Habitación del rey del castillo

Mi habitación era bastante amplia con bellas cortinas y varios sillones para descansar. También había una pequeña estantería y un armario con cerrojo en el que se guardaban todas las armas que había en mi poder. La cama era muy mullida y se dormía bastante bien.

Me acerque poco a poco a la habitacion, necesitaba su ayuda yo sola no podria hacerlo. Llamé a la puerta-Mi rey.. soy haruka ¿puedo pasar?-dije lo mas educada que pude con las brazos cruzados por la espalda esperando una contestacion.

Pasa pasa -estaba leyendo un libro que repasaba la historia reciente, doblé una esquina de la página y lo cerré. La miré esperando a que me dijese lo que me tuviese que decir.

Entre con una sonrisa y me incline en forma de saludo-Gracias por atenderme, yo queria pediros... ¿vos me entrenariais?-dije cabizbaja, odiaba reconocer cuando necesitaba ayuda pero volvi a mirarle esperando seria una contestacion.

Sonreí cuando la vi bajar la cabeza. No tienes de lo que avergonzarte. Aunque te parezca raro y quizás no lo comprendas, al principio fue Andrew el que me entrenó. -me levanté del sillón y me dirigí a ella. Cuando quieras.

Abri los ojos sorprendida-¿En serio?..-suspire y sonreí-Gracias mi rey, cuando vos digais ,yo siempre estoy libre..-me relaje notablemente aunque siempre me ponia un poco rigida cuando estaba ante mi rey, era algo que no podia evitar.

Pues cuando quieras pero antes del viernes que tengo cosas que hacer. -la miré con una sonrisa.

-Bieeen, pues... le parece bien ¿mañana por la mañana?-dije con una sonrisa algo timida todabia.

Vale. Pues mañana por la mañana entrenamos. -la dije con una sonrisa y esperé a ver si tenía algo que añadir o si se iba a marchar.

-Muchas gracias, ahora me voy le dejare con sus asuntos otra vez, gracias por su tiempo-dije inclinandome hacia el y saliendo de la habitacion.

Haruka, ¿has elegido ya una habitación? Te recuerdo que puedes vivir en este castillo. -la sugerí con una sonrisa.

Me quede a mitad de la puerta y le mire sorprendida-Pues no... todabia no e decidido ninguna habitacion.. Pero ¿enserio puedo?-pregunte aun sin creermelo del todo.

Claro que puedes. Es tu castillo, o no? -volví a sonreir y cerré la puerta. Sabía que seguía detrás de la puerta y que no se había marchado.

Me quede perpleja y sonrei llendome por el pasillo buscando alguna habitacion en la que alojarme tranquilamente. Necesitaba descansar.

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Volví del invernadero y dejé la gardenia encima de una mesita. Al parecer tendría que regarla a menudo.

Volví a la habitación y me tumbé en la cama a pensar. Sin querer terminé por dormirme.

Unos cuantos dias despues de haberme ido del castillo volví a la habitacion de Ian, habia dejado un rastro falso por el cual colarian Ian y Andrew, era la dueña de los engaños despues de todo, deje una carta y un pequeño colgante encima de la carta, en la cama. El colgante era un pequeño lobito rojizo de madera y la cata decia lo siguiente.
-Para Ian:
Siento haberme ido con tanta urgencia, pero siento que no me queda mucho tiempo. yunna no me deja descanso y vosotros tampoco. Pase lo que pase conmigo quiero que cuides de Kaede por favor. Siempre has sido muy bueno conmigo incluso siendo una desconocida me ofrenciste el castillo, un lugar para vivir, y me has entrenado, siempre has sido un buen lider incluso mejor que Zeyren.

Sigue asi y no cambies nunca te estare vigilando =P.
Muchos besos, Haruka.

Y segun los deje ahi salí corriendo para no dejar rastros de mi olor en aquella habiacion.

venimos de aqui ---> https://creatureswars.forosactivos.net/cordilleras-de-la-desesperacion-f193/montana-solitaria-t968-75.htm#21610

Aparecí en la habitacion de Ian con el acuestas, le dejé en la cama y comencé la curacion. Pasé mucho tiempo vendandole y curandole. Al fin, caí rendido en uno de los asientos, me habia llevado bastante tiempo mantenerle estable, ahora dormia; solo quedaba esperar.

En una de estas, me dediqué a mirar lo que habia por la habitacion, sin cotillear. Vi una nota encima de la mesa de la que no me habia podido percatar antes. La cogi pues la ortografia me resultaba muy familiar.

No pude evitar leerla, cuando terminé, cerré los ojos... el papel aun olia a ella... y eso que habia pasado bastante tiempo. El dolor de su perdida aun estaba muy presente en mi... pero seguia tratandolo de ocultar. Cuando Ian se despertase y se recuperara un poco, le comentaria lo de la nota.

Conseguí abrir los ojos después de tenerlos cerrados durante demasiado tiempo y lo primero que vi fue mi habitación del castillo renegado. Vi a Andrew e intenté levantarme pero no pude por las heridas y solté un sonoro quejido de dolor. La garganta me seguía escociendo peo no tanto como la espalda, no me podía mover. Gra... -tragué saliva, cosa que me provocó un más dolor e intenté hablar de nuevo. ...cias. -cerré los ojos para recordar que había sucedido e inmediatamente un recuerdo acudió a mi mente: sujetaba una daga manchada de sangre mientras observaba a Luccie gritando. ¡Luccie! -dije forzosamente con los ojos bien abiertos preocupado.

Me giré rapidamente cuando dijo la primera palabra, dejé la nota en la mesa y me agaché a su altura.

-Tranquilo, Ana esta bien, Walter la sacó de ahi.

Suspiré, todo había sido por culpa de Elric, y ahora quería matarle con más ganas. Tengo que matarle... -dije haciendo un nuevo esfuerzo por levantarme pero no lo conseguí ya que el dolor era inmenso. Me volví a dejar caer y cerré los ojos. ¡La daga! ¿Donde está? ¿Quién la tiene? -volví a susurrar.

OFF: ostia tu, ni zorra xDD pero vamos a hacer como que la tengo yo.. asi como quien no quiere la cosa... xDDDD :ON

-Tu por ahora lo que tienes que hacer es descansar, cuando te recuperes podras matar a quien te de la gana. Y la daga esta segura, mandé a uno de mis perros a por ella, ya tiene que estar en camino; y dudo que alguien se atreba a arrebatarle eso a uno de esos perros...-supuse por su tamaño y fiereza-eso si, vendra llena de babas.

Respiré profundamente y volví a quedarme dormido soñando con el barco, y el pulpo y Luccie.

Me senté en la silla de antes y esperé, aun con el pensamiento de haruka en la mente. Al rato algo rasgó la puerta de la entrada, era Doris que esperaba con la daga en la boca. La cogi y la rasqué la cabeza en signo de que habia echo un buen trabajo, movio el rabo y se fue. Me senté nuevamente en la silla y ubservé la daga. Podria esterminar a todos los vampiros con ella de la forma menos costosa... aun asi, no debia tocarla, era de Ian y solo de ella.
Deje la daga encima de la mesa y me senté, observandola.
La tentacion era grande, sin embargo, prestaba mas importancia al sentimiento de fidelidad

Me volví a despertar al tiempo y ya cobré total consciencia de lo que había sucedido. ¿Cuanto tienmpo ha pasado desde la pelea? -dije con la garganta ya mejor para poder hablar.