A la caza del asesino

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ON Tras cruzar los fríos bosques que rodeaban las llanuras, nos acercamos a un camino que llevaba a la ciudad. Dana me acompañaba a mi lado, caminando alegremente, y con una amabilidad inexplicable conmigo. Yo traté muy mal a ella y a sus seres queridos, y aun así, seguía acompañándome.Íbamos ambas, convencidas de nuestra misión, a acabar con un oscuro asesino. Este asesino, mata a sus víctimas degollándolas, y sólo se encuentra el cadáver sin cabeza. Jamás se han encontrado los cráneos, y se rumorea que se dedica a comer los cerebros de la gente a la que asesina. Sus cráneos vacíos, según otro rumor, los usa como recipientes para degustar sus sabrosas bebidas, y el cóctel cerebral de sus víctimas. "Es incluso más sádico que yo...o sádica..." Continuamos por el camino, mientras observaba a Dana, con una mirada interrogante, y en cierto sentido, burlona, con los ojos muy abiertos, y una sonrisa dibujada en mi rostro que mostraba cierta malicia, al igual que mi mirada profunda y atravesante.

-una cosa-queria aclararle algunas cosas- no e venido porque te robe las victimas, para ser exactos no me gusta mucho eso de que tengais que comer humanos, pero es algo que no podeis remediar,asique da lo mismo- suspire, era cierto me parecia atroz un acto semejante, despues de todo los vampiros antaño habian sido humanos, pero en la mayoria de los casos era algo que ellos no podian decicir-he venido por dos razones, la primera para evitar las muertes de las necesarias y dos porque no quiero que te pase nada..-eso ultimo lo dije en un tono mas bajo mientras cierto sonrojo cubria mis mejillas, sacudi la cabeza energeticamente para quitarme esas ideas de la cabeza y volvi a sonreir como antes

Dana comenzó a hablarme, estricta y sincera. "Sí que es cierto que no es algo que guste al resto...a mi al principio no me gustaba, me repugnaba mi estado, mis vivencias..pero tuve que acostumbrarme, o morir en el intento. Emitió un suspiro leve, y continuó su relato, solemne. Sin embargo, al final de la frase, bajó el tono, y por ello presté más atención. "Se preocupa por mi..."

Repentinamente, mi sonrisa burlona y mirada del mismo tipo desaparecieron de mi expresión. Una sonrisa, jamás vista por los compañeros que ahora tengo, iluminó mi rostro. Tenía alegría y amabilidad en mi expresión, y observaba atenta a Dana a los ojos, con amabilidad notoria, al igual que mi habla.

Dana, creo que es el momento de explicarte un poco más de mi. Comenzaré respondiendo a lo que acabas de decir Por supuesto, continuábamos caminando hacia la ciudad, mientras relataba mi historia, con expresión alegre en mi rostro.

Te tengo que confesar que no era siempre así. En mis primeros días de vampirismo, me odiaba a mi misma, quería verme muerta,y no en el estado que tenía. Nunca me atreví a volver a mi casa con mi familia. Porque, podría haberlos matados a todos, y eso es peor que la propia muerte.Sin embargo, hice otras cosas reprochables por mi parte.No quería hacer lo que hacía, pero el instinto me impulsaba a ello, sin poder resistirme. Sólo la visión de un niño caído en el suelo y algo de sangre resbalándole me provocaba ansias, e impulsos. Por suerte, con los niños pude resistirme. No así fue con los adultos. Desde que aquel...ser inferior y chupasuelos que no tenía altura ni para alcanzar al betún me provocó esto...decidí encabezar mis sangrías con hombres. A las mujeres pocas veces les doy un mordisco, pero a los hombres....me es mucho más sencillo. Por eso me volví también seductora. Y mi actitud actual....

Bajé la cabeza. Esto era lo que más me avergonzaba de mi misma, pasé de ser educada, atenta e incluso angelical según mi familia a un monstruo. Bajé el volumen, pero sin cambiar la expresión de mi voz.

