Encierro de Angeline

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Llegué al instante a las celdas, angeline aun yacia incosciente en mis brazos, la metí en una de ellas, colocandola en el suelo con cuidado, tal y como me habia dicho Ian. Me salí de ella y cerré la puerta con llave. Le di las llaves a los guadias que habia en ella.

-Es astuta, tened cuidado.

-Tranquilo señor, no habrá problema alguno.

-Bien, asi me gusta. De todos modos me quedaré hasta que despierte-hice una pausa, mirando los barrotes-valla... no me gustaría estar en una de estas algun dia, amenos que te abran, es imposible escapar de ellas

En mi inconsciencia, comencé a sentirme húmeda. Un aire húmedo, y cargado de extraños olores, y por si fuera poco, viciado, invadía mis pulmones. Eso me hizo levantarme repentinamente del suelo, mirando a cada lado. Estaba encerrada en una celda. Mis ojos se encendieron de ira, y mis iris rojos comenzaron a brillar. Me levanté del suelo de un salto, con cierto dolor de cabeza que por el momento ignoré, y mis gritos anteriores volvieron a salir despedidos de mi boca.

¡MALDITO TRAIDOR!¡Os MATARÉ A TODOS!¿Cómo te atreves a hacerme esto?

Tras decir eso, corrí directa a los barrotes, y les pegué una patada, mientras seguía bufando. Me quedé quieta unos instantes, tomando aire, y respirando profundamente, con agitación, mientras observaba a los personajes que estaban al otro lado de los barrotes. Andrew...ese canalla. Le dediqué una mirada asesina directa a sus ojos.

Traidor....traidor.....¡TRAIDOR!

Suspiré. Pese a que fuera un vampiro no me gustaba hacer daño a la gente que no me habia tratado mal, icluso que me habia llegado a tratar bien en alguna ocasión. Sacudí levemente la cabeza mientras me escurría por la pared con los brazos cruzados, sentandome en en suelo y mirandola. Volví a suspirar.

-Tranquilizaté, ¿quieres?-espeté molesto por sus gritos-Vas a estar ahi bastante tiempo hasta que llegemos a un acuerdo y tus amiguitos te saquen de aqui, hasta entonces, gritar no te servirá de nada

Me callé repentinamente. En ese significante detalle tenía razón, pero tengo otras maneras de escapar de esa clase de lugares. Uno de los guardias estaba cerca de mi celda. Pero por el momento no haría nada.
Estaba loca de ira. Me enfurecía profundamente que me traicionaran. Era lo que más odiaba en el mundo. La traición..más que me intentaran matar...Continué hablando en tono furioso, mientras observaba con asesina mirada a lso ojos de Andrew.
No pienso quedarme aquí...tengo cosas más importantes que esta que hacer. Prometo que si no me sacas tú de aquí...ahora mismo, cuando salga, te arrancaré el cuello..

Vi como habia mirado al guardia. "de todas formas, las llaves no estaban con él, las tenía el que estaba mas alejado de la celda y no podria utilizar sus poderes pues las rejas los anulaban.

-Pue que bien, pero no es algo que puedas decidir.-la amenaza de la vampira no me hizo cambiar en absoluto mi expresión, seguía con mirada impasible-Me parece correcto, si sales de esta y me vuelves a ver, ven a por mi, lucharemos hasta la muerte si es necesario.-mis palabras no variaban, hablaba completamente en serio.

Habia captado el olor de sus sentimientos, la rabia, la ira, el odio... pero sobretodo el sentimiento de traición. Ladeé la cabeza, mirandola curioso.

-¿Por qué te sientes traicionada? tu raza y la mia estan destinadas a matarse entre sí. Si te sientes traicinada es por que confiaste...-hice una pausa-nunca te fies de nadie, es algo que he aprendido con el tiempo... más aun tendrias que tenerlo tu en cuenta, tengo entendido que eres mucho mas longeva que yo.

Pese a aparentar tener 22 años, ya estaba cerca de los 43, aun que sabia que no tenia comparación con los suyos.

Un gruñido leve escapó de entre mis dientes. Bien era cierto que soy mucho más experimentada en lo que al paso del tiempo se refiere. Pero, por una vez en mi vida, decidí no seguir mis experiencias y confiar. Algo equivocado, está claro que no hay que fiarse ni de la sombra propia. "Jamás volveré a confiar en esta escoria" COntinué hablando, en mi tono de voz anterior. Esa ira no se me iría bajo ningún concepto en semanas. Aunque una pequeña y efímera risita maliciosa, que pronto volvió a mi tono furioso, apareció sonora.Aunque en cierto modo me sorprendía que siguiera impasible, respecto a mi actitud frente a él.

