una juerga corrediza [solo Demian y Lucius]

Había decidio pasar toda la noche en la taberna si era necesario.

Esta semana ha sido una de las mas ajetradas desde que llevo aqui, restaurar todo el desorden que había ocasionado Aspicius era un caos.

Esa noche me puse una camisa con unos pantalones holgados e iba cubierto con una de mis capas favoritas

Spoiler:

Me acerque hasta la mesa mas alejada que había, mi rostro aún estaba oculto bajo la capucha de mi capa.

Espere pacientemente a que me atendiese un camarero.

Esa noche tenía demasiadas cosas en la cabeza.

Me dejé caer aquella noche por la Taberna. Hacía mucho que no la pisaba, y es que no tenía por costumbre pisarla si no era por una buena razón. Y esta noche la tenía... Mi reencuentro en la playa con mi bella princesa Kaede me había hecho despertar sentimientos que creía enterrados...

No podía dejar de pensar en ella, en lo perfecta que era... y al mismo tiempo tan inalcanzable para mí... Me había calado muy hondo... No me había sucedido esto antes con nadie, y es que tampoco podía seguir dejándome pensar en ella, había planeado mi futuro con Amy y no quería que aquello pudiera afectar a nuestra relación. No conseguía quitármela de la cabeza, tenía que olvidarla... arrancarla de mi corazón...

Y creía que el alcohol y la juerga me ayudarían...

Me senté en uno de los taburetes de la barra y le pedí un whisky doble al camarero. No era lo que solía beber, ya que el sabor del vino blanco me encantaba, pero no había venido a deleitarme, sino a ahogarme...

Llevaba un atuendo parecido al que llevé al cumpleaños de la pequeña Lucía, camisa ligeramente desabrochada por arriba, pantalones beige y la chaqueta marrón rojiza como el pelaje de los caballos árabes que tanta personalidad me daba. Y la melena como siempre suelta y al aire. Me había crecido bastante, tenía que admitir, me quedaba ya un poco por debajo de los hombros cayendo casi a media espalda, resaltando las ondulaciones naturales que le hacían brillar especialmente a la la luz de la taberna, resaltando sus reflejos dorados.

Estaba tan ensimismado que no me había dado cuenta de la presencia de Demian. Tomé mi copa en cuanto el camarero me la sirvió y me la bebí de un trago. Sentí el whisky quemar mi garganta, hice una mueca al tiempo que carraspeaba.

- Otra -No me corté, quería ahogarme de verdad...

En cuanto el camarero me atendió pedí una absenta, no se porque pero esa noche tenía la necesidad de beber y mucho.

Al poco tiempo me dí cuenta de que alguien se sentó a mi lado. Era ese ángel desquiciante. Y por lo que veía le estaba dando muy fuerte también a la bebida.

-Vaya, así que los ángeles bebéis whisky- dije sarcásticamente -y yo que pensaba que te ibas a pedir un malibú con piña.

Mis ojos color zafiro brillaban de una manera especial.

Me volví al escuchar aquella inconfundible voz. En otras circunstancias, hubiese tratado de argumentar y rebatírselo, pero no me encontraba con ánimos suficientes para librar un enfrentamiento verbal.

- Pues para dártelas de entendido, tú le das más fuerte -Dije señalando su absenta-. Además, ¿tanto nos conoces como para dictaminar lo que bebemos?

Alcé mi copa hacia él, dirigiéndole una sugerente aunque cómplice mirada de superioridad, como si brindara por él y me la bebí de un solo trago, como si en vez de una copa fuese un chupito de algo bastante fuerte.

Seguía bebiéndose aquel whisky como si fuese una simple botella de agua. Arqueé una ceja, era evidente que le ocurría algo, si no, no estaría bebiendo de esa manera.

Me masajeé mis sienes. No es que me preocupara demasiado pero tenía que frenarle.

Agarre su botella de alcohol, impidiendo de esta manera que siguiese bebiendo.

