Tarde de Ocio..¿O no?

En la putrefacta taberna de la cual se enorgullece la ciudad de Eliria, en un taburete de madera desvencijada, con astillas rotas y estando en un pobre estado, se encuentra Angeline sentada, con los codos apoyados sobre la barra, sosteniendo su cabeza. El gélido aire que penetraba por la ventana hizo estremecer al público, mas Angeline no parecía sentirse helada, porque realmente ya lo está. Sin inmutarse, levanta levemente la mano, y el tabernero se acerca a ella con paso rápido y decidido a recibir alguna comanda con ansias de ganar dinero.

-¿Desea algo, señorita?

La vampiresa, esbozando una ligera sonrisa maliciosa, levanta la cabeza, dejando los brazos libres, que cruza y los junta con su cuerpo bajo sus suenos. En una sutil, suave y fría voz, en un intento de infundir temor a su tabernero-que de hecho, tiene éxito-.

-Por supuesto, para algo le he llamado. Tráigame por favor una copa de vino tinto

El tabernero, con un ligero castañeteo de sus dientes, se iergue, separándose de la barra, y afirma, moviendo su cabeza de arriba abajo lentamente, con los ojos abiertos como platos, y tragando saliva. Acto seguido, el sujeto abandona su compañía, para dirijirse a la bodega

OFF Entre comillas, coloco los pensamientos, como dato curioso

ON-"Aaayy...estos jóvenes de hoy en día...no saben apreciar a una dama cuando la ven, y menos tratarla con un mínimo de respeto.."

Entré en la taberna colocando los mechones de mi larga melena negra que a causa del viento se habían desperdigado por mi pálida cara,y me senté en la barra dejando un libro sobre ella,como solía hacer.

Parecía haber una vampiresa cerca,a la cual no conocía de nada; pedí un refresco y abrí las tapas del libro con el rostro sereno,como solía hacer.

Al recolocarme para esperar al tabernero, escuché la puerta abrirse con un chirrido de las bisagras desengrasadas, y miré de reojo hacia la misma. Una persona con pelo largo y negro, vestida con colores oscuros. No le quité la vista de encima, y observé que dejó un libro en la barra y le traían un vaso. Sentíase algo frío a su alrededor, pero a su vez cálido. Ni luz ni oscuridad, no parecía ni malo ni bueno. No sabía qué es exactamente, pero me llamó la atención, y no le quité el ojo de encima, , apoyando mi cabeza sobre una mano, y vigilándola bien de cerca.

-"Esto me da mala espina...me gustaría saber qué es lo que estoy sintiendo"

Mientras pasaba la siguiente página,miré a los ojos a quien parecía estar observándome,clavando mis ojos color violeta en su mirada. Esto fue un solo instante,tras el que cogí la taza,que desprendía un suave aroma a chocolate derretido, y bebí despacio apoyando la palma de mi mano sobre la base de la taza.

Tal vez nunca habría visto a un ángel caído,o tal vez no le cayeran bien,simplemente,podían ser muchas cosas. Seguí leyendo con una pequeña sonrisa por el sabor reconfortante del chocolate.

Mi curiosidad seguía invadiendo mi mente. ¿Qué es ese "ser", por llamarlo de alguna manera, que da tan rara sensación? No pude evitarlo. Cuando el tabernero llegó, con la copa vibrando y el vino oscilando, esperé a que el pobre e inocente tabernero dejara la copa en la barra. Tras eso, le di las gracias y me levanté del taburete. Tomé la copa con una mano, cogiéndola con el tallo entre dos dedos, y tomando la copa con la mano abierta, le di un largo sorbo al vino. Cerré los ojos brevemente para disfrutar de su sabor y tragué el rojizo líquido que en mi boca resbalaba.Dejé la copa con suavidad en la barra, soltándola de entre mis dedos, y caminé directa hacia ese "ser". Me acerqué a su lado, y con mirada no muy confiada, crucé los brazos, y pregunté lo siguiente

-Te he estado observando desde hace un rato, y me intrigas. Siento que no eres alguien...normal. ¿Puedo preguntarte qué se supone que eres?