¡Je! ¿Y tú preguntas el por qué me siento traicionada? Sabes lo que hemos pasado juntos...me has querido matar en una ocasión, al igual que yo a ti. Pero con el paso del tiempo, te tomé cariño. Para mi llegaste a ser un rival a tener en cuenta, con el que podría pasar ratos divertidos de vez en cuando...pero elegiste el camino oscuro. Bajé mi tono de voz, para la palabra que vendría a continuaciónTraición...de donde yo provengo, eso se castiga con la pena de muerte. Hice una pequeña pausa, tomé aire profundamente, y continué hablando.

Es cierto que soy mucho más mayor que tú. Considero una falta de respeto que un niño como tú haga una traición a alguien tan mayor y respetada. Para que lo sepas, he pasado de milenio dos veces...

Tomé aire con profundidad y alcé el tono nuevamente

Y cuando vuelva...traeré un ejército vampírico tan sólo para matarte a ti. Y cuando tenga tu cuerpo mutilado, te haré el ritual que te mereces. Y lo mismo pasará con tu rey, en cuanto tenga la oportunidad. Y ahora...

Metí un brazo entre los barrotes, y rodeé el cuello del guarda que tenía delante. Le pequé a la celda, y apreté ligeramente el brazo, para presionarle. Mi ira se desató repentinamente.

Y ahora..¡Libérame o mato a este niño aquí y ahora mismo!¡YA!

Tenía mi boca cerca de su cuello, listo para arrancarle la tráquea y matarle instantáneamente. Sufriría poco, y sería una muerte eficaz, rápida y limpia. EN mis ojos brillaba el sentimiento de traición, y furia. No hacía falta ser un intérprete de microgestos faciales como para darse cuenta de ello.

Traición? yo sabia mas de traición de lo que ella podria imaginar jamas.

-Si por camino oscuro llamas a matar seres de oscuridad, que pese a saber lo que hacen, matan a seres inocentes... si, tomé el camino mas oscuro de todos-Los licantropos, pese a haber matado alguna vez a personas inocentes, se arrepienten de ello y tratan de controlar los instintos de su lobo interno, yo ya hacia muchos años que lo habia dominado completamente por lo que nunca mas volveria a tocar a seres que no se lo merecían-El respeto no se gana por longevidad, si no por actos, mujer. No respeto a alguien por viejo, si no por perro.-dije, refieriendome a que respetaba por los actos, no por ser quien era esa persona.

Hice una pausa, la miré fijamente a los ojos con seriedad, se podia distinguir un filo de enfado en mis ojos.

-Venga... traelo-dije, levantandome lentamente-traelo... traelo y lo desgarraré con mis propias manos-mi voz sonaba suabe, me iba acercando muy lentamente a ella-traelos y ven tu con ellos. Traelos y matadme, atreveros a matadme. Os lo pido, cuando salgais de aqui id a por tal ejercito y venid a desprender mi cabeza del cuerpo. Y no dudeis, por que yo no dudaré en mataros... venid y matadme... liberadme de este circulo de odio que tu raza creo en mi desde la niñez-ya estaba frente a ella, cara a cara. Podia sentir el calor de mi aliento en su cara-matadme entonces, por que no pararé hasta matar a todos y cada uno de los vampiros de esta tierra... entonces podré morir sabiendo que vengé lo que un dia tuve y vosotros me arrebatasteis en varias ocasiones-en el fondo de mi voz, se podia notar dolor, dolor al recordar todo aquello de nuevo. Mis ojos estaban clavados en los suyos, firmes, brillantes, y cargados de todo el odio que me habian obligado a tener.

El solado de mi lado se combirtió en licantropo. Al aumentar en tañano logró zafarse de sus garras. Volvió a la forma humana, ahora estaba lejos de ella, gruñó por lo bajo mientras se tocaba el cuello. Se podian distinguir unas marcas en él por la presión. El soldado me vió y se echó hacia atras prudencialmente.

Yo seguía mirandola fijamente. Los barrotes era lo unico que nos separaban.

Se me escapó el guarda, al convertirse en licántropo. "¡Maldición" Sin embargo, comencé a ver que Andrew se acercaba, y me hablaba seriamente. Se notaba cierta amargura en su tono. Tal y como estaba hablando...deduje que los de mi raza le habían hecho algo que le dolió...en lo más profundo de su ser...en su corazón. Algo me decía que habían matado a su familia, pero era sólo deducción. Un tono un poco más preocupado salió de mis labios, pero seguía estando furiosa.

¿Acaso han matado a seres queridos tuyos, eh? Algo me dice que sí...

Bajé la cabeza unos leves instantes, y luego volví a levantar la vista, mirándole fijamente a los ojos, con mirada asesina.