-Eh eh para el carro, pretendes beberte todo esto de golpe- le mire fijamente- no creo que sea buena idea, ademas podrías beber con un poco mas de calma. Nadie te va a quitar la botella.

Algo le pasaba.

Arqueé una ceja, molesto. Que fuera un ángel, no impedía que el alcohol me afectase y amplificase mis emociones. Aunque aun no estaba borracho, sí que estaba más susceptible, si cabía, a pesar de cómo había llegado a la taberna ya.

- No seas maleducado y devuélvemela -No se lo estaba pidiendo-. ¿O acaso yo me he inmiscuido en tus asuntos? -Inquirí, chasqueando la lengua.

No se la había arrebatado por respeto, a parte de que todavía podía comportarme. Pero al momento siguiente cambié por completo el semblante. No tenía activa mi mirada felina, pero me di cuenta de algo... Demian antes no se había comportado así conmigo, ¿diría que se estuviera preocupando?

- Oye... -Dije con aire más picarón-. Te hacía más despreocupado... ¿No has fichado todavía a ninguna mujer a la que llevarte al catre? -Reí, divertido-. Suerte que aquel día el joven Dean se llevó a Lucía a tiempo... No quiero ni pensar lo que le habrías hecho a la pobre pequeña...

Le fulmine con la mirada y mire hacia otro lugar azorado.

-¿preocupado por ti?, eso es lo que tú quisieras. Sólo te he quitado la botella porque no quiero que acabes con una cogorza y tenga que llevarte yo mismo hasta el cielo, no creo que allí arriba sea muy bien recibido. Además no se que pensaría tu novia al respeto. Seguramente pensaría que te he drogado o algo por el estilo.

Di un largo trago a mi absenta, poco a poco notaba como me quemaba la garganta. Era una sensación bastante agradable. Entonces oí como se burlaba de mí.

-Por desgracia hoy el genero femenino que abunda por aquí no me atrae nada, es mas hoy no quiero pensar en mujeres. Y con respeto a lo de la otra noche, supongo que tendrás un mal concepto de mí, pero iba con buenas intenciones...al menos en principio. Pero gracias a ti y a tu novia la fiesta se me arruinó. Pero ya te lo dije cuando me fui. Vas a recompensarme por lo que hiciste.

No pude evitar sonreír maleficamente mientras daba otro largo trago a mi bebida.
Observe la expresión corporal de Lucius, era evidente que los efectos del whisky ya habían echo mella en él. No estaba todavía borracho pero tenía el punto.

Se aferro a la botella como si su vida dependiese de ello y tras terminársela no tardo mucho en pedir otra.

Bebía como un poseso, con urgencia como si nada mas importase que embutirse el cuerpo con alcohol. Le observe detenidamente y al escuchar su comentario exasperado en respecto a Amy ya puede entender un poco que es lo que le estaba sucediendo.

-Vaya, vaya- dije son una expresión bastante divertida en mi rostro- así que habéis peleado tu y tu novia- esa ultima palabra se la recalque todavía mas, si eso le molestaba no iba a desaprovechar la oportunidad para hacerle sufrir- así que los tortolitos han discutido. Supongo que es lo que tiene....y dime ¿que le has echo a la bella dama? ha tenido que ser bastante grave para acabar en estas condiciones... mírate ...das un poco de lástima, ¿lo sabías?

Me tome una pausa.

Golpeé la tabla de la barra con un golpe seco al volverle escuchar la dichosa palabrita. El camarero me miró mal, pero cogí me terminé la copa de un trago y tras recoger la botella junto con esta, agarré a Demian del brazo y lo llevé hacia una mesa.

- Escúchame bien... -Le susurré mientras le guiaba hacia allí, pegándome a él para que nadie más pudiera escucharlo-. A Amy, ni la mientas, ¿te queda claro? -Mi mirada atravesó la suya con una ira que no había expresado en mi vida. Después le solté el brazo y me senté en uno de los bancos alargados y con respaldo. Era una mesa para cuatro personas.