Mi actitud actual..se debe principalmente a que para aplacar todo esto, asesinar a la gente, beber sangre, seducción...tuve que cambiar mis sentimientos, formas de actuar, educación, todo. No sabes el infierno que tuve que sufrir.Mis primeras víctimas eran asesinadas con brutalidad y poco cuidado. No podía detener mis lágrimas, mientras lo hacía, porque no quería hacerlo. Me apenaba tener que hacer lo que hacía, vivir de esta forma. Sin embargo, mis instintos me impulsaban a hacerlo, con sadismo. Quería ver muerte, por impulso. Con el paso del tiempo, me di cuenta de que si quería seguir viviendo, y no atormentarme tanto, tendría que cambiar mis actitudes. Y debido a ese paso temporal, me fijé que no me cambiaba mi cuerpo. Se me había congelado. Mientras mi familia moría, y yo continuaba odiándome más y más. Al final, yo soy la última descendiente de los Breedlove medievales. No queda nadie más que yo. Parpadeé unos instantes, y paseé mi dedo índice del dedo bajo mis párpados, con cierto disimulo. Sin detenerme, continué mi relato En fin, volviendo al tema.Comencé estando sola en mi casa, practicando mi nuevo vocabulario. No imaginas lo que es maldecirte a ti misma ante un espejo. Sentí alivio, pues me dije a mi misma todo lo que pensaba de mi nuevo yo. Desde entonces, mi vocabulario cambió. Ya no era la niña educada típica de familia rica. No, me convertí en un ser despreciable. Pensé que así, sería menos doloroso asesinar. Si la gente me odiaba... no me costaría hacerlo.Poco a poco, comencé a sadificarme. Estando en tiempo de descanso, maquinaba formas de asesinar, sin ser vista, ni detectada, y sin dejar rastro ni pruebas. Comencé así a perfeccionar mis asesinatos, ya prácticamente premeditados. A sangre fría...matar en silencio..como asesina profesional.

Levanté mis manos, y observé mis palmas abiertas, con mirada distante, y una expresión de sequedad. Continué mi relato, con cierto tono un poco más amargo.

Luego quise experimentar algo nuevo. Para que no se fuera extendiendo rumores de asesinos que matan y chupan sangre, comencé a buscarme otras alternativas. Y mi decisión se encauzó en algo diferente esta vez. Me proponía llevarme a lso hombres, a hacer lo que más les gusta con cuerpos femeninos. Aprovechando la herencia familiar y genética, me aproveché de eso, y cuando les daba placer, y estaban dementes, aprovechaba tales momentos para clavar mis colmillos en su cuello y beber de ellos, siempre sin matarles. Cuando se levantaban, no lo recordaban, porque les administraba algo que les hiciera olvidar lo que les hacía. Y puedo darle esta vez las gracias a mi estado, ya que los agujeros provocados por chupadas de sangre vampíricas, se curan en poco tiempo, como en unas 6 horas más o menos. Así me volví seductora, y por eso tengo esta actitud extraña hacia los hombres, repentina y sobre todo, buscona.

Soy el ser más odiado que probablemente conozcais, pero quiero que sepas que no es por placer ni porque me excite, aunque admito que al final, por costumbre, ya no me disgusta. Y, aquí acaba mi historia. Ya lo sabes todo sobre mi...¿A que soy odiosa?

Cuando terminé esas palabras, mis ojos comenzaron a brillar levemente. Una sonrisa amable, aunque me sentaba extraña en mi apariencia, se mantenía imponente en mi rostro, mientras de mis ojos comenzaron a brotar un líquido trasparente que los humedecía. Mis manos estaban ambas cogidas, delante de mi cuerpo. Me giré hacia ella, y con mirada alegremente húmeda, observé sus ojos atentamente. Algo se removía en mi interior. Sentía que mis sentimientos hacia esa chica cambiaron repentinamente. Mis brazos comenzaron a moverse autómatas, sin que siguieran mis órdenes. Se levantaron levemente, y sin poder resistirme, me lancé a sus brazos, y la abracé con fuerza, mientras un par de lágrimas recorrían mis mejillas. Con un tono de voz levemente llorica, hablé con espasmos y respiración agitada.

Gracias...por preocuparte por mi de esa manera....

me esperaba cualquier cosa menos que se sincerase de aquella manera, la escuche sin emitir palabra, y cuando me abrazo no pude salvo coresponderla con fuerza, estrechandola contra mi pese a que me sacaba poco mas de una cabeza, mi rasque los ojos con disimulo, su historia me habia conmovido sin duda.