Pero...yo también sufrí..probablemente más que tú...porque yo no tengo a nadie a quien odiar..sino a MI MISMA¡¿ME COMPRENDES?!¡NO!¡Nunca me entenderás!

Acerqué mi cara a los barrotes, y casi le tocaba con mi frente la suya. QUería intimidarle, que viera que lo que decía era verdad. No me aguantaría nada. Él aún no sabe por lo que he pasado durante tantos años. Y probablemente no lo sabrá, no necesita tal verdad. Pero él dice lo que dice, y sólo ha vivido medio siglo a lo sumo. "¡Je! Estos jóvenes de hoy en día...se creen que porque hayan muerto sus familiares son los más dolidos del universo...jejejeje...."

Una pequeña risita ligeramente desesperada salió de entre mis labios.

Jejeje...jejeje...

Bajé ligeramente la cabeza, haciéndome sombra a los ojos, mientras seguía riendo levemente.

Jejeje...te crees el más sufridor de todos...y con eso crees que tienes el derecho de hacer lo que te plazca, y hacer cosas horribles como la que me has hecho...me da risa...

Pero no era realmente risa lo que me daba. Era pena. Andrew probablemente lo pasaría mal, pero está claro que él no me conoce para nada. Y tratarme de este modo en este momento era una forma clara de verlo.

Cerré los ojos y me aparté hasta ponerme recto, aun con posición relajada.

-No.

Me aparté dandola la espalda, andando con lentitud. Los guardas no estaban lejos, pero lo suficiente como para no escuchar lo que deciamos. Caminé unos pasos, estaba a unos 3 metros de ella, entonces me giré con lentitud y la miré con ojos cansados.

-Casi todos los seres que habitan en la tierra, cielo o infierno... han sufrido cosas terribles. No me escudo en la autocompasión de decir: Yo e sufrido mas!. No soy quien para judgar el sufrimiento de otros en mayor o menor medida comparado al mio. Yo se lo que vivi, y queda en el recuerdo. Pero por mas que lo intente el odio recorre mis venas, y me da igual todo lo demas. Se que si consigo mi objetivo, el odio no habrá cesado, se habrá apoderado completamente de mi... lo se bien... pero los recuerdos estan sellados a fuego en mi pecho... y en mi mente...-justo cuando dije estas palabras me miré el pecho, abriendome un poco la camisa, se podia distinguir claramente una gran cicatriz en la mitad.-Era un niño y lo perdi todo... incluso casi pierdo la vida... ya podria haber sucedido en aquel momento-cerré la camisa y la miré-cuando conseguí controlar ese odio y formé mi propia familia, un dia... sin mas... los perdi de nuevo...-metí la mano en el pantalón y saqué con lentitud y cuidado un reloj de bolsillo muy antiguo, evidentemente ya no funcionaba lo abrí y, dejandolo caer sujetandolo por la cadena comenzó a rotar. Al lado del relog podia verse claramente el retrato de dos niños. Un chico y una chica de no mas de 5 años. Pasaron unos segundos, entonces cerré el relog rapidamente y me lo guardé en el bolsillo. La volví a mirar-¿Que me importa quien haya sufrido mas?... solo se que no pienso volver a perdonar.

Di unos pasos havia un lado, mirando al suelo. Me paré. No la habia contado lo de mi hermano, tampoco hacia falta... algun dia se enteraria. De todos modos, era su principe.

Su relato en cierto modo me sorprendió. La ira desapareció parcialmente de mis facciones. Continué sujeta en los barrotes con ambas manos, y mi mirada denotó cierta preocupación. Su cicatriz, que pude ver parcialmente, me sorprendió. Eso sería un claro recuerdo de su pasado, que jamás olvidaría. Y las fotografías de su reloj...probablemente fueron sus hijos. Me sentí culpable en el fondo, mas todabía estaba enfadada. No tenía por qué encerrarme a MI, si no hice nada malo a este individuo.Intenté responderle, con tono de voz bajo, pero continuó siendo enfadado.

¿Sabes? Tu historia me ha conmovido...cierto...pero yo no he matado a la familia del chupasuelos que me provocó esto...

Flaqueé un instante mis piernas, mientras seguía frente a frente con Andrew. Sin embargo, agité levemente la cabeza, y repuse mis fuerzas. Volví a mirarle fijamente a los ojos. Quería transmitirle mis sentimientos, y vivencias.

No...tan solo le maté a él. Él mismo día de mi boda...je...era para partirse de risa...y llorar hasta secarme. Mi futuro esposo concertado...fue mi salvador, vergudo, y asesino. Me mordió...justo aquí

Señalé con una de mis manos con el dedo índice extendido el lado derecho de mi cuello. Jamás se me olvidaría el lugar exacto, aunque no quedase cicatriz de aquello.

Él...me convirtió en esto...un monstruo...Pero..

