El descanso en el camino

Largo tiempo hacía que no sucedía nada interesante en la aldea de los cazadores del bien. Pocos trabajos que hacer, y para colmo ningún enemigo con el que batirse. Paseaba meditabundo por un pequeño camino que en última instancia llevaba hasta la selva de la perdición. Sebastian iba a mi lado, también aburrido por las circunstancias.

Caminaba sonriente,como era habitual,con la túnica azul cubriéndome por completo,cuando noté no muy lejos del lugar la presencia de un humano. Lo ignoré al principio,y continué caminando a la espera de algún entretenimiento.

Sentí la presencia de una bruja. Aquellas criaturas me resultaban tan sumamente aburridas... Me senté en una piedra y bostecé.
Cuando aquella mujer pasó por mi lado sentí que su aura era de un calibre poderoso, pero no lo suficiente como para resultar entretenida una pelea furtiva. Suspiré.
Aún así no había nada mejor que hacer, me levanté de un salto y me coloqué justo delante de ella, obstaculizando el paso.

-Señorita, debe pagar el peaje para pasar por aquí - dije sin cortarme un pelo.

Le miré y sonreí.

-Claro,un descuido por mi parte.

Le asesté un puñetazo entre ceja y ceja,le esquivé y continué caminando,aun que sabía que no se acabaría ahí la cosa. Sonreía divertida.

Podría haber esquivado aquel puñetazo, pero la fuerza era tan irrisoria que simplemente lo encaje sin ningún problema. Entonces mi más demoníaca sonrisa salió a flor de piel. Sin darla tiempo a continuar su camino la agarré rápidamente del cuello y la heché hacia atrás fuertemente.

-Me temo que no eres consciente de que soy un cazador y ahora tú eres mi presa - contesté sin eliminar la siniestra sonrisa de mi rostro.

Frené el golpe y caí de pie, incorporándome deprisa,sonriente.

-Parece que soy yo mas bien la que tiene un radar para encontrarme con molestias en el camino.

Sin cambiar mi cara continué hablando.

-Bien, ahora debes pagarme el peaje, si no quieres terminar muerta aquí mismo - dije sin inmutarme.

-Que es eso que tanto ansías?, dímelo antes de enloquecer mas..-le dije sonriente.

Aún con la misma cara de antes respondía a su pregunta.

-Muy sencillo - dije calmadamente -, juguemos a las cartas que me aburro.
Acto seguido me senté en medio del camino y saqué una baraja de cartas de mi bolsillo y comencé a repartirlas.

Le miré curiosa,el también parecía aburrirse entonces.

Me senté a su lado y recogí mi parte.

-Nunca he jugado a las cartas. Que hay que hacer..?-dije entusiasmada.

Mi maligno rostro desapareció para dar paso a uno de entusiasmo descomunal.

-¡Si! ¡Por fin alguien que se digna a jugar conmigo! - dije alegremente

A continuación terminé de repartir las cartas.

-Es muy fácil, este juego se llama captura al dragón. Cada vez que del mazo salga el dibujo de un dragón - señalé mientras explicaba - tenemos que tirar la carta que sea igual que tenemos en nuestra mano. El primero que lo haga se descarta de ambas cartas. Si te equivocas, tienes que robar tres cartas del montón. El primero que se quede sin cartas gana. Si tienes una pareja de cartas iguales en la mano, puedes descartarte ambas. ¡Es muy fácil!

Asentí y coloqué las cartas. Tenía varios colores,ninguno igual,así que esperé su turno pacientemente.

-¡Ah si! El que pierda debe dar algo a su rival - continué explicando -. En este caso... mmmm podría ser la vida por ejemplo.

A continuación saqué la primera carta. Era un dragón rojo. Raudo y veloz solté el dragón rojo de mi mano y lo coloqué en el suelo (OFF: Recordemos que William tiene intuicion xD).

-Bien, una carta menos - dije con una sonrisa siniestra.

Le miré intrigada,era mi turno así que saqué la siguiente carta,un dragón morado,fuera rápida o no el estaba absorto en su victoria así que arroje mi carta pareja haciéndome con la victoria en esa ronda.

-Empate..-dije sonriente.

-No por mucho tiempo, jajaja - respondí sarcásticamente.

Saqué una nueva carta, un dragón verde, pero parecía que ninguno de los dos teníamos aquella figura.

OFF: Para determinar quien gana propongo una cosa. Tiramos un dado de 100, el que saque mayor numero gana. Yo empiezo xD

El miembro 'William Schcliff' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'd100' : 5

Cogí la siguiente carta preguntándome cual sería.

El miembro 'Neliel' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'd100' : 61

Aquella partida fue un desastre. Mi mala suerte y la buena suerte de la bruja hicieron que ella se quedara sin cartas antes si quiera de que me hubiera dado cuenta. Cuando se descartó su última carta solté mi mano en el suelo y puse una cara muy furiosa, pero justo despúes rompí a reír a carcajada limpia.

-Jajajaja, veo que has tenido suerte, pequeña bruja - comenté alegremente -. Por esta vez te perdonaré la vida, me has caído bien.

A continuación me levanté y me sacudí el polvo de los pantalones. Sebastian acurrucado a unos cuantos metros bostezaba. Después le ofrecí la mano a la bruja para ayudarla a levantarse y me presenté.

-Un placer haber jugado contigo - dije cordialmente -. Mi nombre es William Schcliff, líder de los cazadores del bien. ¿Y el tuyo?

Sonreí ampliamente al ganar,no había sido tan aburrido.

Le di mi mano y me incorporé.

-Neliel Arashi,princesa de los brujos renegados-dije tranquilamente,aun que no era algo que soliera decir.

-Bueno..al haber ganado,creo que soy yo la que te perdona la vida,no?-dije sonriendo amablemente.

La miré extrañado, como si aquello que había dicho no fuera conmigo.

- Bueno, si quieres puedes intentar matarme, pero entonces me tendré que defender - dije con una malévola sonrisa en mi rostro.

-No me aburro tanto...-dije levantándome sonriente.

La sonrisa de mi rostro se borró y volvió mi cara de aburrimiento.

- El caso es que yo si me aburro soberanamente, y por eso te he detenido en el camino.
Bajé la mirada y de pronto me acordé de algo.

- ¡Ah, donde están mis modales! Ese león que ves ahí acurrucado es Sebastian, mi mejor amigo. No le tengas miedo, puedes acercarte, no muerde, a no ser que yo se lo diga claro jajaja.

Me acerqué al león sonriente,me arrodillé junto a el,le dejé que me oliera despacio,y comencé a acariciarle suavemente.

-Me pregunto cual de los dos cuidará del otro..-dije sonriente.

- Ambos nos cuidamos mutuamente, Sebastian es un animal muy especial, al igual que yo está bendecido por la oscuridad - respondí alegremente, poniendo una macabra sonrisa al concluir la frase.