Los otros últimos preparativos.

Maldita sea, no podia parar quieto. Andaba de un lado a otro sin saber que hacer. No habia nada que hacer. Apenas quedaban unas horas y ya estaba todo preparado. El traje estaba encima de mi cama. Era un traje elegante, rescatado de mi época mortal. Estaba en perfecto estado. Pantalones y chaqueta negra, una camisa blanca. Todo muy adornado, no demasiado recargado, como era mi gusto.
Envié una nota a Aspicious. Maldita sea, si no tenia nada que hacer por lo menos me mantendria entretenido. No podria aguantar un par de horas más asi.

Llegué al castillo vampírico alegremente, se acecaba la esperada boda y Walter estaba de los nervios. Entré en la sala donde se encontraba el príncipe y salude cordialmente.

-Walter sangre fría está nerviosín, ¿eh? - comenté sarcásticamente mientras me reía

Vi entras a Aspicious y me acerqué a estrecharle la mano.
-No recuerdo ser un lagarto. -Dije con una media sonrisa.
Pero si, estoy nervioso. Como no iba a estarlo. Maldita sea, no se que hacer. Esperaba que tú pudieses ofrecerme distracción.[/color] -

Me senté en la silla y me crucé de piernas.

-Como podrás entender, yo no soy un mono de ferias, siento quitarte la ilusión - dije guasón

Me senté en una esquena de la cama, con cuidado de no desdoblar el traje.
-No necesito un mono de ferias... Me valdria con un comediante. -Paré un momento y fingí quedarme pensativo.
-Tal vez deberia haber llamado a Wataru... Aunque habria que haber limpiado la alfombra. ¿Que tal se esta portando últimamente?

Me encogí de hombros mientras respondía.

-Bueno, digamos que el otro día estuvieron a punto de morir él, Ian y Kaede entre otros. No tuve más remedio que ayudarles, y para colmo hizo un agujero muy feo en mi moqueta. ¿Te lo puedes creer?

-Vaya, a Luccie no le habria gustado que Ian muriese. Kaede... ¿Y más? -Creia vislumbrar el problema.
-Verdaderamente son unos payasos, si que deberia haberlos llamado. Y encima hizo un agujero en tu moqueta. ¿Y le permitiste vivir? Deberias haber atravesado su garganta.

Reí amargamente.

-Ese maldito bastardo no merece sentir el frío de mi filo. Además, pese a todo aún me puede ser útil. Tiempos difíciles se acercan, y Wataru es un demonio poderoso, su ayuda puede significar una gran diferencia.

-Eso no lo dudo... Si consigues que no te explote la cabeza con sus sandeces. -Suspiré, viejas costumbres de gente viva.
-Tiempos dificiles... Asumo que sabes lo de las piedras.

-Asumo que tú también debes saberlo si me haces esa pregunta - dije riéndo entre dientes.

-Si no me hubiese enterado habria perdido facultades. -Dije con una sonrisa encogiendome de hombros.
-Además, conociendo gente como Salem o como tú, es imposible que uno no se entere de algo.

Estaba dando una vuelta por el castillo cuando oí voces , pense acercarme y saludar.

Ví a Walter hablando con un extraño.

-buenas- djie con una inclinacion- ¿molesto?

Me encogí de hombros, despues de todo Asp tenia razón. Si Salem no lo conseguia era poco probable que yo pudiese. En ese momento entró Nat. La miré de arriba abajo y vi que no estaba preparada.
-No, en absoluto. Por cierto, Nat. He de pedirte un favor. Necesito que leas la mente de todos los invitados que vayan entrando. Yo iré rastreando para evitar que se cuele nadie sospechoso. Pero tu habilidad es aún más importante. ¿Puedo contar contigo?

Volví a hacer una inclinacion de cabeza.

-Por supuesto Walter, puedes contar conmigo. Yo ahora me iré a poner mi vestido nuevo para el evento.

Me dí cuenta de que no conocía al otro tipo que estaba al lado de Walter.

-Por cierto, me llamo Natasha Higuarashi.

-Aspicious Oicilpus, rey de los demonios, un placer - dije haciendo una formal reverencia.

-Confio en ti Nat. Y ahora que estan hechas las presentaciones me alegra comunicar lo siguiente. Me temo que Aspicious va a ser el padrino. -Dije poniendo mimano sobre su hombro. Sabia cuantiiiisima ilusión le haria aquello.

Aquello me pilló relativamente de sorpresa.

-Oh, vaya. Gracias Walter, será un honor.

-Es un placer concoerle Aspicius y me alegra mucho que usted vaya a ser el padrino.
Les sonreía a ambos, estaba muy emocionada con la boda. Nunca había asistido a algo similar.

-Y ahora creo que deberiamos prepararnos. La boda empezará dentro de poco. Asi que si me disculpais... -Dije invitandoles a salir con una mano.

Hice una cordial reverencia a Walter y me despedí entre una nube de oscuridad.

-Pronto nos veremos, es momento de ir a prepararse.

Les sonreí a los dos.

si voy a cambiarme que ya es hora, os vere luego en la ceremonia.

dicho esto salí de alli