Bajé el volumen, y me reí por lo bajo, con cierto tono malicioso.

Pero...jejeje...esa misma noche, tras el mordisco....tomé la espada heredada de mi abuelo...y atravesé su corazón mientras dormía plácidamente. Murió al instante, por supuesto...y huí de allí. Nadie más supo de mi...jamás...y todo el que supo, acababa muriendo...por mi culpa.

Ñevanté la vista, y observé a los ojos a Andrew nuevamente, con cierta ironía en mi mirada, y facciones marcando una cierta ligera amargura.

Todos murieron....con el paso del tiempo.. ¿sabes lo duro que es sobrevivir a tus sobrinos-nietos? Je...no, nunca lo sabrás....Jamás tuve hijos, desde entonces. No quería que sufrieran lo que yo...Porque esta clase de dolor permanece aquí..

Tras decir esas palabras, aplasté mi pecho con una mano, completamente abierta, apretándome fuertemente mis senos. Luego, mientras mantenía esa postura, continué hablando, ya sin ira en mi tono.

Mis familiares murieron...soy la última de mi rama familiar...yo no hacía nada más que odiarme...sobrevivir a 5 generaciones siguientes...era un martirio. Y no sólo eso. No, hubo más. Tuve que cambiar mi forma dulce de actuar, mis sentimientos...incluso mi educación y habla...Conseguí odiarme tanto, que por un lado quería matarme, tirarme por un barranco o algo por el estilo. Pero...

Le dediqué a Andrew una mirada con cierto dolor, pero no dolor físico, sino sentimental. Era algo que jamás olvidaría, pues me dió ánimos de seguir con esta vida, por muy rastrera que fuera. Un tono ligeramente melancólico presentaba mis palabras con algo de amargura.

pero...conocí personas...que me mantuvieron cuerda...y ahora, tengo a ciertos amigos...que me entienden...y eso es lo único que me mantiene viva. Si no, probablemente yo no estaría hablando contigo ahora mismo.
Me recompuse, quedándome recta e impasiva frente a los barrotes, sin sostenerme de ellos. Volvió mi tono ligeramente furioso a mi cerebro. Porque el que se sincerase conmigo, no cambia el hecho de que sigue teniéndome cautiva.

Aunque después de todo, al final me acostumbré a mis atrocidades, y me gustaron, y por eso ese sentimiento de culpa desapareció, y ya no me deseo la muerte...pero...el dolor que mencioné antes...

Bajé la vista instantáneamente hacia mis pechos, mirando con ira, mi mano aplastarme fuertemente.

...ese dolor..quedó en forma de odio...a la traición. Ese hombre...me traicionó...y jamás pude perdonárselo. La pena capital fue lo que obtuvo y aun así, no está perdonado...

Luego levanté mi vista nuevamente, fijándola en los ojos de Andrew, y furiosamente, apreté mis dientes fuertemente, rechinando por el roce.

Y por eso...por eso...mi odio se encauzó a los hombres..¡Hombres!Jejeje...me es más sencillo asesinar a los hombres desde entonces...jajajaja...

Comencé a reire, de manera sonora, pero sólo podía oírme él. No estaba a un volúmen demasiado alto, como para que se enteraran los guardas. Ése era el orígen de mi odio...
Detuve mi risa progresivamente, y le dediqué una mirada fría y asesina a Andrew
Pero...a personas como tú...nunca les asesiné...y siempre soy pagada con la misma moneda...traición....

La palabra traición se remarcó, mientras seguía mirando fría a Andrew nuevamente. Era algo que profundamente me molestaba. Odiaba la traición, odiaba a los traidores, y a todo lo relacionado con traidores.

Agaché un poco mas la cabeza cuando mencionó lo de la espada, y sobretodo lo de mis hijos. El recuerdo de ver a mi mujer, aun fuertemente aferrada a ellos, y estos aun con las mejillas humedas del llanto.. su sangre estaba completamente drenada. Sacudí la cabeza tratando de apartar esos pensamientos y la miré. Escuché atentamente sus palabras. Ciertamente sentía lastima por ella. "este es un mundo demasiado cruel... mas aun para la inmortalidad"

-Lamento tu historia-dije, con sinceridad. Al fin y al cabo no me gustaba saber que habia mas gente que habia sufrido por la perdida de seres queridos, ni aun que fueran vampiros... almenos la mayoria.
Bajé la mirada, entonces la volví a dirigir hacia ella.

