un solitario paseo (libre)

Poco a poco Darksik estaba volviendo a la normalidad, lo pude notar por sus ojos se estaban volviendo otra vez morados y sus pensamientos ya eran mas parecidos a los que tenía antes de que le pasara aquella anomalía.

-Darksik me alegro que...

no pude terminar mi frase, el dolor de cabeza se hizo mas fuerte. Me agarre la cabeza con ambas manos, el dolor era muy intenso.
Todo se volvía negro poco a poco, me deje caer en el suelo. Me había desmayado.

Lo último que recuperé fue el oído y con él todos los sonidos que tanto apreciaba, mas quizá lo que mas me alegró fue volver a oír la voz de aquella chica. Tras sentir como el mundo desaparece, oír una voz conocida debe ser uno de los momento mas agradables de mi vida.

Me giré para mirarla mas su frase quedó interrumpida, se había desmayado. Reaccioné a tiempo para cogerla y que no se diera contra el suelo.

- Al parecer el esfuerzo de escucharnos a sido demasiado. - dije para mi mismo.

La tumbé en el suelo y me senté con las piernas cruzadas para hacerle de almohada, acariciándola la cabeza suavemente.

El dolor no se disipaba, cerre los ojos con fuerza intentando contener el dolor que estaba experimentando en estos momentos. Darksik me tumbo y se le estaba agradecida la cabeza me estaba dando muchas vueltas.
Demasiados pensamientos en tan poco tiempo, necesitaba descansar un poco estaba muy agotada.
Al menos Darksik ya estaba recuperado del todo, eso me alegró.

Tomé una de sus manos la cual, al igual que su cabeza, comencé a acariciar suavemente, mientras observaba como en su rostro se reflejaba parte del dolor que estaba sintiendo.

- No deberías haberte esforzado tanto en oírnos.

Dije en un susurro que pudiera oír. Miré a mi alrededor, cogí una hoja que había en el suelo y la olí. Por el olor parecía ser una hoja de menta, aunque no olía tan fuerte como debería.

- Por ahora te toca descansar.

La besé en la frente y en el mismo sitio donde la había besado coloqué la hoja de menta, de modo que pudiera disfrutar del olor sin que fuera tan fuerte. Sonreí para mi mismo, esta noche había dado muchas vueltas pero era una noche que no me gustaría cambiar, cerré los ojos agudizando los oídos, para prevenir cualquier tipo de peligro.

Me estaba tratando como a una verdadera princesa. No estaba acostumbrada a este tipo de trato. Intente incorporarme pero todavía el paisaje me daba muchas vueltas en mi cabeza. Darksik colocó sobre mi frente una hoja y consiguio que el dolor se disipase un poco, al menos ya no parecía que alguien me estaba aplastando la cabeza.

-No deberías tomarte tantas molestias conmigo....

Seguía con los ojos cerrados, pues no necesitaba ver en estos momentos, cualquier sonido me haría sentir mas vivo de lo normal.

- No es una molestia, digamos que es un favor entre amigos. Pues si fuera una molestia sería algo que haría desganado y no es el caso.

Solté una leve risa y cree una suave brisa, quizá le viniera bien para la cabeza y ademas era agradable poder sentir aquel frescor.

Le sonreí, habíamos empezado con mal pie pero ahora nuestra relacion se había estrechado un poco mas. Para ser un demonio la verdad es que me caía bastatne bien y mira que yo era rara con mi circulo social pero él parecía haber superado el periódo de prueba.
Esta vez si me pude sentar. Todo volvía poco a poco a la calma.

-Y dime, ¿sabe tu rey esos instintos asesinos que te dan de vez en cuando?- dije con una sonrisa- un día acabarás matándole.

Al notar como se levantaba abrí mis ojos, me levanté y me senté de nuevo detrás de ella.

- Perdona, quizá esto sea muy brusco.

La cogí de los hombros y la hice tumbarse de nuevo, usándome a mi de almohada.

- Se que queréis levantaros e intentar hacer como que no ha pasado nada pero, por el momento, voy a hacer que permanezcas tumbada. No estas del todo bien, es algo que puedo ver claramente. No hay prisa por levantaros pues no tengo inconveniente con serviros de almohada. Céntrate en mejorarte y no intentes levantarte pues no lo permitiré.

Dije mirándola directamente a los ojos con seriedad, tras lo cual alcé mi mirada al cielo perdiéndome en el vacío

- En cuanto a "mi otro yo" digamos que aun es algo que mucha gente ignora, ahora eres una de las pocas personas que sabes de su existencia. En verdad me vendría bien informar sobre ello, pues muchas veces desaparezco para que no cause problemas y luego me toca pagar por mi ausencia.

Mi mente en esos momentos quiso decirle que fue ese el motivo de mi ausencia en la guerra mas, no era momento para sacar el tema, ella ahora estaba mas tranquila y no quería hacerla sentir mal.

