En casa

Reí aun mas.

-No iba con esas intenciones ahora mismo, pero vale... aun asi... ya podrias dejarte. Me vas a combertir en un hombre insatisfecho-bromeé

me rei con ganas.
-bueno, si quiers te dejo solo unos 20 minutos...15 tal vez?, pero luego limpia cochino eh?- me rei todavia mas y le di un beso

Se me ocurrian muchas contestaciones a ese comentario pero preferi guardarmelas o sabia que me quedaria sin nada. Sonreí y me acerqué mas a ella, besandola y acariciandola.
Los 15 min se combirtirieron en 30, los 30 en 45... y de ahi a una hora... de ahi a mucho mas tiempo...

un beso llevo a otro y este a otro mas y asi asta que la luz del atardecer se filtro por los agujeros de la persiana.

ansiosa y algo arta de siempre lo mismo me subi encima suya con cuidado y empeze a besar su cuello.

-si mañana te duele algo no te quejes- dije desde la misma posicion mientras acariciaba su pecho.

Mi respiración era entrecortada, mis manos se posaron en su cintura. Notaba su mivimiento, sonre, realmente era preciosa. Todo era lento, debido a mis heridas, de no ser asi habría mas movimiento. Me encantaba el tacto de su piel y el contacto de esta sobre la mía siempre tan caliente... junto a la suya siempre tan fria.
Cerré los ojos para sentirla mejor, sin dejar de sujetarla por las cademas y seguir sus movimientos acompasados.

casi sin darnos cuenta se nos hizo de dia, y el cansancio de abordo, me tumbe a su lado y cerre los ojos apoyandome lijeramente en el hecha un ovillo, dispuesta a dormir un rato aunque fuese.

Con un suspiró la dejé apartarse, habiamos llegado demasiadas veces a la cumbre ese día, estaba agotado. La abracé y pegué a mi, el viento removía suavemente las cortinas entrando una brisa agradable. Poco a poco me fui tranquilizando, pero mis latidos, como siempre, seguían siendo rapidos.

-como te siga latiendo el corazon asi un dia le da algo raro, y mejor que no, te tendria que hacer el boca a boca y que asco no?- dije riendome con ganas y apretandome mas contra el.

-Si verdad? tanto como cuando la pusiste en otras zonas...-la acompañé riendo con ganas

sin mirarle me gire y cojiendo uno de mis zapatos del suelo se lo estampe en la cara.

-si eh? que repugnancia, creo que are ni una ni otra cosa mas- me tumbe tranquilamente

Sacudí la cabeza tirando el zapato hacia otra direccion y tocandome la cara con gesto de asqueo. Entonces reí.

-Tontita... no te mosquees, que era broma-la sonreí y di un beso en la frente, apretandola con cariño hacia mi

-deacuerdo- me acomode entre sus brazos- pero te sigo mirando mal- dije con un cara de falso cabreo

Reí al ver su cara.

-Te quiero....-la apreté aun mas contra mi, sin hacerla daño y hundí mi rostro en su hombro.

-y yo a ti...- cerre los ojos y aprete mi mejilla contra su cuello aspirando su aroma.

Quedamos largo rato abrazados. Mis ojos se fueron cerrando poco a poco.. finalmente acabe quedandome dormido como un tronco.

vi como se dormia placidamente

*el que decia tener fuelle para mas..* e rei y cerrando los ojos me dormi abrazado a el.

Abri los ojos en mitad de la noche, Dana permanecia entre mis brazos, durmiendo tranquila, agena a cualquier situacion externa. La observé largamente a la vez que sonreia. Acaricié su megilla y la aparté el flequillo ladeado de la cara, pasandolo por detras de la oreja. Sonreí aun mas y la besé la frente. Me acomodé un poco mas, apretandola contra mi y me volvi a dormir.

Los dias fueron pasando, con ello las semanas. Semanas que pasamos dana y yo juntos en aquella habitacion, solos, sin interrupciones, sin nadie al rededor que nos pudiera molestar. Cuando me recuperé un poco mas dabamos pequeños paseos por el reino. Las risas y bromas no fueron escasas, tampoco los golpes que ella me daba al decir alguna de mis burradas, ni mis puntos suspensivos al escuchar cualquiera de los tipicos comentarios absurdos que solia tener. Poco a poco volvia a tener la misma fuerza, podia volver a moverme con soltura y seguir saltando esos 30 metros de media. La verdad es que deseaba no recuperarme, se estaba tan bien compartiendo aquellos dias con ella... eramos solo ella y yo... el mundo era cosa a parte.

Llegó el dia en el que ya no necesitaba apoyos, tampoco que las vendas cubrieran ciertas partes de mi cuerpo, estaba completamente recuperado y todo gracias a los cuidados de Dana.