que me quemaba por dentro.

Comencé a alejarme del grupo un poco mientras intentaba relajarme, eran imágenes siempre pasaba esto y parecía que ahora pasaba mucho más seguido, desde que empecé esta aventura parecía que estos dolores se iban haciendo más fuertes y más seguidos, pero comencé a respirar lentamente y despejar mi mente eso siempre me servía pero me estaba preocupando que esto se hiciera más seguido.

Di un rápido giro sobre mi propio eje para ver al hombre con caballera dorada mientras lo vi fijamente y lo examinaba rápidamente , no tenía malas intenciones bueno eso creería por el momento así que me acerque al lentamente , para quedar frente a él y mirarlo fijamente mínimo él tenía la decencia de mostrarse como era, de repente la mujer hablo y confirmo lo que sentía que era, un ángel era la primera vez que veía uno, la primera vez que veía a los tan famosos ángeles enemigos de los demonios, era como comprar el cielo con la tierra, me lo quede viendo fijamente un rato y voltee la mirada.

-Me llamo Auron, es todo lo que debes saber.-decía con la mirada esquiva a él no me gustaba nada su aura, volví a caminar hacia donde estaba la mujer para ponerme alado suyo - Creo que no hay muchas posibilidades de avanzar o salir de aquí chicos, es quedarnos aquí y morir de sed, aventurarnos al desierto y esperar que los dioses se apiaden de nosotros o ir con el “ángel”-decía enfatizando más la palabra ángel.

Cruce los brazos para seguir viéndolo no me daba tanta confianza este ángel, pero si me quería tender una trampa no lo iba a dejar salirse con la suya, pero una parte mía decía que podría ser nuestra única opción para salir de este infierno, para salir de este lugar que tanto estaba comenzado a odiar, y despreciar con toda mi alma pero no me quedaba muchas opciones seguirlo o quedarme aquí a morir.

FDI: Eliah, indiqué en mi anterior post que mi Aura estaba al nivel de un Ángel común, por lo que no puedes saber todavía que soy más poderoso xD
En cambio, Auron, sí que lo puede saber todo sobre mi Aura por su ventaja Lectura de Auras, a él no le puedo engañar en ese sentido. Y esto se aplica a todos, es decir, también puede leer el Aura de Normelk y Eliah aún teniéndola suprimida.
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Detuve mi paso al instante alzando los brazos para liberar a los tres personajes de mi impetuosa iniciativa.

- Os ruego encarecidamente que me disculpéis, caballero. No era mi intención ofenderos -Me disculpé con unos modales impecables, realizando una pequeña inclinación a modo de disculpa, al ver la reacción tan arisca del otro hombre que no se trataba del demonio-. El calor y la falta de agua pudieran ser la causa de vuestro mal humor. Haced caso de mis consejos si no deseáis terminar hiriéndoos a vos mismo con esa negatividad. ¿No os duele ya la cabeza y sentís una punzada en el pecho como si os faltara el aire? -Estaba muy centrado en mi papel, por lo que no me percaté de que mi regañina pudiera haberle resultado graciosa a los otros dos individuos-. No permitáis que se convierta en algo crónico, por favor. Éste no es el mejor lugar para tener que iniciar una atención médica... Procurad respirar profundamente hasta llegar al Oasis, es lo mejor. Y si es necesario, no entréis en el juego de la discusión, pues podría propiciar vuestra caída en una hipertensión con hiperventilación... Caminad por vuestra cuenta, no os empujaré, os doy mi palabra de buen caballero ángelical. Pero permaneceré a vuestro lado por si necesitárais apoyo.

Pero la cosa no se había quedado ahí, me volví hacia los otros dos individuos con el porte serio, altivo y sin posibilidad de reproches.

- Y lo mismo va para vuestras mercedes, señorita y caballero -Dije para asegurarme de que lo que le había encomendado al primero se lo tomaran en serio de verdad-. Un poco de ejercicio para mejorar mi resistencia, ¿a vos qué os parece? -Dije chistosamente en respuesta a la mujer, esbozando una sonrisa divertida. Evidentemente, no le iba a contar que había llegado hasta aquí para liberar tensiones tras el encuentro con el General de los Cazadores y el descubrimiento que había presenciado de lo que hubo entre mi hermana y él.

El demonio se mostró desconfiado, como era de esperar en un ser de su naturaleza. Pero yo no tenía problemas con los demonios. Aspicious era amigo mío y nos respetábamos mutuamente.

- Bueno, si mis cálculos son correctos, en caso de no encontrar el Oasis donde me pareció divisarlo, tanto si continuamos avanzando hacia el oeste como si lo hacemos hacia el sur o el este, acabaríamos alcanzando la costa -Dije al tiempo que sacaba un pergamino enrollado del interior de mi chaqueta y lo desplegaba ante los ojos de los presentes-. Mirad, podéis comprobarlo vosotros mismos.

