Tenso reencuentro [Demian, Angeline, Lucius y Amy]

Me apartó la mano, y me miró con ojos encendidos en rabia. Y peor aún, decía que le caía mal. Y que no le tocara sin su permiso. Era verdad que necesitaba su permiso, pero estaba hasta la coronilla de él ya. ¿Y qué me importa a mí Angeline? Empezaba a sentirme molesta de verdad. Era un cúmulo de cosas que se llenaba en mi cabeza. La vez cuando vimos a él tratando de "flirtear" con Lucía, lo de Lucius, el sufrimiento provocado a Angeline, el sufrimiento que me ha provocado a mí. Estaba ciega de enfado. Primera vez que me ocurría, aunque no lo pensé en ese momento. Cerré los ojos, resoplando, dudando en lo que debía o no hacer. Un ángel no se enfada. Un ángel no se irrita. Un ángel no siente la oscuridad en su corazón. Aunque yo no sentía la oscuridad en su corazón. Sólo me sentía irritada, no pensaba en nada más. Decía de no meterse en mi matrimonio, pero yo empezaba a no creérmelo. Si de verdad iba de buenas, no me iba a hablar así ahora. Sabía que no era verdad. Lo tenía muy claro.

Abrí los ojos, tras resoplar de nuevo, y le miré seriamente a los ojos.

Demian, no sé si es bueno sentirlo o no.... Pero me siento irritada....¡Muchísimo!¡Por ti!¡Por tu culpa!¡Eres la base de mis miedos, mis terrores, y mis dolores, desde que te vi flirteando con Lucía!¡Estoy hasta aquí Puse la mano en la frente, con la voz un tanto nerviosa de ti!

Entonces fue cuando no lo pude contener más. Estaba enfadada, bastante, más de lo que yo pensaba. Así que le solté un tortazo con la mano totalmente abierta en la mejilla izquierda. En todo momento, mientras le daba la torta, le estaba mirando fijamente a los ojos, hasta que apartara la vista por el tortazo. Y así me mantuve, mirándole, mientras estaba allí.

Dices que no te gusto nada, pero ¿tú te crees que esas son razones para tratarme de esta manera?Peor aún ¿por qué te mofas de Lucius más de lo que ya te has mofado?¿Sabes lo que ha estado sufriendo él?¿Lo sabes?No, no lo sabes. No le has visto cuando buscaba consejo divino, porque ya no sabía qué hacer.¡Se provocaba daño a sí mismo!¡Estaba muy mal!¡Y tú sigues tratando de hacerle daño!¡Eres de lo peor que haya visto nunca!

Repuse aún con la mirada acusadora hacia éste. Tras eso, me fui para salir del callejón, pero me volví hacia éste

Si tienes algo que decirme, hazlo ahora. Si tienes que pegarme, hazlo ahora también. Pero te advierto de que si me pegas, si no somos enemigos, seremos personas que no podemos vernos de nuevo. Yo te he dado esa torta porque me has hecho daño, le has hecho daño a Lucius, y casi seguro, a Angeline también. Ahora, dime tu respuesta. Quiero escucharla de tus propios labios. Después de eso, iremos a la cafetería. Les estamos haciendo esperar demasiado...

Esperaba terminar esta maldita conversación cuanto antes, Amy no paraba de sacarme de mis casillas a cada palabra suya mi paciencia se iba a gastando mas y no quería perder el control. Pense que con esa advertencia le bastaría como para acabar aquella estúpida conversación pero entonces hizo algo que no me esperaba que se le ocurriese hacer. Vi como alzó su mano y la estrellaba con fuerza sobre mi mejilla, haciendo que girase mi cara hacia un lado.
Note como mi mejilla ardía, seguramente me dejaría una buena marca, ya eran dos mujeres que me pegaban en el mismo lado. Me llevé una mano a la mejilla intentando aliviar un poco el dolor. Cuando me repuse me dirigí como una furia hacia Amy...esta chica es idiota, la dije que no me tocase, he estado intentando ser todo lo pacifico con ella para no ocasionarme mas problemas con Lucius pero ella nunca pone de su parte...nunca...
Le cogí de las muñecas muy suavemente y la lleve hasta el árbol que tenía mas cercano.

-¿pero a ti que coño te pasa?- esta muy furioso- te digo que no me toques, ¿y que haces? me arreas una hosita y lo mejor de todo es que sigues sin tener ni puñetera idea de NADA, ¿que no se lo que es el dolor?- esboce una siniestra sonrisa- ¿y qué sabrás tu lo que he sufrido o he dejado de sufrir en esta vida? te estas confundiendo conmigo, puedo apostar mi puesto a que lo he pasado peor que tú o incluso peor que tu amadisimo Lucius.

