Solo

Me encuentro tan solo... siempre he estado solo desde que nací y cuando encuentro a gente que pueden estar a mi lado, desparecen. ¿Porqué no hay ningún licántropo? ¿Dónde están todos? Me decido a dar una vuelta aver si encuentro algo para comer... o alguién con quién hablar.

Estaba cazando por el bosque cuando olí a licantropo, reduciendo mi aura al maximo me acerque a el y cuando estaba a unos metros me apolle en un arbol, le acababa de reconocer, sonreí, mis colmillos estaban fuera y el rojo sangre de mis ojos todabia no habia desaparecido-Vaya Ian... no esperaba encontrarte por aqui-susurre, aunque sabia perfectamente que me había oido, al fin y al cabo era un licantropo.

Vampiros. Bueno exactamente vampiro. Ese olor era característico pero era muy familiar y al parecer lo había reducido porque no olía como un vampiro común. Aún así no pude evitar sacar los colmillos y ponerme en posición de ataque. Al reconocerla relajé mis músculos y volví a una posición más tranquila. Puedes guardar esos colmillitos chupasangres -sugerí con una sonrisa. Se que es dificil de explicar pero... necesito estar contigo, bueno mejor dicho hablar contigo. Sabía que ella no rechazaría mi oferta así que me acerque y sin poder evitarlo, la di un abrazo. Soy demasiado impulsivo.

Al ver como se acercaba mis colmillos se guardaron y mis ojos volvieron a ser verde esmeralda, note como me abrazaba y sonrei correspondiendo al abrazo -Sabia que aunque te hubieras convertido en chucho seguias siendo mi pequeño primito-dije soltandole aun con la sonrisa en la cara. Ian habia cambiado, ya no era tan delgaducho, ahora se habia hecho mas fuerte.-¿De que querias hablar conmigo?-

Quiero saber... bueno en realidad hay muchas cosas de las que quiero hablar contigo... ¿Qué te parece si damos una vuelta? -la sugerí mientras organizaba en mi cabeza las preguntas que la iba a hacer aunque no se si sabría contestarlas a todas.

Le miré un poco sorprendida, pero asenti con una sonrisa-de acuerdo demos una vuelta- dije mientras comenzaba a andar esperando a que Ian empezara a hablar.

Quiero saber como has llegado a ser como eres. Se lo solté rápido y sin interrupciones. Creo que el tono que usé era cariñoso pero no estoy seguro de que ella lo hubiese captado y tenía la impresión de que había sido demasiado directo.

Sonreí-¿como llegue a ser un vampiro dices?-dije con un tono nolstalgico y cariñoso.-Recuerdas a Dasfinguer ¿verdad? mi hermano, pues murió o yo creí que habia muerto en un accidente al igual que mi familia, mi padre resuto ser vampiro y.. se enfurecio mucho, porque ya sabes que.. bueno Dasfinguer era el heredero. No pudo soportarlo y me transformo a mi, obligandome a educarme para ser heredera, hasta que un dia me escapé. No es nada del otro mundo-dije sencillamente, mire a mi alrededor, no creí ver a nadie que hubiera podido escucharme y lo agradecí.- Y tu Ian ¿como llegaste a ser licantropo?-pregunte algo curiosa.

Esperaba la pregunta y la verdad nunca le había contado la historia completa a nadie. Pues resulta que cuando tenía 8 añitos me perdí y siempre tuve el presentimiento de que te lo ocultarían así que no se si sabías esto. Bueno pues eso que me perdí y decidí hacer lo posible por no volver a la aldea... no me trataban precisamente bien Sonreí mientras lo recordaba. Era triste pero pensaba que sonriendo no lo sería tanto. Mentía y robaba hasta que conseguí asentarme en una casa con unos padres y su hija. Y en una salida a buscar comida... me encontré con hermoso lobito y bueno lo demás es obvio. -No podía parar de hablar, de contar mi historia. Intenté sobrevivir y adaptarme a ser un licántropo aunque al principio fue doloroso y escondido escuché cosas sobre ti y guiado por mi instinto te encontré. Me quedé pensativo durante un momento.

¿Te dolió?

Escuche su historia y sonreí con amargura, me acordaba perfectamente- si, al principio si fue doloroso, el intento de controlarme a mi instinto para matar a todo bicho con sangre, fue mas que doloroso fue confuso, de repente notaba la sangre correr por las venas de la gente y la olía perfectamente, mi oido agudizado y mi vista igual y a parte de un poder extra que no sabía controlar y algo algo que crecia en mi-dije desplegando mis alas negras con una sonrisa, la forma se parecia a las de un murcielago, pero eran mas brillantes, de un negro azabache, precioso para mi punto de vista.-Y a ti te dolio mucho, o fue rapido..-pregunte tranquilamente, era la primera vez que miraba las cosas desde el punto de vista de un licantropo.

La escuché atentamente y miré con fascinación aquellas grandiosas alas. "Eso es algo que yo nunca podré hacer" fue lo primero que pensé. Hombre, teniendo en cuenta que un licántropo me mordió La contesté sonriendo y me decidí por primera vez a enseñarla la cicatriz. Desfiguraba mi torso desde la axila derecha hasta la cadera del mismo lado formando una curva. Estuve varios días en el hospital y cuando me desperté... maté a dos enfermeras y a un médico. No me siento orgulloso pero no puedo cambiar el pasado si no no estaríamos aquí hablando jaja Intenté quitarlo un poco de peso a mis palabras ya que con 12 años matar a 3 personas no es algo muy normal.

