Entrenando a Jozu

Entré en aquella sala oscura y encendí unas cuantas velas por la sala. Hacía mucho que no iba a allí, pero ya era hora de hacerlo. Le había prometido a Jozu un entrenamiento para controlarse. Por eso estaba ahí. Mis murcielagos revoloteaban por el techo, imposible de llegar a el, excepto volando. Me senté en mitad de la sala, esperando que Herondale le hubiera echo llegar a Jozu aquello.

-Estaba por el castillo cuando vino una vampiresa haciéndome una reverencia yo se la devolví y al acto me dijo que la reina me esperaba en una sala para mi entrenamiento, le agradecí por tomarse las disculpas de venir a avisarme y me dirigí al cuarto donde me esperaba Luccie. Una vez delante de la puerta la abrí algo nervioso. Al mirar en el interior vi como estaba iluminado por unas pequeñas velas y allí estaba mi reina Luccie esperando, entre cerrando la puerta y le hice una reverencia.
-Aquí estoy mi reina.

Me levanté en cuanto Jozu abrió la puerta-por favor no me llames reina, ya sabes que puedes tutearme-dije mirandole.-Bien, estas preparado para tu instruccion?-me quité la capa que en ese momento lleaba, quedandome en pantalones cortos y una camiseta rajada por partes, como las que solía usar antes de volverme reina.-cuando desees empezamos, mi maestro--

-Me sonrojé un poco al escuchar eso y agaché la cabeza.
-Supongo que lo estoy... espero no ocasionar problemas mi rei... Luccie
-Me quité la chaqueta y me desabroché un poco la corbata abriendo también un poco la camisa.
-Bueno y que debo hacer...
-La miré a los ojos.

-Cierra los ojos e intenta concentrarte y sobre todo controlar tus ansias, en caso de que llegue el momento que te lances a por sangre, yo te pararé-le observé claramente y vi como cerraba sus ojos, algo dubitativo, esperé pacientemente a que hubiera pasado un poco de tiempo y entonces deslicé mi mano por el filo de una de las espadas haciendo que la sangre brotara de la herida, saqué algo de sangre, dejandola en el aire a mi lado y observé sus reacciones, preparada para cualquier respuesta.

-Cerré los ojos como me ordeno Luccie,al momento note en el aire el olor a la sangre me mordí el labio y abrí un poco los ojos y la vi de nuevo y me sonroje no se que era peor eso o el olor a sangre. Al momento me quite la corbata y la camisa y me acerque tapandome la nariz como pude dandole la camisa.
-Lo siento mi reina Luccie...hay cosas que los hombres no podemos hacer según que cosas vemos, si no se tapa no creo que me pueda concentrar
-Reí un poco y me aparté de ella ya que la sangre estaba al lado y no podía aguantar esa ansiedad.

Abrió los ojos de nuevo y se quitó la camiseta, giré mi cara avergonzada-que haces?-me tendió la camiseta, no sabía que tenia la gente con esas camisetas, a mi me gustaban mucho-Vale girate-cuando se giró me cambié rapidamente la camiseta por su camisa, abotonada lo suficiente para que no se viera nada, pero abierta por la zona del ombligo. Me acerqué a el peando mi cuerpo contra en suyo por la espalda y le cojí de los brazos con fuerza, si se tapaba la nariz no surgiria efecto el entrenamiento. La sangre empezó a moverse al rededor nuestra, salpicando el suelo y la pared mas cercana, para potenciar el olor.

-Vi como me agarraba y había mucha mas sangre me mordí de nuevo el labio.
-No... no podre aguantar...
-Empecé a respirar con mas rapidez y mis ojos empezaron a ponerse de un color marrón rojizo.

Estaba haciendo algo de fuerza, pero todabía podía aguantarle de sobra-intenta controlarte, huele otra cosa, desvía tu mente de lo que esta a tu alrededor-le dije en el oido, sus ojos cambiaban poco a poco de color, pero era normal, esto no era nada mas que el comienzo.

-No era capaz de pensar en otra cosa que no fuera en ese olor que se filtraba por mi nariz, ese olor a sangre ese olor como a metal.
-No puedo concentrarme no puedo pensar... ah..
-Los ojos cada vez eran de colo mar carmín y notaba como empezaba a enloquecer y hacía fuerza para que me soltara para poder contenerme.

Su fuerza ya era notrable, pero mi fuerza era mayor, asi que volví a tirar, para que no se soltara-todabía no Jozu, aguanta un poco mas-La sangré dejó de girar, para pararse delante de el a unos metros de distancia. La combertí en una gran maza, igual a la que hice cuando dejé inconsciente a Kain y esperé, si iba a por la sangre, le tendría una sorpresita preparada.

-Gire la cara al ver la sangre delante mio y tiré de Luccie.
-Suélteme! no quiero volver a convertirme en un monstruo no puedo aguantar... no puedo mas Luccie...
-Los colmillos empezaron a salir y estaba empezando a enloquecer.

