El gran cumpleaños!! (solo los que recibieron MP)

Me movía impaciente por todos lados, ya casi era la hora de que llegara todo el mundo, porfín habia llegado el dia, mi pequeña cumpliria sus 16 años.. o mas bien sus 6 o 7. Miré todo el salón de baile, estaba realmente precioso, habia necesitado mucha ayuda para remodelarlo a gusto de los invitados, pues no todos tenían el mismo sentido de la decoracion que nosotros. Grandes velas y antorchas anunciaban el camino hasta el gran salon de baile, hoy era un dia demasiado importante.

El salon, iluminado por diferentes antorchas y luces, era enorme, cabian miles de personas ahí dentro, justo delante de las puertas estaba una gran escalera que subía hacia ambos lados del castillo. Varias mesas a los lados, con diferentes bebidas al gusto de todo el mundo y diferentes tapas, aun que vendrían camareros y cocineros para ahorrarnos trabajo. Llevaba un vestido victoriano bastante sencillo, en rojo y negro, el cuello era en pico, con los tirantes anchos y una falda larga, sin muchos volantes. -Bien... ya es la hora-Pronto debían de estar llegando los invitados, pues esta noche era especial para mi, para Walter y sobre todo para mi pequeña Lucía. Quería animarla de alguna forma, ya que volvía normalmente con la cara seria y sepasaba las noches enteras fuera, incluso un dia volvio tatuada.

Pero estaba segura... de que esta noche iba a ser inolvidable para ella y para todos nosotros. Me coloqué la mascara roja con bordados negros, la tematica habia sido una fiesta de mascaras al principio de la noche, era lo que se llevaba en estos tiempos.

Ya habia llegado el dia señalado, Luccie estaba como loca, queria que todo saliese perfecto. Y la verdad es que tenia buena pinta, era un gusto no tener que tener barreras mágicas protegiendo la sala, aunque la guardia si que se mantenia, por lo menos no sería tan tensa como mi boda con Luccie, aunque yo siempre recordaria aquel dia con gran alegria.
Caminaba por le gran salón ultimando los detalles y perdido en mis pensamientos, esperaba que fuese una gran noche para Lucia, ya que últamente estaba descuidando muchas de sus obligaciones, sin embargo, teniendo en cuenta su estado anímico tampoco habia queria inmiscuirme. Tal vez pasase a hablar con ella al dia siguiente. Criar a una hija no era tarea facil.
-Ya no queda mucho. -Dije al acercarme a Luccie y situarme a su lado. Iba vestido con un traje negro elegante y lo suficientemente sencillo como para no resaltar. Ajusté los puños de la chaqueta con cuidado y recoloqué las mangas de la camisa blanca que llebaba debajo. Despues me puse mi máscara, un rostro completo con pico curvo, el lado derecho era blanco con adornos plateados y el otro era negro con adornos dorados.

El gran día había llegado. La pequeña Lucía cumplía años, había que ver como pasaba el tiempo hace poco no era mas que una recién nacida y ahora cumplía 7 años.

Hacia mucho tiempo que no salía de mi habitación, aun no me había atrevido.

Todavía estaba muy delgada y mi aspecto no era de lo mas favorable.

Llevaba un vestido rojo, un poco escotado, y unos tacones negros.

Entre en la sala y ahí vi a Luccie y Walter. Fui decidida hacia ellos.

-Buenos dias- salude.

Vi como mi madre salía del cuarto y yo continué allí parado delante del traje. No me agradaba mucho la idea de llevar aquel aspecto ni de ni siquiera aquello me quedara bien o llegara estar cómodo. "Supongo que tendré que hacer una excepción por ser esta ocasión..." Pensó sonriendo con levedad. Al acto se desvistió poniéndose aquella nueva muda con la cual no estaba familiarizado. Era un traje normal y corriente negro con su camisa blanca debajo, una corbata negra y un par de zapatos también oscuros. No hay forma de atar esto.. Susurró para el mismo sin poder atarse debidamente la corbata dejando esta puesta en su hombro. Era ya la hora y no quería llegar tarde. Se retiró el parche dejando su ojo al descubierto y agarro su mascara totalmente negra con el borde blanco,con una peculiar sonrisa blanca y como no con el ojo derecho tapado. Acto seguido se la puso y bajó a prisa revolviéndose el pelo como siempre dejando este algo revuelto ya que era algo peculiar en el.
Una vez llego al salón miró a lo lejos y pudo ver a su madre así que fue a prisa. También allí se encontraban los padres de Lucía o mejor dicho la reina y el príncipe. Me retiré con levedad la máscara cerrando mi ojo derecho y saludé haciendo una pequeña reverencia. Buenas! Dije energéticamente. Al acto miré a mi madre y sonreí tontamente. Puedes ayudarme con la corbata?... Dije agarrando esta de mi hombro colocándome de nuevo la mascara en la cara para estar de nuevo cómodo.

