un solitario paseo (libre)

Estaba ya muy entrada la noche, cuando vine hasta aquí. Las frías llanuras celestes. Hacía mas frío de lo normal y por el lugar corría una inquietante niebla haciendo que no se pudiese ver bien por donde ibas.
Me deje guiar por mis instintos y empece a caminar sin ningún rumbo fijo. corría un gelido viento y las hojas de los árboles se movían inquietas, no hacía día para salir a dar una vuelta.

Otro día había acabado pocos sonidos podían alcanzar tus oídos en la noche si no te parabas a apreciarlos.

Estuve caminando entre la niebla durante unos minutos hasta que tropecé con una piedra bastante grande, me senté sobre ella y con ayuda del viento despejé la niebla cercana dejando un claro en el que pude pararme a observar las estrellas.

No pasó mucho hasta que noté un aura de un vampiro.

- Buenas noches.- grite para que me oyera - No quisiera molestar pero, quizá prefiera tener compañía esta noche, ademas con esta niebla debería tener cuidado por donde anda.

Detecte un aura oscura, era un demonio de un rango menor al mio. Parecía que sus intenciones eran amables. Le dedique una sonrisa y me acerque a él.

-Buenas noches caballero, la verdad es que noches como esta es mejor pasarlas acompañada. Aceptare con mucho gusto tu compañía. Por cierto permite que me presente, me llamo Natasha- dije con una leve inclinación de cabeza- ¿tengo también el placer de concoer vuestro nombre?

Le mire muy curiosa.

Pasaron unos segundos hasta que aquella persona se presentó ante mi, resultó ser una vampiresa pelirroja de ojos verdes, espero que no tuviera ningún problema con los demonios.

- Mi nombre, Darksik y será un placer ser su acompañante esta noche. - dije agachando la cabeza a modo de reverencia, la cual acompañe con un movimiento del brazo.

- Podría preguntarla que la trae por aquí, la verdad que no es muy común encontrarse a una señorita caminando solitaria entre la niebla.

Hice un gesto invitándola a sentarse y disfrutar de las estrellas.

-Pues es un placer conocerte Darsik, no hace falta que hagas una reverencia- dije algo azorada- veo que eres un demonio.

En seguida me acordé del encuentro que tuve con Demian, su rey, ese prepotente Rey mujeriego. Esperaba que al menos él no fuese igual.

-Si mi memoria no me falla tu Rey es un tal Demian. No entiendo como un picha brava ha podido conseguir llegar a ser rey...las cosas deben estar muy mal en el infierno como para alguien como él haya llegado al poder.

Bien no soy el único que cree que Demian a conseguido el puesto jugando a los dados con una mujer en cada brazo y otra sentada en su regazo. La abrazaría a esta chica que comparte mi opinión si no fuera por el hecho de que aun somos completos desconocidos.

Agité mi cabeza para volver de mis pensamientos, me aparté el pelo de la cara con la mano ya que me estorbaba para ver y volví a hablar con ella.

- La verdad es que no es que le conozca mucho pero no me inspira especial confianza. Espero que no interpretes que todos somos así pues no me gustaría nada que tuvieras esa imagen de nosotros.

No pude evitar sonreír de oreja a oreja al escuchar ese último pensamiento de Darsik.

-Si la verdad es que yo también pensé que había conseguido el rango atraves de alguna apuesta ilegal, pero tu idea es mucho mas divertida y mas propia de alguien como él. Seguramente lo consiguió en un harén o algo de eso. ¿se nota que le aprecio mucho, verdad? de todas formas no te preocupes se que todos los demonios no sois así, al menos Aspicius parece tener algo mas de cabeza.

Me pregunto que habrá sido de él.

Parecía que a esta chica no le caía muy bien Demian, no sabría decir si esta chica fue abandonada por él o si por un contrarió le tenía controlado desde el principio, en cualquier caso prefiero no pensar mucho en ello pues esta chica me leía la mente, cosa que ya no me sorprendía pues conocía a mucha gente que tenía esa habilidad.

- Si nota que le quieres un montón, tanto como quiero yo a los retrasados que no hacen mas que destruir la naturaleza por puro placer.- dije con un tono lleno de rabia a modo de broma - Al menos no nos trataras al resto igual que a él y como tu bien has dicho Aspicious tenía la cabeza en su sitio y las ideas muy claras.