Tiró de mi y casi le pierdo por ese tirón repentino-No!, yo te tengo, no eres un monstruo, ninguno lo somos!-Su aura se expandía, su forma empezaba a salir de la mascara. Dejé salir mis colmillos y mis ojos se volvieron de color rojo carmesí, si el lo daba todo, yo tambien.

-Empecé a aumentar la fuerza para intentar zafarme y poder contenerme sino me volvería loco.
-Suélteme por favor, no quiero hacerle nada. Cada vez... cada vez me cuesta mas estar consciente déjeme se lo suplico
-Dije como pude. Apreté los puños con fuerza haciendo que de la misma fuerza saliera sangre de estos "debo pensar como controlarme o como zafarme sino enloqueceré..."

Sus brazos se me escaparon en el ultimo tirón, pero moví la sangre detras de mi, era cansado controlarlo todo-Si pudieras hacerme gran cosa, entonces no sería una reina de verdad-empecé a mover la sangre de nuevo-Yo se que puedes controlarlo, vamos!-

-Me alejé corriendo cuando me escape de su atadura y me tape con una mano la nariz y con la otra me mordí el brazo.
-No... puedo... arg... jejeje... páreme Luccie... jejej..
-Empezaba a descontrolarme.

Alcé un poco la sangre al verle asi-vamos Jozu, a que esperas, ven!-me preparé, agachando levemente mis pieras en una posicion de defensa, su aura había crecido bastante, sin duda tenía potencial. Expandí la mia y agarré mis dos armas todabía enfundadas, preparada para lo que acechaba.

-Paré de golpe, mi aura se expandió al tope y me quede parado con la mirada perdida sin moverme como si de un "zombie" me tratara. Alcé poco a poco una de mis manos hacia mi cara y empecé a reir como un psicópata, al acto mire a Luccie y me relamí.
-Luccie... belleza dame un poco de tu sangre... tiene que saber bien después de todo eres la reina....hahahaha... sangre real, se me hace la boca agua.
-Continué riendo mientras me acercaba poco a poco a Luccie.

Todo se quedó en silencio de repente, hasta volver a oir a jozu, pero de una manera muy diferente, alocado, sin control. Sonreí "parece que me e pasado" suspiré y desenfundé mis armas-Bueno, al menos de esta forma me tuteas-La sangre volvió a bajar hasta quedarse justo en frente de mi, en forma de bola-si la quieres vas a tener que ganartela mi maestro.-

-Me puse en un momento al lado de Luccie y la cogí con una mano del hombro y apoyé mi cabeza en este y le susurré al oído.
-No me darás un poco de tu sangre lo e echo bien no jejeje...

Se apoyó en mi hombro susurrandome todo eso, yo solo pude enseñar una media sonrisa, la sangre se dividió en un monton de agujas afiladas, detras de el. Uno de mis puños se estrelló contra su estomago, haciendo que se separara de mi, me desvanecí para aparecer a unos metros detras de el, cojiendo armas-E dicho, que te lo vas a tener que ganar-

-Reí de nuevo y me al quede mirando.
-Veo que tienes buenos puños, pero siendo la reina supongo que debes tener mas fuerza no te contengas por que dando estos puñetazos no me harás nada jejeje
-Empecé a avanzar.
-Como debo ganarme la sangre... como!-Salí corriendo lanzándome sobre ella agarrándola de los brazos.

Tenía razon, pero como no me contubiera le podría haber dado una buena, se lanzó a por mi como si realmente estubiera loco. En cuanto sus manos tomaron mis hombros, me agaché, dandole una buena patada en el estomago, lanzandole hacia detras un par de metros. Me levanté sin mucho esfuerzo-si es asi como quieres mi sangre, no creo que la puedas catar nunca.-Las agujas se lanzaron a por el, directamente.

-Las agujas se clavaron en mi cuerpo, me las fui quitando cogí una como si de un dulce se tratara y lo comencé a lamer.
-Con que así es como sabe su sangre... es deliciosa hehehe! decias algo de no poder catarla?
-Tiré la aguja al suelo y me levanté-
-Entonces dime! que debo hacer para ganarme tu sangre te lo vuelvo a repetir!
-Utilicé mi mimetismo y mi sigilo para camuflarme en el cuarto.
-Que debo hacer reina luccie hehehe...

- jozu venceme, y tendras mi sangre, me arrodillare ante ti, y mi sangre será tooda tuya-sabía que hacer eso era arriesgado, pues aun que fuera reina, podría ganarme, todo era posible, pero sino, no se si se calmaría. Lamió una de mis agujas, era raro ver aquello. Se mimetizó, pero aun podía ver su contorno, aun que eso iba a retrasar mis planes. Cojí mi silvato y pite todo lo fuerte que pude, los murcielagos empezaron a revolorear por nuestro alrededor, como si derepente nuestro espacio para luchar se hubiera reducido a un circulo.-Aun puedo notarte-me desvanecí para aparecer detras de el, y pegarle una buena patada en su espalda, para que cayera al suelo, entonces me mimeticé, para que no me viera, y me moví un poco.