Buscando conocimientos

Volví de nuevo al continente de Lineris, esta vez no me ocurrió como la vez anterior. Llegue allí en un instante gracias al baile de las sombras. Llevaba tiempo buscando una tienda en la que hubiese algún libro para que aprendiese de una vez a curar, era algo que llevaba tiempo buscando.

Llegue al atardecer, pero no demasiado tarde no quería que cerrasen los comercios.

Tras una larga caminata llegue a una tienda algo escondida, a simple vista parecía un herbolario pero también tenía algunos libros. Pensé que no pasaría nada por echar un vistazo. Entre en la tienda y mire las estanterías de libros.

Consegui llegar a Liang antes del atardecer, me habia paso el dia recolectando y probando plantas medicinales.Por suerte aun no habian cerrado todas las tiendas y necesitaba un nuevo libro de medicina.
Llegue a la tienda cuando aun no habían cerrado y entre rápidamente.Cuando entre vi al Viejo y a una mujer muy atractiva ,pelirroja y con muy buenos atributos femeninos.

-Viejo, tiene ya mi libro.-pregunte muy ansioso, llevaba días esperando ese libro.

-Maldito mocoso,NO ME LLAMES VIEJO!!-dijo el dependiente arreandome un coscorrón.

-Y TU NO DEBERÍAS MALDECIR NI PEGAR A TUS CLIENTES VIEJO.-Dije gritando.-Por cierto , aun no me has respondido.-dije apoyándome con el codo en le mostrador.

-Sí,sí,lo tengo en la trastienda, espera un segundo Horo Horo.-Se metió en la trastienda.

Mire a la señorita pelirroja.

-Disculpe el alboroto señorita,el viejo no es así con todo el mundo, es que yo le provoco demasiado.-dije disculpándome por el numerito montado.-¿Necesita ayuda con algún libro señorita?

Me hallaba en Liang, era la primera vez que pasaba por allí, decidí dar una vuelta por la ciudad observando todo con detalle, memorizando cada calle y cada tienda.

Hace poco había estado realizando una investigación, no me vendrían mal algunos libros y en lo que refería a plantas carecía de muchos conocimientos. No tardé en encontrar un herbolario el cual parecía tener algunos libros que quizá me servirían para ampliar mis conocimientos y quizá terminar mi investigación.

Creo que llegue en un mal momento, el dependiente estaba discutiendo con un cliente el cual parecía algo molesto. No se que motivos les impulsaban pero sería mejor no meterme de por medio.

Pasé junto al uroba mientras este discutía con el dependiente, mas mis ojos se dirigieron a la vampiresa. Si no estaba mal informado algunos vampiros leían la mente, la curiosidad me embargaba, sería ella capaz de hacerlo.

- Buenos días, señorita, se la ve muy guapa el día de hoy. Me llamo Orrin, perdone que no la salude como es debido pero no me gustaría alzar la voz para que se me oiga entre la disputa.

Pensé con la esperanza de que ella pudiera leer mis pensamientos y responderme. Me situé detrás de ella mirando una estantería con libros en busca de alguno que pudiera interesarme.

Ya estaba en la estanteria viendo una cantidad de libros de los que no entendia nada. No tenia ningun conocimiento sobre medicina.

Estaba todavia en la estanteria cuando escuche como un joven estaba peleandose con el dueño de la tienda.

Y despues vi como otro joven entraba en la tienda. Se acerco hasta a mi y me saludo.

-Buenas tardes, y a ti tambien-dije mirando al otro chico-la verdad es que estaba buscando algun libro para iniciarme en el arte de la medicina

Observe al recién llegado y le salude con un gesto.
Me di cuenta de que aun no me había presentado.

-Disculpad mis modales , mi nombre es Horo Horo, un placer de servirles a ambos.-Mire a la señorita pelirroja de nuevo.-Lo cierto es que no se si le quedara al viejo algún libro así...

-Pues claro que no mocoso,te los has llevado tu todos.-Dijo el Viejo mientras volvía de la trastienda con mi libro.-Aquí tienes Horo Horo.-Me entrego el libro y se dirigió a los otros dos clientes.-Mi querida señorita, lamento mucho no poder ayudarla,pero hasta dentro de dos meses no podre conseguir mas libros de medicina,lo lamento,¿y usted joven en que podría ayudarle?

