Extraña reunión[Shadowgirl, Slender y Angeline. Si quieren unirse más, también pueden]

En uno de los mútiples viajes a Vaahl, pensé "¿Por qué no ir al bosque, a relajarse y "respirar" aire puro?"

Después de que se me pasara ese pensamiento por la cabeza, finalmente fui hacia allí.

Una espesa arboleda me saludó nada más me acerqué al bosque. Apenas se podía ver la luz del sol en el atardecer penetrando entre las hojas de los árboles, lo que lo convertía en un lugar ideal para mí, dada mi condición. Mi ahora inseparable Masamune me acompañaba a la espalda. Enfundada parecía más corta de lo que era en realidad a fin de cuentas.

Entre la arboleda, pude veer una rama de árbol que me invitaba a subir, para observar desde lo alto el terreno. Me encaramé al tronco, y de un salto desde él, llegué a la rama, cayendo con las dos piernas semiflexionadas para frenar la caida y hacerla mucho más suave.Me acerqué al tronco y apoyé mi espalda en él, observando el gran trozo de tierra que se extendía a la vista. Podía observar casi medio bosque, pero la copa de algunos árboles me impedía ver más allá.

Una tarde encantadora, sin duda. El sol parecía un huevo frito en el cielo

Geralt se encontraba durmiendo a unos 20 metros de distancia, encima de la rama de un árbol, y se despertó al oír como la chica subía al árbol, aunque no le presto atención hasta la llegada del galeno. Antes de que lo vieran, procedió a analizar a los otros dos.

No se le daba bien analizar auras, pero la chica tenia los gestos y la agilidad de alguien acostumbrado a combatir, por no hablar de la espada y, si le sumabas la piel pálida y unos ojos rojos, surgía una bonita vampiresa.

Poco había que decir del galeno, todo cubierto de negro, con la mascara diseñada para no infectarse de lo que tuvieran sus pacientes. No le gustaban los galenos, la mayoría eran charlatanes, y los que no, hechiceros, que lo hacia aun peor. Geralt deseaba de todo corazón que no fuera ninguno de los dos.

Con un gesto teatral se deja caer del árbol de cabeza, dando una voltereta y aterrizando de pie. Las pocas ramas que había roto se encargaron de alertar su presencia.

Buenos dias dijo con un fingido bostezo

Al ser nueva, me aventuré a pasear por la noche aprovechando la luz de la luna llena, porque para ser sincera le tenía algo de miedo a la noche, no porque no fuera bella, si no porque a veces temía que aparecieran creaturas de la obscuridad, sobre todo brujos. Pero por si acaso traia mi mano ensendida con un candelero y mi capa puesta con todo y la capucha. Al adentrarme en el bosque me detuve cerca de un arbol donde empecé a sentir como una señal de peligro y a la vez de miedo. No estaba segura de que era asi que decidí echar un vistazo mientras pensaba para mis adentros.

"vamos, no tengas miedo, mejor hay que echar un vistazo y si no es algo alarmante pues no importa"

Al acercarme me quedé detrás de un arbol que estaba a 10 metros cuando vi a tres personas. La chica pude reconocer que era una Vampira y el de la mascara le reconoci como un Galeano y el ultimo prendio mas mis sensores de alerta. Si suelo alterarme un poco en estos casos, sobre todo con los brujos, no me había gustado como querian sumergir al mundo en la obscuridad. Me quedé ahi pasmada, baje la inencidad de la flama de mi candelero, confiandome de la hermoza luz que daba la luna llena tratando de que no me notaran pero olvidando que mi prescencia se podia notar enseguida.

"rayos" fue lo ultimo que pense...

OFF Disculpad mi tardanza al responder

ON
El sol terminó por ponerse, dejando paso a la Luna Llena, aquel precioso pero intrigante astro que relucía en el cielo por la noches.

Carne. Carne...aparentemente humana se aproximaba. Podía verlo desde mi puesto de "vigía". Vamos, a pesar de sus extraños ropajes, no debía ser otra cosa que humano, apostaría un pie. El olor a carne humana era incuestionable.Sin embargo, su aura no estaba, no la podía notar. ¿Qué rayos era? No lo sabía. El ser se aproximó a mi y me miró desde abajo, el muy bribón, por lo que apreté mi falda larga y negra contra mis piernas, sonriendo con picardía al darme cuenta del sitio concreto que él/ella había escogido para observarme.

