Regreso al infierno.[Aspicious y Kyro]

Al cruzar el portal observe aquel lugar,estaba igual que siempre, apenas había cambiado lo mas mínimo.
Me estire un poco y aumente mi aura al máximo, no sentía el aura de Demian, tampoco el de mis hermanos, cosa que me decepciono(al menos estos últimos).

Desplegué mis alas y alce el vuelo, mi dirección era el castillo, donde vivía hasta antes de mi partida.Posiblemente allí pudieran decirme como estaba la situación actual.

Tarde un rato en llegar al castillo.Aterrice a unos metros de la puerta principal.
En la cual se encontraban tres guardias, el guardia del centro fue a interceptarme.

-¡Alto!¿Quién eres y qué quieres?-La mirada de aquel guardia era algo inquieta, estaría nervioso por mi aura.

-Mi nombre es Kyro Tserof,Maestro demonio, y vengo a ver al demonio que este al mando actualmente.-dije con un tono de voz neutral.

Después de un cierto tiempo sin pasarme por mi reino decidí que ya era hora de hacerlo. No sabía nada acerca del resto de demonios, y la verdad era que hasta ese momento no me había interesado por ello.

Cuando llegué a las puertas del castillo me encontré con un aura que no recocía. Me acerqué tranquilamente y cuando estuve a una distancia cercana escuché lo que decía. Tserof... Seguramente fuera familiar de mi antiguo príncipe, pero nunca había visto a aquel demonio. Con una voz seria y diplomática, como era habitual, declamé:

- Por lo que entiendo el rey Demian no se encuentra entre nosotros... - en cierto modo aquellas palabras iban cargadas de un sutil sarcasmo - Y por lo que veo tampoco nos conocemos, maestro Tserof. Un placer, mi nombre es Aspicious Oicilpus.

Observé pacientemente al muchacho mientras recogía mis alas y caminaba tranquilamente hacia el portón.

Cuando el guardia iba a decir algo, alguien nos interrumpió.
Su aura era bastante fuerte, pero no la conocía.
Me gire para observar a aquel demonio.
Entonces se presento.
Aspicious...ese nombre me sonaba, hasta que caí en la cuenta, era el demonio que ostentaba el puesto de príncipe de los demonios, en su tiempo me habían hablado Darksik y Demian de él.

-Un placer príncipe Oicilpus.-Hice una reverencia en señal de respeto.

Aspicious recogió sus alas y se acerco.

-¿Sabe usted algo de el rey Demian?

Una vez estuve frente a Kyro y el guardia me detuve y respondí pacientemente a su pregunta:

- Mis conocimientos acerca del paradero actual rey son escasos, por no decir nulos. He venido aquí para descubrirlo, pero por lo que veo tú tampoco sabes nada sobre él. - pronuncé calmadamente y suspiré ligeramente - Será mejor que pasemos dentro, es posible que tengamos que discutir sobre ciertos temas importantes...

Acto seguido me dirigí al centinela y con un gesto de cabeza le indiqué que nos cediera el paso. Las puertas se abrieron con un gran estruendo y me dispuse a entrar.

Asentí con la cabeza y le seguí al interior del castillo.
Fuimos hacía la biblioteca, seria un buen sitio para hablar , lejos de oídos indiscretos.
Me sentía, en cierto modo, a gusto en esos pasillos, habían sido mi hogar durante unos meses, al llegar a la biblioteca me quite la gabardina y la puse en un silla.

-¿Qué asuntos quiere tratar?-la curiosidad me podía, no sabia lo que un príncipe querría tratar conmigo , un simple maestro.

Una vez llegamos a la biblioteca me acerqué hacia una esquina en la que se encontraba un candelabro colgado de la pared de piedra y una pequeña mesa individual con su silla en la que poder leer con tranquilidad.

- He leído todos los libros que se encuentran en este lugar, incluso los de otras bibliotecas de diferentes reinos. Siempre me he preocupado por mantenerla cuidada, pues este es el verdadero corazón del infierno - respondí sin hacer mucho caso a su pregunta, pues todo llegaría a su debido momento -. Hemos pasado por muchas etapas, algunas más difíciles que otras, y parece que esta se puede tornar complicada...

En esta ocasión clavé mis profundos e inquietantes ojos negros como un pozo infinito en los suyos. Pocos podían soportar aquella mirada, si además se le unía mi aura. Un aura completamente particular y totalmente diferente a cualquier otra en todo Yggdrasil, el aura de la Sabiduría Trascendental.

- ¿Habéis leído alguna vez sobre la historia antigua de nuestra noble raza, maestro Tserof? - pregunté casi susurrante, pero lo suficientemente potente como para que escuchara con claridad.

Escuche sus palabras con atención, estaban cargadas de sabiduría.
Me miro a los ojos, con sus ojos negros, parecían hipnóticos, al menos para mi , posiblemente muchos hubieran bajado la mirada, pero yo la sostuve con decisión.
Entonces me pregunto si había leído sobre la historia de nuestra raza.

