Pensando

Estaba caminando entre un gélido viento por una de las montañas mas altas de los alrededores, mientras meditaba en silencio.


Me acurruqué en mi bufanda, y cerré los ojos un poco,tenía las mejillas al rojo vivo y estaba congelada,pero me encantaba estar ahí.

Ademas,alejada de todo,podía pensar mejor.

El frio, ya no me afectaba tanto como cuando vivia, de hecho ahora no me afectaba menos por el hecho de que congelaba mis articulaciones. Llevaba una capa larga negra, situada encima de mi ropa normal, la capa era gruesa, para calmar en la mayor medida posible el frio penetrante.
No habria ido a un lugar como este si no fuese porque buscaba algo.
Entonces noté una presencia, su aura expandida, en contraste con la mia suprimida, fue la primera noticia, entonces rastreé y pude detectar su posición exacta. Parecia ser un angel caido.
Avancé hacia allí con paso firme, siempre dentro de las posibilidades del terreno, pues con la ventisca aproximandose no era seguro volar.

Abrí de nuevo los ojos, parecía que alguien se acercaba desde no muy lejos,pero debido a la ventisca y que no podía detectar su aura, no sabía de quien se trataba.

Me bajé mas la capucha de la túnica blanca que me solía poner para estos sitios, junto a una larga bufanda blanca, y esperé a que llegara la desconocida criatura.

Sobrevolaba las montañas de los desiertos, una ventisca amenazaba bastante fuerte, ppernsaba darme la vuelta, pero percivi un aura a lo lejos "podia ser alguien en peligro y una ventisca no me va a parar" pensé y me dirijí alli lo mas rápido posible, una vez alli vi a alguien enbutido en su propia ropa, mi lectura del aura no era muy buena, pero lo era suficiente para darme cuenta de algo.

-Kaede...¿eres tu?

Dije algo preocupado.

Llegué hacia la persona que se habia retirado su capucha, sus rasgos quedarón al descubierto. Era esa caida, la recordaba, la amiga de Haruka. Kaede.
-Parece que vaya donde vaya siempre habrá alguien. -Dije cuando estuve lo bastante cerca como para que me escuchase sobre el rúgido de la tormenta.
En ese mismo instante percibí otro aura, y oi algo, no obstante el sonido fue amortiguado por la tormenta, haciendo que solo llegase como un susurro imperceptible. Quien quiera que fuese venia volando y se dirigia hacia nosotros. No paré a comprobarlo, lancé mi espada con intención clara de atravesarle con ella.

Cada vez veía con mayor claridad que se trataba de Walter,la pareja de Luccie,y con el que había hablado un poco.

Iba a responder a su frase,cuando percibí como algo se precipitaba sobre nosotros con firmeza. Escuché una débil voz,pues entre la ventisca y lo poco que veía,no podía tener los sentidos como siempre,pero sabía de quien procedía esa voz.

Vi las intenciones de Walter,que seguramente no sabría que se trataba de Wataru,y me apresuré a decir:

-Walter,detente por favor, creo que se trata de Wataru-dije sin un mínimo ápice de alteración en mi voz,pues lo poco que había visto de Walter me demostraba que sabía controlarse de sobra.

Cada vez me hacercaba más, pero derrepente noté un nuevo aura, no me dió tiempo a saber quien podia ser, pero una sombra se abalanzó sobre mi lanzando una estocada, actué lo mas rá pido posible para crear mi muro de hielo (lvl1) e intentar parar el ataque.

-¡¡¿¿PERO QUE COJONES??!!

Grité.

Me giré con rapidez para saber que había ocurrido.


Wataru..?!-pregunté con los ojos enttrecerrados por la ventisca.

Off: Por si no ha quedado claro he lanzado la espada, no una estocada xD

Citación :

lancé mi espada con intención clara de atravesarle con ella.

On: Vi como mi espada se clavaba en un muro de hielo y en ese instante Kede dijo quien era. Vaya, asi que el diablillo pesado tambien estaba aqui, "que suerte la mia." Evidentemente era un sarcasmo. Era tan delicado como pegar un puñetazo a una pared y tan estridente como para depertar a los muertos, ese grito pertenecia a Wataru, no habia duda.
Esperé a que descendiese pacientemente para así poder recuperar mi espada, más le valia devolvermela o no veria muchas otras cosas. No estaba de un humor excelente.