Posé la copa sobre la mesa y volví a servirme un poco más de whisky, me lo bebí de nuevo de un solo trago, y tras esto, apoyé mi codo izquierdo sobre la mesa, sentándome un poco de lado y observé ahora algo diferente a Demian.

- Y no hemos discutido... Es simplemente que ella... -Dudé por un instante de si debiera decirlo o no-. No se merece a alguien como yo...

Agaché la cabeza ligeramente, apesadumbrado, se me hizo sombra en los ojos en consecuencia.

Todo ocurrió muy rápido. Ese Lucius tuvo la osadía de agarramarme y arrastrarme hacia otra mesa.

Le fulminé con la mirada, no me gustaban que me tocaran. Escuche atentamente lo que me estaba contando.

Me acerque a el y le agarré del cuello de la camisa. Nuestros rostros estaban muy cerca.

-Si aprecias tu patética existencia no vuelvas a tocarme mas- luego le dedique una medio sonrisa- no tengo la culpa de tu mal de amores tío...¿que no te merece? no hace falta ser un superdotado como para darse cuenta. Ya se lo que pasa aquí, ¿que pasa angelito? te has revolcado por ahí con una cualquiera y ahora tienes cargo de conciencia...mala suerte amigo a lo hecho pecho. Pero si quieres que te de un consejo debería dejar de ir arrastrándote por aquí bebiendo como un poseso...ya te lo he dicho antes...das pena.

Estaba furioso y no me iba a andar con rodeos. Mis ojos centellearon de rabia.

Me sentí un poco indiferente ante su amenaza, sin embargo, me... ¿ruborizó que se acercara tanto a mí? "Pff... Será el alcohol..." Sonreí tontamente en respuesta.

- Afortunadamente, no soy como tú -Dije, manteniéndole la mirada, siguiéndole el juego de puyas-. No he llegado a serle infiel, pero sí que tuve la fortuna... o desgracia, dado cómo me siento ahora... -Añadí esto último con un suspiro-. De reencontrarme con un antiguo amor... y me he dado cuenta de que no la he olvidado... Por eso me odio a mí mismo... porque, ¡no soy capaz de olvidarla para ser feliz con Amy! ¿Entiendes? -Le dije imitándole, aprovechando su cercanía para agarrarle del cuello de la camisa del mismo modo que él.

Pero le volví a soltar poco después, dejándome caer sobre el respaldo del banco con pesar.

- Y creo que te doy la razón... -Suspiré-. La única que en este momento llena de luz mi existencia es Ella... -Evidentemente, me refería a la otra chica.

Sonreí por un instante para mí.

- Bien visto... Mi único pecado ha sido de pensamiento... -Me hizo gracia-. Pero si me afecta tanto es porque Amy me importa más de lo que imaginaba...

Me volví de nuevo hacia Demian.

- Gracias tío, me has abierto los ojos -Me incliné repentinamente hacia él-. Eres mucho mejor tío de lo que imaginaba... -Dije agarrándole suavemente del cuello de la camisa y, sin previo aviso, incliné ligeramente el rostro hacia un lado, al tiempo que lo aproximaba al suyo, y le besé en los labios fugazmente...

No estaba seguro de si había sido culpa del alcohol o no, pero no me arrepentía de haberlo hecho. Le estaba agradecido.

Todo ocurrió demasiado rápido. Empezó a hablarme de sus problemas amorosos sin que yo antes lo hubiese preguntado.

Aún así le escuche con atención. La verdad es que parecía muy afectado por todo esto, no había mas que ver los efectos que habían dejado en él el whisky que se estaba tomando. Dos veces se acerco demasiado a mi y me agarró del cuello de mi camisa, aunque se quedaron en eso en dos pequeños amagos. En condiones normales eso ya habría sido suficiente para colmar mi paciencia pero se lo deje pasar...al fin y al cabo ya estaba teniendo suficiente castigo ahora.