16 añitos ya... Fue lo primero que se me pasó por la cabeza cuando lei la invitación que llegó al castillo. No tuve que pensármelo dos veces para decidir ir al reino vampírico, a pesar de todo lo que conllevaba, pero era el cumple de la pequeña y no podía faltar.
Me puse un traje negro, de la época, aunque no muy ostentoso ya que la protagonista debía de ser Lucía. Me puse la máscara, que aunque no me gustaba mucho llevarla debía hacerlo. Esta era simple, pero el toque característico lo llevaba un pequeño hocico que en otro momento sería un claro gesto de ofensa pero tratándose del evento que se trataba, no creía que fuese un problema. Aún así, entré despacio y "con cuidado" conociendo las consecuencias de cualquiera que fuese mis actos al estar en aquel lugar tan.. diferente al mío.

Mi pequeño al fin había echo acto de presencia. Iba muy guapo con un traje que le hacia bastante atractivo y con una máscara que le daba un aire de misterio que le quedaba bastante bien.

Despues de saludar a Luccie y Walter se dirijoo a mi para que le ayudase con la corbata.

Me coloque frente a el y le sonrei con mucha dulzura, creo que era la primera vez en mucho tiempo que sonreia asi.

-Veo que se resisite la corbata eh.

Con un movimiento suave le hice un buen nudo a su corbata. Mire a Ryu a los ojos.

-Asi mucho mejor.

Le dedique una calida mirada mientras me colocaba mi mascara veneciana en el rostro.

Off: El post de Natasha esta a media o me lo parece a mi? xD

On: Entré por la puerta con aire altivo y resolución. Por lo menos habia que aparentar, este iba a ser mi primer acto social desde que volví de Lineris. Habia elegido para la ocasión un Qipao largo, vestimenta oriental con el cuello cerrado y ajustado al cuerpo, se ajustaba como un guante. Era un traje elegante pero sobrio, de mangas largas y anchas y el largo de la falda hasta los tobillos, abierto por un lateral. Era de color negro con motivos florales en dorado y plateado apagados. La máscara que habia elegido para la ocasión solo tapaba media cara, era tambien de color dorado apagado, casi naranja y parecia representar una llama.

Me adentré en el salón temiendo que cualquiera se me echase encima en cualquier momento, pero no ocurrió nada. Llevaba mi aura reducida para no llamar demasiado la atención, pero solo al nivel de maestra.

Me aproximé a los dos vampiros que habia en el centro de la sala y que tenian un claro parecido con Lucia.

-Buenas noches, mi nombre es Samantha Evans. Recibí la invitación de Lucia. -Hice una cortés reverencia, con las manos juntas, tapadas por las mangas del vestido, a la altura del pecho y les entregué la invitación que habia recibido y que ya habia mostrado a los guardias. Me giré hacia los demás.

-Encantada.

La gente empezaba a llegar, al menos asi fue con Natasha y Ryu. Miré a Walter-no queda nada... estoy segura de que nuestra pequeña estara esplendida esta noche-dije dandole un abrazo. Me acerqué a Natasha y a ryu sontiente y muy entusiasmada-Que elegantes os veo esta noche-comenté mirando a Ryu, era un traje sencillo pero no se le veía muy comodo con la corbata. De repente olí algo, era tenue pero podía distinguirlo, Ian habia llegado. Caminé con paso rapido y firme hasta su posicion abrazandole-Me alegra tantisimo que hayas podido venir..-susurré casi espachurrandole, estaba realmente contenta de verle. Antes de que siquiera me pudiese responder alguien se presentó ante mi. Llevaba media cara al descubierto y un traje extraño al que estaba acostumbre, sin embargo no dije nada.Lo que si me llamó su atencion fue reconocerla como mestiza, su aura tan parecida a la de Fereither..

Mostré una de las mas grandes sonrisas, hoy estaba demasiado feliz. Me quité la mascara, dejando ver bien toda mi cara-Luccie Hyuga, reina de los vampiros-me giré hacia Walter que estaba a mi lado-Y este es mi marido Walter... es un placer conocer a una de las amigas de mi hija, aun que e de decir que el que seas mestiza realmente me a sorprendido, hacia años que no veía un mestizo. Sin embargo me alegro muchisimo que estes aqui, siempre e pensado sean de la raza que sean las personas son bienvenidas-eso era algo que acostumbraba a decir mucho, pues era realmente cierto.

off: nose que pinto yo aqui, pero bueno ana, por ti se hace lo necesario xD

entre por la puerta tratando de no hacerme notar, por alli veia muchas caras nuevas y algunas viejas, reconoci falcilmente a luccie, estaba igual que siempre, *por ella no pasa el tiempo*, a su lado estaba walter, ian , un vampiro joven que no conocia, una mestiza y natasha. al ver a esta ultima la ira me apreto el estomago, aun recordaba claramente quien habia sido la causante de la muerte de temma, y aunque hace años habia prometido no atacar abiertamente el reino vampiro, y conformarme por el castigo que recibio en su momento, no podia evitar sentir eso dentro de mi, verla feliz mientras abrazaba a todas aquellas personas solo me hacia pensar en la vida que temma podria llegar y gracias a ella no.