La verdad es que cuando me dijo que lo estaba pasadno mal no pude evitar sentirme mal por todas las puyitas que le he ido soltando a lo largo de la noche. A pesar de todo lo que había pasado entre nosotros no quería que sufriera, no se lo merecía pero no quería que lo pasara mal. Solte poco a poco a Amy, estaba intentando contenerme.

-Escúchame por que no te lo voy a repetir mas veces, yo no voy detrás de tu novio, ya le deje claras las cosas la última vez que nos vimos, puedes preguntarle a él si a mí no me crees puedes preguntarle a él directamente pero a mi déjame ya empaz. No tengo nada mas que hablar contigo, ¿queda claro? así que lo mejor para los dos es que volvamos a la puta cafetería y olvidarnos el uno del otro.

Todo esto era muy complicado, intentaba sonar convincente ya que por mucho que me doliera tenía que alejarme de Lucius, al fin y al cabo el quería a otra persona. Esta noche viéndoles juntos me he dado cuenta de ello, no puedo meterme por medio de eso.

Me cogió de las muñecas después de que le pegara y se frotara la mejilla, y me puso de espaldas contra un árbol. Mi enfado desapareció, y se convirtió totalmente en miedo. El estar en esa posición me daba basstante miedo. ¿Qué podría hacerme? Le miraba con los ojos algo nerviosos, pendiente de qué haría.

Y decía él, tras poner una sonrisa retorcida, que lo ha pasado peor. No acababa de creérmelo, pero me autoconvencí de que era real, a ver si así me dejaba en paz.

parece ser que me fue soltando lentamente, y suspiré, más tranquila. Mi mirada, de nuevo, denotaba miedo, pero nada más que eso.

Y parece ser que no quería ser mi enemigo. Así que asentí lentamente, y bajé la mirada, un tanto avergonzada de mis actos.

De acuerdo, Demian...perdona por el tortazo...Me ofusqué....Bueno, vamos a la cafetería...

Repuse girándome hacia la cafetería, un tanto nerviosa, y fui avanzando hacia la misma. Ya me seguiría él. No tenía nada más que decirle, por ahora

Acompañé a Lucius hacia la cafetería, aún con la duda. Parecía que no me quería responder, no aún al menos. Su expresión preocupada pronto se hizo difusa en su apariencia determinada.

En la entrada de la cafetería, frente a la plaza, estuve esperando a que Lucius escogiera una mesa, y parece que retiró una silla para mí. Incliné la cabeza, agradecida, y tomé asiento en silencio. Parece que la respuesta que me dio, tras sentarse frente a mí, era bastante evasiva. Me preguntaba qué habría ocurrido. Mientras no fuera que Demian me engañara con Amy, como hizo con Yukiko... No creo, imposible. Esa chica es mujer de un sólo hombre. DE eso estaba segura.

Entonces pareció querer invitarme a una copa, algo que no era sangre, por supuesto. Sonreí y asentí. Beber vino de vez en cuando me gustaba, aunque fuera por el sabor o la textura, o su olor.

Claro, aceptaría encantada un buen vino. Eso nunca falla, jeje...

Repuse un tanto cortada. Con Lucius nunca había hablado, o si habíamos cruzado algunas palabras, era por pura necesidad.

Pero quise romper el hielo, quería ver qué más me podía contar.

Y bueno...le preguntaré a él luego entonces. La duda me quitaría el sueño. Aunque...¿te puedo ser sincera y contar algo que sospecho?

Esta vez, me refería, a lo de que quizás me engañaba con otra mujer. Si lo hizo una vez, aunque diga que fue cuando no había compromiso, podría volver a hacerlo. Tenía razón en lo que dijo...Pero debía admitir que mucho tiempo sin pareja seria me había hecho estar celosa de que estuviera con otra mujer después de mí.

Pude oler como la furia de Amy era sustituida por un intenso miedo, parecía arrepentida del tortazo que me había pegado. Deje que terminara de hablar, menciono que teníamos que volver a la cafetería. A esa estúpida cafetería a verle como Lucius y Amy no parasen de hacerse carantoñas todo el rato. No se si estaba preparado para ver eso.

-Si, deberíamos vovler, pero ve tú primero yo tengo que hacer algo antes. Vete.

Cuando vi que Amy ya estaba lo suficientemente lejos pude soltar un gruñido de satisfación, relaje un poco mis músculos esta demasiado tenso...nunca pensé que podría estar tan tenso al estar cerca de un ángel. Pero al menos por hoy preferí no darle mucha importancia. Estuve un buen rato en la misma posición hasta que me mentalice de lo que podría ver adentro de la cafetería, cuando ví que ya estaba listo comence a andar rumbo a la dichosa cafetería.