- En cuanto a matar a mi rey... Quitando lo de que es mujeriego no tengo nada contra él, pero, algo me dice, que si él desapareciera tu lo pasarías muy mal ¿verdad?

Dije exagerando muchísimo es sarcasmo.

Al instante me volvio a tumbar, sentia como mi poderoso orgullo era lastimado y no me quedo otro remedio que resignarme y hacerle caso.
Me tumbe de nuevo y apoye mi cabeza en el. Escuche atentamente lo que me estaba diciendo.

-entiendo, asi que lo que te pasa es algo asi como si tuvieses una doble personalidad o algo muy similar...creo que puedo entenderte, todos tenemos una parte oscura que queremos eliminar.

Me hizo aquel comentario de Demian, sonrei levemente,

-puede que el chaval sea un buen tipo, pero no me inspira confianza. Odio a la gente asi, el tipico tio que colecciona mujeres, consigue sacarme de los nervios.

Me hacía gracia que, a pesar de coincidir en ciertas opiniones, había cosas en las que nuestras opiniones distaban bastante.

- En verdad no tengo intención alguna de eliminar esa parte de mi, pues he sido así desde que recuerdo. Es algo que me está destrozando la vida y que me la seguirá complicando mas, si la vida fuese fácil nada tendría valor pues podríamos obtener cualquier cosa. Me gusta complicarme la vida para sentirme mejor al pasar las dificultades. Quizá sea algo raro.

Hice una ligera pausa en la que inconscientemente comencé a acariciarla la mejilla.

- No me extraña, desde mi punto de vista, pareces mas fiel a tu pareja y que no la traicionaras o dejaras con facilidad. Tal vez me equivoqué mas es mi opinión. Yo por otra parte puedo pensar que lo que él hace está mal pero mi personalidad me hace aceptar a la gente tal y como es.

Terminé de decir con mi mirada aun perdida en el vacío del horizonte, de hecho había llegado a contestar de manera inconsciente, no me enteraba para nada de lo que pasaba en ese momento.

-Claro que no debes eliminar esa parte mas oscura de ti, al fin y al cabo es una parte de ti mismo y sin él tú tampoco serías nada.

Empece a recordar que yo también tenía una parte de mí que no era tan amigable o calmada como yo... una parte de mi que fue capaz de matar a un ángel caído. Habían pasado mas de 7 años desde aquello pero aún el recuerdo estaba grabado en mi mente.

-Es díficil controlarse en situaciones de riesgo, nunca sabes como va a reaccionar tu cuerpo.

Seguía ensimismado, con la mirada perdida en el horizonte, nada pasaba por mi mente en esos momentos, todo cuanto me rodeaba desapareció para mis sentidos, salvo la voz de la chica, a la que respondía mas por reflejo que por otra cosa.

- Controlarse es difícil pero no imposible, acabas aprendiendo como controlar esas situaciones y eso es lo que nos dará fuerzas en un futuro.

Parecia que mas o menos teniamos el mismo problema salvo que yo no lo he manisfestado tantas veces como el, aunque no se si el ha tenido que cargar alguna vez con una culpa como la que me llevaria yo hasta la hora de mi muerte.

-Parece que mas o menos eres capaz de dominar esa parte oscura tuya...pero si me permites la indiscrecion, ¿desde cuando te sucede todo esto?

Demasiada curiosidad era la que tenía esta chica en cuanto "mi otro yo", era algo que me hacía pensar que le intrigaba mucho o que ella misma sufría el mismo problema.

- La verdad es que no recuerdo desde cuando me pasa esto, puede que el problema viniera desde mi nacimiento. En verdad no sé cual fue el origen de este problema.

Asentí escuchándolo con mucha atención, al parecer él no recordaba nada. En eso se diferenciaba un poco a mí.

-Se lo que es tener una parte de ti que no puedes controlar. Aunque la verdad es que hace mucho que no me sucede tengo miedo de que me vuelva a pasar...no fue una sensación muy agradable.

Mire al cielo.

Había acertado con mi presentimiento, ella también pasaba por algo parecido, no era algo muy agradable tener algo así dentro de ti y mucho menos una carga fácil de soportar a no ser que tuvieras una fuerza mental bastante alta.

- Veo que no soy el único que tiene un "problema" así.

La incorporé un momento para abrazarla.

- Por lo que dices y tu reacción algo me dice que lo pasaste bastante mal. - apreté un poco el abrazo antes de continuar - No sé que clase de dolor experimentaste, mas ese dolor de hoy será tu fuerza en el mañana, no recuerdes eso con desprecio a pesar de lo malo que sea.

Al fin conocia a alguien con el que tuviese la suficiente confianza como para contarle algo como ello. Era mi mas profundo secreto. El mas que nadie podia saber lo que se sentia, me preguntaba si el habia perdido alguna vez el control por completo.

-Me viene bien hablar de esto, hace que de alguna manera libere una carga pesada. Esta seguro que piensas que es una pregunta estupida. ¿Alguna vez has matado a alguien?