-Si, Aspicius tenia cabeza era un rey respetable, en alguna ocasión tuve la suerte de hablar con él y verle. Fue muy buen rey hasta que decidió dejarnos tirados en la guerra. Las cosas podían haber salido de otro modo si los demonios hubiesen dado la cara.

Los recuerdos de aquel día volvieron a invdir mi mente. Por mucho tiempo que pasara no podría olvidar nunca lo que perdí aquel día. Puse una mano en el hombro de Darsik.

-Tranquilo no va por ti, se que tu no has echo nada malo.

En la cara de aquella muchacha se reflejó un dolor muy profundo, conocía aquella expresión pues era el mismo rostro que tenía yo cuando mi ciudad fue destruida, esta guerra nos estaba dañando a todos y esos recuerdos no se borrarían fácilmente.

La aparté la mano de mi hombro y me puse de rodillas delante de ella.

- Jamás será lo mismo y quizá hayáis perdido algo de un valor incalculable, mas mi propia conciencia me pide que haga esto. Yo en aquellos tiempos era un príncipe del infierno salí de viaje en busca de información con el recado de que si estallara la guerra se me avisara cuanto antes, ese mensaje nunca llegó, pero tampoco es escusa para faltar a nuestro pacto. Podéis pagarlo conmigo si así gustáis pues tengo y seguiré teniendo parte de culpa.

La sonrisa que tenia dibujada en mis labios despareció en el instante en el que escuche su ultima frase. Me había confesado que él era un príncipe de Aspicius....por lo que él tuvo que estar ese día dando la cara.
Cerré los ojos y apreté mis dientes haciéndolos rechinar, mis colmillos empezaron a asomarse en mis labios.

cuando abrí los ojos, estos estaban ya enrojeciéndose. No pude reprimir mas este sentimiento. Alce mi mano y la estampe con fuerza en su mejilla derecha dejando en ella toda la marca de mi mano, le di con tanta fuerza que le tire al suelo.

-¡¡¡¡COMO TE HAS ATREVIDO!!! ¿¿¿que tenías que recopilar una información??? venga ya ¿que cojones podía ser mas importante que una guerra? ¿tienes idea de la gente que murió, de la gente que se podría haber salvado.

Mis ojos estaban acuosos.

Al recibir la bofetada caí al suelo mas volví a situarme de rodillas ante ella con la cabeza agachada.

-Claro que tengo idea de la gente que ha muerto y que se ha perdido, entre ellas personas a las que podía considerar mi familia, grandes amigos que me acompañaron durante toda mi vida, mas seguro que ella también pasa por lo mismo.

- No se exactamente que pasó en la guerra se que nada puede justificar mis actos, por eso quiero pagarlo como buenamente pueda.

Mis ojos se humedecieron unos instantes por los recuerdos, pero esta vez no se trataba de mi, me calmé me situé frente a ella aun arrodillado esperando que ella soltara su rabia.

- No puedo cambiar el pasado pero al menos me gustaría poder ayudaros en el futuro, para pagar mis errores.

Sus disculpas eran sinceras podía "leerlo" pero aún así estaba muy ofendida por todo esto. No se me quitaba de la cabeza el echo de que si hubiesemos tenido el apoyo de los demonios ahora Jozu podría estar vivo.

-No tienes ni idea de todo lo que pase, tuve que ir a una guerra que no me concierne y ver con mis propios ojos como mi novio moria en mis brazos recibiendo un golpe que tendría que haberme matado a mi.

Una lagrima se escapo de mis ojos y me di la vuelta.

Vi como una lagrima se deslizaba por su mejilla, eso hizo que apretara mi puño por la impotencia que sentí al no poder hacer nada.

Me levanté y la abracé por la espalda a la altura del cuello muy lentamente deslizando mis brazos por sus hombros y comencé a susurrarla al oido.

- Si te comprendo, pues yo mismo perdí gente importante que murió ante mis ojos, muchos amigos, la chica que amaba, incluso a mi propia madre, se que es un duro golpe y que en muchas ocasiones desearías haber recibido tu aquel revés del destino. - apreté un poco mas el abrazo intentando calmarla - Esas personas no nos abandonan siguen con nosotros acompañando nuestro espíritu, si te pones triste solo lograrás que esas personas también es sientan mal.