Se trataba de un mapa de Vaahl. Tras extenderlo, señalé la ubicación de los Desiertos Cálidos del Sur.

- Si no deseáis morir deshidratados por el calor del desierto, os sugiero que me sigáis hacia donde divisé el oasis.

Alcé la mirada del mapa para posarla en cada uno de ellos, incluido el de carácter irascible, de manera que los tres captaran la gravedad del asunto. Aunque bien podrían ignorar mi sugerencia y tomar otra dirección por su cuenta y riesgo., pues si resistían lo suficiente en su travesía podrían llegar a alcanzar la costa o un lugar menos hostil que este desierto. Pero lo recomendable en estas circunstancias era no quedarse sólo, ya que en el caso de caer deshidratado, se podría contar con la ayuda del compañero para salir de este mar de arena ardiente.

Me resultaba bastante extraño que rechazara mi propuesta de aquella manera. ¿Sería que tenía alguna clase de aversión o alergia al elemento vital? Ya le había pedido disculpas, no reincidiría de nuevo, pero empezaba a disgustarme muy mucho su actitud.

Sin embargo, lo que ya puso la guinda al pastel en la actitud de aquel hombre, fueron sus maneras a la hora de demostrar lo que era, alzando su aura de manera intimidatoria. Me dieron ganas de mostrarle la mía también, para que cerrara aquella boquita que mucha soberbia se gastaba. "Ahora comprendo el porqué de su comportamiento tan maleducado..." Pero la mantuve estoicamente al nivel de un Ángel Común.

- Realmente desconozco el motivo de por qué venís mostrando vuestro aura de ese modo, señor Normelk Maestro Ángel Caído... -Se notó el rintintín al pronunciar el título aunque traté de disimularlo. Bien cierto era que con los demonios no tenía problema alguno, porque desde hacía mucho tiempo le debía la vida a uno de ellos. Pero no podía decir lo mismo de los Caídos, que mucho tiempo ha invadieron el Cielo y le dieron muerte a mi padre. No me consideraba una persona vengativa, y de hecho la Reina Ángel Caída Kaede había conseguido hacerme olvidar aquellas reticencias. Pero criaturas como éste Ángel Caído, hacían brotar mi más primitivo instinto-. Debéis pensaros mucho más poderos que los demás presentes como para atreveros a mostrar vuestro aura como si vuestro deseo fuera demostrar que sois más poderoso... Pues si analizáis bien la situación, aun desconocemos la naturaleza de la señorita, pero el señor Auron aquí presente y un servidor, podemos igualar su poder de maestro si llegamos a aunar los nuestros de Comunes. Y como poco, contando con el mínimo, con que la señorita ya fuera Común, entre los tres ya le superaríamos en poder, señor Normelk. Así que le sugiero que sosiegue sus desmanes, porque aquí nadie le ha amenazado como para que usted reaccione de manera tan ofensiva.

Me había puesto muy serio, no se me había hinchado la vena gorda porque reforcé mi control elemental para mantenerme más calmado. Pero lo que sí quedó claro tanto en mi tono como en mis palabras fue que no me había gustado un pelo el gesto del Caído.

La joven demonio en verdad se estaba cansando de esa situación y observaba al ángel que acababa de llegar algo incrédula, un ser infernal como ella no necesitaba mucho agua para sobrevivir y en cuanto quisiera podía desplegar sus alas y marcharse de allí. No dijo nada mientras los otros hablaban, solo observaba con los brazos cruzados la situación y el mapa que había desplegado el ángel.

Para su sorpresa el primer chico que escondía su aura por fin se canso de ocultarlo y lo desplegó mostrando a un ángel caido de rango maestro. Los animos se iban calentando y la demonio sonreía malvadamente al ver que podía aprovecharse de esa situación. Se acercó hasta Normelk y se quedo a su lado pero sin mirarle.

-te ayudare a que te desahogues-le susurró al oido.

Sacó su espada oscura y le dio un pequeño corte en el brazo mientras ella desplegaba el aura suya demoniaca que tenía oculta y se separó un poco del angel caido por si la intentaba atacar, pero por si acaso tenía preparada su espada y luego miró al angel y a Auron.

-ya sabemos lo que somos todos-comento tranquilamente como si nada.

De repente comencé a sentir algo extraño de este ángel sentía que su poder era tremendamente enorme era algo que no había sentido, fácilmente nos superaría rápidamente eso me dejo paralizado durante unos momentos, pero tampoco tenía ninguna intención mala contra mí, eso era bueno por el momento podríamos confiar en él, también quería saber algo más de la mujer.