desvie la mirada y di un par de pasos hacia ellos, intente alisarme los pliegues de aquel vestido gris que llevaba colgado del armario de mi habitacion el tiempo suficiente para considerarle una antigualla, era de un corte sencillo, asta las rodillas, con unos finos tirantes y un escote de barco. al lado de toda la opulencia del castillo de luccie me veia absolutamente vulgar, pero todo mi ropa habia ido desapareciendo en estos años y aquello era la mas decente que me quedaba.

me cambie el paquete que contenia el regalo de lucia de mano y avance algunos pasos mas hacia el grupo, no sabia que decirles, tampoco entendia muy bien porque habia decidido ir a la fiesta, podria haber enviado el regalo mediante un emisario junto con una carta de disculpa, pero en el fondo deseaba ver a aquellas personas que consideraba mis amigos

-ho..hola- dije interumpiendo el abrazo entre luccie y aquella mestiza, me rasque la cabeza nerviosa, sobandome el pelo, que ahora llevaba mas largo que la ultimo vez que me vieron- cuanto tiempo no?- volvi a hablar tratando de romper el hielo de la situacion

Había perdido la cuenta desde la última vez que había salido al mundo. Desde la pérdida de mi querida hermana, que tanto empeño había puesto en encontrarla, no había logrado levantar cabeza, volviendo a mi antigua caverna de hielo para retomar mis investigaciones y dejar la vida social por un tiempo. Pero eso no había sido obstáculo suficiente para los murciélagos de mi querida amiga Luccie para encontrarme. Y, sinceramente, nunca la había fallado y esta vez no sería la primera.

Me aparecí a las puertas del Castillo Vampírico en un destello de luz. Mi melena dorada como el sol iba suelta y al aire. Vestía un traje de corte informal color marfil, con pantalones de lino, camisa blanca del mismo estilo abierta por el cuello y algunos botones de arriba, y una chaqueta marrón a juego con los zapatos. Mi look había cambiado un poco, ya que ahora era algo más informal, pero no dejaba de tener mi esencia.

Me acerqué con una amplia sonrisa hacia los anfitriones.

- Mi querida Luccie, ¡estáis espléndida! -Dije tomándole la mano como de costumbre, para posar un suave beso en su dorso. Después me volví hacia su apuesto acompañante, realizando una pequeña inclinación de cortesía-. Me alegro de volver a veros, Walter.

Me giré hacia el resto de los invitados, respirando profundamente.

- ¡Ay...! -Suspiré-. No puedo esperar a verla... -Les dije a ambos. Me refería a la pequeña cumpleañera.

Había recibido la invitación al evento por parte de la madre de Lucía. Había sido muy considerado por su parte el habérmela enviado, teniendo en cuenta que por gracia del destino hubiese tenido que despertar de mi letargo en territorio actualmente renegado.
No sabía cómo le sentaría a Lucía verme allí, pues desde aquel fatídico desencuentro en mi casa con Dean, las aguas estaban bastante revueltas y no la había vuelto a ver... esperaba que regresaran pronto a su cauce... pues echaba muy en falta las tutorías con mi pequeña princesa... No sabía cual sería su reacción, pero sí tenía muy claro que no iba a faltar en un día tan especial para ella.
Además, por otro lado iba a ser un gran evento social y, por tanto, una estupenda ocasión para mí de conocer a personas de otros reinos y razas, socialmente reconocidas en Vaahl... sin olvidar de que podría ponerme al día de la situación actual en el continente, por muy descabellado que pudiera parecer.
Le enseñé la invitación a los guardias de la entrada, me sorprendió que no se pusieran a revisarla para comprobar si la firma y letra de su reina fueran auténticas, y por el contrario me permitieran pasar libremente.
Mi aura estaba a un nivel normal para mí –el que me correspondía como princesa–, ya que, si me había invitado la misma reina vampiresa, consideraría una ofensa hacia su persona el esconderla. Había venido por Lucía, y a disfrutar de la fiesta en su honor, no tenía porqué ocultar a nadie quien era.
Caminé hacia el lugar de la celebración con paso firme y decidido. Hoy vestía de negro al completo, pues no deseaba robarle el protagonismo a mi pequeña princesa en su día. Un traje de corte victoriano con encajes negros repartidos por la falda, sin tirantes aunque el corsé se cerraba un poco más alto de lo habitual disimulando mis voluptuosidades, y el cual llevaba sobre él un entubado y rígido molde que aplastaba todo mi torso, desde la cintura terminando en dos picos a ambos lados del escote que apuntaban hacia los hombros. Dos finos aunque largos guantes de seda negra cubrían mis brazos hasta casi los hombros. Y un sutil velo de encaje también negro cubría parte de mi rostro –cuyo particular delineado en negro no dejaba de resaltar mis transparentes ojos azul grisáceo como la cristalina agua–, enganchado sutilmente en un tocado que ayudaba a recoger mi cabello platino elegantemente por la parte superior de mi cabeza, dejando caer el resto lacio y rebelde cuan largo era, hasta algo por debajo de la pomposa falda que me cubría hasta los pies.
Entre las manos, y a la altura de mi vientre, llevaba un saquito de tela azul sedosa que parecía envolver algo cuadrado.
A mi entrada en la fiesta, eché una visual. No me equivocaba... muchas caras desconocidas nuevas para mí... Pero primero debía presentarle mis respetos a los padres de Lucía. Me presenté ante ellos mostrando una media sonrisa traviesa.
–Majestad... –Dije con voz suave y susurrante como una caricia, arrodillándome cortésmente ante la madre, inclinándome impecablemente como solían hacer las señoritas –o damas, en mi caso–, agachándome ligeramente, sosteniendo con una mano un lado de mi falda –sin soltar el saquito azul con la otra, pero armonizando el gesto– e inclinando ligeramente la cabeza hacia ella.
Al volver a erguirme crucé una tensa mirada con el acompañante de la reina... Le recordaba perfectamente de la Torre del Fin y yo no parecía agradarle demasiado, pues así me lo había demostrado entonces con su intolerancia característica. Aun así, incliné la cabeza también hacia él, ya que los modales que Mater me había inculcado, me impedían dejar a nadie en la estacada, por más que hubiese intentado matarme... debía guardar las formas.
Le devolví la mirada a la reina, atravesando la suya verde esmeralda intensa, me recordaba al paisaje de un bello y frondoso bosque...
–Le agradezco la consideración al haberme invitado. Le prometo que no se arrepentirá. Y puede considerarme fiel a su hija... pues el haber despertado en tierras renegadas no me convierte en tal –Crucé una fugaz mirada con el príncipe vampiro–, pues hace mucho yo gobernaba estas tierras junto a mi madre y mis hermanos... mucho antes incluso de que las tierras de los vampiros fueran divididas y se nos separara... En definitiva, a todos nos une lo mismo...
Lejos de lo que hubiera podido parecer por mi comentario, mis intenciones al contárselo no eran más que informativas, hacía mucho que era una vampiresa libre y sin ansias de poder gubernamental.