Me di la vuelta cuando me saludo la vampiresa, su respuesta no me aclaraba si era capaz de leer la mente.

- Tendré que seguir intentando averiguarlo, sería un dato interesante de saber y no creo que ella me lo dijera por las buenas.

Luego se presentó aquel chico, su raza me era desconocida y también me gustaría poder conocer ese dato, pero preguntar eso a la cara suele acabar mal pues hay gente que lo interpreta como una ofensa, por el momento debo acallar mi curiosidad.

- Buenas Horo Horo, un placer conocerte. - dije haciendo una leve reverencia - Es todo un placer conoceros a vos también, aunque tal vez alegraría mis oídos si tan solo me dijerais vuestro nombre. - dije mientras cogía su mano y la besaba los nudillos.

El tendero me preguntó por lo que venía a buscar, al menos parecía educado, aunque con el otro chico menuda la que ha liado.

- Por el momento creo que no puede ayudarme, en estos momentos busco lo mismo que esta señorita y según a dicho no habrá nada hasta dentro de dos meses.

Me giré el libro que había comprado Horo Horo, no parecía desencaminado en cuanto a lo que quería, quizá pudiéramos hacer algún apaño de modo que los tres saliésemos beneficiados.

- Por mi parte no hay mucho mas que hacer aquí pues no encontraré lo que busco, ¿les gustaría salir y dar una vuelta, para conocernos?

Cuando escuché las palabras del tendero me desilusione un poco. Sabía que no tenía que haber retrasado tanto el viaje a Linneris. No pude evitar mirar un poco de recelo a Horo, pero en el fondo él no tenía la culpa.

Mire a los dos chicos que tenía a mi lado, Orrin sugirió que fuésemos a fuera a conocernos mejor.

-Bueno la verdad es que yo no tengo nada que hacer yo sólo he venido a por un libro pero parece que están agotados. ¿dónde queréis ir?

Deje un pequeño saco de piel con las monedas para el libro en el mostrador y con un gesto me despedí del viejo y me dirigí hacia la puerta.

-Si desean aprender medicina acompáñenme, aunque creo que podrían presentarse, pero si no desean hacerlo adelante.-Salí por la puerta y espere a que salieran.

Si deseaban aprender medicina yo podría enseñarles, llevaba tiempo aprendiendo y tenia bastantes conocimientos.

Me adelanté a sujetar la puerta a la vampiresa, haciendo una ligera reverencia acompañada con un gesto del brazo, una vez hubo pasado salí y me situé junto a ellos.

Hacía mucho que no me divertía y esto iba a ser muy serio en verdad me gustaba aprender sobre curación y este chico parecía tener la información que yo quería.

- Vamos a jugar un poquito. Ojala pudierais leer mi mente señorita, esto sería mas divertido si lo hicierais.

- Me presentaré con mucho gusto.- dije apoyando mi mano en su hombro - Pero antes juguemos un poco.

Debido al manto que me cubría hasta las rodillas, no se pudo ver como una palabra de uno de los libros se deslizaba por mi cuerpo hasta pasar de mi mano a su hombro, paralizando su cuerpo.

- Solo estarás así quince segundo, juguemos al escondite, tu la ligas. - dije en un susuro mientras le quitaba el libro y echaba a correr callejeando para que fuera difícil encontrarme.

Mire una última vez a la vampiresa y pensé

- Si os apetece divertiros, este juego del escondite puede ser mas interesante.

Intente ser buena chica y no leerle la mente a aquel Yasgeniod pero ese último pensamiento me dio una idea. Si él y yo nos aliabamos estaría mas cerca de obtener aquel libro, y tenía bastante claro que no me iba a ir de allí sin conseguir el libro.

Puse cara de buena chica y les mire a ambos.

-De acuerdo, juguemos al escondite- dije con una perversa sonrisa- a la de una...a la de dos...y a la de ¡TRES!

Cuando acabe de decir tres ya había saltado de allí. Tarde varios segundos en detectar el aura de Orrin. Reaparecí a su lado y antes de que hablase le puse un dedo en sus labios para que no hablase.

Me acerque a el, desatando mi sensualidad.

-Creo que tú y yo buscamos lo mismo. Ese libro...quizas podriamos aliarnos juntos.

se lo dije en un suave susurro.