OFF: Perdón, no me dí cuenta

On: El muro de hielo apareció rápidamente y la espada quedó clavada en el, al volver del shock, pude leer mejor el aura de quien lo hizo, fue Walter y su acción me pareció bastante imprudente, decidí descender, guardar mis alas y hacercarme hasta estar frente a el. La nieve invadia tanto el espació en el que nos encontrábamos que se hacia dificil mirar mas allá de un metro de distancia y el acto de Walter no me gustó en absoluto e hizo que me pusiera serio por un momento, con la ayuda del hielo que se encontraba en el aire cojí la espada de Walter y la acerqué hasta situarla junto a el sin necesidad de usar mis manos, la puse en una posición en la que le apuntaba y a la altura de su cuello.

-Creo que deverias ser un poquito mas cuidadoso y preguntar antes de atacar ¿no crees?

Le dije mientras le miraba serio a los ojos.

Observé con indiferencia como mi espada apuntaba a mi cuello, como si sus amenazas no estuviesen vacias. Recogí mi espada sin inmutarme.
-Si Kaede no me hubiese avisado estarias muerto. No deberias volar con esta ventisca, ni mucho menos acercarte a alguien gritando cuando no puede ni verte ni oirte. Pensé que eras una arpia o algo asi. -Hice una pausa mientras no dejaba de mirarle, pero a diferencia de él, yo le miraba con indiferencia.
-No pidas cortesia ni cuidado cuando tu actuas de manera imprudente y desquiciante. -Estaba volviendo a colgar mi espada del cinturón.
-Ah, y más vale que la proxima vez estes dispuesto a cumplir tus amenazas.

Miré hacia otro lado y preferí no meterme en su discusión.

Me relajé un poco, pues tampoco me apetecia entrar en batalla con Walter, pero aun asi, no pensaba callarme.

-Parece mentira que te tenga que avisar Kaede de que era yo quien me hacercaba, ¿acaso los vampiros evolucionais de forma regresiva y habeis olvidad como se leen las auras?

Despues de decir esto hice una brebe pausa mirandole.

-Ademas, en ningun momento te he amenazado, solo pretendia devolverte tu arma, si hubiera querido hacerte daño, te la habria clavado directamente.

No estaba de muy buen humor dada la situación.

Suspiré. ¿Apenas veia un metro por delante de mi y queria que viese su aura con las nuestras expandidas? Era más idiota de lo que parecia.
-Solo un inconsciente volaria con esta ventisca, debí de haberme imaginado que serias tú. Ni siquiera un monstruo tan estupido como una arpia lo haria. -Maldita sea no habia venido aqui a discutir.
-No habrias podido hacerme daño ni aunque quisieses. -Dije zanjando el tema. Habia venido aqui por algo importante, no para charlar con idiotas de ese calibre.

Me puse entre los dos,e intentando cambiar de tema definitivamente,dije:

-No es el momento ni el lugar para quedarse parados en medio de esta ventisca y menos para discutir,si estamos aquí es por algo no?,pues vamos a hacerlo-dije mirándolos a los dos.

Lo que dijo Kaede no encajaba en mis planes, yo solamente pasaba por aqui.

-¿Hacer?¿que es lo que tenemos que hacer?

Le pregunté a Kaede dejando a un lado la discursión con Walter.

-Yo pensaba que estarias herida y me hacerqué a ayudar lo mas rápido que pude, pero... ¿que haciais vosotros en un sitio como este? de Kaede no me resulta tan raro verla por estos desiertos, pero...¿que estas haciendo tu aqui Walter?

La pregunta no la lancé muy amigablemente, pues aun estaba enfadado con el.

Le lancé una mirada funesta, pero finalmente decidí no darle importancia. Despues de todo a lo mejor podria resultarme útil su habilidad.
-He venido a hacer lo que debo hacer. -Dije sin moverme del sitio.
-Y no deberia alejarme mucho de mi objetivo, pero he rastreado la presencia de Kaede y me he acercado a ver. Toda precaución es poca. -Despues de eso me giré hacia la dirección en la que habia venido. Les hice una seña para que me siguiesen. Si querian saber por que andaba por alli no tenian por que no saberlo.


Tras unos largos minutos andando bajo la ventisca llegamos a un punto en la faltada de una montaña de hielo, habia una tienda de tela montada lo mejor posible, de momento aguantaba bien los envites del temporal, pero no tardaria en salir volando. Me encogí de hombros.
Me acerqué más a la pared de hielo, habia utensilios varios que habia estado utilizando para cavar. El agujero apenas tenia una profundidad de 3 metros en la pared de hielo.
-Necesito que apartes el hielo, deberia ahber una pequeña cueva tras esta pared. -Dije señalando con la mano al agujero mientras me dirigia a Wataru.

