La amargura del diablo

-Antes de empezar, quiero que sepas que esto no lo sabe nadie más. Por lo tanto estoy depositando toda mi confianza en tí - suspiré y miré a mi alrededor -.Mmmm, preferiría hablar en otro lugar, aquí nos puede escuchar mucha gente.

Esta bien, te sigo,ya que es algo tuyo-comenté en tono mas responsable.

Me levanté del asiento y la indiqué que salieramos de la taberna. Me acerqué a una pequeña arboleda desde la cuál aún se podía ver la puerta de la taberna y me acomodé en un árbol. Allí no nos oiría nadie.

-¿Te acuerdas de que el otro día te hablé de la persona por la cuál aún estoy en este mundo? Se trataba de mi padre.
Hace mucho tiempo viajabamos en busca de lo que él llamaba las "respuestas". Yo era muy pequeño y por supuesto no sabía de qué me estaba hablando. Me enseñó todo lo que sé.

Me paré un momento para observar la cara de Kaede muy seriamente y continué.

-Con el tiempo descubrí que mi padre pretendía algo que nunca nadie había conseguido antes. Un día nos encontramos con un grupo de ángeles que nos habían estado persiguiendo. Al parecer tenían un gran rencor hacia mi padre por algo que sucedió entre ellos. Nos emboscaron y mi padre acabó muriendo. Pese a todo, conseguí llevar su cuerpo moribundo y escapar.

En ese instante mi voz se tornó mucho más oscura y tenebrosa.

-En su lecho de muerte me confió su objetivo. Se encomendó a mí. Lo que él pretendía era conseguir el poder del génesis y crear un nuevo mundo - solté un suspiro -. No sé qué clase de mundo quiso crear, pero desde entonces ese es mi objetivo, crear un nuevo mundo una vez consiga el poder del génesis.
Desde el día en que murió me dediqué a viajar de un lugar a otro, empeñado en continuar con la búsqueda de mi padre. Sin embargo, no hago esto solo en honor a mi padre. Tengo mis propios motivos para crear un nuevo mundo. Pese a ser un diablo, la muerte de mi padre me marcó enormemente. No quiero que haya más muertes por semejantes disputas raciales. Pero no puedo evitar pelear contra ángeles o seres de luz... está en mi naturaleza. Por eso quiero cambiarlo.

Me detube de nuevo y desvié la mirada al cielo estrellado.

-Por eso soy diferente... Yo rechazo mi naturaleza, aunque no pueda deshacerme de ella. Ese es el motivo de mi curiosidad, conseguir toda la información posible para llegar al poder del génesis.

De mi interior surgió la fuerza que me había ayudado en mi viaje durante todos estos años en forma de puño alzado al cielo.

-Por eso... Yo soy Aspicious, el diablillo curioso, aquel que logrará su objetivo, el ambicioso sospechoso... aquel demonio obstinado en ser inmortal, hasta que alcance lo que busco...

Agaché la cabeza y miré fijamente al ángel caído.

-Ese es el sentido de mi vida. Ahora eres la única que lo sabe.

Había permanecido quieta, observandole y escuchando una a una las palabras que de su boca habían salido, y al terminar de escucharle,baje la vista, muy pensativa, sin saber bien que responder.


-Un nuevo mundo eh..?-era algo que por supuesto veía demasiado difícil.-Siento lo de tu padre..-dije con sinceridad.

-Piensas que estoy loco, es normal - dije encogiéndome de hombros.

-No es eso -dije con tono algo cabreado,que enseguida se esfumó-Pero no me lo esperaba, a decir verdad. Que pasaría con este mundo si crearas otro..?, acaso no te importaría dejar este..?-dije intentando que sonara neutro,aun que realmente era de preocupación.

-Espero entenderlo con el tiempo..-comenté pensativa mientras movía mi taza ausente.

OFF: Sandra estamos fuera de la taberna, no puedes tener la taza xDD
ON:
-Bueno, creo que será mejor que pasemos dentro, aún tengo una infusión que tomarme.

Me acerqué a la puerta de la taberna y esperé al ángel caído.

off :cierto>

on:

fui tras el y entré de nuevo en la taberna.

Me senté en el sitio donde antes lo había hecho y me dispuse a beber la infusión. Me quedé ligeramente embobado mirando la taza y enfrascado en mis pensamientos.

Miré yo también la taza, y el reflejo de uno de mis dos collares en ella, el de Haruka en especial, cuando parte de la taza se desquebrajo, y abrí los ojos al instante.

Un mal presentimiento me recorrió la espalda, y me levanté de golpe de la mesa.


-Lo siento Aspicious, debo irme, es importante para mi-dije dejando el dinero sobre la mesa, haciendo una rápida inclinación y saliendo con rapidez de la taberna, pues estaba segura de que algo iba a ocurrir con Haruka, y alcé el vuelo con rapidez, rogando que Aspicious me perdonara.

Cuando salí de mi embobamiento me di cuenta que Kaede ya se había marchado. Ni siquiera había escuchado lo que me había dicho. Supuse que sería algo urgente así que no le di importancia. Miré a mi alrededor en la taberna, ya no quedaba mucha gente, sin embargo aún tenía ganas de algo más y no sabía el qué.

Entré en la tabernaasombrosamente feliz, ese dia habia ido de compras y tenia mucha ropita para mi niña y para mi. Sentí un aura que no veía desde hace tiempo y me gire para mirar, alli estaba Aspicius, sentado en la barra, me acerque amigablemente-vayaa.. ¿como tu por aqui Asp?-dije sentandome a su lado sonriendo.

Miré de reojo a la vampiresa que acababa de llegar. Me alegró ver una cara conocida.

-Vaya, cuanto tiempo Ana. Hacía mucho que no nos veíamos. ¿Qué tal todo?

Sonreí-ya ves e?, pues nada haciendo un rato el vago, que ya queria un poco de descanso, ¿y a ti que tal te van las cosas?, -dije apollandome con los codos en la barra, levante la mano y el tabernero me reconocio y me puso lo mismo de siempre, le di un pequeño sorbito esperando su respuesta.

-Como siempre, y eso es lo que me mosquea - dije encogiéndome de hombros -. No sucede nada nuevo y no consigo avanzar en mis investigaciones. Pero obviando eso, supongo que todo bien.

Solté un pequeño suspiro seguido de una sonrisa, Asp nunca cambiaria-La verdad es que ahí tengo que darte la razon, ultimamente no ocurre nada nuevo, y sobre lo de tus investigaciones ya sabes que por mi parte dispones de documentos y bibliotecas, busca en ellas cuanto necesites-Dije dando un trago a mi bebida-Por cierto hay algo que queria comentarte, no se si querras venir pero... walter y yo nos casamos y tu estas invitado-

No pude evitar soltar un pequeño sobresalto de sorpresa.
-Oh vaya, enhorabuena por vosotros. Sin duda asistiré al evento.