Cruce mi brazos mientras comencé a examinarla y comencé a examinarla, algo me sorprendió rápidamente y abrí los ojos ya que me había causado una pequeña sorpresa, esa aura tan podrida tan oscura, solo le podía pertenecer a alguien como yo un demonio así que saque una pequeña sonrisa mínimamente tenia a alguien que me pudiera apoyar, bueno eso creía por el momento.

De repente el otro hombre comencé a desplegar sus aura, pero esta era algo diferente como si fuera algo diferente a mi tenía la luz del ángel pero al mismo tiempo sentía algo podrido como un demonio, era algo raro así que me lo quede observando un rato más, sin decir ninguna palabra el que se había ganado mi atención totalmente era el ángel de cabellera dorada, que había llegado.

-Ángel, cuál es tu nombre-decía viéndolo con la mirada alzada ya que yo era más pequeño que él, me daba curiosidad conocerlo, todo lo que había aprendido que los ángeles y demonios nos odiábamos que era como juntar un gato y un perro , pero con él era diferente no sentía repulsión , como si supera que no tenía nada contra nosotros, otra señal de que no quería hacernos mal era el mapa que había desplegado en ese momento lo comencé a analizar, era un mapa bastante útil.

De repente vi que Eliah se acercó a nosotros haciéndole un pequeño corte al hombre, ese momento abrí un poco los ojos –Te tardaste un poco en decir que eras demonio-decía sudándole a la mujer demonio, no era mi estilo acabar con las personas así, era algo deshonroso para mi hacer eso. –Propongo algo, vamos con este ángel que tan mal nos vendría algo de agua, el desierto es un lugar lleno de muerte y si no quieren acabar como ellos será mejor no pelear entre nosotros-decía señalando unos cadáveres que habían ahí ya no había más que huesos de seguro la carroña del desierto ya había quitado toda la carne.

Di un paso más atrás para ver a los ojos al ángel –Quiero hablar contigo-decía viéndolo a los ojos quería conocer más de el –Yo tengo cierta habilidad-decía un poco serio, pero vamos para que arruinarle la sorpresa quería hablar con el después. Iba a ser algo divertido conocer a un ángel al fin tendría la oportunidad de saber sus puntos de vista de uno de ellos y por lo que parecía un ángel sumamente poderoso.

-Que dices, Eliah quieres ir con él o podemos matarnos entre nosotros y ver si corremos la suerte de irnos de aquí-decía viendo a la joven demonio de cabellera blanca.

Off: perdón por la tardanza había tenido ciertos problemas

FDI: Disculpad por la demora, demasiado lío en el Consejo y no conseguía centrarme en este post (a pesar de haberlo intentado varias veces >.< ).
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Ya le había explicado al Caído mi parecer sobre su acto, así que no reincidiría. Era su problema, yo le había explicado bien la situación y el por qué de dirigirles a un oasis, pero no querían ver la realidad. O al menos, no todos. Ya que la reacción del demonio me sorprendió, era como si hubiera comprendido lo que pretendía desde un principio y ahora confiara más en mí. Me había pedido hablar conmigo y me susurró algo para que sólo yo lo escuchara. "Curioso, un demonio capaz de leer las auras." Deduje tan solo por su comentario. Desde hacía mucho tiempo, era experto en la lectura del lenguaje corporal de las personas y sus gestos así como sus palabras, me habían dado la respuesta.

Pero, entonces, sin previo aviso, la señorita desplegó su aura, demostrando que también se trataba de una demonio, y desenvainó su espada de oscuridad dándole un rápido corte al caído en el brazo.

- ¡Por Acrisea! Señorita, por favor, conteneos -Exclamé alarmado, al tiempo que mis pupilas se afilaban. No era precisamente un enfrentamiento armado lo que buscaba. Pero seguramente el caído no aceptaría mis curas, aunque me acercara a él con aquella intención, interponiéndome entre ambos elevando mi aura luminosa para que les cegara a todos hasta el nivel de un maestro, y extendiendo mis manos en cruz para establecer una cierta distancia entre ambos combatientes-. A ver, caballeros y señorita. Calmémonos todos un poco, que la falta de agua empieza a afectar a la sesera, quieran aceptarlo o no... Y escuchad al caballero Demonio, cuya sensatez ha logrado sorprenderme -Dije señalándole, y dirigiéndome a él ahora-. Y disculpad mis modales, caballero. Soy Lucius Júpiter y siempre es un placer conocer a un demonio como vos. Estoy seguro de que vuestro Rey Aspicious, estaría orgulloso de vuestra merced.

A pesar de encontrarme con los brazos extendidos, entre un Ángel Caído y una Demonio con intenciones belicosas, no pude evitar dedicarle una sonrisa cómplice a aquel Demonio. Pero me encontraba alerta ante cualquier renuncio con mi mirada felina activada, reflejo directo de mi Buena Visión, preparado para esquivar cualquier acometida traicionera.