Claymore

-Como quieras, supongo que Rubel esperará lo máximo posible para llegar. Calculo que tenemos entre una y dos semanas antes de que nos manden al norte, teniendo en cuenta la distancia que hay de aquí a la sede de la organización y el hecho de que Rimuto se piensa mucho las cosas- especuló Violeta.

-- bien mirado, parece que las cosas ya estan decididas..

-No estaría tan segura. Supongo que esperarán a recibir el informe antes de tomar decisiones... Informe en el que, por supuesto, ni se te ocurra mencionarme- advirtió Violeta.

-- no pensaba hacerlo ¬¬ -- la dije -- esta claro que lo que tengo que decir es que las diablos o demosnios o lo que sea me sorprendieron pero que funcionaron bien, pero que fueron vencidas por el kakuseisha masculino del que no sabia nada (¬¬) pero que me encargué de el en cuanto las cosas murieron...

-Excelente, pero no menciones el nombre de las demonios, se supone que no lo sabes- dijo Violeta, levantándose y echando un par de troncos al fuego, que se estaba apagando.

-- tienes razón, casi se me pasa ^^U

-Ten cuidado la próxima vez. Detalles como éste hacen caer en picado muchas grandes mentiras- comentó Violeta sentándose de nuevo en su sitio. Sus ojos plateados se perdieron en el fuego, pero no debía de estar pensando nada agradable porque una diminuta arruga apareció en su frente.

-- dime... en que piensas Violetta?¿ -- pregunté por el repentino silencio...

Violeta levantó la mirada y sus ojos se enfocaron de nuevo en el presente.
-No es que me entusiasme la idea de enfrentarme con Easley. Ya he luchado con él en el pasado, y murieron muchas guerreras. Conoce casi todos mis puntos débiles, sabe perfectamente dónde atacarme... Es cierto que los dos somos Abisales, pero... No sé, Tannia. Ese bastardo es condenadamente listo. La primera vez que desperté fue por su culpa- confesó la guerrera.

-- esta vez, cuentas con el factor Tannia -- la guiñé un ojo para tratar de animarla -- tu tambien le conoces a él, si lo planeamos bien y aprobechamos lo mejor de cada una, no tiene nada que hacer... -- sonreí de nuevo para animarla...

-Cierto, esta vez tengo a la número 2 de mi parte. Supongo que esta vez podríamos ser capaces de vencerle, y más teniendo en cuenta las nuevas armas de la organización...- especuló Violeta. Se rascó la melena medio blanca medio rubia, pensativa. Solo esperaba que las habilidades de Easley no hubiesen evolucionado como lo habían hecho las suyas.

Me rei:
-- somos un equipo entonces?¿

Violeta alzó las cejas unos milímetros.
-Sí, supongo que podemos considerarnos un equipo, después de todo- respondió.

-- algo es algo ^^

Violeta se quedó en silencio hasta que le empezó a entrar sueño. Llevaba una semana sin dormir para llegar antes que Tannia a la cacería/experimento y el cansancio empezaba a hacer mella en su cuerpo.
-Voy a dormir un rato. Si quieres cazar o algo parecido, ya sabes dónde está el bosque. Si quieres descansar, puedes quedarte en el templo- le dijo a Tannia cerrando los ojos.

Tannia asintió lebemente con la cabeza, la verdad es que estaba algo cansada, se sentó en el suelo con la espalda apoyada en la pared y cerró los ojos un instante, lo que sirvió para uqe se quedase dormida...

Violeta sacudió la cabeza en sueños, pero no se despertó. La Claymore permaneció dormida por lo menos durante diez horas, porque cuando por fin abrió los ojos, ya era más de medio día. Se levantó y sacó su espada del suelo con cuidado para no hacer ruido, saliendo del templo sigilosamente en dirección al arroyo que cruzaba el bosque. Una vez allí, clavó la espada en la orilla y se desvistió, dejando el traje colgado de la empuñadura. Se metió en el agua y dejó que la fría corriente aclarase sus ideas y sus ojos, aun medio cerrados. Empezaba a planear el ataque contra Easley.

Tannia se despertó bien entrada la mañana y se desperezó como una gata:
-- waa que bien me ha sentado el sueñacito ^^

Antes de salir del agua, Violeta echó una ojeada a su aspecto en la ancha superficie de su espada. Rozó con la punta de los dedos la pequeña herida que tenía en el pecho, justo en el sitio donde llevaba el símbolo cuando vestía el uniforme. Aquel era, más allá de los ojos de plata, lo que distinguía a las guerreras de los humanos y provocaba en ellos aquella repulsión, aunque no muchos tenían oportunidad de verlo. Sin embargo, algo más distrajo su atención en el reflejo de su espada. No estaba sola: Ermita estaba detrás de ella, al otro lado del arroyo.
-Ermita-sama, buenos días- saludó sin girarse. No le incomodaba estar desnuda delante de Ermita, en realidad, le daba igual estar desnuda delante de cualquier humano.
-Hola, Violeta- dijo él con su habitual tono monocorde-. Vengo a informarte de que tal vez dentro de poco tengas que ser capitana en una cacería.
-¿Cuándo?
-Aun no está fijada la fecha, pero esperamos que pronto lo esté.
-¿Y entonces por qué me decís nada acerca de una cacería si aun no es seguro ni que vayáis a enviarme?- preguntó Violeta fríamente, girándose en el agua y clavando sus ojos helados en Ermita.
-Para que te vayas preparando. Si finalmente la cacería sale adelante, será en el norte- respondió Ermita.
-Entendido. ¿Algo más?
-Sí. ¿Has tenido alguna noticia de Tannia "la Palpitante"?
-No.
Verlos conversar no era muy entretenido, la verdad. Por un lado, Ermita, con su pinta de estar programado para hablar como un robot averiado, y por otro, Violeta, fría e indiferente, que mentía mejor de lo que Ermita pensaba.
-Bien, en ese caso, éso era todo. Te daré más información en cuanto la tenga- le dijo el hombre de negro. "Ya, claro" pensó Violeta, asintiendo. Ermita se dio la vuelta y se perdió de vista en el bosque. Violeta se giró de nuevo y salió del agua, escurriéndose la melena. Se secó, se vistió y regresó al templo con la espada en la mano. Ermita no parecía haberse acercado.

Vi como regresaba Violetta:
-- deberia volver a mi área... -- murmuré...

-Lo cierto es que sí. Ermita acaba de hacerme una visita mientras me bañaba. Ha preguntado por ti- informó Violeta, poniéndose la armadura y guardando la espada a su espalda.

-- supongo que nos veremos pronto, allá en el norte... -- dije con una sonrisa acercandome a la puerta -- hasta pronto... -- guiñe y ojo y salí del templo...