Controlando a Luccie

Miré como Lucía hacía acto de presencia junto con un ángel y, seguidamente, Ian se desvanecía. Esto se ponía mejor a cada segundo.

Solo para poneros al tanto... Luccie sufrió una especie de posesión por parte de Khalia. Solo sé que ahora parece estarse calmando, pero que evidentemente sufrió un golpe bastante fuerte, ya que su hacha salió volando unos metros, y hay que considerar que es bastante pesada. Ahora Walter está dandole la sangre de los voluntarios para intentar cerrar sus heridas, lo que provocó que el sujeto aquí presente haya caído... No sé cual de los dos necesita atención mas inmediata, aunque me inclino por Luccie.

En mi voz se notaban rastros de resentimiento y el odio que había sentido instantes atrás, pero ya estaba prácticamente calmado. En ese momento miré a la ángel y le inquirí.

Sos un angel... Segura que no podés curarla con tu magia?

Miré a Lucia cuando se apareció y la sonreí.
-Lo has hecho muy bien, pequeña, ahora mamá esta a salvo, no dejaré que la pase nada. Ve a cuidar a tu primo y a recoger el hacha de tu madre, no te preocupes.
La herida del pecho de Luccie estaba casi cerrada. Mire como una vampiresa a la que no conocia avanzó hacia nosotros diciendo que tenía sangre humana, suspiré.
-Apartate y observa. -La herida del pecho se habia cerrado casi por completo, estaba llevando a Ian casi al extremo, pero era necesario. Cuando finalmente cerró su herida aparté a Ian de golpe.
-Amy, cede tus energias a Ian y Andrew. No te acerques a Luccie con tus remedios luminicos. -Como si no hubiese tenido suficiente luz por hoy. El resto de heridas eran faciles de tratar. -A partir de aquí servirá sangre normal, las quemaduras se curarán por completo, sin embargo en el pecho quedará una marca muy fea. ¿Donde estan esos corderos? -Pregunté todavia inquieto, pero ya más tranquilo.

Alcé la cabeza al escuchar el nombre de Dean, con tanta confusión me habia olvidado. Miré rapido hacia donde Dean se encontraba, estaba tendido en el suelo. Me levanté, tambaleandome. Las piernas me temblaban, aparté a Amy, tenía que ir a por mi hijo, que le dieran a Luccie, el importante para mi ahora era mi hijo y solo él.

-¿¿de.. Dean??-me acerqué,extremadamente preocupado. Llegué hasta él, estaba despierto, pero muy mal herido, y tenia mucho miedo, lo veia en sus ojos- Dean, dean... dios mio ¿¿estas bien..???

Le abracé, no podía perderle, a el no. Que le dieran por culo a todo lo demás, no volvería a perder a un hijo.

-¡¡Un puto medico!!-grité. estaba furioso, aquella vampiresa le habia dejado a su suerte.

Unos centinelas llegaron con la sangre de cordero y se la dieron a Walter, entonces otros más y un médico llegaron junto a Dean. El médico comenzó a examinarle. Le miré con ojos llorosos.

-¿es... está bien?

El medioc seguia escultandole

FDI: ¡Coño! ¿Es que nadie me va a avisar? ¡Soy el médico más capacitado del foro! >.<

No podía irme, avance hasta quedarme a su lado, papa estaba muy preocupado. MIré las quemaduras, eran demasiado feas todabía entonces recordé algo.
Fue efimero pero lo leí en un libro, sobre la sangre de vampiros, aparté a mi padre mirandole, intentando transmitirle que yo sabía que yo podía hacerlo. Mordí mi muñeca haciendola sangrar y se la dí, haciendo que la tragase.
Las heridas comenzaron a sanar el doble de rapido, como si les ubiese metido un acelerador. En no mucho tiempo, sanaron casi completamente y entonces aparté la mano, lamiendo la herida haciendo que cerrara. Ya estaba, todo estaba bien ahora.
Me levanté inmediatamente, ahora mi segunda prioridad era Dean, ya que habia visto que Andrew e Ian estaban en buenas manos con Amy. Corri a su lado, estaba tan preocupada por todo el mundo, todo estaba ocurriendo tan deprisa que no podía parar de llorar.-Dean.. dean... ¿Estas bien?-Andrew fue mas rápido aun así me coloqué a su lado

Me incorporé y me acerqué a Dean y a su padre.