-no eres odiosa- la dije bajito- eres algo peculiar, pero eso es bueno..creo- me rei lijeramente- solo te protegias a ti misma, por eso cambiaste, no es nada malo, ni nada por lo que te deba sentir culpable, todos nos escondemos del mundo y de nosotros mismos en algun momento.- me separe de ella despacio, manteniendo aun una manos en su espalda. aprete su espalda levemente, incitandola a seguir andado- no es nada mujer, antaño fui un angel, supongo que algo tendra que ver- sonrei caluramente, tratando de infundirle algo de calor.

Mientras se deslizaban intentando escapar de su prisión lagrimal esas lágrimas, acerqué uno de mis dedos de las manos, ya cuando se separó de mi, y me aparté las lágrimas de mis mejillas. Continué caminando a su lado, con una sonrisa amable, y con los ojos ligeramente enrojecidos. Mi piel también se enrojeció, debido al efímero llanto. Mientras caminaba, con paso lento y melancólico, intenté responder a su comentario alentador, que intentaba alegrarme, con su risa dulce, y amabilidad extrema conmigo, con palabras ligeramente entrecortadas.

Je..protejerme a mi misma...es posible...y crees que es bu-bueno..jejejeje...Pero creo que nadie dió un cambio tan radical para ocultarse al mundo...

A los pocos segundos, agité la cabeza de un lado a otro, con los ojos cerrados, para apartarme esa actitud. Una sonrisa ligeramente maliciosa, mientras seguía con los ojos enrojecidos, se dibujó en mi rostro. Un tono habitualmente sarcástico volvió a mi habla, repentinamente.

Pero dejemos eso, jajaja. Vamos a matar a alguien que merece morir por lo que ha hecho, y sufrirá en sus carnes robarme víctimas de este modo, jajajaja

Una risotada sonora salió de entre mis labios. Volvía a ser la Angeline que todos conocían.

-si eso creo...- me rasque la sien, pensado-bueno yo perdi el cielo por ingenua, creo que estamos igual de j*didas- me rei sin poder evitarlo mientras seguia andando a su lado- eso vamos a por el!- di un saltito en el aire al tiempo que pegaba un peñetazo a la nada-podremos con el

Observé cómo Dana se mostraba enérgica, feliz y sobre todo impulsiva. Parecía alegre de estar conmigo, y yo me alegraba de que estuviera conmigo también. A sus comentarios, no pude más que reaccionar con una risotada ligeramente maliciosa.

Jajajaja, la verdad que sí que estamos igual, jajajaja. Y..¡por supuesto que podremos!¡Ni lo dudes un instante!

Continuamos caminando por la calle, mientras un pensamiento cruzó mi mente y no desaparecía de él.

"Gracias por decirme que no soy odiosa..."


Sin embargo, mientras caminábamos, una mujer salía de su casa corriendo, con grito desgarrador en sus cuerdas vocales, y corriendo como alma que lleva el diablo, calles abajo.

La sola visión de eso me sorprendió, pues para que corriese de aquella manera, debía haber pasado algo realmente terrorífico.

"¿SErá el asesino, que ha vuelto a matar"
Eh, Dana, ¿has visto lo que yo?¿Y piensas en lo mismo?

-vamos a ver porque a salido corriendo de esa manera?-me acerque despacio a la puerta y la empuje levemente para mirar dentro, hice señas a angeline para que mirara la parte de atras de la casa por si alguien intentaba escapar- hola...?-dije bajito mientras desenvainaba la espada

Me di cuenta de sus señas, y fui corriendo a la parte trasera de la casa, con una sonrisa maligna esbozada en mis labios. Me detuve frente a la otra puerta, y mi mirada tornó a ligeramente sádica.

No escaparás, jejejejeje..

Me agaché levemente, y me impulsé hacia arriba con un giro en horizontal. Cuando estuve frente a la puerta, desaté una patada hacia el frente, que derribó la puerta y la hizo chocar contra el suelo. Caí, hincando las rodillas en el suelo, sonriendo por mi éxito. Mis ojos se oscurecieron por la sombra de mi propio rostro, que observaba el suelo satisfecha. Pronto me levanté del suelo, y caminé con paso lento y decidido al interior de la casa, pisando antes la puerta caída con mis zapatos. "Qué buena patada le he dado, jajajaja"

Me interné en el interior de la casa con paso lento, y escuché una vocecita baja, y un leve roce metálico. Con aspecto animosa, intenté responder a su pregunta.

