Asesinos de cazadores (Sólo cazadores)

Llegó el día en en que finalmente acompañaría a mi general y a varios de sus hombres hasta la guarida de los asesinos que tenían encerrada a mi madre y que me obligaron a mentir a mi general para sacarle información sobre mi padre,al cual querían muerto.

Salimos del Bastión a caballo y todos fuimos juntos a la capital,Liang. Una vez allí nos adentramos por varios callejones y de repente nos encontramos una brecha oculta por un gran telar en la fortaleza de la ciudad por la que los bandidos y asesinos entraban sin ser vistos.
Yo sabia de ella,así que la retiré y todos entraron tras de mí.

Adelante un sendero en el bosque de varios caminos para despistar conducía hasta la guarida de los asesinos,pero me paré un momento y pregunté a mi general:

¿Tienes algún plan de ataque o sorpresa entre manos?

OFF: El Bastión está en una isla, por lo que veo complicado ir a caballo hasta allí xD
Consideraré que hemos ido en barco, pues es la única manera de llegar a las cercanías de Liang, y luego desde allí a caballo.

ON:

Tras la promesa que hice a la cazadora problemática no me quedaba más remedio que partir con ella junto con un pequeño séquito de hombres de confianza hacia el hogar de los bandidos. Tras llegar a puerto, mis súbditos montaron en caballo hasta llegar al lugar. Yo simplemente corrí junto a ellos, pues no me gustaban las monturas. Sebastian galopaba tras de mí, emitiendo ciertos ronroneos de vez en cuando.

Tras recorrer esa distancia llegamos al lugar indicado. Antes de entrar en la ciudad ordené a los allí presentes que redujeran su aura al mínimo. No sería conveniente que nos detectaran, o que incluso hiciera acto de presencia la Inquisición linerense... Así pues una vez asegurado este punto nos introdujimos en el camino que nos mostró Bosheit. Ante su pregunta no dudé un instante.

- Atacaremos por sorpresa y con sigilo, será demasiado tarde para ellos cuando se percaten de que están siendo derrotados... - pronuncié entre susurros seriamente. Si realmente algo caracterizaba a los nuevos cazadores era su disciplina militar, y ahora íbamos a dar cuenta de ello.

Fermat, uno de los soldados que nos acompañaba se dispuso a usar su intuición de cazador para avisar de que en la puerta dos bandidos armados con armas de pólvora custodiaban la entrada unos metros más adelante. Como un engranaje bien montado, otros dos arqueros sigilosos se adentraron en la espesura y sin ser apreciados por los enemigos dispararon produciendo un apenas perceptible ruido.

Las flechas acertaron de lleno en las cabezas de los guardas simultáneamente, abatiendolos en el instante. Por el momento la entrada estaba libre.

- Andaos con ojo, no quiero ninguna pérdida hoy aqui. Somos más poderosos y estamos mejor entrenados y organizados, no olvideis las lecciones del Bastión. Ahora adelante - indiqué contundentemente sin perder un instante la concentración. Si algo malo se acercara estaría con todos los sentidos alerta.

Tras deshacernos de los guardias 3 senderos conducían hasta la guardias, el del centro era el más peligroso pues era el más corto y el más frecuentado por los asesinos por lo que el plan de sigilo del general no surtiría efecto.El camino de la derecha conducía a un pantano por donde los caballos no podrían caminar con facilidad por lo que decidí conducirlos por el camino de la izquierda, el más largo y el que tenía mas bifurcaciones típicas de un laberinto.
El camino tenía unas 20 bifurcaciones a lo largo del recorrido pero creo recordar que era mucho más corto si siempre girabamos hacia la izquierda por los caminos claros.
Tras seguir rápida y sigilosamente por el sendero de la izquierda no tardamos en encontrar la primera bifurcación constituida por 4 caminos.Una señal de flechas indicaba los destinos, pero se trataba de una trampa,las señales eran contradictorias,pero yo sabía que camino seguir por lo que los bandidos sabrían cuando llegáramos que alguno de los suyos les habría traicionado.