No tarde mucho en entrar allí, una cafetería pequeña pero bastante acogedora. Ese día no estaba muy llena de gente. Estaba decorada con mesas de madera elegante y con manteles y cubertería de plata, un sitio muy elegante para tomarse algo. Allí a lo lejos estaban Angeline, que estaba de espaldas, y Lucius...parecía que estaban teniendo una conversación la mar de entretenida, me preguntaba de que estarían hablando. Y entonces fue cuando un poco mas adelante ví como una familia disfrutaba con su hijo de una agradable estancia.
Desvíe enseguida la mirada de esa escena y note como mi corazón se encogia y un nudo se alojaba en mi garganta...justo en ese momento mi mirada se cruzo con los ojos de Lucius, fue una mirada intensa y cargada de sentmientos por un momento parecía que la gente de la cafetería había desparecido y sólo estabamos él y yo. En seguida me quite esas ideas absurdas de la cabeza. "Olvidate ya de él Demian, él pertenece a otra"

No estaba preparado para sentarme en la mesa con ellos. Entonces vi que el baño quedaba cerca, sin nisquiera mirarles a ellos me metí en el baño y me deje apoye mis dos manos en el lavabo que había. A continuación me mire en el espejo que había frente a mí. La imagen que vi de mi, es en lo que me había convertido ahora y...me daba asco.
En impulso que me dio di un golpe al espejo con mis nudillos, haciendo que este se rompiese por el golpe y que la mano con la que había golpeado el espejo se ensangrentara por completo. Me dolía pero ya me daba igual.

-¿en que me he convertido?- dije furioso- yo antes no era así, dime Natalia, ¿que has echo conmigo? ¿por que me has abandonado? ¿por que no me llevaste contigo?

Cerré los ojos con fuerza. Esa maldita imagen no desparecía de mi cabeza. Y pensar que ahora yo tendría que estar en esta cafetería con mi familia.

Asentí ante lo que dijo, y me marché rápidamente, sosteniéndome los bajos del vestido, alzándolos hasta las espinillas, y me marché corriendo, antes de que cambiara de opinión.

Así que llegué rápidamente a la cafetería, un tanto con el corazón pulsando velozmente. Busqué con la mirada a Lucius y Angeline, y me fijé en el rostro de Lucius frente a una mujer de negro, que sin duda, debía ser Angeline. Me acerqué lentamente, tras pasarme una mano por el pelo, y alisar el vestido, borrando mi aspecto asustado de mi rostro. No quería que ellos supieran nada de lo que había pasado allí con Demian. No quería interrumpirles en la conversación que tenían, así que me senté entre Lucius y Angeline, en silencio, sonriendo primero a Lucius y luego a Angeline, esperando en silencio a que terminaran de hablar.

Ordené una copa del vino con mejor buqué de la casa para Angeline y para mí me pedí un café. No me gustaba beber tan de mañana. Y con una sonrisa encantadora continué con la conversación. Sin embargo, y aunque pareció que decidiera hablarlo directamente con él y no fuera a incidir en el tema, me alentó a conocer las sospechas que tenía al respecto. Solté una carcajada, no lo pude evitar.

- ¡Claro, adelante! -Exclamé alegremente-. Os escucho.

Traté de imaginarme lo que ella sospechaba, pero cada idea resultaba más descabellada que la anterior. Definitivamente, no tenía ni idea de lo que pudiera sospechar, aunque sólo esperaba que no estuviera realmente en lo cierto. Me sabía muy mal que Demian la estuviera tratando de ese modo. No sabía qué pensar de él, me había jurado y perjurado que lo de Angeline sólo fue sexo y ahora... no podía terminar de creerme que estuvieran realmente juntos y que ella no supiera nada. Me daba lástima, en cierto modo, y me sentía algo traicionado. ¿A qué jugaba realmente Demian? ¿Querría a alguien de verdad? En este momento lo dudaba de verdad, porque si así fuera, no la habría traicionado y no la estaría haciendo creer en una mentira.

______
FDI: Si no os importa, podríamos tener ahora la conversación entre Angeline y Lucius, como ya tuvisteis una con Demian y Amy, jeje. Así se hace más fluido ^^

Off: por supuesto, tomaros todo el tiempo que haga falta, os espero n.n

OFF Claro, lo de Amy sería cuando acabásemos nuestra parte, jejeje.

ON

Acepté de buen grado la copa de vino que pidió, y le di un pequeño sorbo tras hacer girar la copa para que se aireara el vino, algo que se debe hacer antes de la cata del mismo para potenciar su sabor. Como lo que me importaba era el sabor, y el alcohol no nos afectaba, no me importaba probar la bebida a la hora que fuera. PArecía sonreir, como si fuera un camarero, que siempre sonríen.

Y parece ser que tras lo que dije, se rió repentinamente. Enarqué una ceja, un poco extrañada, pero como al parecer, lo decía de buenas maneras, me encogí de hombros, respondiéndome a mí misma sobre lo de si era en serio o era para molestarme. Era en serio, es parte de su carácter, estaba claro.

Me incliné hacia él, para crear un ambiente más confidente, al igual que mi voz la adaptaba a tal propósito. Le miré a sus ojos azules, que por cierto, eran de un color muy intenso, por lo que mostraba algo de sorpresa en mis ojos eternamente rojos. Me llamaba la atención, pues nunca vi a nadie con un color igual.