Mientras decía tales palabras, una de mis manos la puse bajo mi barbilla, y me la froté suavemente, dando un aspecto de razonamiento

entre en la taberna por que me estaba muriendo de sed , nada mas entrar note dos auras una de un caido queme resultaba muy familiar y la otra de un vampiro que nunca sentido , eche un vistazo a la taberna para ver de quien era el aura familiar , era la de kaede que estaba leyendo un libro mientras bebia chocolate caliente ,me acerque a ella -hola kaede-dije con una sonrisa, me gire hacia donde estaba el tabernero -por favor traigame un 43 lima -volvi a girar hacia donde estaba kaede-que tal ?

Solté una leve risa. Realmente no me lo esperaba.


-Por tu aura deduzco que eres una vampiresa-dije cogiendo de nuevo la taza-ademas..si no me equivoco,nueva en estas zonas,ya que no has conocido hasta ahora..a un ángel caído-dije esta vez mirándola con sonrisa intrigante.

Mi nombre es Kaede,y soy un tipo de ser neutral.-dije tranquilamente.

Al poco rato de contestarla, Esra entró en la caverna.

-Buenas noches Esra, me encontraba leyendo un poco..como te va a ti..? Esta chica de aquí es..?

me va bien -rei-nunca la he visto pero por su aura he notado que es maestra vampiresa - me gire hacia donde estaba la vampira desconocida y me presente-hola soy Esra hikaru-hice una pequeña reverencia

Fruncí el entrecejo, echándome para atrás con expresión de sorpresa, y con los ojos abiertos y voz pausada y baja.

-¡Pe..pero..¿Cómo has descubierto mi identidad?!

Aunque perpleja, no parecía tener esa "Ángel Caída" malas intenciones, ni yo, o al menos en ese momento, tampoco. POr lo que, al escuchar su nombre..Kaede...pensé en decirle el mío. Curioso nombre, la verdad. Vi entrar por la puerta a otro sujeto de apariencia afable, que ni corto ni perezoso, me ignoró y se dispuso a hablar con Kaede. Yo estaba antes, así que tras dejar que terminase de hablar y de que Kaede preguntase mi nombre, respondí, aun manteniendo mi expresión de sorpresa. Aunque antes pude observar su presentación más formal, y entonces, y sólo entonces, le dediqué una sonrisa leve a ambos, y me presenté.

-Me llamo Angeline...y añadiría, como siempre hago, "Tu ángel" pero...bueno..un placer en conoceros .Kaede...y Esra

Hice una reverencia bastante formal, sosteniendo mi vestido con ambas manos, levantándolo un poco del suelo con ellas, e inclinándome un poco, como suelen hacer las féminas nobiliarias ante gente de mayor índole que ellas.

La miré con una sonrisa llena de ilusión por conocer alguien nuevo,aun que no dejara que se notase.

-Tu nombre es uno de los mas bonitos que e escuchado,te lo aseguro-dije levantándome e indicándoles tanto a Esra como a ella que fuéramos a sentarnos a una mesa cercana para hablar mejor.

encantado de conocerte angeline- hice otra pequeña reverencia , despues comence a buscar una mesa libre para sentarnos , encontre una en el fondo me diriji hacia ella y me sente ,acto seguido me trajeron la bebida que pedi

Me sentí abrumada por su sonrisa. Ella es tan amable conmigo, y no me conoce. BIen podría ser una asesina...o bien ya lo soy. Y eso...me hizo sentir mejor...quise ser mejor...en aquel instante, es como si la cárcel de mi corazón con su sonrisa la hubiese golpeado e intentado derribarla. Vi su ademán, indicando una mesa, y tomé la copa de vino y accedí a su invitación.

-Muchas...gracias...Kaede...ha sido muy bonito por tu parte... y lo mismo digo, Esra...

Alcancé a decir con un hilo de voz, un poco sonrojada por el bonito halago que me acababan de hacer.