Antes de siquiera responder, un hombre saltó de una rama cercana, un hombre al que no había visto.Me giré hacia donde cayó. Y le vi. Se trataba de un muchacho joven, aparentemente, aunque tenía una piel tan blancuzca que pasaría por un muerto. Pero su aura no denotaba eso, desde luego. Brujo... Mucho tiempo hacía de la última persona bruja que vi. Además, poseía unos extraños ojos amarillos, y su pelo extrañamente era blanco, lo que le hacía parecer más viejo.

Mientras tanto, se aproximaba un aura lumínica, una que nunca había notado, así que no sabía qué era exactamente. Sin embargo, primero debía prestar atención a los hombres que tenía alrededor, y primeramente me dirigí al que creía hombre por su voz, que venía cubierto con una máscara y una túnica negra.

Sois pícaro observando a una dama desde abajo ¿eh? Vaya vaya, esta juventud. repuse negando con la cabeza, colocando los dedos de la otra mano en mi frente, acusando mi postura de "mujer madura quejándose de los jóvenes".Pero, yendo al tema que usted indica, no, no he visto niños por esta zona. Este bosque es muy oscuro por la noche, dudo mucho, francamente, que unos niños pasen por esta zona. Y bueno, me alegra saber que hay doctores por la zona, pero por el momento, no preciso de sus servicios, Doctor Octavio Repuse esbozando una sonrisa de autosuficiencia. Después observé al brujo, y salté de la rama, flexionando las piernas al caer para frenar la caída, y le dediqué una media sonrisa, en silencio.

Aún sabía que había alguien cerca de aquí, y sin decir nada al resto, me giré hacia donde notaba que estaba el aura, sonriendo con sarna, a la persona que estuviera allí, invitándole con un gesto de la mano a acercarse, con el brazo estirado, y moviendo los dedos hacia mí, como si cogiera un asa de un tirador.

Entonces me giré hacia el brujo, sin dejar de hacer aquel extraño gesto.

Buenas, señor brujo. Curioso lugar para dormir ¿no os parece?

Cada vez llega mas gente pensó Geralt al ver a la chica que acababa de aparecer a juzgar por lo que me pica la piel, hechicera y, como no he sido desintegrado en un haz de luz cegadora, no es del tipo ''exterminar toda la maldad'', a lo mejor es tratable, pestañea y se da cuenta de que le han echo una pregunta. Mientras hace un gesto a la hechicera, lento y relajado para no alarmarla, para que se acerque, contesta:

Bueno, uno no puede dormirse en cualquier lado, si durmiese en el suelo me podrían atacar los lobos, o los bandidos, o peor dice mirando a la vampiresa en cambio, se requiere estar bastante cerca y hacer bastante ruido par atacarme si estoy subido a un árbol

A continuación se presenta:

Geralt, brujo, espadachín, monje de Ihra, mercenario y experto en magia de todo tipo, desde un punto de vista teórico, claro esta. dijo con una ligera inclinación de cabeza

Me decidí por salir, algo me hizo tener confianza, al salir de mi escondite me detube frente a ellos con el candil frente a mi y con una sonrisa algo pequeña dije con la voz mas normal que tenia:

- Buenas noches, perdonen si no aparecí antes - dije en forma de disculpa mientras me quitaba la capucha dejando visible mi cara - esque no estoy acostumbrada a estar frente a creaturas de la obscuridad - dije por ultimo.

Me habia calmado un poco aunque aun la presencia de la vampiresa me dejara aun una pequeña chispa de inseguridad.

No respondí a las palabras del doctor, ya que por el momento, no precisaba de sus servicios, y tampoco quería darle un atisbo de duda al respecto, por lo que mantuve el silencio.
Aún notaba el aura lumínica por aquella zona boscosa, y trataba de invitarle a acercarse.

Sin embargo, a las palabras del hechicero sí respondí. Dejé de hacer el gesto y me volví totalmente hacia él, colocando un brazo bajo mi pecho y agarrando el otro con la mano, que hacía lo mismo, realzando un poco mi figura.

Razón teneis, señor brujo. Aun así, es un lugar pintoresco para dormir. Esperaba algo así como un escondite mágico, o algo por el estilo viniendo de un brujo, jejeje

Éste se presentó poco después. Un mercenario. Bastante interesante.

El doctor se alejó de nosotros, y alcé una ceja extrañada. ¿Qué estaría haciendo?

Me volví hacia el brujo, y me incliné hacia delante, con un brazo detrás y otro delante, sosteniéndose en mi abdomen y en mi espalda, tratando de tener una postura incitante para él, tras lo cual, me erguí de nuevo con una sonrisa pícara.

