un solitario paseo (libre)

Aquella chica se había quedado en silencio todo parecía estar en calma y no me gustaría romper esa armonía que reinaba por el momento.

Al final parece que ella también podía disfrutar de aquellos sonidos que eran desconocidos para aquellos que no sabían apreciar la grandiosidad de la naturaleza en todo su explendor.

Puede que ella pensara que era alguien aburrido o que era alguien que perdía el tiempo con tonterías pero era mi forma de ser, y aunque aquel silencio se hacia mas y mas largo era un silencio que ambos estábamos disfrutando, abrí mis ojos para mirarla unos segundos tras lo cual volví a cerrarlos lentamente.

Esto podría denominarse un momento mágico. Yo no era muy propensa a "escuchar la llamada de la naturaleza" pero esa ocasión lo merecía.
Lentamente abrí mis ojos y observe como Darsik estaba escuchando también todos los sonidos que probablemente también había escuchado yo.

Me daba cosa despertarle ahora asi que me limite a esperar que lo hiciese por su propia cuenta.

Estaba demasiado centrado en agudizar mis oídos, tanto que pude notar el cambio de la dirección del viento cuando ella giró la cabeza, aunque no pude identificar su movimiento con precisión.

- ¿Pasa algo? Si te apetece hablar puedes hablar, no pasa nada por que hables es agradable oír una voz femenina al despertarse.

- Espero que no se sienta incomoda la verdad es que no es que esté muy acostumbrado a estar mujeres.

Pensé para mis adentros relajándome de nuevo.

Parecia muy concentrado, pues no abrio los ojos cuando me hablo.
No sabia si despertarle de aquel letargo o no. Me mordi el labio algo indecisa. Me alegraba que tuviese los ojos cerrados pues ahora podria ver el rubor en mis mejillas.

Con paso decidido alargue mi mano hasta tocar su hombro y zarandearlo un poco.

-Hora de volver a la realidad

Me levanté lentamente y con tranquilidad, tras lo cual me estiré como si me hubiera levantado de un sueño interminable que había disfrutado de una manera increíble.

Abrí los ojos y vi que Natasha estaba algo ruborizada, rubor que ya casi había desaparecido pero que aun se podía apreciar.

- ¿Por que se ha ruborizado?¿Habré hecho algo extraño?

Luego me di cuenta que pensar eso era un grave error pues ella podía leer mis pensamientos, intentaría no darle importancia al rubor de sus mejillas y evitar el tema.

- ¿De verdad es necesario volver? Soy mas feliz allí.- dije a modo de broma con una sonrisa en la cara.

Sonrei levemente al escuchar sus palabras. Y eso me sorprendio, ¿cuanto tiempo hacia que no sonreia de esa manera?
Parecia que en vez de 7 años habia pasado mucho mas tiempo. Me sentia vieja.

-la verdad es que alli se esta mucho mejor, ya sabes no hay preocupaciones ni tristezas. Pero... La realidad es mas dura que todo eso

- Tiene una sonrisa muy encantadora.- Pensé para mis adentros tras lo cual la miré con un gesto de odio en plan de broma.

- Sigo sin acostumbrarme a que puedas leer la mente. - dije muy serio aunque terminé por reírme - La verdad que se esta bien en ambos lados, pues aunque en mi libertad gozo de diversión y alegría no me gusta estar siempre así, me gusta sufrir en la vida, si todo fuese fácil no disfrutaría de ese sentimiento de orgullo que sientes el conseguir algo con dolor y esfuerzo.

Su comentario acerca de mi sonrisa me hizo volver a ruborizar levemente. No estaba acostumbrada a ese tipo de cosas.

-La verdad es que esto de leer la mente es algo bastante divertido, a veces lees cosas tan inesperadas. Una lastima que no funcione con tu Rey-dije entre risas-Dime Darksik...¿Como te convertiste en lo que eres?...ya sabes como te tranformaste en Demonio.

Acerqué bastante mi cara a la suya y me quedé mirándola un rato.

- ¿Y si yo empezara a pensar cosas que me gustaría hacer contigo?