Correspondí el abrazo de Luccie. La gente comenzó a llegar en rápida sucesión, primero llegaron Natasha y su hijo y poco más tarde Ian. Saludé al pequeño Ryu y y miré a Natasha friamente, pasaría un tiempo hasta que volviese a confiar en ella. Me acerqué a Ian y le saludé tambien, por poco que me gustasen los licatropos era familia de Luccie.
Entonces apareció una mestiza, su aura era la de una maestra. ¡¿Una mestiza?! No se habia vuelto a ver ninguna desde Fereither, y no es que guardase muy buenos recuerdos suyos. Era un ser bastante... Repugnante. Sin embargo esta meztiza parecia de los más normal, obviando su aura.
-Encantado de conocerte, Samantha, es extraño ver mestizos por estoy lares. -Correspondí a su saludo con una cortés inclinación de cabeza. -Y no solo eres mestiza, si no que además vienes de Lineris. -Dije al reconocer el su vestido tradicional.

Despues de la mestiza entraron Dana y Lucius... Lucius... Conocía de poco a aquel angel, y lo poco que habia hablado con él no me habia dejado mala impresión, tal vez un poco mujeriego pero con los pies en la tierra, sin embargo no podia evitar mostrarme incomodo con su aura luminosa. Los saludé a ambos con cortesia, como a viejos amigos.

Tambien entró Katerina, la vampiresa renegada... Nuestro primer y último contacto habia sido como poco abrupto. De hecho, habia intentado matarla, con un nivel de exito relativamente corto. Hice una reverencia ante ella, como correspondia al su saludo.

-Sin embargo, al primer rey al que acudisteis fue a Itachi. Sin embargo eso hoy no importa. Sed bienvenida como nuestra invitada, Katerina. Compartid con nosotros nuestra velada y nuestros alimentos. Y espero que no os tomeis a mal nuestro último encuentro, por lo menos he intentado matar a la mitad de nuestros invitados. -Terminé de hablar con una sonrisa mordaz. Esa noche era nuestra invitada, y como tal, estaba protegida. Esta noche deberia salir todo perfecto.

Walter saludo a Ryu pero a mi me dedico una mirada fría, no me sorprendía me había ganado su desconfianza solo esperaba que con el tiempo se le pasara.

Al poco rato llegaron mas invitados, entre ellos una mestiza, un ángel y...una vampiresa a la que no había visto en mi vida. Este cumpleaños estaba cargado de sorpresas.

Pero no me había fijado hasta ese momento que Ian había aparecido. Eso me alegro, era de los pocos amigos que me quedaban.

Le eche una mirada cómplice y le sonrei.

OFF: Anda que esperais xDDD ON:

Llegamos a tiempo, habiamos tardado algo más de lo normal pero no pudimos llegar antes. El regalo de Lucia había sido fortuitamente oportuno, tal y como yo pensaba, pero se había complicado algo las cosas, de ahi nuestra demora.
El regalo se lo dejé a uno de los centinelas vampiricos, comentandole que era y que lo dejara a buen recaudo.. era un regalo... delicado.

