Cazando

Despues de mi charla con sribandit, la cual fue muy intetresante me decidí a cazar algo, me habia entrado hambre. De pronto apareció un lobo al fondo, me escondi en las sombras sin hacer ningun tipo de ruido y rapidamente fuí hasta el y le clave la espada en el corazón, segudos despues yo ya estaba bebiendo de el. Al poco rato paré estaba lo suficientemente saciada, me sente apoyandome en un arbol, ya estaba comenzando a amanecer y los rayos del sol hacian un precioso contraste con la noche, me quedé embobada con esa imagen

Sali de entre las sombras detrás suya. Estaba dando un largo paseo nocturno cuando la ví. El sol comenzaba a salir por encima de las copas de los arboles.
-El amanecer es siempre un momento precioso.

Me asuste un poco al ver a Walter justo por detras del arbol, estaba completamente embobada con el cielo, que no me dí cuenta de que estaba por ahi-.Que susto Walter... si tienes razon pero a mi me gusta mas el anochecer..-dije limpiandome un rastro de sangre que habia quedado en la comisura de mi boca.

-El anochecer... Cuando la luz deja paso a la oscuridad, el momento mágico. -Dije sentandome a su lado abservando la salida del sol.

Sonreí-tu siempre tan romantico Walter-dije apoyando mi cabeza en su hombro, al poco rato me llego ese olor asqueroso que a veces tanto me asqueaba y se oian pisadas y gruñidos. Me levante y saque mis colmillos y mis ojos se volvieron rojos- Hay que fastidiarse, siempre que salgo, apareceis como de la nada, hoy que tenia un dia tan tranquilo...-dije cada vez cabreandome mas, de repente se dejaron ver como unos 10 licantropos de los cuales solo uno era maestro.

Me levanté despacio.
-Parece que tienes un imán para estos bichos. Si te parece te dejo el maesto y otros cuatro y yo me encargo de los otros cinco. -Dije sonriendo maliciosamente. Deslicé la correa que sostenia el mosquete para situarlo apuntando a un licantropo y disparé. La cabeza de uno de esos bichos fue perforada por la bala. -Cuatro. -La sonrisa no desapareció de mi rostro. La espada que llevaba en el cinto hasta hace unos momentos ahora estaba en mi mano.

sonreí-me parece bien el reparto..-desenfunde mis armas y mepuse en posicion de ataque, en un abrir y cerrar de ojos había degollado a uno y atravesado a otro, la sangre habia salido disparada y me habia manchado el vestido. De repente vi que el maestro fue a por Walter por detras y me puse en medio clvandole la espada en el corazon pero con la mala suerte de que me mordio la pierna-o ¡¡mierda de chucho!!-y me le quite segun le maté, un colmillo se me habia quedado clavado. No le dí mucha importancia y segui matandolos a todos, con cara de diversion.

Acabé rapidamente con otros dos hombres lobo y ví como herian a Ana. "Mierda." Rapidamente me deshicé de los dos licantropos que me quedaban con agiles movimientos y saltos, ni me tocaron. Fuí rapidamente a ver como se encontraba Ana.
-¡Ana! ¿Te encuentras bien?

Terminamos de matarlos y Walter vino corriendo hacia mi, ante su pregunta me quede interrogante, no sabia de lo que me estaba hablando hasta que recorde lo del maestrucho.-¿Eh? si estoy bien, si no te mordia a ti por la espalda me mordia a mi. Preferia que me mordiera a mi.-dije todabia un poco interrogante guardando mis armas y escondiendo mis colmillos.

Cerré los ojos y respiré aliviado.
-Lo tenia controlado, no olvides que puedo tener rastreados a todos estos bichejos con facilidad. -Dije encogiendome de hombros. Saqué una cantimplora que tenia en el cinturón, contenia sangre.
-Bebe, te ayudará a reponerte.

Le miré y sonreí-Walter no le tenías controlado, si lo hubieras tenido controlado, ese arañazo en la camisa no estaría- dije enseñandole esa parte de la camiseta la cual el no se habia dado cuenta, se sorprendio- yo no hago las cosas porque si y tranquilo, estoy bien, no seria la primera vez que me pasa.-dije bebiendo de la contimplora que me habia dado.

-Estaba absolutamente controlado. -Insistí.
-La proxima vez no lo hagas, tu seguridad importa mucho más que la mia. -Dije mirandola serio.