Me quede paralizado durante los quince segundos que me dijo el joven, pero lo que no llegaba a entender era por que si deseaban aprender a curar me quitaban mi nuevo libro , el cual no era de medicina sino de plantas venenosas y alucinógenas.
Empece a correr en la dirección en la que habían huido, conseguí detectar su aura en un callejón cercano, la escena que contemple fue un tanto inquietante.
Me acerque un poco.

-Disculpad, pero ese libro no os servirá de nada si vuestra intención es aprender a curar, ese libro e de plantas venenosas y alucinógenas, os dije que me siguierais por que no podría ayudar ese libro en vuestro afán de aprender.-sonreí un poco-si deseáis aprender yo os prestare mis libros y os ayudare, no es necesario que me los intentéis robar.

OFF: En ningún momento se especifico cual era el contenido del libro xDDD

Después de callejear unos segundos la vampiresa apareció ante mi, impidiéndome hablar y apoyando su cuerpo sobre el mio intentando seducirme.

Como un caballero la aparté con todo mi respeto, susurrandola al oído.

- No creo que seáis ese tipo de chica, esas cosas deberíais guardarlas para la persona que os haga temblar de la emoción no para conseguir algo tan banal.

Me separé y vi a nuestro amigo intentando explicar que este libro nos nos servía para nada.

- ¿Seguro que no nos sirve? Quizá la vampiresa sabia de que era el libro y planee un asesinato.

La miré unos segundo y luego me dirigí a Horo Horo.

- Tranquilo chico, mi interés es el propio conocimiento, el contenido me daba igual, solo pretendía jugar mas no contaba con la habilidad de la vampiresa. Ademas contando que tengo otros medios para sanar, considero que no necesito otro. Pero por otra parte si que me interesa este libro. Quizá pueda ayudarme en la investigación que estoy llevando a cabo.

Parece que había sido demasiado clara con mis intenciones, peus Orrin me apartó al instante. Me sentí un poco avergonzada con mi actitud pero al fin y al cabo era una vampiresa y necesitaba ese libro.

Al instante apareció Horo-Horo el cual parecía divertirle toda esta situación. Sonreí de medio lado al escuchar ese último pensamiento de Orrin.

-Para tu información Orrin no tenía idea alguna de lo que contenía el libro y ...descuida no soy una asesina, deje ese mal habito hace muchos siglos.

Escuche las palabras del joven.
Si su interés era el conocimiento era algo en lo que nos parecíamos mas o menos.

-Si tu interés es el conocimiento te ayudare con esa investigación que as mencionado.-me acerque a ellos.- Te enseñare el resto de mis libros, tal vez te sirvan.

Escuche las palabras de la vampiresa.El chico, que por la palabras de la vampiresa se llamaba Orrin, no había a dicho nada.En ese momento recordé que algunos de mi raza leían las mentes, quizá no fuéramos los únicos.

-Mi intención no es ofenderles , pero,¿que son ustedes exactamente?

Mira cara sonrió al poder determinar que ella podía leer mentes, eso me daba cierta ventaja para poder planear cosas sin que los demás se enterasen, sería una gran aliada. Me alegraba ver que la información que poseía sobre que algunos vampiros podían leer la mente, era correcta, me alegré tanto que no pude esperar para escribir esos datos en uno de los libros pequeños que siempre llevaba conmigo.

- Disculpad este pequeño paréntesis, no pude evitar anotar una cosa. - dije terminando de escribir - Me llamo Orrin, me conocen como "el escriba" soy un yasgeniod y ansío el conocimiento.

Me gire lentamente con una fina sonrisa hacia el uroba. En el fondo eran muy adorabales los dos.

-Me llamo Natasha Higurashi y soy la princesa de los vampiros. Siento un poco mis modales de hoy pero la verdad es que necesito aprender a curar y por eso vine hasta aquí necesitaba un libro.

Tenía que aprender ese arte cuanto antes.

Les mire a ambos.Eran un tanto curiosos, eso me gustaba.
Me cruce de brazos.

-Bueno , si queréis aprender acompañadme.-Me di la vuelta.-Os prestare algunos libros y os enseñare el conocimiento que e adquirido por mi mismo.

Sonreí, me alegraba que a mas gente le interesara la medicina.

Al oír la palabra princesa mi mente ignoró todo lo demás, me situé antes ella arrodillado, agache mi cabeza y la cogí de la mano antes de comenzar a hablar.