Me habia puesto mi tipico traje negro, y como ya me empezaba a molestar la corbata me la había aflojado un poco. Llevar tanta ropa me resultaba algo incómodo. Al parecer este era una fiesta de "disfraces" asique iba con mi sencillo antifaz de color negro y con pequeñas franjas rojas cubriéndome los ojos.
Dean y yo llegamos justo a tiempo de escuchar el pequeño discurso de Luccie. Pude distinguir a conocidos invitados y, como era de esperar en esta pareja, todo el castillo se había engalanado con casi extravagancia por el cumpleaños de la pequeña Lucia...
Como pasaba el tiempo... sonreí y miré a Dean... aun que tenia muchos menos años, tanto fisica como mentalmente ahora mismo aparentaba ser un hombre hecho y derecho de 18 o 19 años... Me sentía muy orgulloso de él.
Despues iria con Ian, a quien vi al fondo. Eramos los únicos licántropos ahí y se sentia bien estar juntos y no oler tanto vampiro.

Me acerqué a Luccie y Walter, saludándoles.

-El gran dia ha llegado eh? Buenas noches a los dos-dije sonriente

Lleamos al castillo, nunca había entrado dentro, que yo supiera. Lo observaba todo con cierta admiración. Me resultaba increíble la bonita decoración y atención que habían puesto a este evento. En realidad para mi los cumpleaños cada vez eran menos especiales, eramos seres longevos y el tiempo, al igual que los años, no tenía que tener tanta transcendencia para nosotros.

Como nunca habia asistido a ningun acto de este tipo, almenos con el cuerpo tan desarroyado como ahora, mi padre me habia llevado a comprar un buen traje. Lo había elegido yo: pantalones y chaqueta negro mate, esta ultima de dos botones, la camisa rojo vino tinto y la corbata de rayas diagonales alternando el color negro y el rojo minimamente más oscuro que la camisa. Los zapatos eran claramente negro pero brillaban un poco de lo limpios que estaban.
Como era una fiesta de máscaras habia elegido una que concordaba bastante bien con el color de mi traje, algo diferente a la de mi padre pero bastante similar.

En el bolsillo de mi chaqueta cargaba con el regalo de Lucia. Mi padre había insistido en regalarle entre los dos aquello que habia dejado a los centinelas vampiricos para que cuidaran, y tenia sentido por que era tan suyo como mio en gran medida. No obstante, el regalo seguia siento más suyo que mio para mi, por lo que ya me habia encargado de adquirir uno personal que se lo daría en algun de la noche, a solas.
Pensando en lucia.. ¿Donde estaría? supuse que aparecería más tarde, dejandonos con la expectacion.
Entonces llegó a mi un agradable y conocido olor. Era Katerina. No lograba verla, pero si la olía, no pude evitar sonreir y buscarla con la mirada, pero lo disimulé y seguí a mi padre hasta Luccie y Walter.

-Buenas noches-dije, haciendo una pequeña reverencia-Tienen un castillo muy bonito-dije sonriendoles

Había sido invitada al cumpleaños de Lucía, cosa que me extrañaba, puesto que a la niña apenas la conocía. Supongo que es más bien la invitación de Luccie que de la propia Lucía. Aun así me hacía mucha ilusión. Hacía tiempo que no veía a Luccie, y tenía muchas ganas de verla.

Esta noche iba con un vestido azul de estilo griego, de escote en V, con dos tirantes bordados con bordeles que caían por delante. El vestido a partir de ahí era sencillo y liso, sin florituras. Llevaba un peinado liso, donde la cola haía una espiral hacia dentro, donde llevaba unos palillos para el pelo de un color entre blanco y madera, para sostenerlo.

Tras mostrar la invitación a los guardias, me adentré en el Castillo precedida por éstos, entrando al final en el gran salón.
Al entrar en la sala, vi al resto de invitados con máscaras puestas de diversos colores, formas y tamaños. No sabía, la verdad, quién era quién, pero por el cabello pelirrojo de una chica, deduje que sería Luccie, y Walter el que estaba a su lado. A partir de ahí, no sabía más, pero había auras familiares en esta sala. Unas lumínica...No será...¿no?, otra neutra, y el resto desconocidas.

Me había puesto un pequeño antifaz azul con elementos brillantes por la zona que serían las cejas, pero cuando sentí aquellas auras, me lo quité suavemente y fui a paso ligero, sin correr, levantando con una mano levemente la parte delantera del vestido para no pisármela, hasta que alcancé primeramente a Luccie y Walter, a los que dediqué una inclinación, tras lo cual, abracé a Luccie suavemente.

Luccie, ¡cuánto tiempo sin verte!
Repuse separándome levemente de ella, sonriendo jovialmente. Luego le iba a dedicar otro abrazo a Walter,pero me fijé en que había una chica...un tanto oscura, por lo que desistí de ello y me quedé frente a ambos Me alegro mucho de veros. Todavía recuerdo a vuestra hija cuando era tan linda como un gatito pequeño...Aahww.Repuse soñadora, pensando en la carita de Lucía hará unos años atrás, después de aquel rapto.
Desperté de mi ensoñación y volví a mirarles a ambos.