Seguimos el camino de tierra más clara,la que claramente parecía más transitado.Justo tras torcer la esquina la penumbra de apoderó del camino debido a un enorme bosque de altos robles y unas densas zarzas que rodeaban a ambos lados el camino.

Todos los caminos tenían trampas que superar,pues servían de entrenamiento a los asesinos,y las de éste, el correcto era tener cuidado de pisar correctamente las baldosas que justamente nos acabamos encontrando en el camino.Se trataba de unas baldosas rojas y otras amarillas. Teníamos que evitar pasar por encima de las amarillas y pasar sobre las rojas.
Hay mucho silencio,esto es extraño,los pajarillos cantaban alegremente por este oscuro sendero.
De repente de uno de los olmos cayó una gran roca hacia una baldosa amarilla.Un escalofrío sentí cuando grité:
¡Salid todos ahora del camino,la trampa se va a activar!

De pronto del suelo en el camino surgieron una infinidad de estacas que nos podrían haber atravesado,pero todos conseguimos saltar a tiempo hacia fuera.

Una lluvia de piedras activaron todas las demás baldosas amarillas cortándonos el paso,pues el bosque era muy denso e inaccesible.Al parecer habían cambiado algunas trampas comenté a mi general.

Por ello dimos la vuelta,pero de lejos visualizamos ,justo en la bifurcación, nos estaban esperando un grupo de 12 asesinos que seguían el camino mas largo para mi asombro.

General,matémosles antes de que avisen a otros y nos chafen su plan.
Debémos continuar por otra ruta más hasta llegar a la guarida bajo aquella montaña .....señalé apurada por no saber en que pensaba mi general tras este altercado.

Tras el primer encuentro Bosheit dirigió al grupo hacia la profundidad del bosque. Era ella la que sabía donde se encontraban los bandidos, aunque el resto podíamos percibir cómo las auras de los mismos, tenues y débiles, iban aumentando en número según nos acercábamos. Tras tomar varias desviaciones, Fermat avisó de que estuviéramos alerta, pues había algo que podía suponer un peligro.

Y así fue, al sentir caer la roca todos presentimos que algo sucedería. El grito de Bosheit no hizo más que confirmar nuestras sospechas. De este modo estuvimos rápidos y ágiles para evitar la mortal trampa. Dejé escapar una tenue risita maníaca, sin duda alguna no acabarían con nosotros con solo eso. La cazadora trató de excusarse atropelladamente, aunque no le di mayor importancia al comentario. Bien sabía ella qué era lo que le convenía...

Poco después sentí como unas doce auras se aproximaban, aún sin percatarse de nuestra presencia. La mujer avisó de este suceso al tenerlos en el campo de visión, aunque realmente no hacía falta.

- Usa tu sentido áurico, novata, y no tus ojos. Ellos no son capaces de detectarnos, pero nosotros a ellos sí... - susurré con contundencia a modo de reprimenda.

Con un gesto de mano indiqué al grupo que se moviera con rapidez y sigilo hasta una posición cercana. Escondidos entre los árboles, los cazadores esperaron la señal para atacar y destruir. Sin perder un solo segundo doblé los dedos para dar la orden.

Todo fue completamente sincronizado. Por un lado, dos de los bandidos fueron abatidos por flechas procedentes de la espesura. Casi simultáneamente yo salí de mi escondite y rápidamente rajé el cuello del primero que se me interpuso con la cuchilla afilada que llevaba en el codo. Al mismo tiempo tomaba con la palma de la mano la cabeza de otro para aplastarla violentamente contra el suelo y realizaba una patada giratoria apuntando al cuello de otro cercano que se abalanzaba sobre mí. El segundo, tras el golpe llenó de sesos y sangre el suelo, y el tercero, se atragantó y pronto pereció asfixiado.

Por otro lado, Sebastian se precipitó a arrancar de un mordisco la garganta de otro de los hombres a la vez que varios hilos invisibles cercenaban las cabezas de otros dos bandidos. Justo después de aquello, otros dos enemigos fueron atravesados por espadas-látigo restando solo dos bandidos de los doce iniciales.

