Entrenando a Jozu

-Seguí riendo.
-Con lo dura que parece aveces... y es un cachito de pan adorable
-Vi como intentaba dejar el tema mas me lo aclaró ella.
-No hay problema si le incomoda
-Reí de nuevo.

-yo.. yo..-hinché los mofletes sentando de nuevo en la silla-nunca e querido ser dura >3<-me intenté tranquilizar,-¿sabes? en mis tiempos, ese tema, era un tema tabú, no puedo olvidarme de.. lo... de lo que me ens..enseñaron-volví a ponerme algo nerviosa, pero intenté disimularlo.

-Lo que te enseñaron?
-Me quedé un poco parado que querría decir con eso.
-Que le enseñaron?

Bajé la cabeza-ha..hacer.. hacer eso es malo... y si.. lo haces nunca lo digas...te convertiras en victima del.. pecado...-mi cara empezó de nuevo a tomar un tono rojizo, que se asemejaba mucho a mi pelo.

-Reía a carcajadas.
-No es un pecado... simplemente es algo bonito si lo haces con alguien a quien quieres... no sabía que era tan tímida con estas cosas mi reina Luccie
-Reí de nuevo cuando vi que el tono rojizo de su cara era como el de su pelo solo se distinguían los ojos.

Creía que me iba a explotar la cabeza de verguenza cuando empezó a hablar de ello, estaba seguro que de un momento a otro empezaría a salirme humo por las orejas.-yo..yo..-me temblaban algo las manos. Me desvanecí y aparecí en el mismo cuarto, pero un poco mas arriba, caí al suelo de culo-au!-me sobé la parte dolorida.

-No me di cuenta de lo que había pasado fue tan rápido desapareció y apareció y acabó en el suelo.
-Luccie!
-Me levanté de la cama presionándome el estomago y me arranque la vía y la levanté del suelo.
-E-esta bien?
-Aun parecía algo colorado se veía tan infantil.

Me cojió levantandome, me agarré a el-go..gomen, cuando em pongo nerviosa.. mis mis poderes se descontrolan-dije temblando, hablar de eso me daba mucha impresion y ademas era vergonzoso-

-La senté en la silla.
-Perdón perdón culpa mía ya no hablaré delante suyo de nada relacionado con esto
-Reí un poco.

-jo..jozu, crees que los niños..sa...saben.. que es eso?-pregunté cojiendo mis dos manos nerviosa y poniendo mis dos pies en la silla, encojida-

-Hm.. no creo pero uno nace con instintos... yo creo que a media que crecen se van dando cuenta de estos y llegará un día que te preguntaran y le tendrás que explicar de alguna manera... le preocupa su hija?
-Pregunté.

Negué con la cabeza-mi niña solo tiene 3 años, no me preocupa-empecé de nuevo a levantarme y pasearme por la sala-veras mi niña.. una noche..en mi habitacion....yo-yo eeestaba con....Walter...y aabrió la puerta...-me senté y revolví el pelo

-Reí.
-Tranquila tranquila... no hablemos de esto que te pones como un flan jaja pero tenéis que tener mas cuidado con esas cosas... es muy pequeña aun para estos temas

Asentí energicamente-de.. de acuerdo-dije con una voz un poco mas alta, le ví levantado y me levanté yo tambien, mirandole desde abajo, pues no era tan alta como el-¿estas mejor?

-Asentí.
-Si, parece que me sano bastante rápido, aun me duele un poco pero puedo pasar
-Sonreí.

Me alegro, me alegro, no me perdonaria haberte dejado una marca tan grande-dije rascandome la cabeza-siemre intento controlar mi fuerza con los demas, pero parece que tendré que seguir.-

-Pero.. lo mas gracioso es que por fuera no me duele nada es por dentro? como hizo para dañarme en el interior?
-Pregunté algo sorprendido tenía curiosidad.

Me mordí el labio inferior-Me mordiste el cuello, bien sabes tenemos el poder de controlar nuestra sangre, como ya has visto en mas de una ocasion, antes de que se disolviera, y para poder dejarte inconsciente, antes de que te volvieras peor por la sangre, la transformé en leves agujas.-bajé mi cabeza-no tardaste mucho en disolverlas junto con tu sangre. Lo siento-

-Que le mordí el cuello!?
-Me alteré mucho mientras la cogía de las manos.
-P-perdóneme... castigueme, soy un inútil
-Gire la cara mientras me mordía a mi mismo el labio saliendo un pequeño hilo de sangre.

-vamos vamos tranquilo-dije dandole un paño, por la sagre de su labio-si te hace sentir mejor yo te mordí un brazo, es decir dejé mi cuello expuesto para poder hacer lo que hice-

-Apreté los puños.
-Aún así no me parece justo.
-Me agaché poniéndome de rodillas.
-Beba usted de la mía... sino no estaré tranquilo...
-Giré la cabeza poniendo el cuello.

Le agarre la cabeza haciedo que me mirara-yo no tomo sangre de ninguno de los mios, a no ser que estemos en una pelea. Anda levantate, no pasa nada-dije sonriendole con cofianza.

-Suspiré y me levante.
-De acuerdo... pero si alguna vez la vuelvo a morder mateme... no se lo piense dos veces

Negué la cabeza-no te matare-me negué y me di la vuelta, era incapaz de hacerle daño a alguien y mucho menos de matarle.

-La agarré y la giré mirándole con seriedad.
-Se lo digo de verdad, si vuelvo a hacerle daño o morderle...mateme sin contemplaciones
-La solté y me senté en la cama.