Cuando la vea, seguro que no la reconoceré, jejeje

No dejaba de notar aquellas auras cerca. Sabía casi con total certeza quiénes eran, pero no debía ser descortés con la anfitriona.

ASí que me alejé un paso estando aún frente a ellos y repuse con entusiasmo, y cierto nerviosismo.

Disculpadme un minutito, jejeje.

Primeramente, vi a una chica de pelo claro con un paquetito en las manos, y vistiendo su característico color gris.
Me quedé pensando un poco mientras observaba su rostro, pero rápidamente me vino a la memoria. Dana, la Reina Renegada de los Ángeles Caídos. Con quien me había aliado hacía muchísimo tiempo. No tenía noticias de ella desde aquellos acontecimientos... Hacía ya mucho tiempo.

ME acerqué a ella, y me quedé frente a ella, mirándola con ojitos brillantes.

¿Dana?¿Te acuerdas de mi?

Aunque no se acordara, decidí darle un abrazo tierno y terroso, mientras la acurrucaba entre mis brazos. A ella siempre la había sentido como a una hermana, y el que fuera menos alta que yo me ayudaba a sentirla así.

Dana...te echaba muchísimo de menos...PEnsé que te había pasado algo malo...

Repuse mientras me separaba levemente de ella, mirando con ternura hacia los ojos melosos, y sonriendo con nostalgia
Pero entonces noté otro aura familiar cerca. Una que había desaparecido de mi vida repentinamente, lo que me hizo sentirme sola.

Dana, perdóname un momento. Ahora vuelvo contigo

Entonces me dirigí hacia un hombre alto, de cabellos rubios sueltos,que vestía un traje blanco, que se encontraba muy cerca de nosotros, por no decir que justo al lado.

Cuando me quedé al lado, me di cuenta. ¡Por supuesto que lo era!

ME abracé a él enérgicamente, de manera que parecía que no quería soltarlo, no se fuera a escapar (que parecía ser lo que pasó).

¡Lucius!¡¿Dónde has estado?!¡EStaba muy preocupada por ti!

REpuse, sin soltarle. Hacía mucho tiempo que habíamos cenado su hermana, él y yo juntos. Y desde entonces no le había vuelto a ver.

Levanté la mirada para poder observar hacia sus brillantes ojos azules, aún sin soltarle.

¿Es que pasó algo, Lucius?

Repuse con una mirada mezcla de curiosidad y preocupación frente a él. No sabía nada de él, ni de su alrededor. Y me había preocupado mucho su tan larga ausencia

Me giré, relamente no pensé que fuese a venir, pero me alegraba tanto de que Dana hubiese aparecido, estaba realmente feliz por ello-hola Dana... Gracias por venir!-dije acercandome a darle un abrazo. Sabía que desde la muerte de la caida habia muchas tensiones sin embargo Natasha ya habia recibido su castigo, aun que fuese al final castigo de todos. Una voz peculiar me hizo girar todo mi cuerpo hasta verle, era increible que al final tambien se hubiese presentado-Lucius!-me tapé suavemente la boca con las manos, hacia tanto tiempo que no le veía, tanto y tan lejano. Me acerqué abrazandole, le habia extrañado pues era uno de los mejores amigos que tenía.-La verdad es que ya tendría que estar bajando, ya veras como al final tengo que bajar yo a por ella.-dije negando sonriente con la cabeza. Nunca habia pensado que iba a ser tan dificil educar a una adolescente, pero sin embargo lo hacia con mucho gusto. Miré a la vampiresa recien llegada -Veo que esta vez si me hicistes caso-dije giñandola un ojo y sacandola levemente la lengua, la verdad es que era un gusto haber sobrevivido a ello. De repente se arrodillo ante mi, llamandome majestad, mis mejillas se colorearon completamente y bajé a su lado levantandola del brazo-No.. no.. porfavor.. no hagas eso ¿quieres?-Me daba tanta verguenza que la gente hiciese eso-na..nada de esas cosas, yo.. me da pena-suspiré. Estaba segura de que no hacia daño a Lucia por mucho que fuese renegada, puse mala cara a Walter-Ya vale, tus intentos de asesinato algun dia nos van a salir muy caros, ademas si hubieses conseguido tu objetivo, atente a las consecuencias con tu hija-Me sentía un poco molesta, siempre hacia lo mismo. Me separé levemente de el para que lo notase de manera notoria.

Acudí a saludar a Andrew y a Dean que acababan de llegar-si la verdad es que hasta yo estaba sorprendida, gracias por venir a ambos, la verdad es que lo primero que me dijo lucía fue: Vale, haré esa fiesta, pero solo si invitas a Dean, Andrew, Ian, Katerina y Samantha. -Intenté imitarla-lleva unos dias algo molesta, quizas distante no lo se, la cosa es que no le digais lo que acabo de decir, que luego me viene como adolescente caprichosa y me monta un pollo.-me reí un poco, la verdad es que aun asi me hizo ilusion que les invitase por propia voluntad. Le revolví a Dean el pelo-Y tu no seas estirado, tuteame, ¿si no lo hace mi pequeño sobrino quien iba a hacerlo?-sonreí. Algo me abrazó de repente con una esfusiva y encantadora voz. Me giré para encontrarme con Amy, estaba tan agradable como siempre-Amy!! cuanto me alegro de verte-correspondía su abrazo con fuerza. De repente desapareció para saludar a demas personas, reí, era tan esfusiva como yo muchas veces.

