Poco a poco, y procurando no llamar demasiado la atención los brujos atravesaban sus portales para llegar a las llanuras. Una vez allí comenzarón a crear complicadas salvaguardas mágicas, enormes sellos mágicos que evitarian que los humanos detectasen la batalla. Debido a la inmensa extensión de terreno el trabajo no terminaria hasta la noche del dia siguiente, probablemente momento en el que empezarian a llegar los aliados.
Si algún humano se acercaba a la zona de trabajo... Bueno, los accidentes ocurrian. De todos modos, los brujos iban protegidos con Glamoures, pequeñas ilusiones que evitarian que fuesen detectados por los humanos.
El trabajo fue llevandose a cabo diligentemente. Para cuando yo llegué los brujos ya estaban desperdigado y trabajando. Miré mi mano contemplativo... El sello en el que habia estado trabajando estaba comprimido y pegado a mi piel. Miré al cielo y suspiré. Por lo menos todos mis asuntos estaban cerrados.