-Yo no te he traicionado. Desde el primer dia que te vi fui sincero. Sabias bien por mis palabrasque no dudaria en el momento que fuera a matarte, siempre fui fiel a mis pensamientos y honesto contigo-hice una pausa-Si que tambien es cierto que no me ha gustado este metodo de capturarte, pero eso es cuestión de Ian. Hubiera preferido una lucha a igualdad de condiciones, pero, no soy dueño de los actos que engloban el mundo, no tenia mucha mas alternativa y te diré tambien de antemano que no me importó demasiado. No obstante, saldras de esta, y no va a hacerte nadie daño, me encargaré personalmente de ello y de cubrir todas tus necesidades.-di un par de pasos hacia el otro lado, apartando la mirada, para pararme de nuevo y volver a dirigirsela.-Teneis en vuestro reino alguien importante para... nuestras alianzas, como bien sabras y si no ya te informo de ello, existen unas piedras magicas que controlan una gran energia, 2 de ellas han sido destruidas. Necesitamos aliados para hacer algo y no morir todos ya que la mayoria de las fuerzas malignas (vampiros, demonios..etc) no parecen reaccionar ante el asunto. Haremos un cambio, si vuestra reina os tiene aprecio accederá y seras entregada a ellos por la reina de los angeles sin conflicto alguno.

Dijo que lamenta mi historia, y su mirada parecía melancólica realmente. Me quedé en silencio, pues no sabía que añadir a eso.Pero sin embargo, sigue afirmando que no me ha traicionado. Y que todo era cosa de Ian....le mataré. Al final, le mataré. Le asesinaré como a un borrego: degollado. Me hizo enfurecer aquello. Muy bien, no sería la culpa de Andrew, pero alguien debía pagar por esta traición. y tiene que ser alguno de ambos. Seguía furiosa, de hecho, eso me hizo enfurecerme más, apretar los dientes, y soltar un bufido largo y sonoro antes de hablar.

Alguien pagará por esto...dices que es cosa de tu rey. Sea quien sea el culpable...lo mataré por traición. Sabes lo que te acabo de decir, y él o tú lo sufrirá. ¿Estás seguro que el culpable es Ian? Porque, de ser así, sabes que no descansaré hasta acabar con su vida. Y no sabes mi insistencia hasta qué niveles llega.

Luego se me iluminó la cara cuando recordé que dijo lo de que necesitaría a la Reina de los ángeles libre para que me soltaran a mi. Me mataría mi reina si por mi culpa tenemos que soltar a la reina ángel. Levanté la vista, y miré con seriedad a los ojso de Andrew. Volví a tener un tono serio, mirándole a los ojos, queriéndole atravesar su vista con mi mirada.

Mi reina jamás soltaría a la Reina de los Ángeles. Precisamente, yo soy responsable de tal cosa. Además, me matará en cuanto regrese, o eso creo. Era una captura que deseábamos con fuerza...

Pero sin embargo, no podía perder la rabia acumulada por la traición que he sufrido, así que mi ira volvió a mi y agité con fuerza mis brazos agarrados a los barrotes.

Pero volviendo al tema...alguien debe sufrir por esta traición...y quiero que me dejes claro a quién se debe. Tú o tu rey, tú decides...

La miré con semblante serio e impasible.

-Por encima de mi cadaver, mujer. Si tienes que ir a por alguien, ven a por mi. No guardo lealtad a Ian por ser mi rey, pues no le considero como tal, pero si por la amistad que compartimos. A si que si quieres, ven a por mi, pero le tocas un pelo, y creeme que ahi si que moriras-amenacé.

Agaché la cabeza, entonces la volvi a mirar.

-Es triste escuchar que vuestra propia reina sacrificaria tu vida como si tal cosa. ¿No existen vinculos entre vosotros o es que solo sois dueños de vuestra propia abaricia?-suspiré, no queria volver a darle vueltas al mismo tema-da igual, pero si tu reina no accede, no me dejara otra alternativa que echarte a mis perros. Y creeme, preferia que salieses y luchar tu y yo por nuestra cuenta en otra ocasion.

Sin dejar de observar y clavar mi vista en sus ojos, seguí la conversación atentamente. Cree que somos seres avaros o que mi reina es capaz de sacrificarme por seguir sus objetivos. Eso me hervía la sangre. Y al parecer, no quiere que toque a Ian, interesante. Un mano a mano con un Príncipe, supongo. Si hacía falta, lo haré, y sumamente encantada. Porque alguien debía pagar por esto..alguien debía sufrir. Y al parecer, Andrew desea combatir conmigo. Respondí con seriedad, frunciendo el ceño, y mirándole fríamente, con voz seca.

Andrew, muy bien. Si quieres, tú serás la víctima. Pero alguien debe pagar por esto, y si no con la muerte, de alguna manera que me satisfaga. Pues esto es una alta traición a mi ser y a mi persona. ¡Y debe ser pagado! Y si quieres asegurarte de esto...pregunta a mi reina. Pregúntaselo. Vamos, te animo a preguntárselo.