Es justo pues que yo me presente si tú te presentas. ME llamo Angeline, y soy, como podeis discernir, una vampiresa, un tanto "juguetona", no sé si me entendeis, jejeje

Repuse riéndome por lo bajo con una ligera "malicia". Entonces noté el aura de la chica cerca y me giré.

La muchacha se había acercado, y se había descubierto la cara, dejando ver un rostro níveo, ojos azules oscuro, y cabellos oscuros como la noche. Y tenía una ropa a juego con sus ojos.

En cierto modo, me recordaba a otra chica que había conocido por aquí. Tal vez a la hija de Luccie. O no, no, creo que no.

Me acerqué a ella solo un par de pasos, para no intimidarle, y muy despacio.

Tranquila, es natural en la gente no aproximarse a lo desconocido. Aunque tengo una pregunta. ¿Cómo una muchacha como tú va deambulando por un lugar como éste? Por supuesto, no tienes obligación de responder, pero... Sonreí entonces colocando una mano bajo mi barbilla, y ladeé el rostro hacia un lado ... tengo curiosidad Rematé la frase mostrando mis dientes blancos y finos de una comisura de mis labios.

Simplemente pasaba por aqui buscando algo que hacer puesto que donde vivo no hay mucho que hacer - dije ignorando sus colmillos que sobresalian por una comisura de su boca - Mi nombre es Merlina - dije bajando un poco la cabeza en forma de saludo.

Voltee al joven que habia visto antes como brujo y al Galeano de la mascara que se encontraba diciendo cosas y dije:

Y por lo que veo no eres la unica aca - dije sin perder de vista a la vampira, por si las moscas - aunque me alegra saber que no soy la unica

Geralt escucho a la vampiresa, un escondite mágico requeriría magia de ilusión, cosa fuera de su alcance de momento, y ademas disfrutaba durmiendo al raso.

Luego Angeline empezó a moverse seductoramente.

No picare, al menos hasta estar seguro que no me arrancara el cuello a mordiscos - pensó Geralt con cierta pena.

Y viendo como se estaba portando con la hechicera, no estaba del todo seguro si estaba de broma o con hambre.

Geralt se acerca lentamente a la hechicera, pasando al lado de la vampiresa, mientras medio en broma dice:

Venga, conten esos dientes, imagínate que después de beberte la sangre de un mago de luz empiezas a brillar como una luciérnaga y le da un suave golpecito con el dedo en la comisura del labio que enseñaba el colmillo.

Ese galeno se esta portando raro. Luego se dio cuenta que no habia respondido a su pregunta

¿Niños? No, nunca se acerca nadie por aquí, los nativos dicen que pasan cosas raras y mantienen distancias

Había comenzado a anochecer. Me había convencido de que con aquel paso llegaría hasta la capital antes de que cayera la noche, pero o mis cálculos no habían sido correctos o debía de haberme desviado de la ruta. En cualquier caso, debía buscar un lugar en el que guarecerme durante la noche.

Llevaba el aura suprimida y mis grandes ojos ambarimos abiertos de par en par, con todos los sentidos alerta por si detectaba algo o a alguien que me pudiera orientar. Lo cierto era, que gracias a la luz de la gran luna llena, que se colaba a través de las copas de los árboles -reflejándose esporádicamente en mis cabellos plateados-, se podía ver perfectamente en la oscuridad.

Comencé a percibir a lo lejos lo que parecía una congregación de auras y al poco el fulgente resplandor rojizo de una llama. Esperanzada y sin detener el paso, aceleré para aproximarme lo antes posible hacia allí.

- ¡Disculpen! -Exclamé con el suficiente volúmen para que me escucharan, dándome tiempo para llegar hasta ellos.

Seguramente habrían notado mi presencia mucho antes de que yo llamara su atención, a pesar de llevar mi aura completamente suprimida.

De entre la penumbra del bosque y entre los pequeños claros, una pequeña figura se abrió paso decidida hacia el grupo, meciéndose mi largo cabello plateado al compás -tan largo que casi pareciera ser una capa-. Vestía ropa de colegiala, aunque me quedaba un poco grande debido a lo poquita cosa que era, a pesar de la edad de mi recipiente. Mi espada invisible iba envainada imperceptiblemente en el muslo bajo mi falda. Pronto la luz del candil se reflejó en mi rostro, permitiendo vérseme a la luz aquellos grandes ojos como el ámbar, que parecían observarlo todo con una inmensa curiosidad, pero ninguna otra expresión se podía leer en mi rostro.