En verdad ella había sufrido bastante, quizá demasiado para las pocas alegrías que le ha dado la vida. Su pasado no era especialmente bueno y su futuro no parecía que fuera a ser mucho mejor, pero la ayudaría con todo lo que pudiera pues ambos compartíamos un mismo dolor.

- Como soldado que fui hace ya mucho tiempo, tuve que matar a muchas personas en la guerra, son momentos que no olvidas. - miré hacia un lado evitando mirarla a los ojos en ese momento - También he matado alguna vez que he perdido el control. No es algo de lo que me enorgullezca y mucho menos un recuerdo que pueda superar con facilidad. - volví a mirarla a lo ojos - Si me permites la pregunta, ¿por qué te interesa eso?

Le mire a los ojos y me mordí un labio. Desvié al intante la mirada.
De verdad iba voy a contarle lo que sucedió...

Gire lentamente mi cabeza hasta que le ví de nuevo. Tome aire, en el fondo quería contarlo.

-Ocurrió hace 7 años...perdí el control, sentí como se apoderaba de todo mi cuerpo. Yo la maté....y nunca me lo podré perdonar, por mucho que ella me hubiese hecho daño a mi.

Su mirada se volvía sombría, aquel recuerdo debía de haberla atormentado durante estos siete años, guardando aquel recuerdo no era algo de extrañar. No sabía que hacer o decir, era una situación que yo había vivido pero que nunca supe como resolver.

- En verdad no hay mucho que pueda decir en estos momentos. - dije deslizando mi mano por la suya - Comprendo tu dolor pues lo he vivido mas de una vez, pero, en estos momentos, lo único que puedo deciros es que busquéis una alegría que compense vuestro dolor. Quizá no sea una gran solución, pero hará mas ameno vuestro dolor y quizá terminéis por olvidar.

Le sonreí ampliamente y le puse una mano en el hombro. En verdad me estaba ayudando mucho esta noche, cosa que que le estaba muy agradecida.

-Olvidarlo sería dejar en el olvido una parte de mi, muy a mi pesar he de vivir con este cargo de conciencia...es a la primera persona que mate sin ser yo misma. Pero a lo largo de mi vida me he visto en la obligación de matar a muchas personas, unas por encargos y otras por otra lado por el instinto de superviviencia.

- Orgullo, supervivencia, envidia, odio, venganza, avaricia... En verdad son motivos muy simples los que suelen hacer que una criatura acabe con otra.

En mi mente comenzaron a pasar imágenes de guerras que se habían iniciado ante mis ojos. No recordaba el motivo que impulsaba a esos ejércitos pero la verdad es que estaba casi seguro que era un motivo por el que no valía la pena pagar tantas vidas.

- No me refería a olvidar la situación en sí, sino a olvidar el dolor que arrastra consigo. En cuanto a matar no será la primera ni la última vez que tengamos que acabar con alguien, quien sabe quizá acabemos luchando entre nosotros por el motivo que sea. En cualquier caso siempre nos quedará el recuerdo de esta noche y de la amistad que en ella surgió.

Alcé mi vista al cielo mirando las estrellas de nuevo. Me puse a pensarlo con seriedad, tal y como estaban nuestros reinos no podíamos descartar una guerra.

- Si se diera el caso... - la miré a ella disimuladamente - Será un momento difícil.

Le imite, me puse de nuevo a mirar las estrellas y disfrutar de la compañia de Darksik.

-A veces pienso que el tiempo pasa demasiado rapido, si me paro a pensarlo hace nada era una joven de 16 años enamorada...luego pase a ser una vampiresa, despues me converti en una mercernaria y años mas tarde encontre a Luccie y Walter, ellos me enseñaron todo de hecho. Despues jozu volvio a mi vida, mi primer amor como vampiro, y comenzamos de nuevo una relacion...y la guerra se lo llevo meses despues, tuve al pequeño Ryu y bueno ahora estoy aqui viendo las estrellas contigo y me gusta

No pude evitar sonreír al oírla hablar, parecía como si hiciera mucho tiempo desde la última vez que nos vimos y ahora estuviéramos contándonos nuestras aventuras, nuestras alegría, nuestras tristezas, pero , sobre todo, como si disfrutáramos de una compañía que hace tiempo que no teníamos.

- En verdad el tiempo pasa muy deprisa, demasiado para mi gusto. Mas este momento que tanto os gusta no será corto, será tan largo como lo deseéis pues la noche no ha acabado y estoy seguro de que nos volveremos a cruzar tarde o temprano.

Le sonrei de nuevo. Perdi la cuenta de cuantas veces lo hice durante esa noche que parecia no acabarse.
Note que el cielo estaba comenzando a cambiar, la noche se estaba acabando y el primer amanecer. Me agite un poco no podia quedarme mucho mas, los rayos del Sol eran mortales para mi.

-Esta comenzando a amanecer