Claymore

Me reí:
-- como no se me ocurrio?¿ Hola!! -- saludé con una sonrisa mientras alzaba la espada y cortaba la garra...

-Tu maestra te enseñó a pensar pero tú no le hiciste ni caso- respondió el kakuseisha encogiéndose de hombros y lanzando más garras que salían de distintos puntos de su cuerpo. Violeta cortó unas cuantas nada más salir.
-Exacto- afirmó fríamente. Cortó la pierna que le quedaba del kakuseisha alargando el brazo con el que sostenía la espada y le hizo caer de culo sobre la hierba.

Corté una garra que salía directamente de su... emm... entrepierna:
-- decias?¿ -- le vi caer -- pues to que ya no tienes novia supongo que no necesitaras eso ni nada... ademas, puestoq ue vas a morir, no e sque lo fueses a usar mucho más -- corté unas cuantas garras más simplemente por cortarlas...

Una vez que el kakuseisha estuvo en el suelo, Violeta hincó los dedos en la tierra y liberó otra espiral de yoki azul. Sus dedos se alargaron y aprisionaron el cuello del kakuseisha, tensándose más y más hasta que lo cortaron como si fuesen un fino alambre. La guerrera volvió a poner sus dedos como antes, recogió su espada y se apartó de la lluvia de sangre morada. Al instante, sus ojos volvieron a mostrar el frío tono plateado de siempre.
-¿Te han dado un tiempo límite para cumplir la cacería o te han dejado ir por libre?- le preguntó a Tannia.

-- Creo que no esperaban que volviese, así que para mi que por libre ^.^

-Perfecto.
Violeta retrocedió, liberó una espiral de yoki azul y sacó sus cuatro alas de murciélago. Las tensó y le tendió una mano a Tannia.
-Volando iremos más rápido a mi área, agárrate fuerte- indicó.

-- volar?¿ -- pregunté yo con la misma carita que pondria una niña pequeña -- bien ^.^

Las alas de Violeta las elevaron sin esfuerzo por encima de los árboles hasta esconderlas en las nubes.
-No vas a poder ver el paisaje, pero al menos puedes disfrutar de la velocidad- comentó, liberando un poco más de yoki y batiendo los dos pares de alas con fuerza. Echó a volar en dirección a su área a toda velocidad manteniendo su férrea presa sobre el brazo de Tannia-. No te relajes demasiado. Caer desde esta altura y a esta velocidad es muy doloroso, lo digo por experiencia.

Escuché lo que dijo pero estaba demasiado ocupada disfrutando como una cria ^^

Violeta batió las alas aun más rápido y rompió la barrera del sonido, llegando en pocos segundos a las ruinas. Se detuvo casi en seco en el aire y descendió hasta el borde de las nubes. Comprobó que no había nadie mirando y descendió, dejando a Tannia en el suelo y soltando su brazo. Retrocedió, cerró los ojos y contuvo su yoki, parando el flujo de poder hacia sus alas y haciendo que éstas se retrajeran hasta desaparecer. Volvió a abrir los ojos y echó a andar hacia el templo.
-Sígueme.

Sin decir nada la seguí hasta el templo...

Las dos guerreras entraron en el templo y Violeta encendió los canales de aceite. Se quitó la armadura y clavó la espada en el suelo, junto a la hoguera central. Iba a sentarse, pero algo la alertó. Se movió tan rápido que de repente tenía a un hombre de negro acorralado entre su claymore y una columna.
-Tan rápida en frenar como de costumbre, Violeta- sonrió él. Violeta apartó la espada, dejando ver la cimitarra que sostenía el hombre apuntando al pecho de la número 1.
-Relio-sensei- murmuró ella a modo de saludo. Relio sonrió ampliamente y se guardó la cimitarra al cinto.
-Tú debes de ser Tannia "la Palpitante", número dos- dijo mirando a Tannia-. Me alegro de conocer a la discípula de mi discípula, es casi como si fueras mi nieta- bromeó, tendiendo una mano enguantada en un mitón de cuero negro hacia Tannia-. Soy Relio, el que fuera el maestro de Violeta... y me temo que el único al que le muestra respeto de verdad, ¿o me equivoco?
-Es correcto- confirmó Violeta.

-- encantada de conocerte Relio-sama -- le estrech´la mano -- soy Tannia...

Relio le estrechó la mano a Tannia manteniendo su sonrisa. Era uno de los pocos hombres de negro que sonreían de verdad.
-Bien, hechas ya las presentaciones, sentémonos. Tenemos mucho de que hablar- comentó Relio, sentándose al lado de la hoguera. Violeta hizo un tanto apoyada en su claymore y se cruzó de brazos. Relio las miró, expectante-. Adelante, dispara, Tannia. Estoy seguro de que tienes más preguntas que respuestas te ha dado mi estimada discípula- añadió, mirando a Violeta con las cejas alzadas. Ella esbozó durante un segundo una media sonrisa que después desapareció.

Tannia sonrio y comenzó a hablar:
-- que son esas cosas?¿ quien las ha creado?¿ por que?¿ porque me mandaron a mi si iban a estar ellas?¿ por qué me mintieron sobre la mision?¿ por que fui sola?¿ que hacia violetta en el lugar de los hecho?¿ por que no se me ha informado sobre esas cosas?¿ por que ella lo sabe y yo no?¿ -- respiró hondo sintiendose aliviada...

