Un lugar idilico (Amy y Subhi)

Sin saber como habia acabado llegando a un lugar que podia clasificar como el mas hermoso que jamas hubiese visto en toda mi vida. En mitad de aquel bosque constantemente verde y salvaje habia crecido, como si fuese un milagro, un remanso de paz virgen y puro.
Un pequeño rió tan cristalino como un espejo corría despacio haciendo un pequeño recodo y creando una playa de arena fina y blanca. Los arboles caducos, todos hayas y robles, dejaban caer sus hojas con parsimonia al suelo, creando una alfombra de tonos marrones y rojos.
Los pajarillos cantaban y gorjeaban felices: petirojos, alondras, martines pescadores y un sin fin mas de los que desconocia su nombre se hayaban alli, bañandose en aquellas aguas tan puras.
Entre las copas se filtablan pequeños rayos de sol que se asemajaban a las potencias de las estatuas cristianas, y esque en aquel lugar se podia sentir el poder de dios por todas partes, estaba alli conmigo.

Sonrei ampliamente y se sente en un roca que parecia estar pensada para ser un banco, sin poder evitarlo empece a cantar despacio y suave.

Desde los jardines del cielo, cuyo "lago" daba una imagen y sonido de la tierra, alcancé a oír una voz femenina que cantaba como los ángeles, cosa que era curiosa.


Embriagada por tan bonita voz, me tiré al vacío con los ojos cerrados desde el cielo, cayendo hacia la Tierra. Y en el aire, frené con las alas, a unos metros de las copas de los árboles, lo que provocó que éstas se agitaran con el viento. Noté entonces un aura.. Un aura de licántropo, y descendí suavemente frente al aura del licántropo, que parecía ser el foco de la voz femenina que cantaba hace poco.

Solemnemente, toqué el suelo con mis delicados pies, y mis alas aletearo un par de veces, para frenar la caida, y las recogí lentamente, frente a ella. Esbocé una sonrisa a la muchacha pelirroja de piel morena que se encontraba ante mí. ME recordaba en cierto modo a Angeline, pero no sabía decir por qué.

Hola... Vine atraída aquí por tu dulce voz. Cantas muy bien, si te soy sincera. Sería encantador que cantaras más veces así

Seguía cantando tranquilamente cuando una leve brisa me acaricio el rostro, sonreí aun con los ojos cerrados, seguro aquella brisa era producto de los ángeles, como todo aquel hermoso claro.
Despacio y con parsimonia abrí los ojos, y al hacerlo la nota se me congelo en la garganta, como un silencio grito.
Ante mis ojos, estaba el espectáculo mas bello y a la vez aterrador que jamas habría de presenciar ¿Acaso estaba muerta?

A contra luz venia volando hacia mi el ser mas bello de este mundo, un ángel, con sus alas de plumas brillantes y puras. Un rostro eternamente joven y bello, bello era poco, sus rasgos parecían esculpidos por el mismo dios, y el calor que iradiaba su sonrisa seria capaz de detener al mismo diablo.
Sin poder evitarlo caí al suelo de rodillas, con los brazos muertos a ambos lados de mi cuerpo, por mi rostro las lagrimas empezaron a surcar mis mejillas.
Aquel hermoso ser se dirigió a mi después de replegar aquellas alas de vuelta a su cuerpo, ¿como era posible? Su voz era un coro celestial de ángeles cantando para mi ¿ Que había echo yo para merecer esos dones y regalos del cielo?
Agarre mi crucifijo entre mas manos y empece a rezar como hacia en la iglesia, con una suave melodía como la de antes:

Et residens sub altis habitat in protectione Altissimi,
Dominus dicat 'mea et refugium meum Deus meus in te speravi. "

Libera me de laqueo venantium et a plaga mala
protegam te et sub pinnis eius confugies pennis.

Non timebis a timore nocturno, a sagitta die
pestilentia in tenebris non movet, nec furentem plaga solis.

