La amargura del diablo

OFF: Ten en cuenta que estoy girando a una velocidad muy alta. Ambos estamos igualados en velocidad porque somos maestros y porque tenemos la agilidad como característica fuerte. Sin embargo, yo tengo en este caso una velocidad mayor que la tuya gracias a la ayuda del aire. No puedes colocarte encima mi espada de esa manera. Al menos busca una manera diferente de hacerlo, que no dependa de tu velocidad, porque en ese aspecto te gano.
El fuego no frena nada, solamente dilata el aire, pero eso no afecta a su velocidad.

off: Ya modifique el post anterior ^^

OFF: Eso ya me gusta más xD

Recibo el golpe en la cabeza y mientras voy frenando (no se puede frenar en seco a la velocidad a lo que va) una corriente muy fuerte se dirige hacia el ángel que está todavía en el aire y le estampa contra la pared más cercana. Cuando termino de girar una pequeña nube de oscuridad aparece en mi cabeza, sanando ligeramente la quemadura.

ya en la puerta se oia la pelea que habia dentro y entre .

vi a dos angeles peleando contra un diablo.
"interesante"

-Buenas noches señoritas, que, jugando un rato-dije con ironia.

Me giré cuando entró el nuevo invitado. Entró junto a su arrogancia y casi no cabian por la puerta. Habia estado todo el rato sentado en una mesa de espaldas al combate, mi larga coleta caia por mi espalda, llevaba puesta mi túnica negra.
-Deberias mostrar más respeto por los amigos de tú reina. -Dije al recien llegado con severas palabras

Pase justo detrás de lo que juraría era un vampiro, y mirándole de reojo escuche sus palabras y mire al frente, allí vi como Aspicius estaba peleando contra Álastir, y mi cara paso a ser de resignacion,no me hacia mucha gracia ver algo asi, pero por otra parte,podia ver como luchaban ambos, asi que decidi ir a una mesa apartada y esperar aque terminasen para intentar curarles.

OFF: Visto que Álastir no está disponible concluiré con la pelea xD

ON:
La corriente de aire estampó al ángel contra la pared y cayó al suelo, de donde no se movio. Le miré con desprecio de nuevo y me marché a sentarme a tomar algo.
Pude distinguir a un vampiro que no conocía y también a Salem y a Kaede.
-Buenas noches brujo, lamento que te salude en semejantes condiciones, pero ya ves...

Dirijí la mirada a Kaede y la saludé.
-Buenas noches Kaede, lo mismo digo, siento saludarte en semejantes condiciones, no pude evitar dejarle malherido.

-Buenas noches Aspicius..-dije soltando un leve suspiro por haber visto la pelea,y me sente cerca de el. Ahora que me paraba a pensarlo, juraría que tanto Salem como Aspicius conocían mi poder de sanación, así que preferi preguntarle antes de actuar por si acaso no queria que le curara:

-Quieres que te ayude con las heridas?-dije con una mirada tranquila con un pequeño aire de preocupación.

Me giré y una mano.
-No creo que quieras hacerlo, la luz es bastante agresiva en los cuerpos de los diablos, al igual que lo es en los otros seres oscuros. Tenemos nuestros metodos. -Dije Con tono de voz neutro.

off: pero mi método de sanación seria neutro, así lo e echo hasta ahora><

- Tranquila, no te preocupes, no es necesario - dije calmadamente.

Tras esto hice que una pequeña nube de oscuridad empezara a curar mis heridas.

- Realmente no es nada, solo unas pequeñas quemaduras y unos golpes sin importancia - la expliqué con una sonrisa para que no se preocupara.

Off: Neutro implica tanto luz como oscuridad, tratar a un demonio implicaria más oscuridad y visto como es tu personaje parece algo fuera de tus limites xD

Off: tema discutido xDD


On:


Me sente entre ambos despues de coger una bebida en la barra, esperando que fuera una noche interesante,pues hacia tiempo que me aburria.

Tras terminar con la curación pedí al camareró una infusión y me dispuse a tomarla. Aquel combate había apaciguado mis ánimos y ahora estaba más alegre y relajado. Sin embargo no pude evitar soltar un típico comentario de desprecio hacia el ángel.
- Tks, esos malditos ángeles se creen mejor que nadie y mira como ha acabado...

Me acerqué y me situé al lado de Aspicious.
-Ciertamente, me recuerdan a muchos de los diablos que he conocido hasta ahora. -Dije con tono de voz neutro, ultimamente nada parecia ser como debiera y no conseguia descubrir por que.

-Es una pena que hayas conocido solo a la escoria de mi raza - respondí dando un trago a la infusión -. Por desgracia hay demasiados diablillos que actuan como dices, pero otros... somos diferentes.

Solte una risa un tanto enfermiza.

Le di un suave y largo sorbo a mi taza, sujetándola por abajo con una mano y del lateral con otra, con los ojos cerrados y serena,pues prefería seguir escuchándoles a intervenir.

Mantuve la mirada fija en el frente, no necesitaba mirarle para verle.
-Cuesta imaginar a un demonio con alguna virtud. Al igual que los brujos sois malvados por naturaleza. Aunque vosotros representais todo lo que es malo.

-¿Virtud? Podrás ser un ser oscuro, pero no lo aparentas. Deberías saber perfectamente qué somos y para qué estamos.

Eché otro trago a la infusión. No pude evitar que en mi rostro se dibujara mi típica sonrisa siniestra y sarcástica.

-Sabes menos de lo que pensaba. No es bueno prejuzgar a la gente... - le lancé una mirada funesta -. No te puedes imaginar lo que se esconde detrás de las miradas y las sonrisas...

De nuevo solté una risa enfermiza.

-No prejuzgo, Aspicious. Se lo que veo y lo que he visto. Te mueves por tus propios intereses, harás todo lo que esté en tu mano para conseguir tus objetivos. Tambien ocultas un gran pesar, un gran secreto. Por algo Walter te llama el diablillo curioso. -Ignoré mirada y su risa, de verdad me importaba bien poco si se atragantaba con alguna aceituna. Fugazmente pasó por mi cabeza la idea de hacer que se atragantase, bastaria con un chasquido. Rechacé la idea inmediatamente, despues de todo no me serviria de nada.

-Es evidente que para tipos como tú no soy para nada de fiar, pero no te preocupes, tu tampoco andas corto jajaja.

Eché un nuevo trago a la infusión. Realmente ese tipo de conversaciones me divertía.

-Basta ya chicos.. por favor-dije intentando que ambos pararan, pues parecian dos niños pequeños con mejor vocabulario.

Debía cambiar de tema, aunque no sabia que les podía hacer dejar de discutir, pues no parecían tener intención de terminar.