-Conozco algo de historia de nuestra raza, mi señor, pero por mi oficio no pude estudiar lo que hubiese deseado de ello.-esto ultimo lo dije con algo de pena.-¿Por qué lo pregunta príncipe Oicilpus?

Cerré momentáneamente los párpados para después mirarle otra vez. Con voz calma le expliqué.

- Si no me equivoco, el único príncipe actual soy yo, ya que los demás no se encuentran entre nosotros. Eso deja una vacante libre, que sin duda alguna podríais ocupar vos... - mis palabras iban cargadas de un pequeño matiz perverso - Bien es cierto que para ello son necesarios diversos requisitos, y por su puesto yo no tengo la potestad de hacer semejante decisión realidad.

Con un halo de misterio me di la vuelta y presioné el candelabro que cedió ligeramente. Esto produjo un potente chasquido, generado por el movimiento de las rocas. Un largo y oscuro pasadizo recorrido por una pequeña escalera de caracol se mostró ante nosotros, justo en la esquina donde estaba situado.

- Este camino lleva a la biblioteca oculta del infierno, donde se encuentran algunos de los secretos más celosamente guardados por los antiguos demonios. Por supuesto, también he leído todos los libros que moran en este lugar - comenté sin darle demasiada importancia - La verdadera historia se encuentra aquí, y es necesario que la comprendas por el bien de nuestra raza.

Agaché la cabeza por un instante, ciertamente nostálgico, y de un modo profundo, serio y sereno pronuncié:

- Deseo devolver la gloria de antaño al infierno. Ese es ahora mi objetivo, y necesito de tu colaboración, Kyro.

Escuche sus palabras , ¿yo príncipe?, nunca me lo había planteado.
Pero ese no era el tema en ese momento , sabia que quería llegar a alguna parte.
En ese momento se acerco al candelabro y lo presiono , haciendo que parte de la pared se desplazase hacia un lado.
Me contó que existía una biblioteca oculta en su interior , cosa que me llamo la atención.

Entonces me revelo lo que quería de mi.
Quería que le ayudase.

-Aspicious...De por si yo no estoy ligado a este lugar, no nací aquí , tampoco crecí en este lugar... pero pese a todo, quiero saber como era este lugar en toda su grandeza,y quiero hacer que este lugar resurja y recupere la gloria de la que hablas...Colaborare contigo Aspicious.

Dejé escapar una sonrisa complaciente. Sin duda alguna era la mejor opción que podría haber tomado.

- Sígueme entonces - dije escuetamente mientras me introducía en el oscuro pasadizo. Tras un rato caminando llegamos a una sala pequeña, pero repleta de libros extremadamente arcaicos.

Me acerqué a un ejemplar en concreto que rezaba "Crónicas históricas del infierno". Con una tenue brisa de aire limpié el polvo que se había depositado en su cubierta y lo acerqué a Kyro. Al abrirlo se podía apreciar una excelente caligrafía demoníaca que emitía un halo siniestro. En sus páginas asimismo se encontraban diversos dibujos y bocetos, representando a antiguos demonios y a las jerarquías de tiempos pasados.

- El primer gran rey del infierno fue Astaroth, que unificó a los demonios por una causa común, la destrucción de los ángeles - comenté señalando a una de las imágenes -. Mucho tiempo después apareció Arshei, una diablesa de mucho poder, y logró destronar a Astaroth... - hice una pausa tenue y después proseguí - Mas cierto día Arshei desapareció, y el infierno sucumbió en el caos. Finalmente fue nombrado rey Aspicious Oicilpus, y el infierno vivió una nueva edad de oro, hasta que al igual que su predecesora se desvaneció.

Me detuve mirándole profundamente a los ojos. Quería que entendiera la profundidad de las palabras que estaba pronunciando.

- Los motivos de mi marcha fueron truculentos. Quizá algún día pueda contarte qué es lo que me sucedió para abandonar el infierno tan estrepitosamente - durante un instante busqué su aprobación, aunque bien era cierto que sin conocer la historia, podía prejuzgar con mucha facilidad - Cuando logré volver, el reino estaba desolado, como nunca lo había estado. El glorioso y espléndido ejército infernal se había esfumado, y con él la práctica totalidad de los demonios poderosos. En el trono estaba sentado un diablo llamado Demian, de familia desconocida. Simplemente llegó y tomó el poder, pues nadie había para reclamarlo... - solté un largo suspiro la decir aquello - No tengo nada en contra de nuestro rey, pero si de verdad queremos recuperar la gloria de Astaroth o Arshei, debemos hacer algo. Su gestión ruinosa nos ha conducido a esta situación. Tengo el presentimiento de que ante nosotros acecha un peligro, y debemos mostrarnos más fuertes que nunca. Ese es mi propósito.

Dicho esto me callé, esperando ávido la respuesta del maestro.