No te conozco... Ni a ningún ángel, pero puedo volar y llegar velozmente a las Puertas del Cielo. ¿Quieres que lleve a tu hijo a buscar algún ángel capaz de hacer algo por el?

Le pregunté seriamente, intentando que dejara todos sus prejuicios de lado. La verdad es que estaba buscando como alejarme lo mas posible de Walter, y esto me venía como anillo al dedo.

El vampiro que había venido con Jace y atendía a Luccie, fue el primero en prestarme atención. Le observé esperanzada, y miré hacia Luccie. Sus heridas se cerraban, tenía mejor cara...
–Puedo ir a por esa sangre humana... –Susurré, sugeridamente, empezando a crisparme. Era el único que parecía haberme escuchado.

off/ joder que fiesta que tenemos aqui xDD sois malas personas, abandonais a mi personaje, que es un crio hombre... verguenza os deberia dar xDDD on/

Katerina se fue... no habia visto lo que yo... nadie más lo habia visto... yo seguía aterrorizado y ella se fue...

Había demasiao revuelo, muchas auras, muchos olores, mucho olor a sangre, a confusion, a preocupación.. sentía colapsarme.
Escuché a mi padre y entonces me encontré entre sus calidos brazos.

-Pa..papa..-tratamudeé, temblando. El medico me escultaba, pero no le hacia caso, me abracé a él, me dolía todo el cuerpo... y el pecho aun me ardía como nunca... era un intensisimo dolor.

Vi a dos personas mas, la vista se me nublaba. Una creia que era Lucia, la otra persona... era un hombre... el de antes quizas...no le veía bien. Hablaba, pero no le escuchaba.

Cada vez perdía más la vision. Me desmayé de nuevo.

[OFF Yo no me he ido, Walter lo ha interpretado mal... pero no me he movido de tu lado Dean T___T]

Miré a Itachi. Acerca de lo que le pasaba a Luccie, más o menos lo intuía ya. Ya le había ocurrido algo así antes. Ahora, lo de la magia...

Sin moverme de la posición en la que estaba, hablé con voz serena hacia Itachi.

No puedo curarla, porque no tengo magia curativa de ese tipo....Sin embargo....Lucius sí...¡Lucius!

Me giré hacia Itachi, y le miré con atención, inquisitiva por primera vez.

¡Itachi!¡Tienes que ir a por Lucius!¡Por favor!¡Yo trataré de mantener a Luccie aguantando!

Repuse mientras acercaba mi brazo hacia Luccie.Pero de repente, vi cómo Deimos apartaba a Ian, y me decía de una manera un tanto ruda que no tratara a Luccie yo. Me sentó un poco mal, viniendo de él, pero obedecí. Me levanté en silencio, y me quedé junto a Ian y Andrew, pero vi cómo el último abrazaba a Dean, que se encontraba en muy mal estado.

Me acerqué a Dean, que estaba muy malherido, y a pesar de que no quería apartar a Andrew, lo hice suavemente, con una mano puesta sobre un hombro suyo, mientras la otra retiraba sus brazos lentamente.

Andrew...déjamelo...puedo mantenerle.... Repuse sin soltar su hombro. Sabía que era duro para él, y para mi también lo estaba siendo. Mis ojos estaban a punto de estallar en lágrimas, pero tenía que aguantar por Dean y Andrew. Y por Lucía.

Entonces solté suavemente a Andrew, sin dejar de mantener contacto con él, aunque fuese sólo con el hombro, pero esperaba que fuera suficiente para tratar de calmarle.

Entonces dispuse mis manos sobre su pecho, y cerré los ojos fuertemente.Susurré entonces un rezo

Dean...acepta mi energía vital, como soporte para la tuya. Quédate conmigo...

Entonces, mis manos se iluminaron. No era experta en curar a al gente, pero al menos lo mantendría en buen estado hasta que llegase Lucius.

Mantuve cerrado los ojos, tratando de concentrarme en cederle energía sin perder ni un segundo. Cada segundo era oro.

[Joder, ni siquiera le conozco xD]

Levanté una ceja hacia Amy mientras desplegaba mis alas.

¿En que reino puedo encontrarlo?

Pregunté preparado para salir superhipervelozmente en cualquier momento.

Me volví hacia Itachi mientras seguía el proceso de Dean.

¡El Reino Ángel Oficial!¡Es el Rey de allí!¡Presto!

