El gran salto

Me encuentro en las cordilleras no lejos, de quel edificio que tantos recuerdos malos trae a mi memoria. Dedici partir, el suelo nevado hacia que mis movimientos fueran lentos. Tras mucho caminar llegue a un acantilado era bastante profundo, pero en el fondo se observaba un paisaje tambien nevado.

Salte al vacio gritando-Geronimoooooo.- el suelo ya estaba lo suficiente mente cerca, congele la nieve que habia en el fondo creando un pequeño tobogan que frenaria mi caida, aunque lo hice de modo que saliera un poco despedido hacia arriba, sali despedido y cai suave mente en la nieve. Me sacudi un poco la nieve y movi mi cabeza, que con el pelo mojado dio un efecto algo extraño. Continue mi camino con paso ligero pues aqui la nieve no era tan abundante como antes.

OFF: por favor arreglen mi firma (gracias)

oí un grito por aquellas cordilleras de nieve y comencé a correr hasta que ví algo que saltó por los aires y cuando fuí a cojerle el ya se estaba alejando, le cojí del hombro con suavidad, parecia un niño, pero cuando se dio la vuelta me sorprendio ese color de ojos-Per..perdona pero esque te e visto caer y.. me e asustado ¿estas bien?-dije verdaderamente preocupada.

Note una mano en mi hombro me gire a ver de quien se trataba. Ho...- me fije bien en aquella persona. U...una mu..mu..mu..mu.. ¿una mujer?- me dio muchisima vergueza, me puse tan rojo que a penas se distinguia la cicatriz en mi rostro, agarre mis manos por la espalda y comence a dar pataditas a la nieve.

Ho...hola- dije con un tono muy bajo mientras seguia con las pataditas. -Me.... me llamo Alex...- con toda mi mala suerte me resbale al dar una de las patadas. Sere torpe... Menuda imagen estare dando... me incorpore y continue mi frase. Soy... Alexander Nikolaevich, un.... un placer- dije aun algo nervioso.

Una pequeña risita dulce me salió sin querer parece que era bastante timido cuando se prensentó le hice una pequeña reverencia-Yo soy luccie hyuga- cuando se calló fuí a irle a ayudar cuando se levantó el solo, parecía estar muy nervioso y yo na podía aguantarme las ganas, le abrazé contra mi con un peueño gritito seguido de un-Kyaa!! que monooo!!-

No me esperaba aquel abrazo, ya me estaba recuperando del nerviosismo asique aunque me movia a trompicones correspondi al abrazo. Me separe un poco.

¿Que la trae po..por aki señorita?- dije tartamudeando levemente. ¿Porque sere tan timido al conocer a la gente?

Estaba volando, disfrutando el aire frio de las montañas, dejandome llevar. Me encanta esto....
Llegue a una zona llena de nieve, y vi a dos personas hablando, pero decidi no entrometerme, no me gustaba interrumpir. Si me invitan voy...-pensé.

Estaba escalando las montañas, como base de uno de los entrenamientos aleatorios que me habia dispuesto. Pese al frio que debia de hacer en el ambiente, mi torso estaba al descubierto (como de costumbro) sin embargo esta vez llevaba unas botas fuertes para sujetarme bien y unos pantalones esta vez no estaba rotos, cosa realmente nueva. No tenia ni pizca de frio, mi temperatura coorporal era bastante mas elevada que la del resto de criaturas y compensaba.

Entonces vi a ana a lo lejos, estaba acompañada de dos personas mal... lo que parecian una caida y un desviado (OFF: no es por ofender lo de desviado, es que se llamaban asi antes la raza y no me sale el nombre de como se llaman ahora asi que ssigo llamandoles asi xDD). Salté y aterricé donde estaban ellos.

-Valla, no me esperaba encontrar con nadie por aqui-dije-hola ana-la saludé con una sonrisa, no con mucho entusiasmo pues ultimamente habia tenido aun mas roces con vampiros y estaba algo resentido-mmm hola, no os conozco. Encantado, mi nombre es Andrew Wingates, principe licantropo-dije con una sonrisa de oreja a oreja.

Me gire y vi a un hombre muy sonriente, demasiado diria yo, pero parecia simpatico.