Jaja, hola, aquí estamos por el otro lado. No hay manera de escapar, jajaja

desenvaine la espada que empezo a emitir luz, alumbrando practicamente toda la estancia, escuche la voz de angeline al otro lado de la casa, de haber alguien dentro no tendria por donde escapar-barramos la zona- dije lo sufiencemente alto para que me oyese solo mi compañera y no el posible asesino

Una vaina metálica de color negra colgaba de mi cintura. Tomé la empuñadora dorada de la espada con gracia y soltura. Una ligera sonrisa volvió a aparecer en mi rostro, y desenvainé la espada como si de una pluma se tratase. Ya estaba muy habituada a ella, y no me era costosa de desenvainar. Oí a mi compañera, que debíamos barrer la zona. Una enérgica respuesta se dirigía a ella.

Sí, miraré la cocina en primer lugar, y nos iremos acercando a la sala de las escaleras. Luego miremos el piso de arriba

Comencé a hacer un visionado de la cocina en la que me encontraba. No había nada sospechoso o fuera de lugar. Todo parecía normal, así que avancé al salón. El salón tenía una chaqueta tirada sobre el sofá. Parecía que llegó alguna visita...supongo. Continué con mi paso lento y silencioso hacia una sala que comunicaba el salón con la entrada. No había nada extraño, era una habitación-ropero. Y una puerta que se podia observar desde allí, estaba completamente abierta. Era el baño, que estaba vacío. Aparentemente no había nada, y me reuní con lentitud con Dana, y me dirigí a ella con tono bajo, para que no me escuchase nadie.

No hay moros en la costa. Sugiero ir arriba, para ver qué nos encontramos.

asenti con la cabeza y despacio empeze a subir despacio los peldaños de las escaleras, a cada paso los tablones de madera crujian mas, malcedi por lo bajo y subi los ultimos escalones de una zancada, mire a lo alrededor, solo habia dos habitaciones una a cada lado de un pasillo, me dirigi a la mas cercano mientras le indicaba a angeline mirar la otra.

la mia era tan solo el cuarto de una mujer normal, la cama se encontraba desecha y habia vestidos desperdigados, abri el armario de un tiron pero se encontraba vacio.

sali de alli con un suspiro buscnado a angeline

Subía las escaleras, con lentitud tras Dana. Al final, Dana saltó los últimos escalones, tras una pequeña maldición. Mentalmente, me regodeé un poco de eso, pues me hacía gracia que ella, siendo después de todo un ángel caído, maldijera a sus pasos. Sin embargo, continué serena, y al ver su señal de internarme en la otra habitación, asentí con la cabeza en completo silencio y me dirigí a ésta. Cuando entré, me quedé patidifusa. Un cuerpo, probablemente sin vida, se encontraba tras la cama que había en ese cuarto. Y suponía que sin vida, porque lo único que se veía era...su cuello sin cabeza. Me acerqué lentamente, sigilosa, con una expresión en cierto modo preocupada, y me detuve frente al cadáver. Un hombre, sentado sobre el cuerpo de una mujer sin cabeza, tenía algo entre sus manos, o eso parecía, dado que me daba la espalda. Un sonido de mastique resonaba en la habitación levemente. Me aguanté una expresión exclamativa o llamativa, y retrocedí unos pasos hasta poder ver el pasillo desde dentro. Dana salía, decepcionada por el resultado de su búsqueda, de la habitación. Hice un ademán de que se acercara, forzando los músculos de mi cuello simulando asco.

despacio me acerque a angeline, si no habia pronunciado palabra seria por alguna razon, al llegar al quicio de la puerta un olor desagradable me aporreo la cara, mire dentro y lo que vi me produjo arcadas de inmediato, una ira iracional empezo a apoderarse de mi,no podia dejar que siguese comiendo.

sin nisiquiera pensar en los riesgos salte desde la puerta asta su posicion, agarandole por la camiseta y alzandolo en alto con una mano mientras con la otra aun sostenia mi espada

- que te cres que haces?!-grite- que mierd* haces?- con un grito de rabia lo tire contra la pared mas cercana, en el ultimo momento controle la fuerza para no matarlo del impacto, aun asi iva lo suficientemente fuerte como para atravesar la fina pared de madera desapareciendo por el boquete que su cuerpo habia creado. extendi las alas y segui su mismo camino con la espada fuertemente aferada en la .

estaba tirado en el suelo,incosciente lo mas seguro, me arodille a su lado y le puse el filo de la espada en la garganta.