Pues verás... Demian después de acostarse conmigo, se acostó con otra mujer... Debo admitir que me puse muy celosa, tanto que quise pegarle a él y a la susodicha con la que se acostó. Después de eso me sentí muy mal y tiré mi espada, porque no quería volver a dañarles... Aún sigo sin tener mi espada...

Bajé la mirada un rato, mientras me acía al hecho de que se lo había dicho. Eran cosas que aún no había contado a nadie, y era curioso, pero por ser Lucius alguien tan neutral, lo veía de confianza para contarle eso, y más.

Volví a elevar la mirada, un tanto esquiva ya después de contarle eso. Empezaba a sentirme algo vergonzosa con lo que iba a decir, y empecé a dudar en si decirlo o no. Tomé aire y suspiré. Esperaba no molestarle con lo que me vino a la mente.

Desde entonces, y dado tal y como se ha puesto, pienso que Demian me ha engañado con otra mujer... Y perdóname lo que te voy a decir, fue una idea descabellada que me pasó por la cabeza, y aunque no lo crea, bueno...Deseo sincerarme contigo

Repuse un momento, haciendo una pausa para tomar aire.

Por un momento pensé que me engaña ahora con Amy, pero descarté esa idea rápido sabiendo cómo es ella. Lo poco que la conozco es suficiente para darse cuenta de que no tiene más que ojos para ti. Se notó cuando vinisteis ambos al Castillo para la guerra de Omega. No dejaba de mirarte con devoción.

Bajé la cabeza por un momento, y tomé otro sorbo a la copa de vino, y le volví a mirar, esta vez de reojo, con aspecto de disculpa.

Pero siento que está con otra mujer. Estoy segura, o casi segura. A veces lo pienso, pero sin pruebas, no quiero acusar. Lo pasé muy mal cuando me enteré de lo de aquella chica, Yukiko... Y claro...No tenía derecho a mostrar mis celos porque no teníamos una relación formal....No sé si de hecho la tenemos actualmente.... Estoy un tanto confundida...

Me quedé pensando en cuanto dijo su respuesta de forma repentina, en forma de pregunta, como si fuera una broma. No recordaba que me lo dijera así, aunque es posible que el sentido de lo que me dijera fuera ese. Al final asentí lentamente, poco después de lo que dijo, y coloqué la barbilla sobre mi mano, cuando continuó lo que decía, mirando la copa de vino mientras con la otra mano hacía girar el vino en su interior, girando la copa. Mis cabellos cayeron por mi hombro junto a mi rostro, dándome un aspecto un poco nostálgico, aunque no estuviera en ese momento así.

Es posible...que lo dijera... Repuse casi para mí misma más que como respuesta. Tenía razón. A lo mejor sólo me trataba así para tenerme en su cercado, en su harén particular encubierto, y poder disfrutar de sus concubinas. Volví a levantar la vista, sin apartarme el cabello, de forma un poco dramática, y nuestras miradas se cruzaron. Parecía bastante condescendiente. Empezaba a ver por qué Amy se habría enamorado de él.

Entonces me tomó la mano después de hablarme de que Demian podría estar pasando un bache. Sentí una calidez particular en cuanto me la tomó, y suspiré más tranquila, aunque eso duró poco, puesto que se levantó rápidamente, soltando mi mano. Notaba pasos agudos acercándose. Me giré en cuanto oí la silla retirarse, y me fijé en que Amy estaba allí, silenciosa y sonriente, y se sentó junto a mí ayudada por Lucius.

Asentí ante lo que decía Lucius, y me quedé mirando a Amy. No era capaz de mirarle a los ojos. Me sentía tan sucia... Ya le había provocado daño anteriormente. Me sentía mal pro eso, y por mucho más. Me sentía, de nuevo, como una estúpida. Volví a acercarme la copa a lmis rojizos labios, y tras humedecerlos ligeramente con el vino, le di un trago más largo que los sorbitos anteriores, dejando la copa casi vacía ya en la mesa, mirándola con atención, y de reojo a Amy, con la cabeza gacha. No creía que ella mereciese que yo me dirigiesse a ella. No me merecía. No debía molestarle, y no quería de hecho.

Al entrar en el lugar me fijé en que Lucius sostenía la mano a Angeline y le sonreía condescendiente. Seguro que trataba de ayudarle a encontrarse mejor. Al poco tiempo, soltó su mano y fue a buscarme, y me retiró una silla para que pudiera sentarme, a lo cual acepté en silencio y me senté sonriendo con calma. Noté sus húmedos y cálidos labios en mi mejilla, y me sonrojé un poquito, supongo que ya por personalidad más que por vergüenza.

Ante su disculpa asentí, sonriendo, y me giré hacia él.