-Muy buenos dias, yo soy Alexander Nikolaevich, un placer conocerte- dije tendiendole la mano.

se la estreché con firmeza y la fuerza justa.

-Un placer

*FLASHBACK*


tabernera: sabes, en las montañas hay unos baños termales estupendos, yo voy alli devez en cuando, quiza te gustaria ir, es muy facil, solo tienes que subir a las cordilleras y seguir el camino que sube del pueblo y en cuando llegas a la arboleda giras a la derecha, a menos de 2 kilometros estan, son faciles de ver

dana:mmm pues no me importaria ir, esta tarde la tengo libre y necesito un poco de relax, muchas gracias


FIN DEL FLASHBACK


dos horas mas tarde.....

*mierda...dijo a la derecha o a la izquierda?....quiza debi haber cambiado de direccion en el otro cruze...* las alas las tenia tan etumecidas que tube que aterrizar y seguir el viaje a pie, la nieve me llegaba casi asta las rodillas y pese a el gran abrigo de piel que llegaba la nieve no dejaba de colarse por entre mis ropas, no importase cuanto las secase, el frio que sentia no se iva.


otras dos horas mas tarde.....

*MIERDA!!!! estoy absolutamente perdida....esos arboles ya los e visto y esas pieras con forma de lobo las pase hace mas de media hora....estoy dando vueltas el circulos.......* pense, suspire y me sente en la nieve rascando la cabeza con las manos enfundades en densos guates de piel *quiza si voy hacia..el oeste... pueda dar con el final de esta maldita ladera*



unas tres horas mas..



-me cago en todos los dieses de este mundo!!!!!!- grite desesperada mientras le daba patadas a la nieve-no hay una maldita salidaa en esta dichosa montaña!!!!!- cada vez mas freneticamente segui dandole patadas a la nieve asta que tope con una placa de hielo y resbale rodando montaña abajo.


ahhhhhhhhhhhhh!!!!!!- gritaba mientras caia sin poder frenar. cuando deje de caer habia ido a parar a una gran explanda helada- me sacudi la nieve de la ropa cada vez mas enfurecida con el mundo-si salgo viva de esta juro que mandare a alguien deretir toda esta cordillera......- mire a mi alrededor para intentar ubicarme cuando vi a andrew a unos pocos de metros.






si....!!- me salian lagrimitas de los ojos de la emocion, me avalance sobre el de un salto deribandolo

Vi a una chica acercarse y abalanzarse sobre Andrew. Que cariñosas que son las chicas por aqui, ¿no?.

Alce un poco la mano intentando llamar la antencion de la chica.-Hola, me llamo Alexander Nikolaevich.- dije haciendo una leve reverencia.

De pronto escuché un gran ruido, vi algo rodar cuando quise darme cuenta era dana. Abri los ojos bastante, sorprendido de encontrarla aqui y mas en esas condiciones. Se arrojó hacia mi. Evidentemente no me movio casi de sitio y la abracé sujetandola, la pobre ya no podia ni con su cuerpo.

-Pero que haces aqui mujer!!?-pregunté, en tono preocupado-anda ven, pegate aqui-la acerue lo mas que pude a mi pecho, envolviendola con mis brazos y casi cubriendola por completo devido a la diferencia de tamaños y conflexiones. Mi piel siempre estaba a una temperatura muy alta, como de 46 grados mas o menos, quizas al estar en ese lugar fuera un poco menos, como unos 40, pero aun asi era alta; la daria el suficiente calor para reanimarla.

-me perdi...y me perdi otra vez...luego me resbale y me cai por ay...-señale la ladera por la que hace un momento habia rodando-y tengo frio......- me aberze fuertemente a el tratando de entrar en calor, a los segundos note que alguien me hablaba, no me habia dando cuenta hasta ese momento que habia mas gente a mi alrededor. estaban luccie, una caida y alexander, que se acababa de presentar. les sonrei a todas sin sacar apenas los ojos de entre los brazos de andrew- que haceis aqui?-pregunte curiosa cuando estube algo mas caliente

Estaba relmente congelada, hice un gesto de incomodidad pero me lo guarde y aguante, el abrazo consolaba.