Repentinamente, Dana al ver la atrocidad que el asesino cometía, lanzó a éste por la pared, atravesando éstas, y voló directamente hacia él, colocándole el filo de su espada en la garganta. El asesino, con cierto tono de pavor, suplicó por su vida.

¡Po-por favor!¡No me mates!¡Te recompensaré!¡Te daré oro!¡Plata!¡Joyas!¡Lo que quieras!

Su cuello comenzó a vibrar. Estaba asutado, y quería poder ofrecer algo para poder salir de allí. Yo atravesé el agujero de la pared, caminando con gracia y estilo, y me detuve frente al hombre, colocando un pie sobre su pecho, presionándole levemente.

Vamos, vamos, no sé si mi amiga querrá todo eso..pero tú a mi me quitas mi alimento, simpático...

Dije, con una sonrisa maliciosa dibujada en mi rostro, observando profundamente sus ojos.

El hombre parece que eso le atemorizó más, pues su tono se cortaba un poco.

¡POR FAVOR!¡Seré tu esclavo!¡Lo que quieras!¡LO QUE QUIERAS!

las manos me temblaban, y la voz de angeline me llegaba como un murmullo lejano, era incapaz de entender sus palabras. mi mente se empezo a llenar de recuerdos que habia bloqueado durante años y que ahora volvien a mi.

volvi en mi con un grito de ira, clavando la espada en uno de sus brazos impidiendo que se pudiera mover y empeze a golgeparle con los puños, liberando en cada puñetazo todo aquello que me habia perseguido durante años, lo unico que era capaz de ver era el ultimo recuerdo de mi madre, en el suelo tirada, con la mitad del cuerpo seccionado y aun asi me sonreia, calidamente, como habia siempre.

volvi a gritar y las lagrimas empezaron a correr por mi rostro, *el no es el demonio que asesino a mis padres pero aun asi...aun asi el....a matado a muchos, a echo cosas orribles a mucha gente pero....pero no a mi...* con ese ultimo pensamiento de aleje de el despacio y me recoste contra la pared tratando de controlarme.

Detenida junto a Dana, cuando el hombre terminó de hablar, Dana empezó a temblar. Sus manos tenían un tembleque sin igual, y sin previo aviso, le clavó una espada en el brazo, y le propinó uno tras otro puñetazos seguidos.

El hombre no pudo sino gritar ante tanto dolor, con gritos desgarradores que podían arrancar el alma. A cada golpe que recibía su grito se hacía más intenso. Estaba atemorizado. Creía que iba a morir después de todo.

¡Ag!¡AAg!¡AAAAAAAAAAAAAAAG!

Yo, mientras veía que descargaba un puñetazo tras otro, me quedé observando, para no interrumpirle, pues se veía bastante furioso su semblante. Aunque, durante sus puñetazos, al ver que el hombre empezó a quedarse cada vez peor, lancé un grito para intentar detenerla.

¡¡DAna!¡¡Le vas a matar!
Un grito desgarrador salió de Dana, y comenzaron a brotar lágrimas de sus ojos. Al instante, dejó de pegarle, y se levantó, recostándose en la pared que tenía a su lado. Me acerqué a ella con paso lento, y coloqué ambas manos en sus hombros, e intenté tranquilizarla, hablando despacio, y con un tono amable.

Dana, Dana, por favor, tranquilízate. A medida que hablaba, me acercaba a ella, y cuando la tuve suficientemente cerca, rodeé su cuerpo lenta y suavemente con mis brazos, haciendo que apoyase su cabeza en mi cuerpo. Continué hablándole con tono lento, y amable, dentro de lo que cabe.Mi mano acariciaba su cabecita con lentitud.

