Encuentro esperado [Katerina y Angeline en principio (quizás más si quieren)]

–Angy... –Murmuré, para mí misma, repitiéndolo.
Me invitó a sentarme en otra roca. Alcé una ceja incrédula. ¿De verdad la que yo había escogido tenía algo de malo? Porque yo no se lo veía...
–No, gracias. Estoy bien... –Respondí, con tranquilidad.
Y, aun así, me dispuse a escucharla, interesada.
“Tsk...” Discrepé en mi mente... “¡Cobarde! ¿Tuviste que hacerlo? ¿En serio...?” ¿Cómo podía haberse vendido de ese modo?
Me disgustaba... Me molestaba y mucho que no hubiese tenido la determinación de poner sus ideales por delante y se hubiese dejado influenciar por la sociedad. Si pudiese haber ganado algún punto en mi escala de valores, desde luego eso la había dejado muy por los suelos. Volverse a levantar, si quería recuperar esos puntos, le costaría mucho esfuerzo...
Entonces vinieron los motivos que la impulsaron a matarle... Tenía que admitir que sus motivos, eran motivos de peso para vengarse... Pero no la compadecía en absoluto, aun me duraba el disgusto anterior. “Si no tuviste valor para enfrentarte a él a la cara, eres una cobarde y no mereces mi respeto, Angy...”
“Típico...” Pensé al escuchar la situación por la que pudo matar a su sire. “Sire...” Repetí esa palabra en mi mente... Ese título conllevaba muchas cosas para un vampiro... Y decidí referirle algo más.
–Pues déjame decirte que yo estuve en tu misma situación y ¿sabes lo que hice? –Fue lo primero que dije tras su relato, preguntando con aire un tanto misterioso–. Me convertí en vampiro y le maté... Jamás permitiría que ningún hombre me pusiera una mano encima en contra de mi voluntad. Mi Sire me abrió las puertas, me ofreció la libertad... Yo sí tuve elección. Y no la escogí... Me sumergí en ella de lleno... No me importaba lo que fuese la gente... siempre he sido una asesina... incluso en vida...
Me quedé pensativa, reproduciendo sus palabras una a una en mi cabeza. No me encajaban las piezas, sentía que no me estuviera diciendo del todo la verdad.
–Eres muy rara... Odiabas a tu Sire cuando los vampiros por naturaleza sienten devoción hacia su creador... ¿Realmente estás segura de que él te transformó? Porque de lo contrario él hubiera sabido que deseabas matarle antes incluso de que tú te lo plantearas... Los vampiros creadores pueden sentir todo lo que sienten sus hijos, llevan su sangre... es por eso que los neófitos sienten devoción, respeto, admiración y temor hacia su creador y también por la cual, es imposible que un neófito pueda matar a su creador... Eres una vampiresa muuuy rara... –Remarqué las últimas palabras, dando a entender lo que me sorprendía y que no fuese capaz de creer en sus palabras–. Has de saber, que un vampiro tiene el sueño ligero, muy ligero. Que él, para haber caído en un sueño plácido, debía haber estado con muy bajas reservas de sangre, casi en letargo, para que pudieras haber hecho eso. Las drogas no nos afectan... Eso me lleva a pensar... ¿Recibiste algún tipo de ayuda?
Pero, me estaba obcecando demasiado en esa información, desviándome del tema que yo buscaba averiguar. Sin embargo, me tenía bastante intrigada con todo esto, por lo que no podía dejar de preguntarle sobre ello. La noche aun era muy joven, tendría tiempo de preguntarle sobre los mestizos más adelante, cuando averiguara más cosas sobre ella.
Formuló tres preguntas y aunque todas confluyeran en una misma respuesta, el orden de respuesta no era el de las preguntas.
–Se hacía llamar a sí misma Mater... es el calificativo que se usaba para designar a la “madre” en la lengua más arcana de Yggdrassil. Nunca supe su verdadero nombre, pero ella fue la que nos creó a Lestat y a mí entre otros neófitos. Yo fui la última en ser creada, la pequeña, hasta donde llegan mis conocimientos... Lestat era el mayor, el más moral, defensor de los vampiros, justiciero, guerrero, castigador de toda deslealtad y ofensa hacia los vampiros y cuya presencia lograba intimidar al más duro y temido. Su destreza se llevó a gran parte de los que nos atentaron en la primera guerra contra la Inquisición... Yo le admiraba, le tenía gran devoción, ¡era mi hermano mayor! Fue un gran ejemplo para mí... Aprendí mucho de él, siempre tuvo mucha paciencia conmigo... –Dije haciendo una pausa con cierta nostalgia, para recomponerme–. Tengo que admitir, que era un poco racista cuando le conocí, despreciaba a todas las razas, defendía la pureza de sangre vampírica como el que más, y sobre todo odiaba a los licántropos. Por eso me sorprendió en sobremanera cuando mezcló sus genes con los de una licántropa... no sé lo que ella le haría para engatusarle... pero dicha unión, dio lugar al nacimiento del primer mestizo sobre la faz de Yggdrassil...
Interrumpí el relato. Sabía que no había respondido del todo a la pregunta, concretamente no había respondido aun al motivo por el cual me había perdido aquella guerra... pero es que mi historia era bastante larga de contar y prefería ir fraccionándola. Pero se la iba a contar, de eso no tenía ninguna duda, ya había cogido carrerilla...