Entonces me volví hacia Dean de nuevo, sin perder contacto con Andrew, y me volví hacia Ian, que estaba a mi otro lado. Una mano tiró de él, para apegármelo a mi. El contacto con alguna parte de mi cuerpo ya le transmitía energía mía para restaurarle, como estaba haciendo con Andrew, aunque fuese más lentamente que con Dean.

No quería separarme de ellos. No podía dejarles

off: joder que puto lio macho... xD xDD he modificado el post como 3 veces xDDD on:

Escuché a mi hijo, tenía mucho miedo, y temblaba, cada vez me asustaba más. Le agarré la mano, la situacion comenzaba a vencerme, mis ojos se humedecieron.
Le acaricié la cabeza con cariño

-Vamos, Dean.. tu eres fuerte, aguanta-dije con la voz muy apagada, entonces vi como se acercaba Lucia, y el otro vampiro al que no conocía. Le miré.-Yo... no s... ¿de qué serviría eso? no se que le pasa.. yo..

Miré como Dean cerraba los ojos, me asusté en desmedida. Le zarandeé un poco, sin violencia, interrumpiendo mis palabras hacia el vampiro.

-¡Dean!

Vi como Amy se acercaba, la miré suplicante, con los ojos muy aguados. Yo no entendía nada de medicina, y eso agravaba más mi precupación. Confiaba en Amy, pero aun asi...

-Porfavor... porfavor..-le supliqué a Amy... nunca nadie me habia visto en aquel estado pero... Dean era lo más preciado que tenía en mi vida... Mas incluso que Dana, aun que me costara admitirlo.

Amy tambien me tocó, me empecé a sentir mejor, pero eso no calmaba mi preocupacion

Salí volando en medio de la noche. No sabía que hora era, pero calculaba menos de dos horas para el amanecer, y ya no podría ayudar mucho si este llegaba antes de que pudiéramos encargarnos de Luccie y Dean.

Volvía a estar en aquella sala blanca... aquella mancha negra no se habia ido, y cada vez estaba más cerca de mi. Me intimidaba... algo se abrió en el suelo... era rojo.. como encadenado... llamas encadenadas. Miré hacia arriba, una luz cálida y brillante me iluminaba ahora... comencé a sentirme mejor... Aquella mancha parecía agitarse con furia, de un lado a otro, se agitaba, mucho, y me hacía daño.

Fuera, mi pecho comenzó a arder, cada vez estaba más caliente y se podía ver como se formaba un pequeño círculo de quemazón. Se veía como algo oscuro removiéndose por dentro de la piel. Mi cara tornó a dolor, aun que aun seguía en sueños.

Dentro del sueño, esa mancha seguía agitándose, como loca. Entonces, se escondió entre las llamas, rompiendo un poco aquellas barras de hierro del suelo que mantenían presas a las llamas... pero no lo suficiente como para que estas se avivaran. Las llamas cambiaron poco a poco de color, uniéndose el negro con el rojo... La rendija se cerró y la luz inundó toda la sala.

Me sentía mejor... comencé a abrir los ojos. La quemazón estaba desapareciendo... ya no quedaba apenas rastro de ella... Sin embargo, se había quedado una pequeña cicatriz bastante fea en mitad del pecho, cubriendo gran parte de la mitad de este.

Aparecí junto con Lucius junto a Luccie y Walter, no me sorprendería haberle dado un pequeño susto a este... Hasta lo habría disfrutado.

Por favor, Walter, explícale la situación a Lucius.

Le dije mientras caminaba a ver como evolucionaba Dean.

Mis pupilas estaban ya afiladas al momento de aparecernos, con este vampiro tan amable que había venido a buscarme. Mi buena visión ya estaba activada. Rápidamente me hice con la situación de un solo vistazo. Había varias personas que estaban malheridas "Tres licántropos..." Conté. Amy estaba atendiendo a uno de ellos. Mi mirada felina se posó en Luccie, claramente era la que estaba más grave. La examiné rápidamente. No había signos del tatuaje, habían conseguido reducirlo satisfactoriamente, y parecía recuperar el color. Mi mirada se fijó en los dos licántropos que estaban heridos, las marcas de los colmillos me indicaron que le habían dado a beber su sangre para ayudar en su recuperación. La cicatriz del pecho se veía muy fea... era causa del tatuaje... cuando la estabilizara vería qué podría hacer con ella... las heridas de ese tipo, mi luz no estaba muy seguro de que pudiera curarla, el poder de la maldición provenía de la misma Kahlia... necesitaba a Acrisea para contrarrestarla...