No te preocupes, querido Lucius. Ve a lo que tengas que hacer, jeje Repuse con una pequeña risita, mientras éste se iba hacia el baño de caballeros.

Entonces me giré hacia Angeline y me fijé en que no quería verme a los ojos, ni siquiera mirarme o dirigirme la palabra.

Me acerqué a ella, y coloqué mi rostro frente al suyo, mirando a sus ojos rojos con atención, con una sonrisa tierna en mis labios.

¿Qué observas, querida?¿Hay algo que te llame la atención?

Repuse apartando su copa de vino lentamente, para apoyarme en la mesa y tomar su rostro con una mano.

¿Te sientes mal por algo? No te preocupes....No tienes por qué sentirte culpable de nada...El pasado es el pasado...

Note un punzante dolor en mi mano izquierda, con la que había golpeado con fuerza el espejo, la sangre empezaba a expandirse hasta llegar al lavabo. Me lleve la mano a la boca e intente detener un poco aquella pequeña hemorragia. La verdad es que no tenía que haber golpeado tan fuerte el espejo pero la cólera se apodero de mi cuerpo.
Entonces fue cuando escuché unos pasos que se acercaban hasta el baño y un aura demasiado luminosa empezó a abofetearme, un aura que conocía demasiado bien.

“No puede ser, él ahora no" Lo último que necesitaba ahora era un enfrentamiento con Lucius. No sabía si estaba preparado. Aunque habían pasado muchas semanas desde aquel encuentro en la posada y hubiese intentando por todos los medios de quitármelo de la cabeza no conseguía lograrlo. Reconozco que aquella noche me había pasado 3 pueblos con el y sobretodo con Angeline. Creo que lo mejor era pedirle una disculpa y zanjar este asunto una vez por todas.

Entró al baño y me dedico una mirada seria, fue paseándose por el sitio y abriendo todos y cada uno de los compartimentos de los servicios. Parecía que estábamos solos, cosa que agradecía en el fondo.
Después de que comprobase de que estábamos solos empezó a hablarme o mas bien a cantarme las 40. Me preguntaba que a que jugaba con Angeline y la verdad es que no le faltaba razón. La pobre Angeline solo era una víctima de todo esto, no me había portado bien con ella al no sincerarme y aunque corriese el riesgo de que se enfadase conmigo al contarle la verdad sobre lo que sucedió con Lucius tenía que sincerarme con ella. Después de todo ella se merecía la verdad. Estaba dispuesto a explicarle a Lucius mis intenciones pero el comentario que hizo a continuación me cayo como un balde de agua fría.

No podía ser cierto...no podía estar mentando a Natalia como si la conociese de toda la vida...¡como si él supiese la historia completa!
Cerré los ojos intentando controlarme, si había algo que conseguía sacarme de mis casillas es que mentasen a Natalia así como así. Expandí mi aura de oscuridad. Mis ojos brillaron y con todas las fuerzas que saque de mi cuerpo conseguí moverle hasta que quedó atrapado en la pared, extendí mis manos hasta que la cabeza de Lucius quedo debajo de ellas, atrapándolo mas todavía. Mis ojos delataban pura rabia.

-Escuchame bien por que sólo te lo voy a decir muy bien- le mire fijamente a los ojos- Nadie, absolutamente NADIE tiene derecho a mencionar a Natalia o mas bien hablar de lo que tuvimos sin tener una minima idea de lo que sucedió por que, amigo, tú no sabes ni la mitad de lo que sucedió. No soporto a la gente va de lista y cree que lo sabe todo cuando en realidad no tiene ni puñetera idea de nada. Para tu información estas bastante confundido, ¿crees que lo de Yukiko fue para olvidarme de Natalia? ¿quieres la verdad? Te la diré, al que intentaba olvidar es a ti...pero ¿sabes que? No puedo ….¡No puedo quitarte de mi cabeza! En todos y cada uno de cada momento del día pienso en tí, en donde podrás estar...en si estarás bien y ...si en el fondo yo también te importo aunque solo sea un poco. He intentando olvidarte desde lo que sucedió en la taberna pero es que no puedo quitarte de mis pensamientos ni de mi corazón....y ¿ahora me vienes con estas? Ya se que Natalia quería que fuese feliz pero esta máscara es la única forma en la que la gente no conseguía hacerme daño. Siento mucho haberme portado como un gilipollas pero que querías que hiciese al verte tan “feliz” con tu novia, no soporto veros haciendo arrumacos. Y sí, lo reconozco, estoy celoso. Lucius...yo...

No sabía por que le estaba diciendo todo esto, pero sentía que tenía que hacerlo. Y ya que estaba sincerandome mejor era decirlo todo de golpe.

-Yo te quiero.

Voltee mi cabeza hacia otro lado esquivando su mirada.