Luego volvió a dirigirse a mí, esta vez tenia una mirada muy extraña. Y sin mas preambulos me había dado las gracias por algo que ni siquiera había hecho.

Entonces sentí un mareo, tenía que reconocer que yo también me había pasado con la Absenta. Estaba con el punto y poco a poco empezé a notar los efectos del alchol en mí. Por un instante todo se volvió completamente oscuro.

De pronto note el contacto de unos labios presionando los mios. Era un beso cálido y sobretodo muy suave.

Al instante la vi, su imagen estaba frente a mí. Sus cabellos cobrizos hasta la cintura, esa piel tan pálida como la nieve y esos asombrosos ojos verdes esmeralda que conseguían siempre que me perdiese en ellos. No lo dude, cerré mis ojoss y me entregue a ese calido beso. Entre abrí mis labios y seguí poco a poco su ritmo. Estuve así durante.

-Natalia- susurre suavemente cuando me separe de sus labios.

Entonces volví a la realidad y me di cuenta de lo que había echo. Una vez mas mi mente me jugo una mala pasada. Natalia no estaba ahí, como era evidente, y bese a ese condenado Ángel en vez de a ella.

Mierda, que he echo.

Al instante me aparte bruscamente de él.

-¿Se puede saber que cojones estas haciendo?

Iba a despegarme, cuando de repente Demian volvió a besarme... Me quedé paralizado por un instante, pues mi intención no había sido otra que agradecérselo. Pero, algo en mi interior parecía haberse despertado después de mucho tiempo... El calor, el tacto, la sensación, el cosquilleo que me recorría las entrañas y me hacía levitar... Era cierto que adoraba a las mujeres y que me encantaba coquetear con ellas, pero lo que me hacían sentir los hombres, parecía haber estado dormido durante mucho tiempo, pues no era fácil encontrar a uno que sintiese los mismos gustos por el mismo sexo... Y tampoco podía ignorar que este hombre me había despertado un cierto interés, pues aunque no lo hubiese querido admitir, los celos no surgían por nada.

Cerré los ojos y me dejé llevar por aquel beso, cálido, suave e increíblemente sensual... Ladeé un poco más el rostro, profundizándolo con suavidad, atreviéndome a tomar su mejilla con suavidad, deslizando mi mano izquierda hacia su nuca para entrelazar mis dedos con su pelo y ejercer una suave presión en ella que profundizara más el beso...

Demian se despegó con suavidad. Había sido sublime, sobre todo después de tanto tiempo sin probar los labios de un hombre... Entonces, me llamó por un nombre de mujer... "¡¿Cómo?! ¿Natalia...? ¿Quién demonios...?" Pero me interrumpí al recibir un repentino rechazo por su parte. Me di cuenta de que él parecía haberse afectado más por el alcohol que yo, ya que me había confundido con... ¿otra persona?

- No me vengas ahora con esas. Yo sólo te di un pequeño beso de agradecimiento, ¡has sido tú el que te has lanzado a besarme! -Le reproché, molesto por el rechazo, después de que me hubiera devuelto el beso sin siquiera pensárselo-. Tío, deja ya la absenta... que empiezas a ver visiones... ¿Y quién demonios es Natalia? Si se puede saber...

Aun no me podia creer lo que habia echo, ¿como podia ser tan estupido? Odiaba que me pasase eso, desgracidamente no es la primera vez que mi mente me pasa una mala jugada.

Natalia, aquel recuerdo me perturbaba demasiado.

Recordarla aun me dolia, mas de lo que pudiese imaginar. Y lo ultimo que necesitaba ahora es a ese estupido Angel mentandola.

-Cierra la puta boca- estaba alterado- eso no es de tu incumbencia. Ademas que me estas contando tu empezaste el beso lo segui pero tu lo empezaste. ¿Asi agradeces tu las cosas? No tiene ningun sentido.