Me acerqué a la mesa vieja de madera en la que se observan quemaduras de apagar tabaco en ella y trozos de madera rotos. Tomé asiento en un pequeño taburete de madera, dejando mi copa frenta a mi, y apoyé los codos sobre la mesa, intentando levantar una pequeña sonrisa. Frente a mi estaba Esra.

OFF Me han mandado a la cama, espero poder seguir con vosotros mañana. Buenas noches

Abrí la puerta de golpe como siempre hacia en una taberna y sonreí ampliamente-holaa James!!-me acerque al tabernero, el cual me sonrió.
-¿Qué te pongo?-
Me puse un dedo en la boca suavemente-Un Whisky-cuando me lo trajo bebí un poco saboreandolo, esa tarde llevaba una camiseta que me cubria hasta justo debajo del pecho y una falda abierta por un lado. Justo antes de sentarme en la barra, como solía hacer, me di cuenta de la presencia de Kaede. Dejé el vaso en la mesa y fuí corriendo hacia alli-Kaede!!~~-dije abrazandola con fuerza frotando mi moflete contra el suyo. Levanté levevemente la abeza hacia Esra-Hola Esra^^- Al separarme de Kaede miré a la chica que estaba sentada junto a ellos e hice una reverencia en forma de saludo-Luccie Hyuga, encantada-dije sonriente

Al ver la puerta abrirse, giré mi cabeza rápidamente, con una mirada fugaz y directa. La persona, vestida de forma poco..usual, que estaba entrando por la puerta se fue directa a la barra, y pidió algo que no llegué a oir. Luego, al poco tiempo, observé que se acercaba aquí y saludó a Kaede y Esra. Luego pareció presentarse ante mi, de forma formal, y me levanté del taburete apoyando las manos sobre la mesa, acto seguido hice una reverencia, inclinándome, tomando el largo vestido negro de seda con ambas manos por los lados. Al mismo tiempo, con una voz más amable alcancé a decir.

-Mucho gusto, Luccie..me llamo Angeline...Breedlove...sí, mi nombre es una contradicción..pero bueno...

Tras inclinarme, me levanté y miré con una mirada más cálida que la que tenía antes en la barra. Todos parecían ser amables conmigo y no tenían afán de querer matar ni asesinarme. En mi interior, me sentí plena, como si esto fuese algo que nunca me hubiera pasado en toda mi vida. Tantos años buscando respuestas...tantos años huyendo de la muerte...al fin se ven recompensados. Sonreí levemente, y señalé un taburete justo a mi lado.

-Por favor, toma asiento para poder hablar mejor

Acto seguido, me senté en el otro taburete, apoyando mis manos sobre mis piernas con una pose formal y señorial. Mis brazos están estirados, en seña de no querer perder las formas, y miraba a Luccie con alegría.

La sonreí y me senté a su lado en un taburete bastante viejo, apolle mis brazos en la mesa como siempre y la dirijí una alida sonrisa-Me alegra ver mas vampiros que se acercan por estos lugares^^-dije estirando mi espalda.

Me pareció curiosa su respuesta a mi saludo. ¿Acaso es ella una vampiresa también? Apartando eso, la verdad es que es...extravagante. Viste de una forma diferente, con actitudes que nunca vi antes, entre otras cosas. Tomé la copa y le di un pequeño sorbo, dejándola levemente sobre la mesa, y giré mi cara hacia Luccie, hablando con tono curioso y amable.

-Qué curioso..¿Cómo sabreis todos que soy una vampiresa?

Tras enunciar mi pregunta, me dió un pequeño ataque de risa, con la boca abierta, mostrando mi dentadura blanca y brillante, con los caninos especialmente largos. Cerré los ojos, disfrutando de mis carcajadas, y paré de reirme en poco tiempo.

-Bueno, jajaja, en cualquier caso, me encanta conocer gente nueva. Nunca os había visto, ni menos a un ángel caído como lo es Kaede, y...Esra no sé qué es..., pero bueno, jajajaja

Di un largo sorbo a la copa, terminando su contenido de vino, y la dejé frente a mi, con una sonrisa satisfecha, observando con una mano sosteniendo la cabeza a mis acompañantes.