Escuche las palabras de Aspicious.
Mientras le escuchaba me senté en una silla y me cruce de brazos cerrando los ojos.
Hasta que pronuncio su nombre, había sido Rey antes que Demian, cosa que no me hubiera sorprendido,era un hombre sabio, tal vez el más sabio que hubiera conocido nunca.
Me miro a los ojos.

-Aspicious, tendrías tus motivos, en cierto modo "confió" en ti, no es necesario que me des explicaciones pues hasta yo mismo abandone este lugar durante una temporada.-Me levante y ande de un lado a otro.-Pero... ¿por qué cuando llegaste no reclamaste el trono para ti? Podrías haber derrocado a Demian perfectamente...Pero ese no es el caso,¿qué debemos hacer?

Le miré pensativo durante un instante. Después le respondí pacientemente.

- No es mal muchacho, no le deseo ningún mal personal. Además, por aquel entonces yo no me encontraba con fuerzas para gobernar - en ese momento me detuve, recordando aquellos días fatídicos -. Sin embargo... Ahora alguien tiene que tomar el poder. Mi objetivo nunca ha sido el de convertirme en rey, sin embargo, humildemente reconozco que ya he pasado por ello y sé cómo se tiene que actuar.

Cerré el libro, lo devolví al estante y le indiqué a Kyro que subiéramos a la biblioteca.

- Lo que propongo es tomar el trono cuanto antes. Ahora mismo estamos más indefensos que nunca, y debemos reorganizar el antiguo ejército infernal - comencé a subir las escaleras mientras -. Es por ello que te quiero conmigo en la corte, como antaño lo estuvo Darksik.

Escuche las palabras de Aspicious.
Pensé mientras subíamos en las alianzas de Demian.

-El problema es el siguiente, Demian tiene alianzas , y aunque no las tuviera sigue siendo mucho mas poderoso que nosotros, sobretodo es mas poderoso que yo.-hice una pausa, yo era el mas débil en esos momentos.-En mi opinión, necesitamos el respaldo de alguien más...

No sabia quien podría ponerse de nuestro lado , no conocía las alianzas que tenia Demian,pero esperaba que no fueran muchas teniendo en cuenta su carácter mujeriego.

Mientras subíamos solté una risotada.

- No me hagas reír muchacho, si lo que dices fuera cierto no propondría lo que te estoy sugiriendo - dije muy seriamente -. Si realmente el infierno tiene aliados no se entrometerán en esto. Precisamente uno de los objetivos que tengo es forjar unas nuevas y más sólidas alianzas. Además, no veo necesario hacer un derramamiento de sangre, al fin y al cabo Demian lleva sin pisar el infierno un largo tiempo ya...

Finalmente regresamos a la biblioteca. El muro se cerró como si nunca hubiera estado abierto.

- Por otro lado, como última baza sería yo el que lucharía contra el rey. Soy mucho más viejo que él, y me sé muchos trucos que requieren aprendizaje... - al comentar eso ladeé la cabeza - Pero como bien digo, no llegaremos a ese punto.

Al parecer Kyro no estaba totalmente seguro de que aquello fuera a funcionar. En cierto modo lo entendía, pero mis palabras transmitían la sensación de que todo saldría bien.

- De tí simplemente necesito que estés dispuesto a trabajar duro una vez las cosas se encaucen. ¿Puedo contar contigo entonces? - pregunté tendiéndole la mano cordialmente.

No estaba muy seguro de que fuera a salir todo bien , después de todo no solía ser tan fácil hacerse con un reino.
Entramos de nuevo en la biblioteca.
Me molesto un poco el comentario que hizo, no me parecía bien que luchara solo , por muchos "trucos" que se supiese, ademas, yo era un ex mercenario , la mayor parte de mi inmortalidad la había pasado en los frentes de batalla.
Pero pese a todo le ayudaría.

-Cuenta conmigo, majestad.-Le dije mientras le estrechaba la mano.


OFF: Cuenta con mi lanza xDD tenia que decirlo xD

Sonreí complacido. Era momento de retomar las riendas del infierno. Solté la mano de Kyro y comenté solemnemente:

- No esperaba menos. Entonces debemos empezar a movernos, el tiempo corre en nuestra contra. En primer lugar quiero que te prepares para lo que pueda pasar. Por el momento puedes marcharte a donde te plazca, pero necesito tu presencia en el salón del trono al anochecer. Yo tengo que tratar con urgencia un asunto importante, imprescindible para nuestra causa.

Con un gesto de cabeza me despedí formalmente. La hora de recuperar el contacto con antiguos súbditos había llegado. Salí cuidadosamente de la biblioteca y me dirigí a mis aposentos con presteza.

Una vez allí, tomé un pergamino y una pluma y escribí lo siguiente:

El momento ha llegado. Reuníos conmigo en el salón del trono cuando caiga la noche.

Firmado, Aspicious Oicilpus.

Una paloma negra se acercó a la ventana, esperando a que atara el mensaje a su pata, y echó a volvar. Sin perder un solo momento me desvanecí entre la oscuridad.

OFF: Nos vamos aquí