Era la única forma de que esto acabara de una vez. Si no, creo que no me sacará, aunque tendría mis formas para ello si no me saca él ni nadie. Y si escapo por mis propios medios, buscaría venganza.

Un licántropo bajó para trasmitirle el mensaje a Andrew. Tras inclinarse en señal de respeto se lo comunicó.

Señor, el rey le precisa en su despacho.

Dichó esto esperó a que el príncipe le ordenase o que mandase un mensaje o que le dejase ir.

Miré al licantropo y asentí.

-Bien, puedes retirarte, ahora subo.-dirigí la mirada a angeline-he de irme, pero tranquila, volvere para ver como estas y que no te falte de nada-me di la vuelta y comencé a irme-entonces me pare antes de salir de alli y miré hacia atras dirigiendola la mirada-y, respecto a lo que dijiste... ya te lo repito, cuando quieras-la dediqué una pequeña sonrisa. Estaba dispuesto a haer un duelo justo, claro que si. Me fui de allí dejandola bajo la vigilancia de los guardias

OFF: siento el doble post, es que no tengo mas tiempo:ON

Bajé las escaleras despues de hablar con ian, aun meditando. Sabia que el me lo habia prohibido pero no podia desperdiciar esa oportunidad. Bajé hasta los laboratorios, tras una breve charla dos de los cientificos me siguieron, uno de ellos llevaba en sus manos una bolsita no muy grande de cuero.

Llegamos hasta las mazmorras, donde los guardias, sorprendidos por mi visita, me saludaron. No les hice mucho caso y fui hasta la vampiresa.

-A llegado la hora... pero antes tenemos una ultima cosa que hacer contigo-segun decia esto, los cientificos abrian la celda y entraban en ella, le hice un gesto a los guardias y dos de ellos fueron corriendo a sujetarla con todas sus fuerzas, de tal manera que no se pudiera soltar. Uno de los cientificos abria con mucho cuidado el bolsito de cuero. Sacó algo, se podia distinguir perfectamente una geringuilla en sus manos. Sin que ella pudiera siquiera reaccionar la clavó en el brazo e inyectó el contenido rapidamente. La sacó y los dos cientificos se fueron rapidamente de la sala. Los dos licantropos, a mi sañal, la levantaron, aun teniendola controlada y la acercaron a mi prudencialmente. La miré.

-Lo siento... siento todo esto... pero ahora ten cuidado con los licantropos. Nos volveremos a ver... y siento decirte esto, pero te estaremos vigilando-me despedí, hice un gesto a los licantropos y estos se la llevaron de alli.

La sacaron a las afueras echandola del reino, haciendola libre.

OFF: la inyección que llevas es un esperimento que a sido comprovado con muchos animales y con algun humano y ser, lo que provoca es que, cuando intentes atacara a un licantropo (solo cuando lo intentes atacar, insultarle o simplemente estar con el no cuenta, al igual que defenderte esquivando o bloqueando sus ataques) tus musculos se contraeran provocandote dolor, a cuanta mas resistencia para atacarlos mas dolor. Tu personaje no sabe nada de eso, pero en cuanto valla a luchar con uno le pasara en el acto. Solo es con licantropos, no es con ninguna otra raza y solo con las circustancias que te dije. Todo este dolor, es provocado por la bacteria inyectada, haciendole tener como una sensacion real, aun que en verdad sea ficticia, a tu personaje.

Un ruido de pasos parecía acercarse, tras la marcha de Andrew por la llegada del mensajero, un buen rato más tarde. Yo, en el momento en que se fue, me quedé en silencio, sentada en la cama, pacientemente. Tenía la esperanza de que me sacarían de allí y era cuestión de tiempo que terminásemos con aquello. Andrew se acercó con mirada sombría, acompañado de dos personas con bata blanca. Eso me asustó un poco, e hizo que me pusiera en guardia. No me daba buena espina esos dos hombres. Al parecer, me abrieron la celda, mientras Andrew hizo un ademán ordenando algo que desconocía. Ambos científicos se acercaron, acompañados de los guardas. Ambos me tomaron por las piernas y manos, impidiendo mis movimientos. En aquel momento, mi furia sobrepasó los límites. No sólo me encarceló a traición, sino que pretendía hacerme algo que, francamente, odiaba. Un grito de ira sobresalió de mis labios, irrumpiendo en toda la galería de celdas.

¡¡Aarg!!¡QUITADME LAS MANOS DE ENCIMAAA! ¡Dejadme ahora u os mato a todos!¡Os arrancaré los testículos, y luego haré un bonito pincho moruno con vuestras costillas!

Sin poder remediarlo, uno de los científicos, armado con una aguja, me clavó la misma en mi brazo. Sin saber qué era, detuve el flujo de mi sangre, pues no sabía qué podría hacerme eso. Pero continué actuando, continuando mis desalmados gritos.