-Nose, yo estaba escalando en base de uno de mis entrenamientos y me los encontre

-Yo, estaba abandonando mi antiguo hogar en busca de uno nuevo.- dije mientras señalaba la zona de donde habia bajado.

Me encontraba subiendo una cuesta no demasiado empinada, que se encontraba llena de nieve. Esta vez llevaba un abrigo blanco impermeable por fuera, y de tela grande y gorda por dentro, tan largo que me tapaba hasta las rodillas.Unas botas blancas que alcanzaban un poco por debajo de mis rodillas calentaban mis pies. Sin embargo, a pesar de todo el abrigo que llevo encima, mis dientes castañetean del frío invernal que me calaba hasta los huesos. Continué subiendo la cuesta, y con los brazos rodeando mi cuerpo, di un estornudo repentinamente.

¡Atchú! Aah... Tomé aire por la nariz, sorbiendo un poco. Hacía un frío épico, pero tenía que subir hasta la cima de aquella montaña. Cada cierto tiempo, rezo en la cima de una de estas montañas, dando las gracias por la vida que tengo, y por lo que se me ha dado. En mi camino, me encontré con un cartel que anunciaba lo siguiente:

Cima Aspritgh -->
<--Cima Relinghert

Tomé el cmaino de la derecha, y me encontré con un tupido bosque. La luz solar apenas alcanzaba la nieve que moraba en el suelo del bosque. Sin embargo, las hojas de los árboles por lo menos calentaban algo el aire. Una ráfaga de aire se levantó repentinamente. Mi abrigo blanco calentito se levantó, por la fuerte ráfaga de viento que me alcanzó. Un frío intenso penetró en mis carnes, y un escalofrío recorrió mi espalda de arriba abajo.

¡FRRR! Qui..qui..quizás...¡Atchú!..tendría que haberme abrigado más...

El frío caló hasta en los huesos, y rápidamente, tomé el abrigo, y me lo pegué más fuertemente a mi. Continué subiendo la cuesta hasta encontrarme una explanada en la que se encontraban algunas personas. Al verlas, una sonrisa se dibujó repentinamente en mi rostro. ¡Personas!Quizás puedan ayudarme a no congelarme

Aceleré el paso, progresivamente, hasta que comencé a correr, expectante. El cabello danzaba al viento, al igual que los bordes del abrigo. Mis ojos verdes, abiertos de par en par, observaban maravillados al grupo. Cuando me encontraba cerca, me detuve en seco. Me erguí, con las manos juntas, y una mirada solemne miraba admirada a las personas que allí se encontraban. Mientras mi cuerpo helado vibraba, me incliné hasta casi estar paralela al suelo, con las manos apoyadas en mis piernas.

Saludos cordiales, señoras y caballeros. Soy Amy Maya Sunie. ¿Sabeis donde puedo protegerme de este intenso frío invernal?

Tras saludar, me levanté, con la mirada expectante de alguna respuesta. Temblaba de frío, y mis dientes castañeteaban lentamente. Mis ojos brillaron al reflejo de la nieve del sol. Paseé mi mirada entre los que estaban. Una parecía una Ángel Caída, había una señorita que por su energía espiritual parecía una vampira. Había también una chica abrazada a otro caballero, que por su espíritu parecía otra Ángel Caída. El caballero parecía un licántropo, y había un chico cerca de la Vampiresa, que denotaba un aura mágica. No conocía el nombre de esa raza, pero la clasifiqué como alguien capaz de controlar la magia.

vi a otra persona correr hacia nosotras, incluso a esa distancia se podia oir el ruido de sus dientes entrechochar, me rei sin querer, me hacia gracia, hacia unos momentos habia llegado yo en la misma situacion, pero en el momento que note su aura retrocedi un paso cautelosa, escondiendome aun mas en el pecho de andrew, despues de todo en su dia habia sido un angel, y era de sobra conocido por todos los caidos que los angeles nos detestaban en gran medida.

-buenas-salude cuando llego, aunque con un tono menos cordial de lo normal-que haces en estos lugares tan frios? aqui no hay donde poder refugiarse-pregunte curiosa como siempre

Algo llamó mi atencion, entonces pude ver claramente un destello de luz, enfoqué mejor la vision y vi a una mujer, por un momento habia visto su aura pura. Su pelo danzaba al viento segun venia, sonreí, tendriamos mas compañia.

