Encuentros agradables (Auron y Luccie)

Era agradable, era mucho mas que agradable sentir la brisa fresca en la cara después de tanto tiempo encerrada en esa cueva con el aire viciado. Inspiré profundamente estirando los brazos hacia ambos lados, cerrando mis orbes color esmeralda y echando la cabeza hacia arriba -Esto si que es vida!- comenté con mi alegría innata. Mi ropa era como antiguamente, no mas ropa elegante, no mas vestidos despanpanantes, yo ya no era asi. Mi corpiño estaba completamente ceñido a mi cuerpo, resaltando mis curvas y pronunciando mi pecho, aquella falda corta desgastada y mis botas de suela de metal, de cuero negro.

Había descubierto quien era yo, porque lo era, quien eran mis hermanos y lo que era mil veces mejor, que yo no estaba maldita, que yo había sido bendecida por mi madre. Bajé la cabeza volviendo a clavar mis ojos en la superficie de aquella isla que tantos buenos recuerdos tenía para mi. Ahora... ahora era mas complicado a la vez que delicado. Siempre había adorado a Shamasha, como la diosa que era.

Ella lo había sido todo para mi y sus pautas me habían servido de guía, la bondad, la caridad, la armonía, pero ahora había descubierto que yo misma era descendiente directa de justo la facción contraria. Me senté en el suelo entre pensamientos cerrando los ojos y cruzando las piernas. Solté mi melena de la coleta que llevaba y medité, en todas aquellas cosas que había tenido y ahora tenía. Pronto un aura se cruzó en mis sentidos. Decidí no hacer nada, quedarme a la espera de que se acercase.

El mar era un buen lugar para relajarme, llevaba mi aura totalmente suprimida está empezando a entender que podría ser un riesgo llevarla a un nivel normal, así que la tenía totalmente suprimida .El agua para mí era un lugar muy relajante un lugar donde podría descansar, donde podría despejar mi mente. Sentía como la suave frisa del mar golpeaba mi cabeza mientras caminaba.

Llevaba mi gabardina de siempre pero ahora tenía algo diferente traía una capucha que cubría totalmente mi cabeza, y mi cara no quería que ninguna persona indebida se me acercara así que mientras más raro o intimidante nadie se me acercaría. Mi vestimenta era como siempre mi pantalón de color negro y mi camisa del mismo color, mientras llevaba la buster sword en la espalda.

Seguí a caminando hasta que llegue a la orilla y vi una isla a lo lejos para llegar ahí tenía que libera algo mi aura para convertirme en mi verdadera forma y poder volar en ese momento comencé a concéntrame mientras una densa aura de color negro comenzó a rodearme mis ojos cambiaron a color rojo como la sangre, mi cabello le salieron algunos mechones de color blanca y de mi espalda dos alas con un plumaje negro como la noche salieron.

Fije mi mirada sobre la isla para comenzar a elevarme desplegando una pequeña corriente aire abajo mío, mientras mis alas comenzaron agitarse en ese momento salí volando rápidamente hacia la isla mientras el viento golpeaba mi cara y me quitaba la capucha de la cabeza, nunca había visitado una isla, de repente sentía que había alguien ahí otra aura , eso hizo que sacara una pequeña sonrisa parecía que hoy conocería alguien nuevo.

Me dirigí volando hacia donde sentía esa aura aterrice a unos 20 metros de esa presencia volviendo a mi forma humano y volviéndome a poner la capucha mientras comencé a caminar hacia donde estaba esa aura y al llegar la vi de lejos era una mujer, pero era muy hermosa en ese momento me sonroje un poco siempre me costaba tratar con la mujeres me la quede viendo un rato esperando a ver qué haría.

Giré la mirada hacia el muchacho con una de esas sonrisas que me caracterizaban, esas sonrisas enormes-¿No vas a acercarte?- Pregunté pasando una de mis manos por el cabello- Prometo que no muerdo, al menos de momento-.

Me levanté de apenas un salto con cierta agilidad nada mas decir aquello y me acerqué tendiéndole la mano -Es un gusto encontrarse con seres que no desprendan luz por cada uno de sus poros, aun que no me disgusten-

Mi voz era suave y amigable, me encantaba conocer gente nueva y si encima eran de oscuridad me gustaba aun mas -Mi nombre es Luccie, es un placer conocerte.... chico -susurré, sin preguntar su nombre. Si el no quería decírmelo el preguntarle solo le haría mentir. Me rasqué las mejillas, notando levemente las tres marcas afiladas, semejante a los bigotes de un gato. -Ah.. tanto tiempo incomunicada me ha echo perder un poco la costumbre de hablar con semejantes, discúlpame si me ves algo ... "polvorienta"-

Reí con suavidad juntando ambas manos detrás de mi espalda a la espera de una respuesta por el muchacho. Parecía joven y algo en el me llamaba la atención mas que de costumbre, aun que tampoco podía saber a ciencia cierta lo que era, había perdido practica después de aquel extraño letargo.

De repente vi que volteo la mujer hacia mi dirección y oí unas palabras que se dirigían hacia mí, en ese momento un calor comenzó a crecer de mis mejillas era una persona muy penosa con las mujeres cuando recién las conocía, y más si eran muy hermosas su cabello de rojo y sus ojos de color verde me había cautivado, su piel parecía tan suave pero al mismo tan pálida como si el sol nunca la hubiera tocado.

Mientras estaba sumido en su belleza sin darme cuenta se acercó a mí para saludarme, eso hizo que diera una pequeño salto la capucha por ventaja, tapaba mi mirada y solamente se podía ver la mitad de mi cara, oí su voz suave mientras ella extendía su mano para saludarme, en ese momento la salude mientras mi mano temblaba algo nervioso, para saludarla en el momento que tome su mano, la agite para saludarla y la separe rápidamente.

-También…. Es un gusto…. Conocer … Alguien … nuevo-decía algo nervioso mientras la veía a sus ojos verdes, parecía ser una buena persona y tampoco sentía ninguna mala intención contra mí eso me tranquilizo un poco, en ese momento puse mi mano atrás de mi nuca para rascarla un poco y pensar que decirle .

Oí el nombre de la mujer se llamaba Luccie, así que yo también le diría mi nombre – Un gusto, yo me llamo Auron- decía intentándome un poco y no intentar estar tan nervioso, aunque siempre me costaba estar bien cuando conocía una mujer, pero cuando comenzara a sentirme cómodo.-Je no te descuides yo tampoco conozco a muchos de nuestro tipo, digamos que eh estado fuera del hogar varios años-decía sonriéndole mientras la veía a los ojos.

Vi la costa con algo de melancolía, no sé por qué el mar me hacía estar tranquilo como si todo lo malo del mundo desapareciera con el agua, saque una pequeña risita un demonio que amaba el mar era algo raro, pero bueno al final nunca me considere un demonio normal, solo era un demonio que buscaba sus pasado.