Para demostrar que no era tan débil,me encargué de los dos últimos asesinos.
Para ello froté varias de mis flechas con las plumas de Federico y acto seguido con mi arco apunté al cuello de uno de los asesinos que intentaban escapar para avisar a más.
Será mejor que deje a alguno con vida,puede sernos de ayuda.
Conseguí que tres de mis flechas atravesaran a uno de los asesinos cayendo al suelo .El último creía haber escapado a lo lejos pero cabalgué rápido hasta alcanzarle y le clavé con mis propias manos una de las flechas envenenadas en la espalda dejándolo debilitado y cogiéndolo por los pelos antes de que se desplomara al suelo para montarlo tras de mi.
Torturaríamos a escondidas a éste para que nos contase que nuevas trampas habían preparado durante mi ausencia.
Que camino debería escoger ahora,¿el del río?,era el segundo más seguro antes,....Los demás no conducen a ninguna parte....
Lo dejé en manos de mi general y de nuevo nos pusimos en marcha ahora por un camino arenoso en la bifurcación de la que antes partimos.
Vamos general, espero que ésta ruta sea más segura. Federico ven aquí y no te quedes atrás.
Federico se posó en mi cabeza vigilando al rehén paralizado que ahora llevaría el general William.
El camino era muy luminoso ya que una basta pradera sin grandes árboles conducía hasta la ribera del río que entraba por la capital.Pero nosotros cogimos el atajo para no volver de nuevo al principio.Se trataba de una poco marcada ruta entre la hierba.
Para que no volviéramos a caer en otra trampa mandé a Federico a que se adelantara para ir informándonos.
Llegamos hasta un pequeño puente el cual necesitábamos cruzar para llegar a la alameda que escondía la base secreta asesina.
Este puente no parecía muy seguro...Federico llegó y me contó lo que vióGeneral haga hablar a esa sabandija, y pregúntele que nos han preparado aquí y como debemos pasar para no activar la trampa, allí al fondo Federico a visto una abertura en la alameda que nos guiará hasta otra bifurcación para llegar a la guarida.A parte Federico a visto a varias jaurias de hienas de gran tamaño custodiando la entrada,así que tendremos que encargarnos de ellas,pues éstas son mascotas entrenadas por los asesinos

Tras la rápida incursión, Bosheit mató a otro bandido y capturó al único que había sobrevivido. Una vez lo trajo ante nosotros di una orden para que mis cazadores lo maniataran, lo amordazaran y lo echaran como un fardo atado al caballo.

Al andar un rato, pronto divisamos un puente. Ya estábamos cerca de la guarida, y no íbamos a cometer un error en ese momento. La petición de la mujer no quedó en vano, y aunque no hubiera sido necesaria, así hice lo que propuso.

Con una esperpéntica y surrealista sonrisa macabra en el rostro me acerqué al asesino, totalmente inmovilizado. Aún sin quitarle la mordaza le pregunté en un tono absolutamente amenazador e intimidante:

- Bueno amiguito... ¿Qué es lo que nos tiene preparado la escoria de tus compañeros? - pronuncié alzando ligeramente la voz al final.

El bandido comenzó a gimotear y uno de los cazadores le quitó la tela de la boca.

- Yo.. y..yo.. ¡Yo no sé nada! Lo..l... Lo.. ¡Lo juro! So.. sso.. So... Solo soy un soldado raso en la organización... - lloró profundamente angustiado y asustado el hombre, el miedo más atroz le atenazaba.

- En ese caso no se puede hacer nada - comenté totalmente tranquilo mientras me encogía de hombros - ¡Soltadle! - bramé a mis hombres.

Acto seguido las cuerdas que lo mantenían cautivo se aflojaron, y el bandido mostró una cara de absoluto alivio. Quiso comenzar a correr, pero entonces mi mano le agarró del cuello con violencia y le levantó del suelo, impidiendo su escapada.

- Al menos nos serás de alguna utilidad - dije de nuevo con una sonrisa aún más inquietante que la anterior.