-Bueno, voy a ver si aqui la cumpleañera se decide a bajar-Le dí una suave palmada en el hombro de Andrew y salí de la sala subiendo las escaleras y perdiendome en el pasillo de la izquierda, hasta quedarme a una corta distancia de su habitación-Lucia vamos! ya han venido todos y estan esperando a que vengas para felicitarte!-dije bastante alto, con cuidado de que los invitados no me escuchasen.

Ya habia llegado el dia que mi madre y padre habían estado esperando, mis 17 años recién cumplidos y la fiesta mas importante para ellos. Miré el vestido sin mucho animo, aun seguía en pijama en mi habitación y tardaría en aparecer, no me apetecía nada. Se oí al ajetreo por abajo, voces riendo y bromeando. Escondí mi cabeza entre las piernas, sentada en una esquina de mi habitación.
Mucha gente iba a esta allí, algunos amigos y gente conocida a la que no veía desde hace mucho, pero gente que aun que me gustaría poder acoger con felicidad no podía siquiera verles la cara. También gente desconocida pero a la que mi madre tenia en muy alta estima. Ya me estaba empezando a llamar, impaciente, la gente ya estaba en el salón esperando, según ella, por felicitarme.
Me levanté, no sabía porque aun, pero me había pintado exactamente como Katerina lo había echo hace un tiempo, mis ojos delineados firmemente por el parpado superior, mis pestañas levantadas por el rímel, mis labios delineados por aquel rojo que a mi me seguía pareciendo demasiado intenso. Mi pelo suelto, al aire y levemente ondulado-No me entiendo-susurré. Me giré cogiendo el vestido y colocándomelo apropiadamente, había prometido ponerme elegante aquella noche y lo estaba haciendo. Mi vestido azul cyan era bastante escotado, dejando ver mi tatuaje negro como el carbón, y marcaba cada curva de mi cuerpo, la falda larga y bastante pomposa, era exactamente el vestido que aquella noche me había regalado Katerina. Por fin había conseguido ponérmelo yo sola sin ayuda de nadie, muchas cosas había aprendido desde entonces.
Por ultimo me acerqué a mi mesilla y saqué una cinta, azul cian, significaba mucho para mi, quizás demasiado. Me la puse a modo de diadema y salí decidida de mi habitación. Recorrí los pasillos tranquila, hasta que me encontré a mi madre en las puertas, la cuales abrió con una sonrisa y un susurro-Ya era hora…- Recorrímos el pequeño pasillo que había hasta llegar a las escaleras. Mi madre bajó corriendo, estaba segura que se situaría junto a mi padre, los dos mirando a que apareciese, fruncí el ceño durante unos instantes, era demasiado ostentoso todo esto, no era mas que un cumpleaños. Aparecí por la escalera, con los ojos semi cerrados, no quería mirar, hasta que los abrí intentando no pensarlo mucho. Pero allí estaba toda la gente, mirándome con caras extrañas a mi parecer, aun asi mantuve mi expresión imperturbable, pero estaba realmente nerviosa, demasiadas miradas puestas sobre mi. Suspiré y sonreí forzadamente aun que mis ojos no transmitiesen si quiera un atisbo de vida.

off/ vale, ahora deberíamos llevar un orden determinado no? si no podemos morirnos

OFF: Si por favor xDDLucía y yo postearemos de las ultimas al haber posteado hace poco, los demas id posteando cuando querais, para despues mantener vuesto turno xDDD somos demasiados xDDD

OFF: vale ON:

Habia un gran revuelo en el ambiente. Muchas caras conocidas, me acerqué a Ian y me puse a su lado.

-Mucho vampiro eh?-reí entre dientes.

Pasó un muchacho con una bandeja de cocteles y vasos con champan, cogí tres. Le di uno a Ian y le ofrecí otro a Dean.

-Toma hijo, es una ocasion especial, te dejo-dije burlon. En verdad sabia que el era un buen chico asi que me daba igual que bebiera de vez en cuando

Pude oler un agradable aroma... Dana... mis ojos se dirigieron hacia ella buscandola, pero entonces se anunció algo.
Apareció al fin la anfitriona. En verdad estaba muy guapa, pero no podía verla con otros ojos que como un tio o un familiar cualquiera... y eso era bastante curioso en mi por mi afán a las mujeres

Ya era toda una mujer, sin duda... que rapido crecian estos niños.. miré un momento a Dean y sonreí, el tambien era ya todo un hombre. Entonces me quedé observando en silencio a la timida Lucia.
"Pobre, tiene que estarlo pasando fatal con tantos ojos puestos en ella"

off.: puff que lio, mejor agamos una lista del orden para mantenerlo costante, yo emezaria por lucia y luego quienes posteemos

on: aun estaba practicamente terminando de hablar cuando luccie me abrazo sin darme tiempo a reaccionar, respondi a su jesto de igual manera, la habia echado de menos en todo este tiempo, la consideraba una gran amiga en la que se podia confiar, y el echo de que fuesemos familia contribuia aun mas a esa sensacion de intimidad que tenia con ella- no es nada, despues de todo somos familia no?- la respondi al tiempo que apretaba su brazo con cariño.