Poco después, oí lo que parecía una disculpa. Falsas apariencias, me temo. Este hombre es demasiado falso. Los científicos se alejaron de mi. Sin embargo, estos guardas me llevaron a las afueras del reino, y me tiraron al suelo, con poca educación por su parte. Yo, como era de esperar, me levanté con velocidad, y levanté en alto el otro brazo, furiosa, con el puño cerrado, emitiendo un grito colérico.

¡ME LAS PAGAREIIS!

Los guardas, al parecer, me ignoraron y se alejaron de mi. Yo, pro mi parte, no pretendía seguir allí, así que encaminé mis pasos hacia nuestro Reino nuevamente. Cuando me alejé lo suficiente, desvié mi mirada a mi brazo pinchado. Tenía un color oscurecido, como si no llegara la sangre. Lógio, me detuve el flujo sanguíneo. Así que, acerqué mi dulce y sensual boca a mi brazo, abierta completamente, y con mi colmillo, hice un agujero, clavándolo en la muñeca del brazo extrayendo la sangre detenida de mi brazo. Tenía un color anormalmente oscuro, como si fuera algún tipo de veneno. Nada más extraerla, repuse mi flujo sanguíneo por el cuerpo, y ya me encontraba mucho mejor. Sin más dilación, encaminé nuevamente mis pasos hacia el Reino Vampírico, para reencontrarme con mi Reina Luccie y su Príncipe Walter.

Había escuchado ruidos y supe que eran de Angeline en seuida por lo que bajé a toda prisa, ella no debería estar gritando. Me encontré con Angeline alejándose enfurecida y, a parte del encierro, no tenía porqué estar tan enfadada, a no ser que no la hubiesen tratado como debían.
¡INSENSATOS! DIJE QUE LA TRATÁSEIS BIEN POR DIOS!! -dije realmente enfadado ya que eso solo nos traería problemas.
Sabía que Angeline me estaba escuchando, no obstante no esta muy lejos aún y su oído era prodigioso. No sabía si llamarla ya que no me recibiría con los brazos abiertos pero algo tenía que hacer.
Eh Angeline, por favor, dime si se han comportado contigo o te han tratado mal. Tomaré medidas.
Sabía que Andrew estaba rondando por ahí pero ahora mismo tenía otras cosas en la cabeza. De los licántropos que me hubiesen desobedecido ya me encargaría más tarde.

(OFF: pocas veces escribo un post tan extenso, valoradlo bien, tardareis en volver a ver uno igual jajaja)

Una voz lejana resonaba en mis oidos. Al parecer, era el Rey de Roma, del que tanto hablaba, o eso deduje por la voz. Me giré, aún fruciendo el ceño con fuerza, y con rostro enfurecido. Al divisarle bajo un árbol me acerqué con lentos pasos, pisando con fuerza la tierra, y me aproximé a él. Me detuve a pocos pasos de él, observando con ojos fogosos los de Ian.

¡Tú!¡Tú otra vez!¡¿Cömo te atreviste antes a capturarme de esa manera?!¡Da igual!¡Me han inyectado algo que no sé si era algún veneno!¡Os ODIO!¡Sois embusteros, falsos!¡DECrépitos embusteros!¡Nunca cumplís con vuestra palabra!¡TRAIDORES!¡OS ODIO! Dije gritando, en tono alto y poco amable.

Me acerqué a Ian, un poco más, y apoyé mis manos en mis costados. Estaba enfurecida, fuera de mi. Andrew sólo empeoró las cosas. En el fondo, Ian también tenía culpa, pero ANdrew era el traidor supremo. Ya tenía una mala opinión de los licántropos, pues si los altos cargos son así, peores serían los comunes. Odio a esa clase de gente traidora y falsa.

Me quedé, rígida, mirando a Ian con furia. Esperaba que él al menos se disculpase o algo.
OFF Siento el mal trato de Angeline hacia ti, pero es que está que casi tiene deseos homicidas. Por el momento no, pero la próxima vez que vea a Andrew, le arrancará el corazón.

Suspiré. Como licántropo había actuado bien, pero como persona que al fin y al cabo todos éramos personas, había actuado fatal.
Sé que he obrado fatal y te pido perdón, pero no espero que lo aceptes. Sin embargo, estoy dispuesto a que en un futuro me permitas saldar mi error. Yo que se... te cuido a tus niños o te construyo una casa. Lo que quieras. Sin embargo en este momento, dadas las situaciones, no puedo hacer nada para emmendar mi error ya que eso provocaría el caos. -dije mirando al suelo. Me sentía realmente culpable por haberla encarcelado. A ella, que se había portado bastante bien conmigo a pesar de ser razas enfrentadas.
Te repito la pregunta, ¿cómo se han portado?