Justo después de aquello lancé con fuerza su cuerpo hacia la mitad del puente. Algunos ya se lo esperaban, y así fue. De pronto el bandido fue acribillado por cientos de flechas que salían del agua y del suelo, dejando su cuerpo irreconocible. Sin embargo, el puente soportó la embestida. Parecía que al menos una de las trampas ya se había activado.

Como un saco de paja el bandido fue cruelmente atravesado por numerables flechas.

Espero que esta sea la única trampa,no hay espacio para más pero si lo deseas podríamos dar un rodeo de nuevo William.
Todos los soldados disintieron,tenían prisa por llegar y divertirse.

Tan pronto como cruzamos un leve sonido sonó en la otra orilla,todo notamos la presencia de un bandido.Tras unas grandes rocas que tapaban el camino un bandido con corneta nos divisó y se montó en ellas para alcanzar una mayor acústica, pero antes que le diera tiempo a soplar,una de mis flechas lo atravesó.

Pobres ilusos,conozco sus posiciones,antaño yo fui uno de ellos y me indicaron cada posición de vigilancia.No cambiaron su estrategia,lo único que han hecho es remodelar las trampas.

Las hienas estarán cerca,su punto débil creo recordar que es que se pelean entre ellas por cualquier trozo de carne.

Seguimos hacia delante perdiendo de vista aquellas grandes rocas,al frente una basta masa de gramíneas adornaba el paisaje.
Nada más olernos las hienas corrieron hacia nosotros salbajemente y babeantes, parecían llevar días sin pillar tajada.Eran unas veinte de gran tamaño que pronto nos rodearon en manada.

Con el arco en mano dí los primeros golpes con 4 flechas a una de ellas,pero su pelaje era demasiado grueso,necesitaba una espada que clavarles,por ello intenté retroceder.
La hienas al ver el ataque saltaron fieramente sobre todos nosotros.
Federico voló alto para dejar caer varias de sus plumas,si alguna de éstas era tocada por el hocico de las hienas rápidamente la toxina navegaría a través de su saliva al torrente sanguíneo donde la presión arterial aumentaría provocando un rápido desfallecimiento en los cánidos.

¿De que manera más fácil puedo combatir a éstos chuchos?Su pelaje es grueso por todos lados menos por....
Para no quedarme atrás,analicé rápidamente la situación ocurriendoseme una manera fácil de hacerles daño.....Finalmente asesté 2 tiros certeros a la cabeza que derribaron a 2 de las robustas hienas.

Una vez cruzamos el puente, y tras ver caer al vigilante, pronto nos acosaron las hienas que nos rodearon en un instante. Solté una risita un tanto tranquila para la situación, pues aquellas hienas no nos detendrían. Algo me decía que el verdadero reto se encontraba en el interior de la cueva...

Así pues, Sebastian se enzarzó con una de las bestias sin más dilación, a la que pronto la dio muerte con sus afilados colmillos y sus poderosas zarpas. Por otro lado, yo me lancé cual guerrero berserk hacia otro grupo de ellas. Con gráciles movimientos de mi guadaña fui rebanando los cuellos, las pieles y las entrañas de hasta 6 de ellas. Al mismo tiempo mis cazadores usaban sus recursos para acabar con nuestros enemigos.

Sin embargo, uno de ellos fue gravemente herido por una de las hienas. Dos de los hombres se acercaron con rapidez y vendaron la fea herida del cuello, evitando así su muerte inminente. Por lo pronto aquel cazador no podría combatir más por el momento.

Una vez cayeron todas, no sin sudor y esfuerzo, se nos despejó el camino para adentrarnos definitivamente en la guarida de los bandidos.

Fácilmente conseguimos superar el obstáculo de las hienas y fuimos directos a la alameda,allí estaba la guarida.
Escondida al fondo,de paredes cubiertas de enredaderas se alzaba un edificio de 2 plantas de gran tamaño.
Un silencio ensordecedor había en el lugar,¿nos habrán descubierto?

Federico voló hasta el tejado para ver si alguien escondido nos había divisado.

