Pensando

A duras penas conseguí salir del suelo helado, lo conseguí concentrándome en mover la tierra situada a bastante profundidad, empezé a subir arena para erosionar el hielo. Y empecé a buscar la entrada de la cueva con dificultad.

Off: Esto ya se pasa de castaño ocuro xD Nada de doble posteo, además ya hemos discutido bastante por hoy. Tienes un aviso y borro tu post inmediatamente anterior.

Off: A ver gente, sobre todo tu, Alberto. ¿Quieres otro aviso? Borro todos estos post, la proxima vez que no espereis la respuesta del Master os daré un aviso y me temo qe será el último de Alberto.

Off: Dejo estos post de aqui arriba para que tengais constancia de los avisos.

On: El brujo se puso en tu camino, con una mano hizo un gesto, como restandole importancia y un portal apareció bajo tus pies, caiste en él sin remedio, ya se habia cansado de juegos, ni se molestó en comprobar a donde llevaba el portal, seguramente a varios metros sobre el mar, quien sabia, solo se habia asegurado de que no fuese cerca. Una mano invisible buscó a Kaede y la cogió acercandosela.
-Serás mi moneda de cambio asi que no mueras todavia. -Arrancó la espada de su vientre y la lanzó al portal por el que habia desaparecido el mago, lo cerró. La nieve seguia cayendó y eso le crispaba los nervios, ya se estaba empezando a mojar. Alzó una amno y un impulso de energia salio disparado, las nubes se despejaron en un radio bastante amplio, como si estuviese en el ojo de un huracan.
Ahora solo quedaba esperar a Ian.

No estaba totalmente despierta, mas bien moribunda,pero sentí como algo me arrastraba hacía el lugar donde antes estaba,y vi de nuevo al..¿brujo?..realmente ya no sabía que pensar.

-...no necesitas tanto esa bolsa..lo sabes..verdad?..que es lo que has venido a hacer aquí..un ser como tu?-dije tosiendo algo de sangre,y apretando con fuerza la herida por la que había empezado a salir mas sangre aún al sacarme la espada.

off: entonces, he desaparecido no?

Off: Desapareciste, es como mágia xD

-Oh, yo lo sé, pero... ¿Lo saben tus amigos? Lo que tiene planeado Aral no funcionará, lo sé. -Hizo una pequeña pausa.
-En cuanto a lo de que he venido a hacer aqui... Digamos que vine a destruir la piedra, pero determinadas circunstacias me dieron la oportunidad de divertirme. ¿Que crees que ocurrirá entre Ian y Wataru? Ambos son buenos chicos, pero muy impulsivos. Y aún más cuando antas por medio. En cualquier caso, no confio en que consiga el contenido de la bolsa. ¿Estas preparada para morir? -El tono de su voz era divertido, como si disfrutase de los acontecimientos.

-Estoy preparada para hacerlo, si ese es mi destino,pero no creo que vaya a ser ahora..y menos en tus manos, y la razón por la que lo creo,es porque no obtendrás nada a cambio,y eso..es lo único que te interesa.

La sangre empezaba a brotar con mayor intensidad,y mi vista se nublaba cada vez mas. ¿Que creería que harían Wataru e Ian..?,no quería imaginar por que había dicho eso..aun que lo deducí finalmente.

-Oh, es una lastima que sea eso lo que piensas. Realmente no me importa lo que ellos traigan o dejen de traer, todo está aqui. -Dijo señalando su muñeca, lugar donde habian quedado guardados los recuerdos de Aral.
-Además, no creerias que este ojo es un adorno, ¿verdad? Con él no puedo perder. -Su sonrisa se hizo más amplia, como si se le hubiese ocurrido alguna otra maldad.
-Yo se lo que pasará, pero... ¿Lo sabes tú? Este es el juego, yo te voy a dejar tirada en mitad de la ventisca, ¿crees que llegarán a tiempo para salvarte?