Me detuve frente a ellos muy resuelta y los miré hacia arriba, paseando mi amplia e inquietante mirada por cada uno de ellos.

- ¿Queda muy lejos de aquí la ciudad? -Parecía la voz de una niña, dulce y suave, pero a la vez con la chispa aquella de impaciencia por saber-. Es la primera vez que visito este continente y me dijeron que tras atravesar las llanuras llegaría sin problemas a la ciudad. Pero he debido despistarme al rodear el lago. ¿Alguno de ustedes podría indicarme dónde estamos?

Había notado en sus auras la intensidad propia de las criaturas sobrenaturales, y la de una de ellos me recordaba mucho a la de cierta vampiresa que una vez conocí por allá en Lineris, en los acantilados del mar de Jade. De las cuatro personas que allí se hallaban, al menos dos eran seres oscuros. La chica que portaba el candil me llamó especialmente la atención, no solo por poseer un aura luminosa sino por parecer estar envuelta en un halo de misticismo, al igual que el hombre de cabellos blancos. Había leído sobre la magia en los libros de la biblioteca del Palacio Espectral, pero nunca antes había estado en presencia de ninguno. Me preguntaba qué clase de cosas podrían hacer con ella.

A pesar de haberme detenido un largo instante más en los magos, no pude evitar penetrar la mirada a través de las cuencas de la máscara con forma de ave que cubría el rostro del que iba vestido de galeno. No podía percibir su aura... y aquello me desconcertaba. Pero ellos tampoco podían percibir la mía y tampoco podía estar segura de si alguna vez habrían estado en presencia de un áster... Sin mostrar mi aura, para ellos no parecería más que una pequeña humana perdida en el bosque...

OFF Shadi, solo una cosa, que nos hemos fijado algunos. A Slender no le podemos detectar el aura porque la tiene suprimida. Con que corrijas eso, tu post está perfecto, jejeje


ON


La muchacha al parecer se paseaba por el lugar, como Pedro por su casa. Personalmente, yo que ella tendría cuidado por dónde andaba.

Apartando ese pensamiento, su nombre era bastante bonito. Me apoyé en el tronco de un árbol cercano, y cuando iba a cambiar mi sonrisa, noté unos dedos cálidos palparme los labios y el colmillo. Me giré hacia él, viéndole algo bromista conmigo. ¿Una luciérnaga? Qué graciosete estaba hecho el chaval, jejeje.

Entonces me volví hacia otro lado. Oía pasos, no muy lejos, detrás de la muchacha que se hizo llamar Merlina, y apareció frente a la tenue y cálida luz del candil una muchacha de cabellos plateados, tan densos que parecían una cortina, y parecía muy pizpireta con su ropita de chica de instituto. Lo que más destacba de ella, es que en su rostro destacaban 2 grandes ojos amarillos como el sol, que por desgracia mía, desde hacía bastantes años no podía observar directamente, excepto en el amanecer y atardecer.

Su vocecita sonaba dulce, aniñada, como si fuera una muchacha de apenas unos 15-16 años. Mi risa pícara pasó a, o trató de serlo, a amable, y me aproximé a la recién llegada, y por tanto, a Merlina, dejando un espacio a que se acercara Geralt y el galeno de antes is querían, en un círculo donde todos pudiéramos vernos las caras.

Además, así empezaríamos a coger algo de confianza... Aunque en el galeno no terminaba de confiar por el momento. Eso de marcharse a esconderse tras un árbol no me daba buena espina.

¿Estás perdida? Vaya vaya. Bueno, mira. Escucha atentamente

Levanté la vista al cielo, dando un par de pasos atrás para alejarme de la luz del candil y poder observar mejor el cielo y las estrellas. La Estrella Polar ahí estaba, y allí estaba el norte. Una vez encontrado el norte, el resto era sencillo.

Ve al este, y de allí, una vez en la costa, ve al sur y estarás en Eliria en un momento Repuse señalando al Este. De todas formas, aún no le dejaría irse de aquí. Era mejor para uan chica tan pequeña no ir sola por la noche, y que esperara al día

Entonces me acerqué a la chica, y le puse una mano sobre el hombro.