Me roce los labios donde antes èl me habia besado, no se que sentia en ese momento...hacia demasiado tiempo que no me besaban.

Tenia que reconocer que en el fondo ese beso me habia gustado.

Otra vez el recuerdo de Natalia vino a mi mente, por un momento mis ojos se pusieron acuosos. Gire el rostro de inmediato. No queria que el se diese cuenta.

- Ja, tiene gracia que me digas eso... -Respondí, divertido, volviendo a apoyarme en el respaldo del banco, cruzándome de brazos-. Sí, te besé, lo admito. ¿Y qué? Ha sido algo inocente y para agradecerte que me hayas ayudado a abrirme los ojos... Además... tío, que yo también estoy bebido... -Reí-. Pero eres tú el que me ha devuelto el beso... -Le acusé en tono divertido-. Supongo que no habría sido tan efusivo de no estar afectado ya... Pero algún gesto amable hubiera tenido. No me gusta dejar sin reconocimiento algo que me parece bien o me agrada -Esta vez fui algo más neutral, pero luego volví a ponerme divertido, como si me gustara picarle-. Y, ¿qué pasa? ¿Es que te ha gustado o qué?

Lucius no paraba de provocarme a cada palabra que salia de su boca, mas parecia divertirle todo aquello.

Arquee una ceja y medite bien sus palabras. ¿Que si me habia gustado? Digamos que tampoco me habia disgistado. No voy a negar que haya tenido alguna que otra aventura con hombres pero nada que comparar con las experiencias que he tenido con mujeres. Pero si a Lucius le gustaba "jugar" yo no iba a quedarme atras.

-Amigo como bien has dicho solo es que he bebido mas de lo que hubiese querido, ya sabes la absenta... Pero aunque yo te haya devuelto el beso, lo correspondiste con mucho gusto...que pasa Lucius...-me acerque un poco a el- no me digas que te ha gustado mi beso.

Le mire desafiante.

- No te lo voy a negar... Besas bastante bien -Dije sin ninguna clase de remordimientos ni tapujos, el alcohol me hacía ser mucho más sincero que de costumbre que cierta clase de sentimientos prefería guardármelos para quien gozaba de mi confianza y, si acaso, confesárselos en la intimidad. Pero hoy parecía no tener pelos en la lengua, o el alcohol los había matado-. Aunque no me haya gustado ni un pelo que lo hicieras pensando en otra persona... Al menos mi beso era sincero. No le consiento a nadie que juegue conmigo, así que ahí te quedas.

Me levanté de la mesa, más molesto que antes, pero con la mente algo más clara y despejada, si cabía.

- Qué pases una buena noche, Demian. Piensa en tu Natalia, o como se llame... Que yo tengo una persona a la que atender...

La respuesta de Lucius me pillo bastante desprevenido, ademas parecia bastante molesto.

Mierda. No sabia por que pero me sentia algo cupable por lo que habia echo. Me mordi el labio.

Es que no tenia cuando recordar a Natalia. Cuando vi que se iba a ir tan mosqueado le agarre del brazo impidiendoselo.

-Espera- dije- Tienes razon, no debi hacer eso...pero no es que pensara en otra mientras te besaba, es algo mucho mas complejo que eso.

Me aproxime hasta el, estabamos demasiado juntos.

-Tranquilo, te lo compensare.

No me lo pense dos veces, tambien habia que tener en cuenta que estaba muy bebido, me acerque hasta el y estampe mis labios contra los suyos. Abri mi boca buscando su lengua.

Me detuvo y se disculpó, pero yo seguía con el ceño fruncido. Se acercó a mí, aun sin soltarme y entonces no pude evitar sorprenderme cuando dijo que me lo compensaría... "¿Ah, sí? ¿Y cómo lo vas a hac...?" Iba a decir, pero entonces, me volvió a besar... Aunque me sorprendió y nuevamente sobrecogió un cosquilleo en el estómago, esta vez no me gustó que lo hiciera, pues todavía me duraba el mosqueo de antes...