-No importa si no llegaran a tiempo,lo único que necesito es que te detengan..,y,si bien sabes todo lo que ocurrirá, que haces todavía aqui?-dije mirándole de forma rechazante,y apoyé la cabeza en la nieve de nuevo,apenas tenía fuerzas ya.

Pero por lo que deducía,su ojo le permitía ver..el futuro?no en su totalidad,o eso pensaba..

-No tengo prisa, jovencita. Si me moviese alteraria el curso de los acontecimientos, de hecho muchas cosas alteran ese flujo en cada instante. De todos modos, como no necesitas que te salven... -Se encogió de hombros y te lanzó unas decenas de metros más lejos.
-Suerte, la necesitarás. -Te dedicó una de sus mejores sonrisas antes de desaparecer. Una vez se hubo ido la ventisca volvió a arreciar, inundandote de frio.
Y solo te quedaba esperar...

Volví a se arrastrada metros atrás,medio enterrándome en la nieve,y volviendo a sentir la ventisca que antes había parecido cesar.


Dejé de sentir como el gélido viento cortaba poco a poco mis pómulos,el dolor de mi estómago atravesado de par en par..y el haber sido tan inútil hasta ahora.


Todo se volvió mas borroso aún,hasta que quedo teñido de negro totalmente.

La mano que me quedaba libre de la nieve se situó aferrando dos colgantes que colgaban de mi cuello,antes de perder el conocimiento definitivamente.

Reaparecimos justo donde antes se situaba la cueva, pero ya no estaba alli, mi mirada era preocupante, recorria todo el perimetro sin saber muy bien que hacer.

-Aqui ya no se nota ningún aura, ¿que ha sucedido?

Dije mientras me temblaba la voz por culpa de los nervios, no lo pude evitar, rápidamente emprendí el vuelo y examiné el perímetro apartando la nieve de la ventisca por diferentes zonas con mi control sobre el agua, rápidamente pude distinguir en la nieve una mancha, no pude eviitar pensar lo peor.

-KAEDE!!!-grité

Y me lancé en picado hacia esa mancha en la nieve, al acercarme me di cuenta de que efectivamente era ella, pero parecia no tener conocimiento, me puse de rodillas junto a ella quitandome toda la ropa posible para protegerla del frío y poder presinar sus eridas para que cesara la emorragia, estaba en muy mal estado y necesitabamos llebarnosla de alli.

-Vamos Kaede porfavor resiste... No quiero que te ocurra nada... No quiero que me vuelva a pasar...

Por primera vez espues de inumerables años, las lágrimas amenazaban por salir al exterior, pero no podia dejar que sucediera, estaba al borde del "ocaso" tenia que relajarme y pensar... Pero era inutil, no pude evitar soltar un grito aterrador, algo que hizo salir de mí todos los sentimientos que tenia en un solo grito, la rabia, la venganza, la amistad,la impotencia, todo lo que sentia en ese momento y...

El amor...

Todo eso resumido en un grito que haria temblar hasta los cimientos de la tierra, con ese grito desaté casi todo mi aura y la tormenta comenzó a calmarse... Suspiré profundamente intentando contener las lágrimas en mi interior, no era momento de lamentarse, teniamos que hacer algo.

-ASPICIOUS, VEN RÁPIDO!!!

Grité todo lo fuerte que pude y esperé a que viniera mientras abrazaba su cuerpo al borde de la muerte, teniamos que sacarla de alli o...

Una vez llegados allí observé detenidamente el lugar del accidente mientras Wataru buscaba desesperado al ángel caído. La piedra... realmente estaba destruida. Pegué un puñetazo a la pared. Fuera quien fuera el que había hecho aquello debía conocer muy bien las consecuencias de sus actos.

Poco depués oí el alarido de Wataru y en menos de un parpadeo me encontré a su lado.

Kaede estaba realmente herida, al borde de la muerte y con hipotermia. Hice una mueca de preocupación y me dispuse a intentar salvarla.