en cuanto luccie se alejo de mi para hablar con el resto de los alli presentes me quite el antifaz mitad negro y mitad blanco que me tapaba unicamente la pate de los ojos para poder ver mejor a amy que se habia presentado delante mia tan radiante y amorosa como la recordaba- claro que me acuerdo de ti amy, para no hacerlo- dije riendome mientras corespondia a su efusivo abrazo- lamento no haber mandando una carta o algo en este tiempo, esque estaba muy perdida, en todos los sentidos- pronuncie estas palabras en un tono alegre, no pretendia que malinterpretasen mis palabras.

amy tambien se alejo para hablar con un angel que por alli rondaba, en ese instante aproveche para fugarme y esconderme al lado de andrew- va a ser una noche muy larga cierto?- no me gustaban nos eventos sociales tan multitudinarios, menos aun si era de un corte tan elegante, preferia mil veces unas cervezas en una taberna que una fiesta en un castillo- que le as traido de regalo a lucia?- en sus manos no portaba ningun objeto y me resultaba extraño que se hubiese presentado alli sin ningun obsequio, incluso yo habia rebuscado en mis macutos asta encontrar algo interesante que poder regalarla.

en ese preciso instante aparecio por las escaleras la causante de todo ese alboroto, no veia a lucia desde que era una cria, sin embargo ahora lucia como toda una señorita, preciosa y randiente con aquel hermoso vestido, pero sus ojos no reflejaban la emocion que deberia.

off 2 : vale Q se me a adelante, al postear, hagamos de cuentas que el mio va delante

Tras el nudo que me hizo mi madre en la corbata algo o mejor dicho demasiado apretado me separé levemente de la multitud. Había llegado mucha gente y era algo incomodo puesto que no conocía a nadie. La única que pude percibir que conocía a la gran mayoría por no decir todos era la reina Luccie. La fiesta estaba por empezar ya salían camareros y demás, era la primera vez que asistía una fiesta y realmente parecía que podía ser divertido, pero aun así decidí retirarme mas hasta acabar algo alejado del cúmulo de gente intentando no llamar mucho la atención. Acto seguido pude percibir una de las únicas auras conocidas era ella, Lucía. Yo continué peleándome con el nudo de la corbata estaba realmente apretado. Observé a Lucía como sonrío, estaba nerviosa, aun que sonriera se le podía notar. Esperé allí de pies cruzándome de brazos a que todo empezara.

off/ a ver
-Andrew
-Dana
-Ryu
-Dean

no tia, va detras xDD como quieres que andrew te conteste entonces? xDDDD
on/
Miré más detenidamente a mi alrededor. Logré ver a Katerina, la miré desde el otro lado de la sala y los ojos comenzaron a brillarme. Cuando me di cuenta dejé de mirarla, no podía ponerme asi por ella delante de mi padre... y tampoco hoy, delante de Lucia... en realidad creia que no podia ponerme asi delante de nadie más que de ella.. eso en parte me entristecia.

Seguí observando. Vi a Amy, siempre tan afable. A otro angel con ella, al que no conocía. Me reuní con mi padre y miré a Ian, sonriente.

-Buenas noches-le saludé, entonces seguí mirando la sala. ¡Dana! iba a ir a saludarla cuando mi padre me ofreció un liquido como amarillento y burbujeante. Lo cogi y miré con curiosidad. Conque alcohol ¿eh? No habia tenido necesidad nunca de beberlo pero sabia sus consecuencias en grandes dosis... asique, si tomaba tomaría poco.

Descansaba una de mis manos en el bolsillo del pantalon, y con la otra acerqué la copa a mis labios. Los mojé con aquel liquido y no pude evitar poner una cara de desagrado, no era demasiado agradable. Entonces me di cuenta de que todos miraban hacia arriba, seguí sus miradas y quedé boquiabierto.

Era Lucia pero... era Lucia tremendamente guapa... Vale, si, la habia visto desnuda pero... ahora estaba.. muy guapa.. Entendi entonces que la belleza no es la simple desnudez, tambien consta de muchos otros factores.
Algunos pensamientos se pasaron inevitablemente por mi cabeza, entonces la sacudí y traté de quitarmelos rapido. Era mi prima... no podia pasar nada... ademas, estaba katerina.
Seguí contemplandola, mudo ante el impacto.
Simplemente.. sin palabras

Off: yo posteare despues de Ryu para que no halla lios Un.n

On:

Vi como el salon se llenaba de gente y ahí llego la pequeña lucia tan hermosa como siempre, me lleno de emocion verla.

Eche un vistazo a Ryu y vi como se estaba peleando todavia con su corbata. Me acerque hasta el.

-Lo siento. Te lo aprete demasiado-dije aflojandole el nudo.