No estaba seguro de en qué momento había sucedido realmente, pero Demian, después de parecer rendirse finalmente, había expandido su aura de oscuridad abofeteándome con ella, y con una fuerza propia de un rey, me empujó hasta acorralarme contra la pared para comenzar a descargar su rabia sobre mí.

Le dejé hablar, dejé que se descargara y me echara en cara lo que necesitara decirme. Sólo quería ayudarle, no tenía intención de replicarle. No quería frustrarle más, yo ya le había dicho lo que tenía que decir, no tenía necesidad de echarle más leña al fuego. Pero entonces, en medio de su bombardeo, soltó algo que no me esperaba en absoluto...

- ¿Yuki... ko? -Repetí al reconocer el nombre de la chica que Angeline me había mencionado. Pero mi sorpresa no vino acompañada de haber escuchado o reconocido el nombre, sino por la revelación del motivo que le había impulsado a ello.

Le abofeteé, se lo merecía. Pero después le abrace con todas mis fuerzas, dejando caer unas lágrimas de mis ojos. Era feliz de saber lo que sentía por mí.

- Idiota... -Susurre con ternura, separándome ligeramente para poder mirarle a los ojos-. Como ya te dije antes, el sexo vano no te hará desenamorarte... -Busqué su mirada, posando ambas manos sobre sus mejillas forzándole con suavidad a que me devolviera la mirada. Rebosaba ternura en ellos y todos aquellos sentimientos que había deseado expresarle anteriormente y no había podido. Apoyé mi frente sobre la suya con suavidad-. No quiero perderte, Demian... Quiero estar contigo... Lo de Amy va más allá del amor, es cariño, somos compañeros, tenemos un cometido juntos, un pueblo al que guiar, y no puedo renunciar a eso, no puedo renunciar a mis responsabilidades como rey... Pero, eres tú quien realmente es el dueño de mi corazón... y no sabes lo que me mata tener que estar lejos de ti.

A medida que hablaba, el ardor se había ido apoderando de mis mejillas y mis ojos cada vez se humedecían más, tornando mi mirada mucho más emotiva.

Me estaba poniendo algo nerviosa que me observara tan de cerca, más aún, tomándome el rostro y obligándome a mirarle a los ojos. Me sentía roja de vergüenza, vergüenza por haberle hecho todo lo que le hice y aun así, siga tratándome como a un ser vivo (O no tan vivo), o mejor, como a una persona. No merecía tal trato.

Pero la puntilla se me clavó en cuanto me dijo que no me sintiera culpable de nada. Trataba de mirar hacia otro lado, pero era imposible, teniendo tan cerca unos ojos verdes tan brillantes y con mi cara sostenida por su suave y delicada mano.

No...el pasado está para recordar los errores....ME siento culpable por lo que te hice... Nada puede cambiar el mal que te he provocado... Y... Aspiré por la nariz con fuerza El que me tomes por una persona y me mires así y me hables así...me vas a provocar que llore al final...

Repuse, cerrando los ojos, tratando de aguantarme todo lo que podía. Pero no quedaba mucho, sólo una mano que abriera el grifo para soltar mis lágrimas.

Sonreí con animosidad en cuanto vi que decía que iba a llorar. Probablemente era lo que necesitara, descargar lo que llevaba dentro. Me acerqué un poco más a ella, y susurré, sin dejar de mirarle a los ojos, con una mirada de alegre inocencia.

Pues si quieres llorar, llora, querida mía. Yo te ofrezco un hombro donde hacerlo... Yo seré quien acalle tu dolor...

Repuse, mirándola con atención, acariciando su mejilla con la otra mano y las yemas de mis dedos. Sus ojos rojos estaban también enrojecidos, a punto de soltar todo lo que tenía dentro.

En ese momento, noté una punzada en el cuello, como si me hubieran clavado algo en la base y me hubiera atravesado de un lado al otro. Pero claramente, no notaba nada físicamente. Era sólo una sensación. A lo mejor hablaban de mí, o algo que me afectaba a mí, o serían imaginaciones mías

No me haba dado cuenta de lo que habia dicho hasta que el nombre de Yukiko salio de los labios de Lucius.
Bocazas, eso es lo que soy un maldito bocazas

Queria encontrar las palabras para explicarselo pero èl fue mas rapido que yo. Me abofeteo en la cara. ¿Por que todo el mundo acababa abofeteandome? Iba a darle yo otra bofetada pero entonces Lucius me envolvio entre sus brazos. Empezo a hablarme y senti como mis piernas empezaron a temblar. Note una sustancia liquida en mi hombro y le mire de reojo, ¿acaso estaba llorando? Me mordi el labio, ¿por que? Intento encontrar mi mirada pero no podia mirarle a los ojos, tenia que evitar a toda costa el contacto visual, por que sabia que si le miraba la mascara caeria al suelo y esa seria mi perdicion. Pero el no me lo ponia nada facil, coloco suavemente sus manos en mis mejillas y inevitablemente nuestras miradas se encontraron.