La dí un golpecito con el dedo índice en las mejillas y me aparté, volviendo a mi posición anterior con una sonrisa en la cara. - Solo bromeaba, pero se te ve muy guapa cuando te ruborizas.

Miré al cielo antes de comenzar a hablar -¿Transformarme en demonio? Creo que te equivocas pues yo nací como demonio, siempre lo he sido y es algo que seré el resto de mi vida. Esta pregunta no a sido tal y como esperabas así que si así lo deseas, puedes hacerme otra pregunta.

Su cara quedo muy proxima a la mia y pude leer perfectamente su pensamiento. Mi pulso se disparo y me ruborice aun mas. Luego se aparto de mi y me dijo que estaba de broma.

¿A que jugaba? Eran de los que les gustaba provocar. Esboce una medio sonrisa malefica. Con un rapido movimiento le tome de la mano y le tire al suelo ignorando lo que me estaba contando. Me sente a su lado.

-Vaya, asi que te gusta ir provocando eh

Seguia sonriendo de esa manera tan siniestra.

Asi que estas son las cosas que enseña ese rey putero a sus subordinados

Por un momento me sorprendió lo que hacía no tenía pinta de ser de esas chicas y aun me creería menos que fuera a hacer nada contando que yo era un desconocido y que hasta hace unos minutos podríamos haber acabado como enemigos.

Suponía que estaba jugando así que decidí seguirla el juego, volví a arrimarme hasta que estuvimos tan juntos que nuestras narices casi se tocaban.

- No es que me guste pero tampoco me gusta que me lean la mente, la que verdaderamente parece disfrutar con esto eres tu, o eso dice tu sonrisa pero ¿hasta donde podrás aguantar el juego?

Dije sonriendo tranquilamente.

Parecía que en efecto, solo estaba jugando, quizas me hubiese pasado tirandole al suelo pero he de admitir que había sido bastante divertido.
Se acerco a mí y nuestras narices se tocaron. Lentamente me levanté poniendome el vestido adecuadamente.

-Creo que los dos tenemos una edad para estar jugando, ¿no te parece?-dije todavía ruborizada.

Me quedé sentado en el suelo, pues se estaba bastante bien, mas cuando se levantó giré la cabeza para evitar ver nada innecesario y que no se sintiera incomoda.

- Cierto es que tenemos una edad, pero pasarlo bien con los demás no es malo el modo de divertirse es lo de menos, siempre y cuando no sobrepases los limites.

Me dediqué a pasar la mano por el césped acariciándolo, tras lo cual sonreí de una manera bastante pícara.

- De todos modos parecías divertirte mas de lo debido, quizá no estabas simplemente jugando.

Al acabar me recline apoyándome con los brazos, mirándola fijamente para ver su reacción.

- En cualquier caso aun os debo una pregunta si es que aun tenéis algo que preguntar.

Parecia que no era la unica que se estaba divirtiendo esa noche.
Me cruce de brazos y le mire bastante divertida.

-Pues si, parece que todavia podemos permitirnos el lujo de divertirnos.-dije colocandome en la roca-y en lo que se refiere a la pregunta...dime, ¿que te hizo volver a vhaal

La sonreí, pues me estaba divirtiendo con aquella chica, no se que imagen estaría teniendo de mí pero contando que leía la mente probablemente se hiciera una imagen mejor de la que estaba dando en aquel momento.

- No lo consideraría un lujo pues en cualquier situación puedes divertirte si sabes como, el problema es que hay situaciones en la que es dificil encontrar el modo de divertirse. - dije acariciándome la nuca - En cuanto a mi regreso, la falta de noticias en cuanto al infierno me resultó extraño decidí volver para comprobar como estaba la situación y para mi sorpresa, en verdad había problemas en el mundo.

-ciertamente no se que ocurrio con los demonios, pero tras la marcha de Aspicius todos ellos empezaron a desaparecer uno a uno. Hace mucho que no se sabe nada de Wataru tampoco

Al recordar lo que hizo Wataru mis nudillos crujieron, en un gesto furioso.

Ella parecía estar al tanto de lo que había ocurrido en el infierno, incluso conocía a mis antiguos compañeros pero su rostro volvió a mostrar rencor.