- Perdone, por no haberla reconocido señorita. - la besé los nudillos y seguí hablando - No acostumbro a ver princesas por la calle y...

No pude continuar, acabé por reírme ligeramente lo cual impidió que siguiera con mi broma, pero seguirla no tendría mucho mas sentido. En verdad no me burlaba de su puesto solo quería forjar una amistad que no fuera muy seria sino mas bien divertida.

- Te seguiremos, Horo-horo. Guíanos al conocimiento. - dije alzando un poco el tono de voz, señalando al horizonte.

Oír esas palabras de Horo-horo hicieron que mis ojos brillasen bastante animada. Al fin podría iniciarme en el arte de la medicina y él parecía dispuesto ayudarnos. Iba a ir junto a él pero algo o mejor dicho "alguien" me impidió moverme. Desvié la mirada hacia el suelo y ahí le vi.

Orrin se había arrodillado junto a mi, estaba aplicando los formalismos que eran propios para comportase con una princesa de verdad. Me agarro la mano y la beso con delicadeza.

...Princesa

Esa palabra me repugnaba. En seguida aparte mi mano bruscamente y le mire con demasiada frialdad.

-¿se puede saber que estás haciendo? Levántate ahora mismo de ahí, ¿quién te ha pedido que tengas ese protocolo conmigo? no tengas tantas confianzas conmigo, por que ya te aviso que no soy ninguna princesita- le dije dándole golpecitos en el pecho con mi dedo índice.

Intenté calmarme y me fui al lado de Horo-Horo. Esperaba que al menos él fuese mas normal.

-Llévame hasta allí Horo-Horo, quiero aprender cuanto antes.

Nos dirigimos hasta las afueras de la ciudad , al ser prácticamente noche cerrada no vería ningún humano como me trasformaba en dragón ni me vería volar.

-Orrin , esto puede que te interese apuntarlo como información de los Urobas.Apartaos un poco.-dije mientras me desvestía.

Una vez estuve desnudo empece a transformarme en dragón, no me resulto difícil la transformación. Caí de rodillas al suelo,todos mis rasgos comenzaron a cambiar lentamente.Mis pies y manos fueron transformándose en garras, mi tamaño empezó a aumentar, mi piel se fue trasformando en escamas de tono azul y blanco. Empezó a crecerme una cola, de mi espalda salieron unas alas membranosas, mi cuello se estiro y mi rostro obtuvo forma de hocico, mis dientes se transformaron en grandes colmillos y me crecieron unos cuernos en la cabeza.Me puso un poco nervioso que me vieran ellos , nunca me había trasformado delante de alguien ajeno a mi raza.

-Tardaremos menos en llegar si vamos volando.-hice un gesto indicando que se subieran a mi lomo.-Y si alguno pudiera recoger mis cosas me haría un favor la verdad.-era un inconveniente el tener garras.

Al ver la reacción de Natasha no pude evitar reírme mas fuerte, descubrir como reacciona la gente según tus acciones era algo muy interesante y su reacción fue totalmente inesperada.

- Al fin otra persona que siente aversión las formalidades, aunque ahora mismo he perdido su simpatía.

En cualquier caso Horo Horo nos llevó a las afueras de la ciudad, no se donde nos llevaría pero ojala fuera un lugar hermoso donde pudiéramos hablar en paz. Él comenzó a transformarse en dragón cosa bastante conveniente para mi pues era el único de ellos que no podía volar y teletransportarme era algo imposible si no conocía el lugar.

Me acerqué al uroba acaricié su lomo y me subí suavemente, intentando no causar problemas.

- Supongo que ya podemos marchar, a no ser que también quieras montar en un dragón.

Dije mirando a Natasha, aunque contando su actitud de antes no contaba con que me tratara bien y quisiera ir a mi lado.

Me imaginaba que sería un uroba sobretodo por que su aura le delataba y pude confirmar mi teoría cuando le vi completamente transformado en dragón.
No me había sorprendido, hace poco vi a Yukiko transformada así que ya había tenido alguna experiencia con urobas.

Nos ofreció subirnos en él pero me aleje un poco de ellos.

-Yo prefiero volar por mi cuenta, os sigo no os preoucpeis.

Asentí con la cabeza.
Desplegué mis alas azules.
Y fui alzando el vuelo, esperando que Orrin se sujetara bien.
Y marchamos de aquel lugar dejando a un lado la ciudad de Liang.