Mi corazon empezo a latir desbocado y mis ojos derramaron lagrimas y mis mejillas estaban rojas. No podia negarlo, le echaba de menos, le necesitaba...y no se hacia una idea de cuanto. escuche todo lo que me estaba diciendo, mi corazon empezo a latir mas rapido. Me separe lentamente de el.

-Quiero aclararte un par de cosas, quiero que te quede bien claro que Yukiko no ha sido solo un polvo pasajero, no es una prostituta. Ella es mi amiga y la quiero mucho, tiene todo mi respeto asi que espero que puedas entenderlo-le acaricie la mejilla-Te he echado de menos...yo te quiero, Lucius te necesito, dices que me quieres pero aun asi te vas a casar con otra...¡No quiero compartirte con otra! Yo te quiero para mi, ¡tan egoista es eso!


Me acerque lentamente a el, tanto que podia notar su aliento en mi rostro. No podia dejar de mirarle, mis ojos zafiro quedaron atrapados por los suyos.

-No te cases con ella...porfavor

Mi voz sono muy dulce y suave. Apoye una mano en su musculoso pecho y agache mi cabeza.

Lucius parecía muy decidido y la verdad es que yo no podía echarle nada en cara, al fin y al cabo no podía entrar como si nada en su vida y exigirle que dejase todo por mí eso era muy egoísta de mi parte. Pero realmente le amaba, pero si él quería casarse muy a pesar y por mucho que me doliese acabaría aceptándolo.

Se alejo de mí diciéndome que no podía elegir entre yo y Amy, cerré los ojos asimilando lo que ello significaba. Avanzo unos pasos hasta colocarse frente al lavabo y secarse las lágrimas que habían salidos apenas unos segundos de sus ojos. Quería irse de aquí lo notaba. Mi corazón se había encogido como si alguien lo hubiese aplastado. Lagrimas de impotencia caían de mis ojos.
¡No! no podía irme y dejar las cosas así, tenía que aclararlo...¿quien sabe cuando sería la siguiente vez que volviese a verle? no podía desaprovechar esta oportunidad.

Me acerque a el sigilosamente hasta que estuve detrás de él, le abrace por detrás apoyando mi cabeza en su hombro. Cerré los ojos dejándome llevar por esta sensación, no sabía cuanto tiempo iba a durar pero ojala no se acabase nunca.

-Espera Lucius...no te vayas todavía.

Le tome de su muñeca y le hice que se girase, nuestros ojos quedaron a la vista. Un leve rubor se instaló en mis mejillas. Me acerque a él hasta que la distancia de ambos se redujo bastante.

-Te quiero...casate si es lo correcto.

Me incline sobre él y pose un tierno beso sobre sus labios. Lo necesitaba, a quien quería engañar, necesitaba volver a probar esos labios.

OFF Seguid, seguid. Por mi parte, no tengo nada más que poner, y Angeline sólo me va a responder y ya está, y ya acabaría nuestro diálogo. Escribiré el de Angeline, pero si quereis, seguid, no os preocupeis por saltadnos, jejeje

OFF ¡Eso, eso!¡Seguid, que lo vuestro está realmente interesante!

ON

Lo que dijo Amy fue la llave que abrió la cámara de mis lágrimas finalmente, y tras apoyar la cabeza sobre mis manos, apoyados mis brazos en la mesa, empecé a derramar lágrimas y lágrimas de dolor. Me sentía tan mal, pero a la vez aliviada...Porque alguien me ayudara a descargar mis emociones y a sentirme realizada. Amy me comprendía... Lo sentía... A pesar de todo....

Así que me dejé hacer, y me dejé sentir por ella, dejando que fuera la madre que nunca pude tener como yo quería.

Había apartado la mirada del espejo, de él. Estaba dispuesto a marcharme, aunque completamente perdido en mis pensamientos tratando de hallar una respuesta a cómo habría de desenvolverme ahora frente a Amy y Angeline... En vano... Pues me hallaba completamente perdido, debido a que mis pensamientos ahora sólo podían centrarse en la lejanía de Demian... Me sentía incluso peor que cuando acabé yendo al templo de Samasha del Cielo. Deseaba desaparecer, no tener que volver a enfrentarme al mundo...

Pero entonces sentí sus manos rodear mi cintura desde atrás y una inexplicable sensación me recorrió por dentro... Era como si todo mi cuerpo generase electricidad hacia él. Me pidió que no me marchase todavía y después me volteó hacia él, simplemente no fui capaz de resistirme. Estaba tan cerca, que mi cuerpo no podía más que embriagarse... ¿Cómo era capaz de hacerme bajar la guardia de aquella manera? Y lo que me dijo después, cogiendo mis manos, ya sí que no me lo esperaba...