-Encantado, mi nombre es Andrew Wingates, principe licantropo.

"bajo mis brazos" pensé cuando pregunto sitio en el cual poder resguardarse, pero entonces callé, dana estaba al lado y la contesté.

-Queda lejos cualquier cubierto u ospedaje, solo lo encontrareis bajando al pueblo... quizas casi abajo del todo en la caseta del guardia pero poco mas. Permitidme la pregunta: ¿Que os trae por estas cumbres tan gelidas?

Miré su atuendo, iba bien abrigada... de echo todos lo iban... parecia mentira que fuera el unico queiba sin camiseta y siquiera se inmutaba ante aquella tempestad.

Noté como dana se escondía aun mas entre mi pecho, la mire, bajando la cabeza.

"Es cierto, los angeles caidos son bastante despreciados tanto por demonios como por angeles..." pensé, aun que no me puse siquiera en guardia. Si pasaba algo, fuera lo que fuera, dana no iba a salir dañada, yo estaría ahi para evitarlo. De todas formas tampoco tenia por que pasar nada. Luccy estaba ahi y no la habia atacdo... aun que eso tenia mucho que ver por que era ella.. si hubiera sido otro vampiro...

(una cosa, yo sigo apartada, nadie me va a invitar?? )

Sonreí amablemente a la presentación de Andrew, e hice una reverencia levemente, inclinándome al frente. Cerré los ojos tras la reverencia, y con la sonrisa plasmada en mi rostro, respondí a su saludo y sus preguntas.

Encantada de conocerle, señor Wingates. Mucho gusto en conocerle. Y a su pregunta, caballero, le he de decir que he venido para rezar a un familiar que murió hará algún tiempo, y por el sino que me ha sido designado vivir

Giré mi cabeza, y vislumbré a la otra Ángel Caída serena en pie. Observaba al grupo, con alevosía, y yo con una mano hice un ademán indicando que se acercara.

Venga, señorita, por favor. No se quede allí tan solitaria.

Fijé mi vista luego en Andrew nuevamente, y observé a alguien pegada a su pecho. Temblaba, y su energía psíquica indicaba que tenía cierto miedo. Manteniendo la misma sonrisa de antes, observé con mis ojos abiertos a la chica atentamente, y caminé lentamente para acercarme. Me detuve a una distancia segura, no pretendía asustarla.

Buenos días, señorita. Qué guapa es usted. ¿Por qué me tiene miedo? Entiendo que los Ángeles Caídos tengan miedo a represalias, sin embargo, yo no le vengo a causar mal alguno, señorita.

Mantuve mi sonrisa cálida y amable, intentando que perdiese ese miedo a mi, y me acerqué un poco más, con los brazos abiertos en señal de buena fe.

¿Le gustaría presentarse para sentirse más cómoda, señorita?

Mi mirada de ilusión se mantuvo expectante esperando una respuesta de la chica. Entiendo que antes haya sido un Ángel, tal y como yo lo soy, pero el que sea diferente a mi no significa que tenga deseos homicidas.

me rasque la cabeza avergonzada-perdona, se me habia olvidado lo amables que podian llegar a ser los angeles, es solo que durante mi vida me e encontrado con varios que an deseado ajusticiarme, prefiero ser precavida, no me gustan los enfrentamientos- aprete su mano energitamente mientras sonrei-yo soy dana la reina renegada de los caidos, y la otra caida-señale a elizabeth- es mi princesa


-lamento que tengas que venir a este lugar por unos motivos tan tragicos...-sin quererlo mis propios recuerdos me vinieron a la mente, desde su muerte nunca habia ido a ver la tumba de mis padres

La sonrisa cercana de mi rostro se mantuvo presente mientras estrechaba mi mano y escuchaba su relato. Me extrañó que me diese la mano en lugar de darme un abrazo, pero es formal y muy correcto tal saludo. Observé su dulce cara, ahora más alegre al sentirse mejor. El miedo desapareció de su mente, y pareció más tranquila, sobretodo con tal sonrisa de oreja a oreja. Observé con los ojos abiertos, maravillados por el repentino cambio de humor de la chica, y respondí solemne a su presentación.