Me acerqué a ella y situé mi mano en su cuello deslizándola hasta su barbilla haciendo que me mirara a los ojos para intentar calmarla.

-No se, que pasó pero por lo que has dicho diría que algunos de los nuestros te han echo algo, pero como dijimos antes, dejemos el odio de lado para disfrutar de la noche y la compañía que tenemos.

Estaba distraida pensando en mis cosas pero entonces note un dedo sobre mi fría piel. Darsik había estaba pasando su dedo delicadamente por mi cuello. Me estremecí y un escalofrió recorrió mi cuerpo.
Me puse un poco nerviosa y me aparté de él.

¿cómo era posible que hubiese descubierto mi punto débil

intente comportarme con naturalidad.

-Sí mejor pensemos en otras cosas

- ¿Porque se ha apartado? Ya la habré vuelto a fastidiar, seguro que... ¡¡JODER!! ¿Porque tiene la habilidad de leer la mente?

Miré hacia otro lado sonrojándome ligeramente debido al hecho de que podía saber todo aquello que yo pensaba y que no sabía que había hecho ni como disculparme.

- Perdóname si hice algo que te incomodó no era mi intención, solo quería calmarte, se te veía furiosa y no me gusta verte así.

Dije aun mirando a otro lado por la vergüenza.

me volteé ligeramente, y le mire de nuevo. Se había ruborizado. Sonreí levemente. Se le veía bastante apurado pude "leerlo", se que no debería estar indagando todo el rato en su mente pero era tan divertido y la tentación era tan apetecible que no podía evitarlo.

Me acerque hasta él.

-Tranquilo no había mal interpretado tu frase- dije aplastandole una mejilla con el dedo- sabes que estas muy adorable cuando te pones rojo.

La miré a los ojos a pesar de que aun estaba algo sonrojado, esta chica no se si se había propuesto que no tuviera intimidad, pero lo estaba consiguiendo.

- En verdad tiene unos ojos preciosos no me había fijado.

Desistí de intentar ocultar mis pensamientos pues esta chica parecía que no iba a parar y si pensaba en cosas para provocarla, esta chica me seguiría el juego.

Ignoré el hecho de que me estaba dando golpes en la mejilla y dirigí mi mano hasta su mejilla la cual comencé a acariciar.

- Eso es porque no te has visto a ti misma ruborizada, no me extraña que atrajerais mucho hombres con facilidad.

Dejé de acariciarla la mejilla y volví a mirar al cielo observando las estrellas.

ahora me sentía un poco mal al estar leyéndole la mente todo el rato. La verdad es que ya me estaba pasado un poco. Su pensamiento sobre mi ojos me hizo ruborizar un poco mas.

-Siento la intrusión sin tu permiso a tu mente, ya paro te lo prometo- puse cara de niña buena- y eso no es cierto, yo no estoy mona cuando me ruborizo.

Intente ocultar mi rubor.

Vi como se ruborizaba, de manera inconsciente en mi cara se dibujó una amplia sonrisa.

- Podria decir lo que quisiera pero se la ver muy guapa cuando se sonroja.

En verdad no me importaba que se metiera en mi mente pero era algo a lo que no estaba acostumbrado. Tras unos segundos en silencio me picó la curiosidad y decidí acallarla.

- Tal vez esta se una pregunta un tanto atrevida pero... ¿ podrías decirme como llegaste a ser tal y como eres hoy?

Esa pregunta me dejo muy descolocada. Es mas no entendía muy bien a que se estaba refiriendo.
Me rasque el menton intentando descubrir a que se estaba refiriendo, sin obtener ningún resultado.

-No comprendo bien tu pregunta, podrías explicarte un poco mejor.

genial ahora pensaría que soy una idiota o algo por el estilo.

Aquella cara de incomprensión era de lo mas encantadora, no pude evitar reírme levemente, tras lo cual la miré y la despeiné un poco para que no se sintiera mal.

- Perdona a veces me explico bastante mal o quizá que ahora que no me lees la mente te cueste mas entenderme. - dije sonriente - Si queréis leer mi mente no pasa nada, simplemente es que no estoy acostumbrado a que sepan lo que piensan. En cuanto a mi pregunta, me refiero a como llegaste a ser un vampiro.