Grandes ventanales adornaban la 1º planta y un extenso balcón rodeado de flores la 2º planta

Mi general,el edificio tiene 2 entradas,podemos rodearlo para que nadie escape

El líder bandido era rubio ,viejo,de aspecto decrépito que siempre estaba rodeado de 2 fortachones que poseían unas grandes hachas de combate en la espalda.Se llamaba Baltasar,parecía fuerte,pero nunca lo supe pues es del tipo de líderes que no mueve un dedo.Pero para conseguir tener una banda de este calibre debía ser fuerte y poseer grandes poderes.

Fácilmente podíamos notar con nuestras auras una treintena de enemigos de gran porte en el interior,en la 1º planta,donde estaba la sala de reuniones....Una reunión se estaba llevando a cabo a mi parecer,era el momento perfecto para un ataque por sorpresa

¿Que hacemos mi general,cual es el plan,soy sigilosa,puedo escalar hasta la 2º planta y mirar por el balcón?

Una vez llegamos, Bosheit dio una valiosa información para poder realizar una ofensiva rápida y efectiva. Escuché atentamente lo que nos tenía que decir y entonces di las órdenes pertinentes a mis cazadores.

- Nos dividiremos en dos grupos - dije señalando con mi dedo los componentes de cada uno -. El primero, compuesto por los más sigilosos, escalará con cuidado hacia el piso de arriba. Bosheit, tú te encargarás de dirigirlo - me dirigí a la mujer del veneno -. El otro, comandado por mí, se acercará y lanzará un ataque fugaz en el instante indicado.

Observé detenidamente a cada uno de los allí presentes, unos 20 cazadores en total que se dividirían en 10 y 10, y concluí con la explicación del plan.

- Una vez Bosheit de la señal, acometeremos contra los bandidos, pillándolos por sorpresa. Cuando crean que solo estamos los 10 que entrarán por la puerta principal, los otros 10 bajarán para emboscarlos por la espalda. Para ello es necesario que los que subáis mantengáis vuestra aura oculta justo hasta el instante de la ofensiva. Por otro lado, nosotros incrementaremos la nuestra lo máximo posible para llamar la atención de los bandidos. Eso es todo. ¡A sus puestos!

Siguiendo el plan del general me llevé a los 10 hombres y mujeres más rápidos y sigilosos del grupo.Escalamos uno por uno y sin hacer demasiado ruido hasta el balcón,yo fui la primera.

Miré por las ventanas de la 1º planta,una treintena de hombres reunidos en una gran mesa hablaban sobre los objetivos en la nación,eran una gran banda que cada vez se estaba haciendo más grande.Un cabecilla frente a un gran mapa el la pared iba declarando abiertamente sus intenciones,el bastión tenía una gran señal roja,era su objetivo,hacerse con él como nueva base.

Una vez todos estuvimos en el balcón balcón de la 2º planta yo me adelanté y miré entre las ventanas que estaban cerradas y una cortina sólo dejaba mirar a una persona.

Dentro de la sala pude ver y escuchar como unos músicos tocaban mientras unas esclavas danzaban frente a un hombre,al que creí reconocer,aunque algo cambiado.Como sospeche era líder de los bandidos.Acostado entre cojines turcos y bebiendo en una gran copa reía y aplaudía. Para mi sorpresa había engordado bastante,parece que en estos ultimas semanas se había puesto cebado de robar.También noté que varias de las arrugas que solía tener habían desaparecido,quizás por ensancharse tanto o quizás no,era él pero estaba muy cambiado,no entendía nada.Y como no podían faltar ambos lados del jefe,sus 2 grandes matones con hachas.

Baltasar,el líder bandido:

Para que no nos partiéramos las piernas al caer al seguir el plan del general ordené a todos que bajaran hasta los ventanales de la 1º planta que justamente eran 10,desde esta altura podrían avalanzarse sobre los que salgan por la puerta y las ventanas.
Yo esperaría en el gran balcón por si el gordo jefe le daba por levantarse y mirar,sería el momento preciso para atraparlo y obligarle a que me dijese toda la verdad sobre mi padre y mi madre.