-Se llaman demonios. Son la nueva arma de la organización. Te mandaron por si las demonios no resultaban efectivas, así habría alguna guerrera que terminase el trabajo si fallaban. Sinceramente, Tannia, ¿a estas alturas aun te fías de Rubel? Violeta estaba allí por sus propias razones, yo solo le facilité los datos que necesitaba para llegar. Nadie te ha informado porque es una operación encubierta y mi aprendiza lo sabía porque conseguí colarme en la reunión y averiguarlo para poder decírselo- respondió Relio-. Antes de que lo preguntes, yo también tenía mis razones para decírselo. Violeta no es solo mi mejor alumna, también es mi protegida. A veces surge esa relación entre maestro y aprendiz: el maestro, además de enseñarle, toma bajo su protección al aprendiz.
-Lo cierto es que de no ser por Relio-sensei, hace tiempo que estaría muerta- admitió Violeta.

-- Pues que bien -- dije yo con un suspiro de resignación -- y si por supuesto yo moría en el experimento pues mejor no, aj, no me lo puedo creer que rastreros *jum* -- dije indignada como una adolescente con su madre cuando la castiga...

Relio se encogió de hombros.
-Ve acostumbrándote a ser usada como peón. En este momento, la gran mayoría de las guerreras no son más que peones sacrificables a los ojos de Rimuto, y lo peor es que ni siquiera ellas son conscientes- comentó.
-Y más teniendo como hombre de negro a Rubel. No sé si sabes lo que pasó con la anterior guerrera a sus órdenes, la número 47 Clare- añadió Violeta.
-Ah, ¿la campaña del norte? Aquello fue una auténtica escabechina. La ciudad de Pieta fue arasada y convertida en un pueblo fantasma, y a veces me pregunto si no lo será realmente...- murmuró Relio frunciendo el ceño.

Suspiró con resignación:
-- maldito Rubel con sus malditas historias y maldita organización con el maldito Rimuto y su =(/%/&·%&T=&?/)%?/% -- murmuré con cara de cabreo y con los dientes apretados...

-Lo sé. Es más fácil entrar que salir, como dijo la langosta desde el cesto- suspiró Relio-. Hasta ahora, casi todas las desertoras de las que hemos tenido noticia han sido ejecutadas.
-¿Casi todas?- preguntó Violeta arqueando una ceja.
-Hay rumores acerca de la campaña del norte- murmuró Relio-. Cuando Galatea fue con Rubel y los Oscuras a recuperar los cadáveres, encontraron algo muy extraño. Alguien había enterrado a las guerreras fallecidas, pero faltaban ocho espadas y en la tumba de Undine, que manejaba dos espadas, había una sola. En caso de que alguien haya robado las espadas restantes, ¿quién? Pieta, como dije antes, es una ciudad fantasma. No queda nadie.
-Éso no me lo habíais contado. Pero algo no me cuadra- dijo Violeta-. Todo el mundo sabe que cuando una guerrera muere, su cuerpo debe quedar enterrado bajo su espada. ¿Qué cadáveres fueron a recuperar Galatea y los demás, si sabían ésto?
-Ah, se me debió de olvidar decírtelo. Los cuerpos de los kakuseishas muertos, por supuesto. ¿De dónde te crees que han salido las demonios?- respondió Relio.

-- vamos, que en genral las demonios son la nueva generacion de Kakuseishas no?¿ -- hice una pequeña pausa y me quedé pensativa -- deberiamos ir a Pieta -- murmuré mas para mi misma que para el resto...

-No exactamente. Son la nueva generación de cazadoras de kakuseishas, de hecho su objetivo son los Abisales- explicó Relio. Violeta frunció ligeramente el ceño.
-Llevo mucho tiempo tratanto de encontrar alguna misión en Pieta o por los alrededores, pero no hay nada- dijo-. Ni un simple yoma al que liquidar, absolutamente nada. El único motivo por el que podrían mandarnos allí es... Ah, no. No, de éso ni hablar.
-Me temo, Violeta, que va a ser que sí. Rimuto está planteándose enviar una carga de demonios contra Easley del Norte, y las demonios nunca van solas- advirtió Relio. Violeta crispó los puños.
-Claro, y Tannia y yo tenemos todas las papeletas para ir a acompañarlas. Las dos guerreras más peligrosas de la organización, con un historial que deja mucho que desear, las dos hemos despertado alguna vez... Fantástico- masculló sarcásticamente. La idea de ir al norte no le seducía en absoluto, y menos el hecho de enfrentarse a Easley.

-- genial, me encanta esta situación -- dije sarcastica -- y ahora que?¿ me tocara ir con armadura rosa?¿

-No tientes al diablo- advirtió Relio, levantándose-. En fin, he de irme ya. Os traeré más noticias en cuanto las tenga, pero sed cuidadosas.
-Adios, Relio-sensei. Tened cuidado vos también- murmuró Violeta. Relio hizo un saludo militar y se marchó por la puerta del templo. Violeta se volvió hacia Tannia-. Puedes quedarte el tiempo que te plazca en mi área.

-- adios Relio-sama -- dije yo como despedida -- gracias por el ofrecimiento pero en brevetendre que volver a mi área, supongo que mandaran a Rubel para que le de su estupido informe...