Apenas me dio tiempo a responder, pues sus labios hallaron los míos tan tiernos y suaves... Mis ojos derramaron un sin fin de lágrimas deshaciendo lentamente el nudo que tenía en la garganta, mientras le correspondía con una tierna pasión, volviendo a probar el néctar de sus labios que tanto había añorado y anhelado... Volviendo a sentir cómo todo mi cuerpo se revolucionaba con tan solo un beso, y el pantalón comenzaba a apretar mi entrepierna...

Pero entonces Amy inundó por un instante mis pensamientos, devolviéndome a la realidad. Estaba tardando demasiado en volver y Angeline tampoco sabía nada. No podíamos hacer esto aquí. Me separé suavemente de sus labios con una mirada todavía cargada de embriaguez. Era consciente del daño que podría causar... No era lo mismo ver que saber, no quería hacerla pasar por ese duro trago, bastante tenía que pasar sabiendo lo que sentía por Demian.

Mi pulso aun estaba desbocado y podía sentir su aliento sobre el mío, a pesar de que yo fuera un poco más alto que él. Retrocedí ligeramente y refresqué todo mi cuerpo, especialmente por la zona más afectada además de la cabeza. No podía volver a salir ahí fuera con la libido subida, Amy lo sabría en seguida, tenía que ahorrarle ese mal trago.

- Creo que será mejor que salga yo primero... -Dije, ahora más enérgico y prácticamente ya repuesto, en cuanto fui capaz de devolverle la mirada-. Tú tal vez deberías esperar a Angeline fuera y explicarle todo esto. Ya se me ocurrirá algo para decirles que no vas a venir...

Hice ademán de volverme ya hacia la puerta, pero recordé que tenía algo más que decirle y me volví a acercar a él, posando mi mano izquierda con suavidad en su mejilla.

- Soluciona esto... Iré a verte en cuanto esté libre de nuevo.

Tras esto, posé un último beso de despedida en sus labios antes de salir por la puerta.

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FDI: Postead, que yo en el siguiente post ya me reúno de nuevo con Amy y Angeline.

OFF ¡Ayyy!¡Me eestais dando enviiiidiaa!¡Me hareis besar a Angeline como sigais así! Jejejeje
ON

Me acerqué a Angeline por un lado, y la abracé con cariño, haciendo que en lugar de apoyarse en la mesa que se apoyara en mí, y le fui acariciando la cabeza suavemente con la mano. Dejé que se descargara, que soltara todo lo que llevaba dentro. Me sentía como su madre, como una persona que velaba por ella para cuidarla y que se mantuviera tranquila y sana, al menos en este momento. Y fue entonces cuando le besé en la frente, volviendo a abrazarla suavemente.

OFF Me obligareis a este paso ¿eh? Jejeje

Me dejé abrazar por Amy, apoyando mi cabeza sobre sus brazos y su pecho, mientars me la acariciaba suavemente. Cerré los ojos, con una calma que no pensaba posible tener.Noté de forma repentina sus suaves labios, como una pluma, en mi frente, y me sonrojé un poco al notarlo. ¿Yo realmente me merecía ese trato? Creo que no quise pensarlo, pues me dejé caer un poco más en su seno, mientras rodeaba su cuello con mis brazos. Sentía que ella me entendía, siempre me trataba bien.

PEnsaba que ella era una fuente de cariño que yo realmente necesitaba, y me giré hacia Amy lentamente, elevando mi mirada hacia ella. Tenía unos ojos verde oliva tan brillantes y tan tiernos...

No pude evitar abrazarla por el cuello, y acercarme lentamente a su rostro, hasta que le planté los labios en los suyos durante unos segundos, y me separé, algo sonrojada, descansando sobre sus brazos con suavidad

Noté que apoyaba su cabeza en mis brazos y en mi pecho, y a pesar de que estaba algo fría, aguanté un poco con ella, sonriendo con ternura al tenerla tan cerca.Y vi que tras mi beso en su frente, sus mejillas se colorearon de un tono rojizo suave. Se había sonrojado ¿demasiado enternecedor para ella? Jejeje.

Entonces vi que se giraba hacia mí y me miraba a los ojos, aproximándose a mí. Cada vez más cerca, podía notar su aliento en mi mandíbula, hasta que ella puso sus labios sobre los míos en un beso suave. Eran dulces y esponjosos, aunque esto duró poco. Entonces me sonrojé como nunca, mientras que ella apoyaba su cabeza en mis brazos de nuevo.

Respiraba muy agitada y nerviosa. ¿Un beso de Angeline, de una mujer? Aunque me gustara, no me hacía a la idea.¡¿Y si lo había visto Lucius?!¿Y si me condenaba allí mismo?

Miré hacia atrás, y no vi a Lucius en ninguna parte, así que traté de quitarme ese pensamiento, respirando hondo, y traté de hablarle a Angeline.

A-A-An-Ange-Angeline... ¿Por qué me has be-be-besado?

Pregunté nerviosa y temblorosa cmo un flan. ¿Era cierto que eso había ocurrido siquiera?