Y sin más demora di la señal a mi general lanzándole una de mis flechas de frente que pudiera esquivar ya que si hacía señas al estar tan lejos no podría verme.

Los preparativos ya estaban listos, así lo demostró la flecha lanzada por Bosheit que esquivé sin dificultad. Fue entonces cuando hicimos nuestra gran aparición, con nuestras auras incrementadas al máximo, e irrumpimos en la entrada principal.

Una canción mortal se comenzó a escuchar, pues uno de los cazadores poseía una guitarra como arma, y la primera reacción de los bandidos fue taparse los oídos para evitar escuchar el molesto ruido. Esto nos dio pie a que lanzáramos la primera ofensiva. Desde luego pilló de imprevisto a los asesinos, y los dos primeros cayeron a manos de mi guadaña y de los colmillos de Sebastian.

Las cabezas de otros dos fueron cercenadas a causa de los hilos de varios de mis compañeros, y el resto de enemigos reaccionaron para dar comienzo a la batalla campal. Al parecer, no se habían percatado de que otros 10 cazadores estaban esperando para darles la puntilla final...

Sin embargo, no iba a ser todo tan fácil. Su líder, en estado aún de shock, había comenzado a dar órdenes a sus súbditos. Aunque tremendamente obeso, no debíamos subestimarle.

Tanto jaleo puso nervioso al líder bandido por lo que ordenó que parara su fiesta y que lo sacaran al balcón.Yo me escondí subiento hasta el tejado con sigilo.

Baltasar cabreado salió en una especie de vagoneta al balcón de la 2º planta junto a sus 2 guardaespaldas y dio ordenes a sus bandidos para que dejaran de luchar y rodearan al cabecilla,cuya aura era perfectamente visible para él.

Desde el tejado vi como los dos guardaespaldas fortachones dieron un gran salto para caer donde se estaba llevando a cabo la contienda levantando así una gran polvareda.

Su fuerza física es increíble,destacan del resto,son mercenarios armados hasta los dientes con unas potentes armaduras negras,no tienen ni un rasguño,serán duros,pero no creo que los maestros cazadores tengan problemas con ellos.

Rápidamente cogieron sus grandes hachas y comenzaron a intentar cercerar a todo cazador que se la acercaba.Todos los bandidos salieron y estaban rodeando a los cazadores,pero parece que aún no se habían percatado de la presencia de los que se ocultaban en los ventanales.Habían dejado desprotegida su "fortaleza".

De su vagoneta el líder bandido comenzó a sacar una serie de cachibaches que fue uniendo hasta montar un fusil que apuntó al general William.


Pobre Baltasar se había quedado sólo,era el momento perfecto para abalanzarme hacia él desde el tejado.
Acercándome al borde apunté a la testa desde arriba,tenía la vida de Baltasar en mis manos,pero no fui capaz de matarle pues me comenzaron a temblar las piernas al pensar era el único que tenía conocimentos sobre mis padres y una teja calló dándole el aviso.

Baltasar:Jejejejeje sabía que no podía confiar en ti niñata,por fin has llegado,nos has traicionado y por ello tu madre morirá hoy.Has notado que olor más bueno hay hoy jejejeje,¡siervientes traedme a la prisionera!

Federico al ver al amenazante Baltasar, atacó en picado hacia la cara de Baltasar el cual pegó tal chillido que se escuchó en kilómetros.Ello alertó a los asesinos de los ventanales que saltaron hacia los bandidos.Yo caí desplomada en el suelo.Mientras caía vi como en el pecho Baltasar tenía una flor,se trataba de aquella flor cuya presencia y olor no toleraba,¿cómo se habría enterado?

¡¡¡¡Maldito saco de plumas me ha cegadoooo,guardias,guardias!!!


Se escucharon unas cadenas llegar al balcón,una mujer magullada de cabellos alborotados se postró ante Baltasar,el cual le pegó una patada en el vientre para ver donde estaba al estar cegado.La cogió por los pelos y me la acercó babeante.
¡¡¡Aqui tienes a tu madre bastarda¡¡¡¡