Aposentos de Aspicious

Y los demás?-pregunté con la misma pasividad en la voz que antes.

Mi rostro se tornó triste.

-Todos emos salido vivos de esta, pero...

Agaché la cabez y clavé mi mirada en el suelo.

-No sabemos nada de donde puede estar Aral... Eso si... Todavia está vivo claro...

No podia dejar atras el hecho de que Aral hubiera desaparecido, y de que podra haber muerto, pero tampoco tenia manera de hallar las respuestas.

-Bueno, en cualquier caso creo que lo mejor es llevar a Kaede ahora al limbo. Ya que ha recuperado la consciencia y está fuera de peligro será mejor que vuelva a su hogar, el mejor lugar para descansar.

Miré directamente a Wataru.

-¿Podrás encargarte?

Un aullido resonó por todo el lugar.

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(OFF: al estar en la misma historia digo yo que oiriais el aullido ya que estoy a vuestras puertas)

Giré un poco la cabeza. Sería el..?,no lo creía..porque iba a estar fuera entonces?



Miré un instante en silencio a Aspicious,y volviendo la vista hacia otro lugar,dije con la voz mas apagada de lo normal:

-No necesito que Wataru me acompañe.-acto seguido,de manera bastante torpe y lenta,fui incorporándome de la cama,y me puse de pie como pude.

-Gracias por haber cerrado mis heridas-dije mirando a los medicos. -Wataru,tu estabas allí,seguramente seas tu quien me haya traído,gracias por hacerlo.

Acto seguido hice una leve reverencia,y mi cuerpo fue desapareciendo en pequeñas partículas de un color grisáceo muy apagado.

Me teletransporte al Limbo.

No podia evitar preocuparme por Kaede, pero estaria segura bajo el mando de Aurora, confiaba en volver a verla pronto.

Weeenooo Asp, que hacemos con el cachorro desamparado que anda llorando por hay fuera, no parece tener intención de alejarse mucho del infierno.

Le dije a Aspicious, pues aun sentia latente en mi interior el odio que surgió hacia Ian en la cueva de Aral.

-Tranquilo, ya se cansará, no puede estar ahí eternamente. Además, Kaede ya está a salvo en su reino, es posible que más tarde vaya a visitar al lobito.

Dicho esto me senté en el escritorio y saqué un gran libro de historia y comencé a leerlo.

-Por cierto, antes de irte arregla el agujero. Te lo he dicho ya dos veces y no quisiera decirlo una tercera.

Rei a carcajadas.

-Despues de todo lo que acaba de ocurrir, tu te preocupas del agujero del suelo, pues mira hoy estas de suerte, te aré una alfombra con mi túnica para taparlo.

Busqué mi túnica por todas partes.

-Anda! Kaede a devido llevarse mi túnica consigo, al fin y al cabo la tenia puesta desde que estabamos en los desiertos del norte, pues tendré que pedírsela, en ella se encontraban bastantes cosas útiles y... MIERDA!! la bolsa de Aral estaba en uno de los bolsillos! aun quedaba algo en su interior, y Aral lo dejo a mi cuidado, espero que Kaede no la abra...

Me fuí hacia el agujero y lo tapé con un poco de hielo.

-Lo siento, pero es lo máximo que puedo hacer, pero eres rey, seguro que te lo arreglan rápido jaja

Dije riendo.

Cuando finalmente el príncipe se marchó suspiré aliviado. Saqué de mi cinto los dos botecitos que había llenado de esencia de piedra del equilibrio y los puse en el escritorio. Estuve mirándolos atentamente un largo rato y después los volví a coger y me dirigí al laboratorio para analizarlos.