De todas formas... No es buen momento para que deambules por ahí, tú sola ¿Lo sabes? Es peligroso para las niñas jovencitas ir por estos bosques sola. Hay bandidos, bandoleros, asesinos sueltos que se esocnden por aquí, y no dudan a asaltar a todo aquel que se les presente y sacarle hasta la última moneda que tengan en sus bolsillos. ¿Por qué no aguardas hasta el amaneceer al menos? A plena luz del día, es más seguro ir por estos lares. Y siempre te podemos acompañar

Me giré hacia Merlina, Geralt y Octavio, y sonreí. Pretendía ser una sonrisa amable y atenta, pero acabó siendo uan sonrisa pícara.

¿No es asi, chicos?

La niña era, como decirlo, inquietante, daba la sensación de estar fingiendo, pero ahora no estaba para eso, cada vez había mas gente, las posibilidades se multiplicaban, los peligros aumentaban.

Parece que has encontrado lo que buscabas, galeno, esta chica es lo mas parecido a una niña que vas a encontrar por aqui

Luego la vampiresa propuso acompañar a la cría, mala idea que fuese sola y peor aun que fuese sola con una vampiresa.

(Sonriendo) Claro que te acompañaremos pequeña, las cosas mas peligrosas suelen salir solo de noche, no lo olvides dijo Geralt con una sonrisita dirigiendo la mirada a la vampiresa.

Luego llego el ¿angel? no, no exactamente.

Oh, y para que quiero yo una niña, si se puede saber? dice Geralt con fingida inocencia. Y un galeno? Si no son mas que chalatanes

Sonrei dulcemente hacia la niña y asenti diciendo:

Claro que me gustaria acompañarte chica claro si tu quieresdije sin bajar la guardia por la sonriza de Angeline hasta que oi una voz atras de mi.

Me gire visualise al chico a quien reconoci el aura como...angel...o... eso parecia aunque lo que me parecio realmente descarado fue su comentario asi que le vi algo fria y dije;

y que yo sabia los angeles no eran tan descarados como para llegaro por detras asi como asi - dije viendolo antes de seguir - y concuerdo con Geralt, sobretodo, ¿ no te parece tonto que alguien que sirva al bien haga esas cosas? - dije haciendo desaparecer el candil que traia en mis manos y cruzando mis brazos.

Sinceramente no me agrado lo que dijo, aunque no estaba segura de que fuera un "angel" real, aun tenia problemas para leer las auras.

OFF: Disculpad que me meta asi tan de repente, pero es que viendo tanta gente me dieron ganas de unirme *A* Si molesta lo borro que no pasa nada :3

Otra vez volvía a estar en ese continente perdido de la mano de dios, el mio era mas hermoso, mas verde, mas enigmático. Las dríades se refugiaban en los bosques dándoles un aspecto hermoso lleno de magia y prosperidad y ¿que tenían estos bosques? solo arboles aparentemente muertos de hojas caídas y ramas esmirriadas.

Avancé sin temor alguno por la arboleda, evitando los lugares estrechos y dado que los arboles eran altos podía ir transformada con relativa facilidad.

El atardecer me había sorprendido en mi viaje y mi blanco casi impoluto cada vez se oscurecía mas. Clavé mis ojos azules en la espesura del bosque antes de sentirla. Hacía mucho tiempo que no me encontraba con aquella vampiresa, Angeline, creía recordar. Pero no estaba sola, múltiples auras distintas la rodeaban, provocandome una gran curiosidad. Avancé mas deprisa que de costumbre, hasta que después de recorrer apenas 10 metros, me topé a mis pies un montón de personas congregadas. Gruñí levemente ante aquellas personas, con el cuello en auge, orgullosa de mi propia forma de dragón.

-Vaya Angeline, cuanto tiempo- La voz resurgió de mi garganta, potente y rasgada por la transformación, y aun así un toque femenino y burlesco se podía llegar a adivinar. No me transformé en humana, todavía no, tenía que ver si podía confiar lo mínimo en aquellas extrañas personas.

OFF No te preocuuupes, no molestas
ON

Apareció de repente un hombre por detrás de nosotros y se acercó al grupo, interesado o sorprendido o tal vez criticando. Me daba igual cuál de todas fuera. Su aura me sonaba. Recordaba a un ángel caído que tiempo atrás conocí. Sí, sin duda debía serlo.

Luego el Galeno salió de su escondrijo, y pareció dirigirse a conversar con la chiquilla aún sin nombre

No hice caso de su comentario, ya que Geralt hizo uso de su sorna y me miró tras hacer un comentario, jhaciéndome que me diera por aludida sin poder evitarlo. Me crucé de brazos y le miré, realzando mis senos con ello, aunque sin darme cuenta. ¿Se estaba riendo de mí? ¿O es que pensaba que yo iba de malas con la muchacha? Si yo quería llevarme bien con Merlina y con la otra muchacha. Vamos.

