Visitando a Dana (dean y dana)

hice un gesto para quitarle importancia a lo del agua - claro es toda tuya, alli ay una señora muy simpatica que se encarga de vigilarla, puede ayudarte a encontrar lo que deseas. ademas tambien puedes revisar los bosques de aqui, ay algunas variedades que nunca e visto en la tierra, sera porque el limbo esta en un plano distinto...

escuche su explicacion sobre los venenos y las pruebas que hacia, no me agradaba mucho lo de las ratas, pero de tener que eleguir entre esos animales y dean la eleccion iba a ser muy facil- aun asi ten cuidado cuando las pruebas, siempre puedes ser alergico

Me alegró mucho saber lo de la biblioteca, mucho más lo de las plantas mágicas del limbo.

-Muchas gracias, algún dia iré a investigar. Teneis que tener libros muy interesantes en vuestras bibliotecas.-quedé pensativo unos momentos-la verdad es que creo que yo me he leido más de la mitad de toda nuestra biblioteca entre unas cosas u otras

Reí entre dientes

-Tranquila, tengo mucho cuidado. De todas formas antes que eso siempre me aseguro bien de mirar si está esa especie en los libros antes de tener que probarla, asique casi nunca las pruebo

me acabe lo poco que quedaba de mis tortitas y sonrei esta vez satifecha. y e incline hacia atras estirando los brazos por por encima de mi cabeza.

el sol ya estaba alto y empezaba a calentar bastante- dime, despues de este delicioso desayuno, que quieres hacer?- me rasque la tripa satisfecha

Dejé los platos a un lado me tumbé junto a ella, en la misma postura, mirando al cielo. Me parecía curioso que allí también hubiera nubes, era casi paradójico.

-Podemos estar aquí, bajando la comida, mientras tu me puedes contar tus experiencias en el nuevo continente-dejé caer aquella idea. Realmente me interesaba mucho lo que pudiera contarme de él.

ay tendida en la hierba me puse a jugar distraida con el agua como siempre solia hacer, crear pequeñas esferas y mezclarlas, endurecerlas y crear animalitos con ellas- que quieres que te cuente primero, siente años son muchos para resumir- la pelotita de agua de mi mano empezo a crecer despacio a base de humedad asta ser como un balon, y lo modele hasta asemejarse a un lobo pequeño

observé sus juegos con el agua. Siempre me había maravillado esa habilidad que tenían los caidos, al igual que todos los elementalistas. Podían controlar su elemento como quisieran y ya no solo para el combate, sino para el día a día, era una gran ventaja.
Yo no era como mi padre, el cuerpo a cuerpo solo lo utilizaba si era necesario, pero no me gustaba. Era más de atacar en la distancia. Me gustaba más poder analizar la situación y atacar desde lejos... pero mis habilidades fisicas por naturaleza solo me llevaban a poder actuar con la brutalidad de mis garras, aun que la gracia de mis movimientos fueran más fluidos que los del resto de licátropos.

Creó un pequeño lobito de agua, a lo que sonreí ampliamente. Cuando era pequeño hacía lo mismo conmigo.

-Pues no lo se...-quedé callado unos segundos-Dana, ¿por qué tu no pudiste ser mi verdadera madre? No se... me hubiera gustado poder sacar los poderes que tu tienes... a veces pienso que no debería ser un licántropo, no soy tan como la mayoría de ellos. Además, tu se que nunca me hubieras abandonado...

Quedé callado, pensativo, mirando el pequeño lobito, aun sin mirarla. Nunca lo decia pero a veces pensaba en mi verdadera madre... ¿tan mal hijo fui en esos 3 años? ¿por qué ella no me quiso?

volvi a trasformar el lobo en una pelota de agua, la comprimi hasta formar una bala no demasiado dura y se la estelle contra la frente sin ningun tipo de miramiento. no me gustaba el tono que tenia para hablar, y menos aquellas palabras que habia formulado.

- no hables asi dean..- me incorpore sobre un codo para mirarle a los ojos- no puedes juzgar a esa mujer por lo que hizo, quiza tuviese sus razones o quiza no, pero ella te crio durante años y te dio amor ese tiempo. no deberias hablar de ella asi...- gire la cara levemente, jamas le confesaria que cuando andrew me lo presento yo tampoco le queria. era joven y alocada ¿que iba a hacer con un niño a mi cargo? por eso mismo podia entender a esa mujer.

sorei esta vez de una mas dulce y venebola. como una madre que mira a su hijo despuse de romper un jarron- ademas puedes que yo no sea tu madre biologica pero si soy tu madre, la sangre no lo dicta todo- me volvi a tumbar en el cesped y alce el agua que se habia extendido por su ropa hasta crear una fina lamina de agua que congele. este prisa reflecto la luz que se colaba por las ramas de los arboles, creando asi un pequeño arcoiris

- cuando era reina mi familia eran mis caidos, los criaba y los queria como si fuesen mis propios hijos, los veian crecer y formarse, venian a mi para pedir consejo- le mire desde el cesped- lo mismo pasa contigo. te he visto crecer y te he criado. creo que eso me convierte en tu madre no?

Recibí aquel golpe de agua, agudo y chirriante, me froté la frente por el dolor y quitándome las gotitas de agua que se habían quedado por el impacto, mirándola ofuscado.

Escuché sus palabras, escuchar siempre era más sabio que hablar con imprudencia, y yo había pecado por ello al hablar así de la mujer a la que se suponía que tenía que llamar realmente madre. No recordaba nada de ella, no recordaba siquiera cuando mi padre me sacó de allí, eso en el fondo me entristecía.
Estaba resentido, en el fondo había sido abandonado por quien se supone que más me tendría que querer. Pero una parte mala no quita las demás buenas. Tenía un padre que, pese a compartir pocos intereses, siempre estuvo ahí pasara lo que pasara, en momentos malos y buenos. También Dana, que tenía mucha razón, ella era lo más parecido a una madre que tenía.

Agaché la cabeza, avergonzado, pero entonces me habló con suavidad. La miré, algo arrepentido y pensativo, entonces asentí. Tenía razón, mis palabras habían sido imprudentes... intentaría no volver a actuar así.

-Si, y te agradezco que estés aquí conmigo-la dije, sinceramente agradecido.