Le aparté bruscamente, sin corresponderle al beso esta vez.

- Lo siento, Demian. Pero ya te he dicho que tengo que irme... -Mi tono sonó un poco forzado, pues aparte de seguir enfadado, no quería que lo hiciera para hacerme sentir mejor y mucho menos teniendo en cuenta que el alcohol nos había afectado a ambos. No me gustaba que me besaran y estuvieran pensando en otra persona... Muy a mi pesar, eso no se me iba de la cabeza.

Me apresuré a salir del local, antes entregándole unas monedas al camarero que recorría las mesas, pagando lo que había bebido.

Mal que me pesase, al menos me había hecho olvidar a Kaede por un rato... Pero ahora me había ganado un nuevo quebradero de cabeza... "En menudos líos te metes, Calei... Ya te vale... Antes no te pasaban estas cosas..."

Mierda, ¿por que había echo eso? definitivamente la absenta se había terminado por hoy para mi. Tenía que darme prisa se iba a ir y no quería que lo hiciese molesto...en otra ocasión me hubiese dado igual, pero no quería que tuviese una imagen que no era de mí.

Pague mi cuenta con mucha rapidez y le alcance a la salida de la taberna.

-¡¡Espera Lucius!!- le volví a tomar del brazo- tío no te vayas así, no es lo que piensas ¡vale! no soy de esa clase de persona que besa pensando en otra joder, es un tema complicado para mi vale.

No estaba aún preparado para hablar con nadie de ella y mucho menos con él, notaba una gran presión en el pecho...una terrible angustia se estaba apoderando de mí.

-Murió vale- lo solté así sin mas- murió y ...ella ya no va a volver nunca mas...no es que hubiese pensado en ella conscientemente joder, pero...¡tu no tienes ni idea de lo que significa perder a alguien!, ¿ya estas contento? ya lo sabes, ¿te sientes ahora mejor o seguirás pesando que soy el canalla que te beso pensando en otra?

No pude evitar derramar una lagrima mientras le decía todo eso.

-Ahora soy yo el que se larga de aquí.

Desplegué las alas con la intención de irme.

Salí al exterior de la taberna sin novedad alguna. La noche seguía cerrada sobre la ciudad de Eliria. "¿Cómo he podido ser tan estúpido?" Maldecía en mis pensamientos... "Pensar que un demonio como él pudiera corresponderme, ha sido un completo error. Como también lo ha sido elegir esta noche precisamente para venir a ahogarme en alcohol. No volveré a abusar de esa droga... y mucho menos a beber whisky... ¡Dios! Me arde todavía la garganta... Necesito agua fresca..." Refresqué mi garganta ligeramente, como si le pusiera hielo por dentro. Era una sensación relajante, aunque no era lo mismo que saborear la esencia pura del agua. "Además, no puedes olvidar con quien te has comprometido... No lo tires ahora todo por la borda, Calei..."

Cuando repentinamente, sentí un agarrón del brazo. Me giré bruscamente y me encontré el rostro de Demian muy cerca del mío. Debía admitir, que no me había esperado que hubiera salido detrás de mí a buscarme. Me pilló desprevenido y esta vez no pude controlar la sorpresa.

Se disculpó y comenzó a darme explicaciones sobre aquella chica sin que yo se lo hubiera pedido. "¿Por qué está haciendo esto...?" Estaba confuso, pero no pude evitar el rubor repentino que apareció coloreando mis mejillas ligeramente... Di gracias a que la noche me ayudaba a disimularlo.

Sentí de repente que toda mi rabieta había sido algo tan efímero y nimio que no tenía sentido en comparación con lo que a él le había pasado. La había perdido definitivamente. Saphine se la llevó...