Me puse al lado de Merlina y le miré a los ojos, con una sonrisa que trató de ser amable, pero difícilmente podría serlo. Luego me volgí a Geralt y pensé.

Baah. Pamplinas

Tampoco le hice caso, al menos por ahora. Pero quise responder a ambos de una sola vez.

No soy una secuestradora, que conste. Vamos, ¿qué me habeis visto en la cara?

Un aura apareció en la lejanía de la arboleda, y se fue acercando, y se dejó ver un dragón blanco clarito, muy bonito. Sabía quién era. Claro que lo sabía. Bien que fue algo "sucilla" con aquel demonio, pero a decir verdad, el malo era él, no ella. Y además, teníamos un plan. Lástima que no lo pudimos llevar a cabo. Sonreí pensando todo eso, y me acerqué a ella, a Yukiko, a aquella uroba que una vez fue mi rival.

Andaa, pero si es Yukiko. ¿Qué haces por estos lares? Me alegra mucho verte. Es una pena que no pudiéramos culminar nuestra venganza Repuse sonriendo con picardía al verla tan altiva, levantando el cuello

Le lance una mirada fria al angel y mire hacia donde habia aparecido el gigantesco dragon, aunque mis sentidos de alerta ya estubieran ensendidos desde la presensia del Galeano, aumentaron un poco al verle. pero al oir el comentario de Angeline me hizo voltear a verle:

Le conoces? - pregunte viendola acercandome un poco a la chica colegiala que habia aparecido hace unos instantes.

Al parecer el galeano planeaba algo, lo que me provoco que me dieran ganas de protegerle por cualquier cosa, no por nada me habia comprometido a defender a las personas inocentes.

Una risa burlona y grave salió de mis colmillos a la vez que me alzaba sobre mis dos patas traseras -Tienes razón, fue una pena, tenía pinta de ser tan entretenida y sensual. Pero bueno ¿quien sabe? lo mismo y nos encontramos con otro ser así de espectacular.- Dije en un ultimo suspiro antes de comenzar a transformarme poco a poco, los demás si habían notado mi presencia apenas me habían echo caso así que no tenía nada que temer de momento.

La transformación fue dolorosa, pero soportable, como todas aquellas que habían acontecido desde mi niñez. Pronto abrí los ojos encontrándome a la misma altura que Angeline. Mas mi piel estaba plagada de escamas todavía blanquecinas, aun que mi cuerpo fuese el de una muchacha normal. Mis ojos seguían algo rasgados, como si todavía quedase el físico draconiano por delante de mi.

Recogí la mochila que había dejado caer justo antes de convertirme, colgandomela al hombro. Llevaba unas ropas que tapaban poco mas de lo que no debiese ser visto -supongo que no me presentaras a tus amigos -comenté alzando una ceja al mirar interesada al galeno, mas bien por sus ropajes y aura que por otra cosa.

La madre que me... exclamo Geralt al ver la cabeza del dragón, la dragona, a juzgar por la voz. Rápidamente busca indicios de ilusión, hasta caer en que el hecho de pensar que era una ilusión hacia que no lo fuera. En cuando la dragona se transformo lo supo Uroba..., eran criaturas interesantes, pura magia y dignas de estudio, aunque dudaba seriamente que ninguno vivo dejara ''estudiarse''.

Parecia que ella y Angeline se conocian. Recuperando las formas se presento otra vez

Geralt, brujo y experto en magia, entre otras cosas, por si te lo preguntas, no hemos secuestrado a nadie dijo con cierto rintintin mirando al angel.

La vi transformarse y cuando termino, al parecer habia ignorado a los demas, la verdad me impresiono y pude saber que se trataba de una Uroba. Jamas habia visto una creatura si, mi maestro me habia enseñado sobre aquellas creaturas, pero pensaba que solo eran mitos y vaya aqui estaba una. Me parecia un poco sobervia y su forma de vestir me extraño. Los sensores de peligro que habian ensendido se iban apagando poco apoco y los iba remplazando una ola de curiosidad. No me lance a preguntar miles de cosas por que no queria que se hartara o hiciera otra cosa peor y al parecer conocia a Angeline. Mire a la Uroba y me incline un poco para presentarme.

Mi nombre es Merlina, hechicera de la luz y el bien - dije amablemente y tratando de contener todas las preguntas que querian estallar de mi boca.