Me aparté un poco pues seguramente aun me tuviera algo de odio por lo sucedido podía ofrecerla mi apoyo mas no podía hacer mucho más. Terminé por sentarme en la roca que me hallaba en un principio.

- Si queréis desahogaros, podéis pegarme, si queréis calor os ofrezco el mio y si queréis hablar aquí me tenéis si así lo queréis.

En pocos segundos senti su calido abrazo. No dije nada, tan solo me quede en silencio. No parecia mala persona y por lo que me estaba diciendo parecia que el tambien habia perdido a un ser amado, quizas el mejor que nadie pudiese comprenderme.

Me di la vuelta y me sente a su lado.

-se que no deberia afectarme...todo esto ocurrio hace mas de 7 años, pero no es tan facil olvidar a la persona que mas amado. Personalmente intente hacer todo para evitar la guerra pero fue inutil, al menos el no me dejo sola del todo...tengo un hijo que es lo unico que me queda de el-le mire a los ojos-disculpa por mi reacciion pero no puedo perdonar a Aspicius por lo que hizo, pero parece que no soy la unica que ha perdido a alguien

Parecía haberse tranquilizado un poco aun me sentía mal porque si hubiéramos acudido quizá podríamos haber marcado la diferencia y haber salvado algunos inocentes.

Escuche cada una de sus palabras que ahora se hacían algo mas pesadas, su tono hacia que se notara su tristeza y su dolor y cuando me miró a los ojos se notaba angustia y arrepentimiento.

- No debes disculparte, tu reacción no es diferente de la que tendría cualquiera. Yo mismo no paré hasta separar cada extremidad del cuerpo de la persona que acabo con la persona que yo amaba. Pero eso no me hizo sentirme mejor, solo me demostró que fui igual que él, pues si esa persona hubiera tenido familia, habrían pasado lo mismo que yo.

Aparté la mirada observando las estrellas con tranquilidad.

- La venganza no es la solución y es un ciclo que no acabará si no hay alguien que sepa perdonar, eso es lo que han mostrado mis viajes, quizá por ello haya querido ser yo el que recibiera ese odio que albergabas.

Volví a mirarla a los ojos, acariciándola las manos.

- Tampoco deberías decir que tu hijo es lo único que te queda de él, su recuerdo te acompaña, es algo duro cargar el recuerdo de un fallecido, pero tarde un temprano te darás cuenta de que él te mostró muchas cosas que seguirás disfrutando. Mientras le recuerdes él no habrá muerto seguirá viviendo en tu interior viendo a traves de tus ojos sintiendo con tu cuerpo y disfrutando al saber que tu te estas riendo con la gente que aprecias.

Terminé de hablar mostrando una cálida sonrisa, apartando mis manos de las suyas mientras volvía a mirar la luna.

-Ciertamente no solo me queda de el mi hijo. Aun conservo todos los buenos momentos que pase con el y todos los recuerdos que vivimos juntos, eso jamas lo olvidare

Aprete mis puños con fuerza y me aleje un poco de el mientras que ponia la mas terrible de mi mirada fria.

-Pero siento decirte que no comparto tu opinion sobre la venganza. Aun no he encontrado al asesino de Jozu, pero creeme, cuando lo encuentre no parare hasta matarlo con mis propias manos.

Un aura oscura se iba apoderando de mi.

Teníamos algunas similitudes y algunas diferencias, el camino que ella había elegido no era un camino fácil si no un camino lleno de dolor y que podría acabar con su propia vida.

- No creo que la persona que ella tanto amaba quisiera para ella ese camino pero ya que no pude hacer nada por evitar su perdida intentaré cuidar de ella por ti. - pensé para mis adentros esperando que estuviera lo suficientemente distraída como para no enterarse.

Me acerqué a ella, abrazandola con una mano a la altura de la cintura, poniendo mi cara al lado de la suya para susurrarla al oído.

- No te detendré porque es el camino que tu elegiste y no soy quien para decirte lo que hacer, incluso te brindaré mi apoyo si lo necesitas pero por esta noche podríamos dejarlo de lado y disfrutar del paisaje.