-Pues estaba aquí bebiendo en esta...taberna...que bueno..está claro que es muy frecuentada, jajajaja. Me encanta reir como veis, jajajajaja

Entre en la taberna, con la capucha aun echada por la cabeza. Vi a varias personas hablando entre ellas, pero dado que no me interesaba el tema, opte por pasar desapercibida.
Me quite la capucha, dejando la melena suelta (al fin), y llame al tabernero.
- ¿Desea algo, jovencita?- pregunto, observando la mirada fria que eche sobre el.
- Un vaso de licor de moras...por favor- dije, con un poco de trabajo para decir ''por favor''. No acostumbraba a pedir a los hombres nada con ese termino.
- Si, señorita...
De mientras, observe el ambiente que habia, mirando de reojo a todas las personas. Una de ellas me capto la atencion...una de las vampiresas. Si no fuese por que no era una persona muy sociable si no lo queria, juraria haber visto a aquella mujer antes...

El sonido de la puerta abrirse captó mi curiosa atención, y observé entrar por ella una chica con ropa también bastante extravagante. Al poco tiempo de pedir algo en la barra, me miró de reojo y no dejaba de mirarme. ¿Acaso yo le soy conocida?¿O me busca por alguna razón? Misterioso es pues. La observé un segundo, y volví a la conversación.

La mirada de la mujer se cruzo un instante sobre mi, y me produjo una sensacion de escalofrios. Aparte la mirada, centrandome en el vaso de licor que me acababan de traer. Di un ligero trago, notando como el sabor dulzon de las moras me quemaba la garganta, de la horrible sed que traia. El vaso temblaba ligeramente, la esencia que rodeaba a la mujer me causaba algo de temor...

vi como luccie me saludaba con la cabeza-hola luccie^^-mire a angeline y dije-aun que te parecera mentira yo soy humano -comence a reir

Abrí los ojos perpleja, y arqueé las cejas en señal de sorpresa. El dedo de mi mano dominante lo apoyé en mis carnosos labios, como si quisiera callarme a mi misma.No podía imaginar que fuese un humano normal y corriente. En cualquier caso, quise hablar, pero me costaba por la sorpresa

-¿En serio? Pero...te noto de forma diferente al resto..

Me gire para mirar al chico, con un poco de curiosidad. Me acerque un poco al grupo, solo por cotillear un rato de que estaban hablando.

soy el lider de los cazadores del mal tal vez por eso me notas distinto a los demas -sonrei y le di un trago a mi bebida

Me quedé algo sorprendida-Bueno ¿como se que eres vampiresa?-sonreí con dulzura-es porque yo soy la reina de los vampiros^^ se distinguir a los que son de mi raza-dije empezando a reirme, es chica había levantado asombrosamente mi humor. Me giré a la chica que se habia parado en nuestra mesa y sonreí-Puedes hablar tranquilamente, no te vamos a comer^^-

-Es posible, Esra, jejejeje. Probablemente sea eso
Dije mientras me reía a carcajada limpia. Tras la tormenta viene la calma, y ya estaba tan relajada que podía reirme con tranquilidad. Luego escuché a Luccie hablarme y respondí amablemente.

-Guau..es todo un honor

Luego escuché lo que dijo sobre la chica que se paró a nuestro lado, cosa que no me di cuenta porque dirigí mi atención hacia la conversación. Y el comentario me hizo tanta gracia que mi risa se hizo sonora y alta, y no podía parar de reir

- Jajajajajajajajajaja, venga, mujer, que seamos lo que seamos no indica que te vayamos a matar, jajajaja. Toma asiento y diviértete con nosotros, jajajaja

Bajé la cabeza, apoyándola en lso brazos y di unos pequeños golpes con la mano a la mesa, sin poder parar de reir. Me había hecho mucha gracia eso, de hecho, no me reía así desde hace siglos.