Primeramente una cúpula de aire surgió alrededor de los tres. Concentré mis energías en reducir la temperatura del aire. Pronto el ambiente se tornó cálido y seco. También creé una corriente de aire que mantuvo a Kaede levitando, lejos de la fría nieve, como si en una camilla invisible se encontrara. Observé detenidamente sus heridas. Me arranqué un trozo de tela de mi capa para hacer un torniquete a los focos de hemorragias más importantes.

-Será mejor que nos demos prisa. Wataru, llévala al infierno. Allí es donde mejor podremos tratarla. Rápido, no hay tiempo que perder. Yo aún me quedaré aquí investigando un poco.

Me encontraba en un aprieto, talvez era demasiada responsbilidad.

-No tengo ni idea de que devo hacer una vez alli...

Le dije a Aspicious de una manera muy preocupada.

-Tú solo llévala a mis aposentos. Allí tendrás suficiente material para tratarla. Calmantes, vendas y agua caliente. Estaré allí en cuanto pueda.

Le miré muy seriamente y le ordené severamente.

-¡Vamos, no pierdas el tiempo!

(OFF: joder, muchas gracias por esperar)

No estaba acostumbrado a esos extraños viajes y, sumando el mareo de pensar que Kaede podía estar muerta me caí al suelo mientras me daba vueltas la cabeza. Me levanté a duras penas y escuché parte de la conversación. Y una mierda. O la llevas a un sitio donde pueda estar yo, o voy contigo -dije agarrándole para que si se transportaba yo fuese con el. Intenté ser fuerte y no mirarla a la cara algo que fue inevitable por lo que dos lágrimas cayeron por mis mejillas.

MIré al licántropo muy despectivamente.

-Más te vale no armar barullo en mi reino si quieres salir vivo de allí. Adelante. Iros.

Tranquilo demonio. No me conviene. Por cierto, felicidades. -dije y miré impaciente a Wataru. Cuando quieras

No me hacia mucha gracia el heco de que Ian volviera conmigo al infierno, pero al fin y al cabo ese era mi territorio y alli podriamos hablar sin problemas, ademas ¿quien le diria que no a un pobre hombre mientras llora por amor?.

-Mmmm... Esta bien, te llevaré conmigo, te lo mereces, vamonos.

Puse suamemente el brazo que me quedaba libre sobre Kaede y los tres nos vimos sumergidos en una cúpula de oscuridad que desapareció al instante.

OFF: Nos vamos aqui ----> https://creatureswars.forosactivos.net/clan-de-los-demonios-de-oro-f81/aposentos-de-aspicious-t1170.htm#25417

Cuando se marcharon me dispuse a entrar en la cueva para observar más detenidamente. Allí estaba el hueco que había dejado la piedra. No quedaba rastro de ella.

*Es un buen momento para hacerlo* - pensé

Saqué una pequeña botellita de cristal vacía de mi cinto y la abrí. A continuación me senté en el centro de la sala y comencé a concentrarme al máximo. El aire de la pequeña cueva empezó a contraerse poco a poco. El ambiente se hacía pesado por momentos. Me hice a mí mismo una burbuja de aire para no morir asfixiado y continué con mi trabajo. Tras unos minutos estaba exhausto, pero ya quedaba poco. Pude observar como diminutos cristales condensados se habían formado. Seguí un poco más e introduje esos pequeños cristales en la pequeña botella.

Respiré profundamente contento por el éxito. Había conseguido tomar una muestra de los minúsculos restos de la piedra destruída que se habían quedado dispersos por el aire. Estos cristales no tendrían el poder de la piedra, pero me servirían para estudiar la naturaleza de las mismas. Salí de la cueva muy agotado y me desvanecí en una nube de oscuridad.

Horas mas tarde...

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(Observando anonadada...pues...la nada)

-¡Eh! ¡No puede ser!
¡No! ¡No me equivoqué!¡
Aquí también ha pasado algo!
¡Hermanita, ahora que haré!

(Se marcha disgustada)