Cadent a latere tuo mille et decem milia hominum in dextera periculo eris, erit scuto fidei et armis.

Videte oculis vestris justis mercedem impii, et video.

Sed dicis: "Meus est pro Domino" fecisti tibi excelsum exceperit.

Calanaitax pertingere non nulla pestis accedent tabernaculo tuo:
enim sunt Angeli ordinati ad tutelam in omnibus viis tuis.
Habetis penes vos esse non offendas ad lapidem pedem tuum;

ambulaveritis supra serpentes et leones et dracones et puppies calcabit.

Habeo amet, liberabo eum protegam eum quia cognovit nomen meum.

Si vocat me, exaudiam, et mala esse, nisi eum, reddere honorem.

Ut prolongentur dies tui videre cupis, et ero meo. "


cuando termine mi salmo permanecí allí de rodillas, muda de asombro y felicidad.

Spoiler:

Me quedé impresionada por la reacción que esta mujer había tenido en un momento. Se había arrodillado, como si acabara de ver algo magnífico, en ambos sentidos, quedado patidifusa al parecer. ¿Y estaba... llorando?

De repente, se había agarrado a una cruz que tenía colgando de su pecho, y empezó a recitar un salmo.

Yo me quedé igual de patidifusa que ella, llevándome las manos a la boca, y tan sorprendida, que pensé que mis ojos iban a salírseme por lo tan atentamente que miraba a esa muchacha rezar.

Me acerqué despacio hacia ella, cuando vi que terminó, y posé mi mano en su cabeza.

Me halaga mucho que me dediques un rezo... PEro no es necesario, querida. No soy una diosa ni nada por el estilo, jeje

Repuse sonriendo tímidamente, mientras le dedicaba una mirada a sus ojos amarillos con inocencia.

Me llamo Amy Maya Sunie... Pero puedes llamarme como quieras, querida ¿Cómo te llamas tú?

Pregunté ladeando la cabeza con una sonrisa. Quería que se relajara contestando preguntas sencillas, y así no se pusiera tan nerviosa como estaba ahora. ¿Tanto impresiona mi ser? No podía ser tanto.

Aquel angel seguía hablándome, como si fuese desconocedora de su turbadora belleza y el efecto que causaba, al menos en mi. Aun confusa, de rodillas y agarrada a mi cruz alce la vista hacia el angel. Su tierna mano, con una piel que mas bien parecia seda, estaba posada sobre mi cabeza.

-Mi...Mi..M..Mi... Nombre es Sub....Subhi Libni- Tartamudee como pude. Aunque mi ruda voz, en comparacion con la suya, me parecia que estorbaba en un lugar como aquel, no podia negarle una respuesta a quella diosa.

Al ladear la cabeza alguno de sus cabellos se escaparon graciosos y taparon parte de su rostro, de su divino rostro.
Agache la cabeza avergonzada, ¿como podia dirigirme tan directamente a un enviado de dios? ¡mas aun! ¿como podia tener aquella clase de pensamientos?

Me agache aun mas, hasta rozar casi el suelo con la nariz.

Al verla tan aferrada a la cruz que le colgaba de su cuello, y temblando, antes y después de decir su nombre, máxime cuando se tumbó prácticamente en el suelo, pensé que era mejor que me viera de forma menos formal. Más natural.

Así que me agaché hasta donde ella estaba y le miré con una sonrisa tierna. tomándola por las manos y tirando de ella hacia arriba mientras me levantaba del suelo.

Tranquila, mi querida Subhi. No actúes conmigo como si fuera un ente divino, jejeje. Soy un ángel, que está visitando a una licántropo, muy guapa por cierto, y parece que muy devota. Relájate. Respira hondo, cierra los ojos, espira suavemente ¿vale?

Repuse tratando de calmarle suavemente, transmitiendo un calor agradable por mis manos, gracias al control sobre el agua de mi cuerpo, que se mantenía tibia. De no ser así, tendría mis manos gélidas como el hielo.