Me encontraba a la mitad de montaña intentando escalarla mientras esquivaba las rocas que caían gracias a la ventisca. Escuché voces y perdí el conocimiento resbalando por el hielo y tras varios metros de caída conseguí agarrarme a una roca saliente y miré hacia abajo. No se veía muy bien quienes eran esas personas y el olfato no me servía mucho en esas circustancias. Me agaché y disminuí mi aura por si resultaba algún peligro.

Al seguir a Walter hasta aquella cavidad, me dijo que actuara, no me hacia mucha gracia seguir las "ordenes" de alguien como el, pero es lo mínimo que podia hacer despues de dejarnos ir con el.

-Está bien, abriré paso.

Dicho esto estendí mi mano hacia el objetivo, y el hielo comenzó a derretirse rapidamente hasta donde pudiera llegar a acabarse.

-Parece que hay abajo hay algo ¿como lo has sabido?

Le dije a Walter.

-Creo haber sentido a alguien mas no muy lejos de aquí..-comenté mirando a nuestro alrededor una vez que había seguido a Walter y Wataru, y había esperado mientras se derretía el hielo.

Me preguntaba que buscaba Walter.

El hielo se derretia y mi vista no se separaba de ese punto, El agua escurria de las paredes y se congelaba de nuevo en el suelo. Y por fin, despues de unos interminables minutos la pared de hielo desapareció, dejando al descubierto la entrada a una pequeña cueva, en su interior, no muy al fondo resplandecia una piedra, su brillo azulado iluminaba toda la estancia.
Una amplia sonrisa apareció en mi rostro.
-Recuerdas la piedra del equilibrio de Bhava Agra, ¿verdad? Bien, pues esta es otra de esas. Si estas piedras son destruidas un cataclismo asolará esta tierra, a no ser que los dioses desciendan al mundo, cosa que harán para preservarlo. Además, estas piedras mantienen encerrado a un ser encargado de consumir el mundo.
Ese ser se alimentará de los dioses para conseguir el poder. Por lo tanto, estas piedras son a la vez su prisión y su salvación, un señuelo para los dioses. -Una sonrisa bastante siniestra cruzó mi rostro.
-Y yo...
Y entonces....

Y entonces... La ilusión desaparecio. El pelo corto de Walter dejó paso a una melena negra y larga atada por una coleta que llegaba hasta la base de la espalda. La ropa de Walter se habia transformado en una larga túnica negra con capucha, a pesar de que esta no estuviese puesta. Los ojos carmesí de Walter cambiaron de color, uno se volvió completamente negro mientras que el otro palideció hasta casi ser blanco. Las facciones de la cara cambiaron, revelando a quien se habia hecho pasar por Walter.
Se giró con esa intranquilizadora sonrisa y os miró.
-Y yo... voy a destruirlas. -Su voz tambien habia cambiado. La ilusión se apagó, ni siquiera su aura era la del principe vampiro. Por eso no habia podido rastrear a Wataru y le habia atacado, por eso se comportaba de manera extraña. El truco apenas habia durado media hora, lo justo para engañarles. No podria haber cavado con mágia, una barrera antimagia se desplegaba desde la piedra, una barrera que solo era debil en el núcleo. La aparición de Wataru habia sido como una bendición. Y le habia engañado.
-Y ahora, amigos mios... -Trazó un arco con una mano, pudisteis ver como unos tatuajes negros en su piel que se agitaron nerviosos. La mágia se desplegó. Una fuerza invisible os lanzó hacia atrás con fuerza, acompañandoos de nieve.
Entró en la cueva.

Tsk!...



El golpe nos arrastró a Wataru y a mi varios metros atrás y nos sepultó bajo la nieve.

Para Wataru sería sencillo salir de ella,así que mi primer movimiento sería por libre.

Pero..de quien se trataba..?,era magia, magia oscura si no me equibocaba..y por ese aspecto físico..

..era quien estaba imaginando..?



Hice explotar la masa de nieve que me había sepultado y me levanté con los ojos entrecerrados por el frío, acto seguido "barrí de un plumazo" la nieve que cubría a Wataru y eche a correr sin esperarle tras el extraño.


No pensaba permitirselo.