Su confesión me hizo darme cuenta de muchas cosas... No mentía, no me hacía falta mi mirada felina para verificarlo. ¿Quería mi perdón y mi aceptación?

La había cagado, pero tres pueblos era poco... Ahora era Demian el que se marchaba avergonzado, pero parecía incluso cabreado. Me apresuré a detenerle, agarrándole del brazo como él había hecho conmigo.

- Demian, espera, por favor... No sabía que ella... -Tragué saliva, recordando a mi hermana. Tenía que decírselo. Necesitaba hacerle saber que le comprendía mejor de lo que imaginaba, pero lo que es más importante, que le apoyaba-. Yo también perdí a alguien... y desde entonces mi mundo está patas arribas... Ella no era mi amada, pero si alguien de mi familia más cercana y a la que me pasé mucho tiempo buscando... Mi hermana... Caeli et Terra... Reina de los Demonios Renegados...

Derramé una lágrima al nombrarla. Se me habían quitado las ganas de huir... Ahora me sentía desfallecer... Tan sólo una persona lo sabía por mí... ahora dos. Hablar de ello todavía me resultaba muy doloroso... Era una herida que nunca sanaría por completo.

Volví a mirarle, apesadumbrado.

- Lo lamento tanto, Demian... Por eso no puedo dejar que te vayas así... Te agradezco tu sinceridad, significa mucho para mí. Y tengo que pedirte disculpas por haberla mentado sin saber... ¡Perdóname Demian, por favor!

Le tomé con ambas manos la suya, y me arrodillé, hincando la rodilla izquierda en el suelo. Necesitaba su perdón como el comer. No sabía explicar lo que me estaba pasando, pero ahora sentía que tenía una fuerte conexión con este demonio. Y siempre había sido muy partidario de regar y cuidar las relaciones, fuesen del tipo que fuesen.

Estaba a punto de irme cuando note una mano agarrandome el brazo, era el. Aquello me sorprendio. Le iba a mandar a la mierda pero emezo a hablarme a contarme su historia. Al instante guarde mis alas estaba claro que despues de lo que me ha contado.

No sabia que el tambien habia perdido a alguien. Me mordi el labio podia compartir su pena y dolor.

Se arrodillo ante mi suplicando perdon y yo me senti la peor persona del mundo. Me arrodille ante el estaba a su altura, mis ojos se encontraron con los suyos en una profunda mirada.

-No pasa nada- dije acaraciandole la mejilla- ha sido un mal entendido. Yo...siento mucho tu perdida ha tenido que ser muy duro para ti.

Hasta a mi me sorprendio el tono tan suave que estaba usando con el, ¿que me estaba pasando?

Se arrodilló él también, poniéndose a mi altura. Mis ojos se perdieron en los suyos... Honestamente, era algo que no me había esperado, pero mi pulso se había acelerado... Me acarició la mejilla y trató de consolarme. Me había quedado paralizado, no sabía cómo reaccionar a aquello, qué hacer ni qué decir...

El tiempo se había congelado para mí en ese instante y no estuviera girando a mi alrededor. ¿Qué estaba pasando? No podía hacer otra cosa que mantenerle la mirada, aguada, pura, desnuda y confusa...

- Por... ¿Por qué haces esto, Demian...? -Pronuncié en un susurro, casi ahogado. No podía comprender lo que estaba sucediendo, o tal vez sí, pero necesitaba que él me lo verificase. No quería dar ningún paso en falso, otra vez.

Continúe mirandole durante un largo tiempo mas, tenia la sensación de que podía perderme en esa mirada.
Mi pulso se aceleró y un extraño nudo se colo en mi garganta...¿Pero que me estaba pasando? Seguía sumergido en mis pensamientos cuando me di cuenta de que me estaba hablando.

-Yo...no se, siento que debo hacerlo- dije agachando la cabeza- supongo que en el fondo tengo sentimientos.

Todo esto era nuevo para mi.