El infinito teñido de blanco

Muchas posibilidades se habian pasado por mi mente, pero solo dos de ellas eran viables. O le mataba allí mismo, o... podria convertirlo y obligarle a servirme otra vez...
Miré de nuevo el cuerpo de William... Para mi siempre habia sido el pequeño Billy, pero ahora él era mayor que yo, o por lo menos lo aparentaba.
-Creo que será mejor que no mires esto. -Dije a Kaede mientras me acercaba al cuello de William. Noté un ligero pinchazo en los labios, mis colmillos se habian mostrado, podia notar la sangre corriendo por el cuello de William. Siempre habia preferido la sangre de las jovencitas, pero no se podia tener todo. Inqué los colmillos y comencé a beber, bebí y bebí hasta dejarle seco. Una vez terminado hice un corte con mis colmillos el mi muñeca y acerqué la sangre a sus labios. Un hilillo de sangre llegó a sus labios y se vertió por su boca, en un último y mortal abrazo a la vida William bebió la sangre, agarró mi brazo y bebió hasta saciarse. Su aura, anteriormente apenas perceptible, fue tiñendose de un color negro como la noche que nos envolvia, poco a poco, al tiempo que la sangre entraba en su cuerpo.
Cuando aparté el brazo de él, abrió sus ojos y comenzó a retorcerse de dolor en el suelo. Nunca era agradable, pero por lo menos él sabria en lo que se acababa de convertir.

No aparté la mirada aun que las vistas no fueran de mi agrado, y vi por primera vez como era esa legendaria transformación.
Lo sentí por el,y esperé a ver que era lo siguiente que Walter haría.

Al poco rato William dejó de convulsionar y pareció calmarse. Ya habia muerto. Tardaria un tiempo en despertar, las tranformaciones no eran faciles y el ya estaba entrado en edad. Vi que Kaede no habia apartado la vista. Sonreí.
-Los cambios en el aura suelen traer consigo otro tipo de cambios... La percepción del mundo cambia. Tanto la que tú tienes de él como la que él tiene de ti. -Dije refiriendome a Willia, pero tambien al cambio que habia experimentado el aura de Kaede, a mi parecer a mejor.

-Ninguno es el día en el que no me levanto queriendo arrancar de mi esta nueva sensación que me hace cambiar así.Ninguno.-dije mirando al tal William con rostro frío.

-Tender a la oscuridad no es lo que quiero, quiero ser un ser neutral,tender o no a la luz es menos importante,porque no quiero volver a ser un ángel..,pero no quiero ser así,no es como realmente soy-dije mirándome las manos.

-Pero es asi como te han hecho tus elecciones. Ahora es inutil disgustarse. Siempre puede que ocurra algo que te devuelva a la normalidad. -Mi tono de voz era tranquilo y distante, mientras hablaba no dejaba de mirar el cuerpo de William, que no tardaria en despertar.

-Es irónico,pero por intentar hacer el bien,e acabado inundada de oscuridad.

Es posible.-respondí a su segundo comentario.

-Cuando me convertí en lo que soy estaba tocando el piano en el salón de casa. Nunca habia hecho daño a nadie que no lo mereciese. La vida a menudo no es justa, pero tenemos que seguir viviendo en consonancia con sus caprichos. -Dije mientras me agachaba y recogia con suma facilidad el cuerpo de William y me lo cargaba a un hombro.

Me quedé un momento en silencio. Para el tampoco había sido algo fácil.

-¿Que harás ahora?

-Le llevaré al castillo. Ha visto demasiado para un mortal. Asi que haré que sirva a su viejo juramento. Me servirá por toda la eternidad. -Al llegar al final una siniestra sonrisa permitió que mis colmillos saliesen a la vista. Todo esto era cierto, pero el verdadero motivo era otro. Todo lo que le habia ocurrido era consecuencia directa del asalto a mi casa, el habia visto demasiado, lo habia perdido todo. Por supuesto que no era mi culpa, pero un señor debia encargarse de su sirviente, formaba parte del trato.

Asentí con la cabeza mirando al anciano. Puede que después de todo su vida fuera a cobrar algo mas de sentido. Puede.

-Espero que logres recuperar algo de información, después de todo ,Walter.

-No te preocupes, lo conseguiré. Ahora tengo que irme. Nos veremos. -Y con una leve inclinación de cabeza me desvanecí en las sombras junto con William.

Incliné igualmente la cabeza,y tras verles desaparecer, les imité.