Le miré a los ojos -Da igual Walter, estoy bien- me saque el colmillo de la pierna y lo miré-a mi me parece que tu seguridad es mas importante ya que, tienes menor rango-sonreí, en verdad era cierto, lo que a el le hacia daño a mi me hacia un rasguño y lo que a mi me hacia daño a el mucho mas, no podia dejar que uno de los mios sufriese daños, tenía que protegerlos.

Le miré seria. -Nadie de mi raza es remplazable Walter, nadie y menos vosotros, estais a mi cargo.- Su comentario me habia mosqueado, no sabia como podia decir que era la unica que necesitaba seguridad, vale que a veces podia ser impulsiba. Bebí otro trago de la cantimplora y vi como la herida iba sanando una vez sanada tape la cantimplora y se la entregue.-¿ves? tampoco a sido para tanto, un par de tragos y como nueva-dije levantandome con alegria.

Suspiré.
-Eres una cabezota. Pero muy bien, como prefieras. Pero no creas que voy a dejar de preocuparme por tu seguridad. -Dije mientras se levantaba.
-Tal vez deberiamos irnos ya, asumo que vendrán más bichos des estos -Dije mientras le daba una patada al cuepro de un licantropo con total indiferencia.

Le miré y asenti-seguramente vengan mas, estos bichos nunca se cansan de molestar.-me quede unos segundos pensativa.-Lo que no entiendo es ¿porque cada vez que salgo del castillo vienen a tocarme las narices?.-suspire mirandolos a todos muertos y cojiendo el colmillo antes clavado en mi pierna.

Quizás prefieras regalarme ese colmillo, prima. -Me vi obligado a gritar desde la lejanía ya que desde más cerca me descubrirían. Tras unos segundos de carrera llegué a mi destino. Llevaba mucho tiempo queriéndote ver. Intenté reprimir mis deseos de atacarles y sonreí maliciosamente. Aunque la mirada de furia al vampiro que se hace llamar Walter no pude evitarla.

Oí una voz a lo lejos *no puede ser..* me gire y le vi llegar, una sonrisa maliciosa surco mi rostro-Vaya, vaya primo no sabia que estubieras por los alrededores.. y no creo que me lo quedare como un recuerdo de estas pequeñas batallitas.-dije refiriendome a los licantropos en el suelo.-La verdad es que hacia mucho que no nos topabamos, ¿alguna razon en especial para quere verme? Ian..-dije divertida, siempre me habia gustado molestarle un poco, se me hacía entretenido.

Tantos años sin verte y no puedo querer ver a mi querida Ana?-dije sonriendo e intentando sacar lo mejor de mi. Me gustaría saber como has acabado siendo... eso. Procuré evitar mostrar algún rasgo de furia o de asco pero con ella esas tácticas nunca me sirvieron. No me malentiendas sigo respetándote y queriéndote pero entiende que tu raza no me caiga demasiado... bien

Sonreí con indiferencia y asco cuando el licantropo me miró con asco. Alguien de su nivel que llega como si pudiese ahcer algo, que inconsciente.
-Ana, parece que tu familia es muy... Interesante.

Hice un esfuerzo por recomponerme e intente calmarme. Total, es alguien especial para mi prima así que intentaré ser simpático para no herirla. Todo lo simpático que puede ser dadas las circustancias.
Decidí observar al ser que tenía delante... que raro! ¿Desde cuándo un vampiro me inspira confianza? En parte, también algo de miedo aunque las ganas de sangre no se evaporaban. Intenté no mostrame confuso y dije: Hola Walter... No se me ocurría nada más que decir así que esperé que el dijese algo. O que Ana se interpusiese.

-Buenas noches... Ian ¿no? -Dije indiferene mientras le miraba de reojo.
-Se los encuentros familiares siempre son bonitos, pero creo que deberiamos irnos antes de que lleguen más. -Podia rastrear el movimiento de otro grupo de licantropos todavia lejos de nuestra zona, pero se dirigian hacia nosotros.

Quizás tengas razón pero yo debo quedarme. Debo... Adios No pude controlarme y me fui. Mi instinto me decía que debía ir en busca de aquellos licántropos. Debía verlos.

Observe con atencion toda la conversacion, no podia creer avermele encontrado por aqui.-Si sera mejor que nos vayamos, no quiero derramar mas sangre por hoy, hasta pronto... Ian, me alegro de verte-dije sacando mis alas y volando hacia mi castillo.