Parecía que con el tono que me iba respondiendo estaba algo molesta. ¿Es que le producía molestia que fuera así en mi caso?

La verdad es que andaba patidifusa. Y parecía que no sólo no iba a relajarse, sino que argumentaba su molestia, añadiendo sus vivencias. Parecía que ella sí presentó batalla a su esposo. Y además, no por despecho...

Me hizo pensar por un momento en que ¿Había sido rastrera cuando maté a Kraha?

Pero luego fue añadiendo aquello de que soy rara. ¿Y qué si lo soy?¿Acaso es malo ser rara?¿Y todo eso me hacía rara?¿Acaso era necesario seguir un modelo de forma de ser para tener derecho a vivir?

Y a pesar de todo lo que me decía, sentía repugnancia por Kraha aquella noche, incluso hasta hace poco, cuando empecé a sentir nostalgia por su recuerdo.ARg, no,no debe darme nostalgia ese hombre Pensé por un momento. No debía dejarme llevar por eso. Está muerto. Punto, no hay más que hablar.

Y lo peor de todo, no sólo seguía llamándome rara, sino que además argumentaba en contra de mi testimonio.¿Creerá que le estoy mintiendo?¿Cree que recibí ayuda?¿A esta chica qué le pasa?

Es como si se hubiera concentrado en aquel tema, pensando que era una embustera. Endurecí mi mirada. Que me trataran de mentirosa era lo que realmente me hacía enfadar, además de traicionarme. Pero tampoco era demasiada acusada, por lo que sólo parecía una mirada de molestia.

Traté de escuchar todo lo que dijo antes de decir todo lo que tenía pensado. Mater....extraño nombre...Y qué raro que un vampiro tan arraigado se haya juntado con una licántropo. Eso es muuy raro, diría que más raro que mi caso

Me crucé de brazos, y repuse con un tono de voz neutro, ligeramente desviado hacia la molestia.

Vale que me digas rara, no me importa. Admito que soy rara. Por otro lado, sí, estoy totalmente segura de que él me convirtió. Pero fue despecho. Algo repentino, ilógico, irracional. En ese momento mi cabeza no pensaba, sólo mandaba órdenes para actuar.Pero.. - Hice una pequeña pausa, tras lo cual ladeé mi rostro, mirando con atención a Katerina. Mi mirada denotaba una curiosidad más afilada que la de antes de preguntar yo.- ¿por qué te interesas tanto en tratarme de mentirosa?¿Por qué crees que lo hice ayudada, o haciéndole algo? ¿Acaso me crees débil como para no hacerlo yo sola?

Repuse con una mayor molestia mostrable en mi rostro, tras lo cual, suspiré y volví a mirarla.

Por raro que te parezca, sí, le maté yo sola, dormido, con una espada, y recién convertida. Y no soy cobarde. Era, como te dije antes, odio irracional, despecho. Estaba sano, y fuerte, pero me dio igual. El odio que acumulé en ese momento era demasiado grande como para resistirme. Soy la excepción que confirma la regla que tú me dices....Si es que esa regla es real. Pero vamos, no me irás a decir que que un vampiro tenga hijos con una licántropo tampoco es raro, ¿verdad?

Repuse mientras descruzaba mis piernas, dobladas ambas por la rodilla hacia un lado

Y tu "madre" si no te dijo su nombre, es demasiado sospechoso. Si tanto te apreciaba, la mayor muestra de aprecio que te podía dar era dándote a conocer su nombre. ¿Y si trataba de ocultarte algo, Katerina?¿No lo has pensado?

Por el tono que tenía, se podía discernir que algo me había molestado, y esperaba que Katerina se diera cuenta de qué era lo que me había molestado. Ya se lo he dicho claramente, creo yo