entrada principal

-Solo pretendia divertirme un rato, sois todos unos sosos. -Dije encongiendome de hombros ante el comentario de Sara.
-De todos modos, me parece demasiado sospechoso que ultimamente esten llegando tantos vampiros nuevos. -Dije refiriendome a Nat y a Dasfinguer y ahora el recien llegado.

Apareci de entre las sombras y sonreí-la verdad esque si que es curioso, ultimamente llegan muchos mas, bueno, bienvenido, yo soy Ana Hyuga-dije sonriendo calidamente- puedes hospedarte aqui el tiempo que quieras, supongo que estaras cansado, deberias ir a descansar a una de las habitaciones, elige la que mas te guste^^-dije bastante feliz, la verdad esque estaba de buen humor.

*Llegue a la entrada del castillo lleno de tierra y arrastrando los pies. Casi no habia podido regresar de la aldea de los Cazadores del Mal... En cuento pise la piedra del edificio me desplome. Seguia consciente, pero no podia moverme. En un ultimo esfuerzo aferre la empuñadura de mi espada con la mano derecha mientras guardaba un objeto bajo mis ropas.*

-... *Quise gritar, decir algo, pero el aire salio de mi boca sin producir sonido alguno.*

El sonido de la puerta principal. Pude rastrear a Lestat dentro del castillo, se notaba que estaba muy debil. Me encontraba en la biblioteca pero rapidamente desaparecí de ahí y me encaminé a la entrada principal.
Cuanod llegué me quedé sorprendido por el aspecto de Lestat.
-Por el amor de los dioses. ¿Que te ha ocurrido? -Dije acercandome a él con una cantimplora llena de sangre en la mano.

*Lo mire. No le conocia tanto pero... el era mucha mejor opcion que otros vampiros del castillo. Bebi de la cantimplora hasta agotarla y espere varios minutos. Me sentia algo mejor.*

-Tomala *dije entregandole una pequeña caja* -Guardadla con vuestra vida hasta que yo os la reclame... por favor... *regue. ¿acabaaba de rogar a alguien algo?*

Miré extrañado la pequeña caja. Era muy raro que Lestat viniese pidiendo algo. La cogí y la guardé entre mis ropas. Le miré todavia extrañado.
-¿Puedo saber de que se trata y por que tengo que guardarla yo? -No exigia una respuesta. Si no queria darmela no iba a obligarle.

-Es un asunto familiar, seguro que vos sabeis comprenderlo *dije pensando en su hermano licantropo. No queria decirle que no tenia nadie ni donde acudir.* -En cuanto me reponga os librare de esa carga. Tn solo unas horas... o pocos dias.

-Muy bien, la guardaré. -Accedí finalmente aunque desde un principio no iba a negarme.
-Ahora creo que deberias descansar. Si necesitas algo más sabes donde buscarme.

*Asenti y camine lentamente hacia algun lugar donde dormir.*

Observé como se marchaba y miré la caja que me habia dado. Desprendia un aura un tanto luminosa. Me extrañó.
Me desvanecí para ir a mi estudio.