Extendí el brazo con el que no la estaba abrazando, en la mano se hallaba uno de mis cristales que hice flotar con el viento unos instantes creando unos leves destellos que crearan un ambiente mas relajado.

Me separé un poco para que no me malinterpretara y me puse a juguetear con el cristal entre mis dedos.

Ciertamente el tenia razon, ¿para que pensar en ello? Hoy al menos no queria hablar ni de guerras ni de venganzas, al menos esta noche.
Vi como jugaba con el cristal, creando un ambiente mas relajado.
Me sente en el suelo sin importarme el mancharme el vestido lila que llevaba esa noche. Contemple el nocturno paisaje que habia ante mis ojos.

-Tiene razon dejemos de lado por una noche todos los quebraderos de cabeza

La calma había llegado hasta nosotros a pesar que este encuentro había comenzado como una tormenta que no tenía pinta de amainar.

Me senté en la roca haciendo un gesto por si se quería sentar para evitar que se manchara el vestido, me quité la chaqueta y la deje apoyada al lado contrario.

- Menudo encuentro mas movido hemos tenido y sin embargo ahora podemos disfrutar los dos de esta tranquila noche estrellada.

Dije mirando al cielo con una sonrisa en la cara.

Me sente en la roca junto a Darksik. Contemple el cielo, estaba lleno de estellas. Me quede un raro embobada viendolas. No me habia dado cuenta de lo mucho que echaba de menos mirar las estrellas.

siento lo de antes, cuando me enfado no pienso con la cabeza...cambiando de tema no te parece que hace una noche preciosa. Hay muchas estrellas en el cielo.-dije mirando al cielo.

Terminé tumbándome en la piedra, para relajarme todo lo que pude, en verdad el cielo era hermoso mas en esos momentos decidí cerrar los ojos.

- No solo la noche es preciosa si me permites el comentario.- dije sonriendo aun con los ojos cerrados - Pero cierto es que es una gran noche mas no solo el cielo ofrece nos ofrece esa magia una vieja amiga me enseño que hasta el mas mínimo sonido puede hacerte sentir cosas increíbles si te paras a disfrutarlo.

Agudicé mi oído disfrutando del silbido del viento, ignorando por completo mi sentido de la vista.

Me sonrojo un poco su comentario, demasiado tiempo encerrada. Echaba de menos un buen piropo. Reí para mis adentros, aunque hayamos empezado con mal pie ahora parecía que la cosa se había relajado un poco.

-Así que sabes magia, no tenía ni la menor idea. Tengo una idea hazme una demostración de eso que me acabas de contar.

Le sonreí.

Seguía tumbado aun con los ojos cerrados, en verdad cada uno disfrutaba con cosas muy diferentes así que cualquier cosa que le mostrara sería algo de mis propios gustos y podría gustarle o podría ser algo que ella detestara.

Me incorporé y miré al horizonte pensativo intentando buscar como explicar esa sensación de los sonidos de la naturaleza.

Tapé sus ojos con mis manos suavemente y comencé a hablar suavemente - Esto es algo que quizá no puedas disfrutar pues los gustos de las personas difieren bastante, en cualquier caso intentaré explicarlo lo mejor posible. Deja de guiarte por lo que ves y siente lo que oyes, el silbido del aire entre la hierba y los arboles, los sonidos que ofrecen los animales, dibuja en tu mente un paisaje a través de lo que oyes olvida todo aquello que has visto y reconstruye esas criaturas tal y como tu las sientes.

Me aparte un poco apartando mis manos lentamente de sus ojos, permitiendola ver de nuevo, tras lo cual volví a tumbarme cerrando los ojos.

- Quizá yo sea una persona muy extraña mas es algo que me tranquiliza y me alegra pues no solo es el sonido de una vida sino que es el recuerdo de alguien muy preciado.

No sabía si fiarme de él pero por esa noche decidí darle un voto de confianza. Cerré los ojos y me deje llevar por los sonidos del aire y de la naturaleza.
Por un instante todas mis preocupaciones se disolvieron. Escuche el sonido del viento, que era parecido al que podría hacer cualquier persona al tocar un arpa. Algunos pájaros entonaron una canción y las ojas emitían un leve sonido que conseguían relajarme.

Permanecí así un buen rato disfrutanto de los sonidos que emitían las Lllanuras celestes esa noche.