- No es necesario -Dije dirigiéndole una mirada seria al vampiro, pero agradecida. Posé mi mano izquierda sobre el hombro de Walter-. Buen trabajo, Walter. Me alegro de haber llegado a tiempo -Le dije para confortarle-. Va a necesitar más sangre, pero aceleraré su recuperación...

Rápidamente me arrodillé junto a ella y posé mis manos sobre su pecho, cerrando los ojos... empezando a influir en el agua de su cuerpo, de su sangre... y de la que acababa de ingerir... influyendo en sus células, en sus plaquetas... por un momento despertando la poca vitalidad que hubiera en ellas, para que su recuperación fuese más rápida...

Vi cómo aparecía un ángel más. Parecía seguro de sí mismo, como si dominara la situación y rápidamente se puso a curar a Luccie.
Había varias personas a mi alrededor. Odiaba que me ignorasen, mi sangre parecía no haber llamado la atención. Otra ángel estaba curando a Dean. Me arrodillé junto a ellos, abatida... me sentía desfallecer... Observé a la ángel.
–¿Cómo está? –Le pregunté, sumamente preocupada. Era Dean... no podía permitirme perderle–. Por favor, no le deje morir... –Le supliqué con los ojos llenos de lágrimas.
Él ahora era toda mi vida, si él moría, yo moriría con él...

Me senté en el suelo y me recosté en uno de los árboles cercanos a la situación, aunque ya estaba un poco alejado del resto. Suspiré extenuadamente, la verdad era que con tanto ajetreo, vuelo, apariciones... Y la espectacular corrida que había tenido que hacer para seguir a Katerina cuando escapamos de ese inquisidor... Me agotaron. Sin contar la fatiga emocional de haber conocido por fín a Lucía, de haber vuelto a los terrenos del que durante tanto tiempo había sido mi castillo, del miedo que sentí por Luccie cuando fué poseída... Y lo que me costó reprimirme de romperle la cabeza al insolente de Walter.
Pensando en estas cosas me quedé dormido bajo el amparo de ese árbol, sin darme cuenta y sin pretenderlo siquiera.

Me di cuenta de que Lucía era una de las personas que estaban alrededor de Dean, velándole. Le cogí la mano con suavidad, para transmitirle mi apoyo incondicional... yo también lo necesitaba y en ese momento era la cara más amiga que veía por allí.
Observé que Jace se había ido a sentar junto a un árbol, él solo. Había sido un día muy largo. Cogí un trocito de corteza de árbol del suelo y se lo lancé con cuidado a Jace para llamar su atención. Habían pasado muchas cosas hoy, pero no quería que estuviera solo, así que le hice señas para que se acercara a nosotros, así al menos estaría en compañía.

El trozo de corteza que Katerina había lanzado consiguió llamar mi atención, así que me desperté y miré en su dirección. (Dale una oportunidad, Itachi... Hace tiempo no haces amigos. No los necesito... Pero estar solo no es mi interés en este momento.) Pensé. A veces esa especie de doble personalidad decía idioteces, pero ésta no era una de esas. Me levanté y me dirigí hacia ellos.
Me paré tras Katerina, en diagonal a Lucía, y alternaba mi mirada entre ellas dos y Dean. (En este momento podrías cogerle... Podrías tomar a Lucía y marcharte con ella, si vas a alguna isla o un barco, serás inrastreable... No, no es el momento, y ya ni siquiera tengo algo contra ella... Nadie dijo que le hicieras daño, es solo para hablar... Nunca nadie se ha metido en problemas por hablar con otros, ¿O sí? No, y es mi última respuesta.) Cuando controlé y "dormí" a mi álter-ego, miré a Katerina y le susurré en forma tal que solo ella escuchase.

- Tengo una habitación en el castillo que está equipada con todo lo que una dama podría necesitar... Y falta poco para el amanecer. No estoy seguro de si tienes o no hogar, ni de donde queda, pero si ves que te queda mas cerca o cómodo... Eres bienvenida. - Le dije seriamente. Comenzaba a pensar que aquí sobrábamos, estaban todos entre amigos y... Yo solo estaba para ayudar a Luccie, y ya parecía estar recuperándose, podría irme en cualquier momento y solo Katerina se percataría de ello.