Dana, estás conmigo, no temas.

cerre los ojos con fuerza, intentando controlar mis propias emociones, escuche la voz de angeline que poco a poco conseguia llegar a mi cerebro y cuando me abrazo una lagrima solitaria se escurrio por mi megilla, me deje deslizar por la pared asta tocar el suelo, aun entre los brazos de angeline me mire las manos, manchadas de sangre, las frote contra la tierra tratando de hacer desaparecer ese color burdeos de mi piel

-gracias...- susure despacio- no..nose que me a pasado, le vi y...nunca habia visto algo asi, no desde.....el ase..sesinato de mis padres....-la frase acabo en apenas un murmullo, apoye las manos en la cabeza, culpable de mis actos- lo siento...

Estaba corriendo y sobre mis espaldas iba kururu. Entonces esuché un grito, mas tarde otro... aun mas agonico que el anterior; nuca hubiera podido confundir esa voz.. era dana. Corrí aun mas veloz, dirigiendome acia el lugar de donde procedía el grito. Cuando llegué, vi a lo que supuse que era el ser que buscaban, aun estaba vivo, se retorcia en el suelo. Pude distinguir la espada de dana clavada en su hombro. Vi tambien a la vampiresa, qeu estaba abrazandola y esta entre sus brazos. Pude oler sus sentimientos, no sabia lo que habia pasado pero no perdí tiempo para dejar a kururu en el suelo y salir corriendo hacia dana.

Aparté a la vampiresa, con algo de cuidado pese a quien era, quizas incoscientemente al ver que la estaba tratando de tranquiidar.

-Dana!-dije alterado tomandola entre mis brazos, la miraba fijamente a los ojos con suma preocupacion.-Estas bien???-la cogí del rostro, mis manos eran dulces y suabes pese al nerviosismo que corria por mis venas en aquel momento. Aracicié su cabello mientras mi mirada penetraba en la suya. Junté nuestras frentes con cuidado, aun mirandola a los ojos. No pude v¡evitar haber echado antes un vistazo a todo su cuerpo, no tenia ninguna herida... no sabia que habia pasado pero si lo que ella sentia... y por algun tipo de empatía, sus sentimientos tambien hacian efecto en mi, pero los ignoré, tratando de mantenerme fuerte-estas bien?...-repetí, esta vez mas calmado, con voz suabe y tranquilizadora, no pude evitar que se notara mi preocupación por cada poro.

No me importaba nadie mas, solo la veia a ella, en ese momento no era consciente de lo que nos rodeaba.

saque la cabeza de entre mis manos para mirar a andrew algo desconcertada- sisi... -no queria preocupar a nadie mas, ya habia montado un buen escandalo- que haceis aqui...?- mire detras suyo, donde se escontraba kururu y angeline, algo mas lejos estaba aquel hombre, aun ensartado por mi espada, desvie la mirada, no queria mirarlo mas

OFF Jo, Cuestion, se iba a sincerar conmigo. Pero en fin, seguiré con lo mío. Y por cierto, tendría que parecerme a Campbell diciendo lo siguiente: Time Paradox! Unas cosas se mezclan con las otras, cárcel, ángel, esto, cena. Pero en fin, ya arreglaremos ese tema.

ON

Dana comenzó a tranquilizarse un poco. Su nerviosismo pude captar que desaparecía, pero cayó en la desesperación y tristeza. Me confesó que sus padres fueron asesinados. Eso me impresionó profundamente, pues es algo que es duro de sufrir. Una amargura apareció en mi mirada, mientras observaba hacia sus ojos. Apoyó su cabeza en sus manos y pidió disculpas. Respondí con lentitud, mientras, arrodillada, seguía abrazando a Dana fuertemente, y acariciaba su espalda.

No, no te preocupes...no le has matado...sólo le has dado su merecido. Tranquila...y siento lo tuyo...

Luego volví a recostar a Dana sobre mi. Era algo que hubiera sido típico de drama griego, y ganaría millones. La pobre chica era huérfana. Sabía lo duro que es eso.

Pero repentinamente, alguien vino hacia nosotras. Era, (y curiosamente me esperaba algo así) Andrew, el licántropo que se negó a ayudarme. Kururu iba a sus espaldas. Dejó a Kururu, y rápidamente vino hacia mi y me echó del lado de Dana, con suavidad, pero lo hizo. En mi mente, le maldecía, pues era yo y no él la que fue con ella, la que la acompañó, y la que la ayudó. A regañadientes, me aparté del sujeto, y me acerqué a Kururu, que estaba sentada en el suelo. Me arrodillé con lentitud junto a ella, y le susurré al oído.