Miré su cicatriz.-Los dos hemos matado por instinto, aunque no quisieramos hacerlo, siento no poder enseñarte mi marca de transformacion, mi cuerpo se regenera, aunque solo hay unas que mi padre sabia que no se regenerarian.-dije dandome la vuelta y subiendo mi camiseta un poco para que viera las marcas de mi espalda, no eran muchas, solo 3 pero sobresalian un poco, debajo de esas marcas habia un simbolo, el simbolo de mi clan. Baje mi camiseta y sonreí -Aunque despues de todo no puedo quejarme, me gusta mi vida como esta, aunque si e de decir que e perdido un poco el sentido de atrocidad, ya que bueno... mato para alimentarme de sangre-dije con una sonrisa un tanto extraña.

Cuando vi sus cicatrices aprecié un olor familiar. Huele como... a tu aldea. Es raro pero me recuerda a cuando jugabamos allí No lo entendí pero tampoco quería cambiar de tema. Yo procuro comer animales. No puedo comer humanos porque yo era así antes. Y los vampiros que mato son por placer Se me escapó decir eso, no quería que ella se ofendiera aunque lo entendería. Son su raza. No quería haber dicho eso...

Ante su ultimo comentario no pude contener la risa.-Tranquilo,es instinto, yo tambien mato licantropos a veces por placer y otras, como la escena del otro dia..-dije arqueando una ceja en forma de enfado- cuando me atacan. Suelo ser muy pacifica pero e de advertirte una cosa... no toques a mi gente, la que esta conmigo y menos aun a Walter, o podria obligarme a hacer algo que no quiero.-dije intentando no sonar amenazante simplemente informativa, aunque no sabia si lo habia conseguido.

Cualquiera diría que me estás amenazando primita -sonreí de manera cariñosa. Cuando hablas de tu gente, hablas de toda tu raza?

Miré a Ian y sonrei calidamente-me encantaria que no mataras a mi raza, pero como se que eso no puede ser, solo no toques a mi gente, sabras quienes son cuando les veas, oleran a mi no es cierto-dije haciendo referencia al olfato tan desarrollado que tenian- pero sobretodo, no toques a Walter.-dije poniendome seria de repente y luego volviendo a sonreir inocentemente como solia hacer de pequeña para que Ian jugara conmigo.

Cuando os vi juntos el otro día, olí la pasión y el amor que desprendéis el uno por el otro. Por esa razón no le haré nada tranquila -Me vi obligado a sonreir por la situación pero no me gustaba que me amenazase tanto. Al fin y al cabo es la reina de los vampiros no? De todas formas en la teoría no podría hacerle nada porque es de mayor nivel que yo no? ¡Ves! Me tienes que enseñar algunas cositas ya que no tengo a ningún licántropo para que me ayude -Puse la misma cara de niño bueno que ponía cuando éramos pequeños para que hiciese lo que yo pedía.

Suspire con una sonrisa-Un vampiro ayudando a un licantropo a entrenarse.. creo que nunca nadie a visto algo parecido-reí, pero ante esa cara no creo que pudiera negarme-esta bien, pero solo cosas basicas e.e-dije con un puchero.

A ver cosas básicas... como ya te he dicho antes puedo vencer en una batalla a un ser de mayor nivel que el mío? Porque a jugar con esta espadita que tengo no me enseñaras no? Volví a poner esa cara de niño bueno.

Suspire y desenfunde mis armas.-Esta bien Ian, pero cuidado.. son de plata-sonreí picaramente y alejandome de el en un salto mis colmillos volvieron a hacerse sentir y mis ojos volvieron a ser de un rojo intenso. Me agache instintibamente hasta alcanzar una postura de froma felina, Ian sabía perfectamente que desde pequeña habia estado practicando como si fuera un gato.

En un momento tuve un pequeño recuerdo de verla a ella jugando con 3 gatos y corriendo detrás de ellos y eso me inundó de felicidad. Tenía pocos recuerdos de mi infancia y ella los estaba sacando todos a la luz. Ten piedad -la dije maliciosamente aunque con algo de cierto: no sabía manejar la espada con rapidez. Prefiero mis garras. Desenvainé la espada luz y adopté una postura de... bueno que narices la única postura que conocía. Decidí no esperar y fui al ataque. Aprovechando mi velocidad lanzé dos estocadas seguidas que esperaba que no las esquivase, pero lo hizo con insultante facilidad.

Le esquivé de un salto hacia tras y vi su manejo del arma, no era demasiado bueno y parecia no tener confianza, me puse a unos centimetros de el, le coji la mano y la aprete contra el mango de la espada-sujetala bien, intenta que sea parte de ti no un objeto mas en el ambiente.-dije y me volvi a colocar en mi sitio. Esta vez ataque yo y le propine un par de mandobles con mis dos espadas.

Guiándome por su consejo, sujete con fuerza la espada y hize lo posible por parar sus golpes, cosa que conseguí. Por lo menos soy veloz porque siendo lento muero a las primeras de cambio. Respiré hondo y me puse en posición. El miedo a hacerla daño me contenía y no me dejaba imprimir la fuerza que debía a los golpes.

Me di cuenta de algo curioso, los licantropos tenían mucha fuerza, sin embargo no la empleaba, hize una mueca de desagrado-Ian, no vas en serio, mirame bien, no soy la niña de 8 años con la que jugabas... o acaso es que me tienes miedo-dije picaramente, intentando picarle, poniendome en posicion de defensa esperando que arremetiera contra mi.

Me reí. ¿Miedo? No es pa tanto Me liberé un poco y ataque con fuerza por la derecha. Después de ver cómo luchaba sabía que en ningún momento iba a parar mis goles así que esperaba que lo esquivase y estaba preparado para volver atacar.