Encantada de conocerla, Señorita Dana, un placer en conocer a tal excelencia. Y es otro gran placer conocer a su princesa.
Dirigí mi mirada a Elizabeth, y con ansias de conocerla y gran expectación, me dirigí a ella- ¿A quién tengo el placer de conocer, señorita Princesa? No sea tímida, por favor Luego volví a mirar a Dana atentamente, y respondí a su respuesta.

Y no se preocupe, no es mi intención hacerle ninguna barbarie como esa. Aunque está muy bien ser cuidadosa, hay que tener los ojos en cualquier lugar, querida.

Pareció lamentar la muerte de mis abuelos, pero eso ocurrió hace mucho tiempo, y fue producto de la edad. No importaba ya, estaban con los dioses.

No se preocupe, Dana. Ocurrió hace mucho tiempo. Es natural que por ser muy mayor, la gente se muera. También venía a dar gracias al destino por tener la suerte que tengo.

Mi rostro pareciera mostrar inocencia, con una sonrisa grande plasmada en mi cara. Esta chica parecía buena persona. Podríamos llegar a ser buenas amigas.

Atendí a las palabras del angel, sentí lastima por el tragico motivo que el destino la habia atraido hacia nosotros. Yo bien sabia lo que era perder a seres queridos, ni mas ni menos una vez los perdí a todos; pero todo sigue y me contentaba en el consuelo de tener a dana y, en parte, a lo que quedaba de hermano metido en el cuerpo de aquel vampiro; sin olvidarme de Ian. (OFF: no es por ofender a los demas, es que esas personas son las mas "especiales" xD)

Atendí en silencio los actos siguientes. Entonces hablé.

-Siento que sea ese el motivo, pero denotais coraje al, pese subir con este temporal lo alto de las cumbres, sentidos empujada por una acción tan noble. Al igual que sigais conservando fé en los dioses, ultimamente no veo demasiada gente seguidora de ellos; aun que bueno, usted es un angel, al fin y al cabo tiene logica-Realmente los dioses ami poco me importaban, incluso mas de una vez habia tomado su nombre en vano e incluso me habia llegado a creer mejor que ellos... y alguna secuela de ello me quedaba. Sin embargo, respetaba al que creyera. Acto seguido le mostre una calida y amplia sonrisa-pero todo continua y hay que mirar el futuro con buen ojo y seguirlo con buen rumbo

Me acerqué, con un brillo de inocencia en mis ojos, al licántropo, y me detuve frente a él. Observé sus ojos profundamente, sin perderlos de vista. Tras mirarlos un rato, comencé a hablar, respondiendo a lo que dijo anteriormente.

No se preocupe, no es nada, jeje. Estarán con los dioses, o viviendo entre nosotros ahora mismo. Algo me dice que usted no cree, señor, pero no se preocupe, no soy religiosa pura. Y por supuesto que miro al futuro. DE hecho, pienso continuar la tarea de mi madre. Y me alegra ver que hay personas sensibles como usted, Andrew.


Temblé levemente de frío, y bajé la cabeza, poniendo el brazo delante, para estornudar y no dejarle lleno de saliva al licántropo. El frío continuaba calándome hasta el fondo, y algo tenía que hacer para no congelarme.

¡Atchú!..arf... Siento esto, este frío me está calando. Seguro que si hago algo con el agua, se congela en breve. y por cierto, gracias por la hospitalidad, pero si no hay nada donde guarecerse de este frío, tengo que continuar mi camino. Sois muy amables

Miré la cima de la montaña, tras lo cual di un largo suspiro. Parecía una ardua tarea escalar tal montaña, y en estas condiciones metereológicas. Pero no había otra, tenía que cumplir con mis rezos alguna vez.

whujajaja que gran idea!- exclame mientras daba un saltito en el aire, toda aquella montaña era agua, helada, pero agua, calentarla seria agotador pero.....

sonrei y una ola de agua, casi en estado de hielo se levanto del suelo, congelandose a mitad de camino, creando una especie de semicupula que los tapaba del viento y la nevada

-jejejejejeje-me rasque la nariz feliz, por una vez habia tenido una idea decente, andrew ya no se podria quejar


off:esperemos a los demas, que solo estamos posteando 3