Escuché la proposición que me acababa de hacer Jace, no pude evitar sorprenderme, pero me había hecho sonreír después de un largo rato. Le devolví la mirada con aquella sonrisa, con el rostro ligeramente ladeado. No sabía realmente lo que era, si habría sido por todo lo que había pasado hoy, pero... se me había olvidado la discusión que tuvimos antes de que sucediera lo de Luccie... y ahora podía afirmar que había algo en él que me resultaba entrañable.
Me recordaba a mi hermano Lestat, no podía remediarlo.
–Gracias, Jace... significa mucho para mí –Le dije con sinceridad.
Yo ya tenía una casa, pero, que Jace me hubiera ofrecido un lugar en el castillo me parecía algo importante, un paso más para la aceptación.
Todavía el amanecer no me había mandado una señal de aviso, todavía había tiempo y podría relajarme un poco.
Entonces, sin soltar la mano de Lucía por un lado, me apoyé por el otro lado sobre el hombro de Jace. Tenía que admitir que, en ese momento, su compañía me reconfortaba.

OFF: Malditos, que a algunos nos gusta dormir y esas cosas e_e

Me agarré con fuerza a la mano de Dean, mas tarde averiguaria que habia pasado, ahroa solo queria quedarme a su lado, su piel era calida y como si de magia se tratase podía notar su corazon latir, su sangre moviendose con fuerza. Estaba vivo y se recuperaría pronto. Cogí a Andrew del brazo, intentado transmitirle tranquilidad sobre el tema.

Se me partía el corazon al verle asi, intentaba aguatar las lagrima desde hace rato, pero estaba demasiado preocupada por ambos. Bajé la cabeza hasta sentir otra mano agarrar la mia, miré e reojo quien era. Estaba demasiado abatida en estos momentos. Apreté mas fuerta la mano de Dean-vamos.. aguanta..-susurré mas por mi que para nadie mas.

¿que habia pasado? no sabia donde estaba, yo en un lugar completamente oscuro, sin poder ver nada, solo con suaves ecos, ruidos por todas partes. Mi garganta no sabia pronunciar ningun sonido aun que yo intentase gritar. De repente y antes de hacer nada, un destello cegador lleno toda la sala, hacia demasiado calor y todo mi cuerpo me dolía. Caí al suelo en ese momento y poco a poco la oscuridad se fue apoderando de todo. Uan presencia apareció en lo que la oscuridad lo llenaba todo, una mujer de gran porte, su pelo plateado y largo ondeado por el viento, su guadaña se parecía realmente a la de Walter y en el otro brazo sostenía un reloj de arena. El reloj estaba sucio, como lleno de polvo como si llevase tiempo sin funcionar, entonces empezaron a car de nuevo los granos de arena, a una velocidad vertiginosa-Sa..saphine....-susurré. Me empecé a nublar justo en el momento en que aquella mujer alzaba su guadaña y entonces solo silencio una vez mas...

Una gran punzada de dolor, me hizo despertar, me dolía todo el cuerpo y me ardia cada fibra de mi piel. Escuchaba la voz de Walter, de mi pequeña Lucía, el sabor a sangre algo desagradable me nublaba la razon. Abrí los ojos, todo se veía borroso, como si mirada no se pudiese fijar en un punto sin desviarse del cansancio y del dolor. Mi cara mostró una gran mueca, me dolía tanto... me recordaba al dolor que sentía ante el adamantio, ese dolor horrible, intenté subir los brazos pero era imposible, nada respondía como se suponia que tenía que hacerlo. Por fin volvi a abrir los ojos para encontrarme con la mirada de Walter clavada en mi. No habia sido un sueño, el estaba a mi lado-wa..walter, me duele todo... no puedo moverme-susurré angustiada, apenas sabia lo que habia pasado, no recordaba nada-nada me responde....-empecé a temblar. Giré la cabeza y observé a Ian, a Lucius con sus manos en mi, escuchaba un barullo lejano-¿Que pasa?...-

(OFF: por dios, si lo se no me voy a dormir madre mia!!)

Me incorporé como pude y observé a Luccie mientras me arrancaba un trozo de la camiseta atándomelo a la muñeca ya que me ardía muchísimo. Una idea pasó por mi mente acerca de Luccie, pero intenté eliminarla de la cabeza. No podía ser. Dos lágrimas, una por cada ojo, cayó por mi mejilla.