Grr...en fin, dejaré esto...¿Te encuentras bien, Kururu?¿Sigues con el estómago mal? Quizás quieras que te abrace...

Ahora me sentía vacía. Porque hacía muchos años que no daba un abrazo sincero a alguien, con cierta nostalgia. Pero entendí que, siendo el amante, o novio o lo que fuera de Dana, tenía, pongamos, cierto derecho a ello. No obstante, sigo sin estar de acuerdo en que me quitara repentinamente.

Ya estaba nerviosa por el hecho de haber escuchado un par de gritos,pero ese estado aumentó al ver a Dana en el suelo y Angeline junto a ellas,apartadas de un hombre ensartado con una espada que me resultaba familiar,me baje de Andrew al notar que era lo que este quería y miré la escena preocupada,sabía que el lobito podría ocuparse mejor que yo de la reina y simplemente me senté en el suelo mirando a aquellos dos preocupada,sobre todo por Dana,estaba inusualmente extraña,noté como Angeline se enfadaba un poco con Andrew por apartarla y lo confirmé cuando ella misma me lo dijo con aquel gruñido,pero no me esperaba aquellas preguntas,y mucho menos la última.

-Mi estomago está en su sitio,tranquila,por el camino me venia mentalizando-Estiré mis brazos hacia ella-No me vendría mal uno-Sabía de sobra que no me había preguntado lo del abrazo por mí,si no por ella-Hacia tiempo que no abrazaba a nadie,me siento rara-Tras el suceso de mi familia me alejé de mis propios sentimientos y con ello también dejé de expresarlos,me agarré fuerte a Angeline,estaba fría,pero por alguna razón sentía calidez-Tengo que aprender a pedir este tipo de cosas-Lo había dicho tan bajo que dudaba que alguien hubiera escuchado-Al final no eres tan mala como aparentas ser,pero no le diré a nadie-Mi mirada se desvió al hombre y un par de imágenes vinieron a mi mente,no les dí tiempo a actuar en mi ya que volví mi rostro al cuerpo de la vampiresa-...

(OFF: siento llegar tarde 8D)

Al parecer, Kururu se encontraba peor de lo que aparentaba, o eso hacía notar por su tono de voz. Kururu estiró sus brazos hacia mi, y eso me dió relajación. Se agarró con fuerza a mi cuerpo, y yo, mientras la observaba con cierta dulzura, no extrema, marcada en mi rostro, rodeé el cuerpo de Kururu con mis brazos, y la abracé con fuerza, mientras apoyaba mi cabeza con suavidad en su hombro. En el fondo el abrazo era por mi, pero también le deseaba bien a Kururu.

Un tono ligeramente dulce, aunque extraño para mi, salía de mi boca, hablando hacia Kururu, con volumen bajo. Intentaba demostrarle que puedo tener sentimientos, aunque los tenga muy profundamente guardados.

Me alegro de que estés bien, querida. Y te daría todos los que quieras...yo también me siento ligeramente necesitada...Y gracias por guardarme el secretito, necesito mantener mi reputación de malvada, jejeje. Aunque...he de admitir que ser buena me gusta...

Notaba su calor, que me iba transmitiendo a mi. Era algo plácido y relajante tener a alguien a quien abrazar de esa manera.

Sin embargo, me pareció curioso que desviara su cara un instante hacia el hombre, pero por el momento no quise preguntar acerca de ello, por lo que seguí mi abrazo cercano.

Cerré los ojos, para poder relajarme más. El corazón me latía con inmensa lentitud, y al parecer, Kururu tenía el pulso también bajo ahora. Dijo que se sentía rara por los abrazos, pero creo que también quería uno, y con fuerza. Me encontraba tan bien que creía que iba a dormirme en aquella posición.

OFF No te preocupes, yo puedo esperar lo que haga falta, jejejeje.

Suspiré, un poco mas aliviado.

-Vine a buscarte, estaba preocupado por si te pasaba algo

Me pareció sentir algo, como si alguien estuviera algo mosqueda conmigo, pero aun seguia completamente centrado en dana

le di un golpecito con los dedos en la frente aun algo ausente- no me a pasado nada...-confirme con toda la fuerza que pude, desvie la mirada y vi a kururu aun en el suelo y angeline abrazandola, me senti algo mejor al verlas a las dos de esa manera