Al parecer, su disculpa era un poco más sincera que la del otro ser decrépito. Relajé el tono un poco, pero seguía molesta cual gato que ha caido al agua. Gruñí levemente, seguido de un bufido leve también. Me giré un poco hacia un lado, mirando de reojo a Ian. Le iba a costar recuperar la relación que teníamos ambos.

Gr...lo siento, pero no puedo perdonarte aún. Las palabras ya no bastan para esto. Y espero que lo que dices esta vez sea real. Porque de no ser así...jamás me volverás a ver...o peor aún que eso. Pero volviendo al tema...

Cuando callé, para continuar mi relato, apreté fuertemente los puños. Tanto que mi mano se volvió completamente roja por la presión. Dirigí mi mirada de reojo a Ian nuevamente. Seguía enfadada por supuesto, pero respondí un poco más tranquila, aún enfadada por lo ocurrido.

Bien..hasta cierto punto. Me han inyectado algo con una jeringa. Luego, me tiraron al suelo cuando se marcharon esos...ggrrrr.....guardas decrépitos de 3ª clase...y...ese...Bffff.....miserable...engreído, presumido y asqueroso... Comenté por lo bajo, bufando y gruñendo a mitad de frase. Odiaba ahora a ANdrew. Nuestra lucha era inevitable ya. Quería asesinarle con mis propias manos. Arrancarle el corazón.

Me quedé, observando hacia el infinito, mirando de reojo a Ian, cabizbajo. Su arrepentimiento parecía real, pero eso no cambiaba los hechos

No esperaba que sus palabras fuesen bonitas, aunque fueron mejore´s que las que habría cabido esperar dada la situación.
Lo entiendo y lo acepto. Y créeme, lo que te digo es real.

Escuché sus palabras y me fui enfadando poco a poco. No solo la habían tratado mal, si no que además le inyectaron aquel fármaco. Me puse la mano en la cara avergonzado. El reino se me estaba llendo de las manos y hasta el segndo al cargo, mi amigo, me desobedecía.

Buff les prohibí su uso con alguien que no fuesen animales pero por lo visto me han desobedecido, y recibirán su castigo. -esto último lo dije en bajo, como si fuesen pensamientos míos.
Según el informe de mis científicos, es de acción rápida. Seguramente ya se encuentre en tus músculos y haya dejado el torrente sanguíneo, en realidad se va de la sangre en unos segundos. -dije pensativo, eso no haría más que empeorar las cosas. Y la guerra con los vampiros debía aplazarse, no adelantarse.

OFF: Iaan, si la sangre no fluye el farmaco tampoco, otra cosa que intente explicarle a Q es que si el cuerpo muerto de Angeline no necesita absorber nutrientes de la sangre, porque está muerta, literalmente, entonces el farmaco no puede penetrar en el cuerpo. Y menos si la sangre a sido paralizada.
Esto yo ya lo e hablado con Deimos.
Perdonar la intromison.

OFF Gracias por la puntualización, Luccie. Y a mi no me importa en absoluto que hayas aportado algo de interés.

ON

Al parecer, éste era un poco más civilizado que el otro. Andrew, el miserable, no volverá a verme, si no quiere morir.

A sus palabras primeras, me quedé en mi posición actual, observando el infinito del cielo, ya casi oscuro. Luego Ian continuó su relato. Al parecer es un fármaco de rápida actuación, pero él no sabía que yo detuve el flujo sanguíneo cuando me lo inyectaron. Con tono de voz seco, mientras seguía observando el cielo infinito pintado con infinitos puntitos blancos, le respondí, mirándole de reojo con seriedad y enfado.

Tranquilo...yo he sido más lista que eso. Detuve el flujo sanguíneo, y cuando pude, extraje el fármaco de mi cuerpo. Pero eso sigue sin cambiar lo que ha pasado...si quieres tener a tu Oficial vivo...más te vale que no me vea de nuevo. Porque, y lo digo en serio...

Apreté los puños con firmeza, y giré mi cabeza desviando mi mirada asesina hacia Ian. Mis ojos rojos brillaban por el enfado, mientras enfurecí mi tono de voz.

Si lo encuentro...no habrá nada ni nadie que me frene hasta ver su cadáver reposando en el suelo...¿Lo has entendido?¡MORIRÁ EN MIS BRAZOS!
Mi respiración se agitó repentinamente. Realmente recordar a ese tipo me hacía colerizar. Era casi necesario su muerte para mi.

Luego, tras un rato gruñendo y bufando, tomé aire profundamente, hinchando el pecho al máximo, y expulsé el aire con lentitud. Intenté relajarme, ya que si no, me lanzaría probablemente ahora mismo a buscarle.