Conociendo al monarca

La sangre que había chorreado por su camisa, rápidamente se deslizó por su cuello y ascendió por su sien, penetrando por sus oídos...
–Ah, ah... –Negué con un jadeante gemido, al tiempo que posaba mi mano ensangrentada, aun chorreando sangre, sobre su pecho–. Si yo estuviera en tu lugar, sería quién soltase la espada. No quiero verme en la tesitura de atravesar tus sesos, pero todo sea por la victoria. Tú me entiendes...
Mi mirada penetró sus ojos seductora y traviesa, y mis labios se atrevieron a aproximarse a su oído, rozando ligeramente su oreja...
–Vamos, Jace... Esto no era más que una prueba de mi valía... admite que la he superado y terminemos con esto. Ahora sabes que tienes a alguien valioso de tu lado –Susurré acariciantemente en su oído, mientras mi sangre comenzaba a adherirse ya a sus sesos apunto de convertirse en finas pero letales agujas.

- Bueno, no estás en condiciones de elegir... de elegir que planeé con esto, así que te agradecería que te alejaras, porque lo que vos hagas, yo también podría hacerlo. - Dije moviendo la mano que me quedaba libre. - Y en cualquier momento...

Las agujas comenzaron a incidir en su carne al escuchar sus palabras. Ya le había advertido, pero no quiso soltar mi espada, por lo que no me quedó otra que dejarlas atravesar sus sesos en un instante... no podía echarme atrás, no podía demostrar debilidad...
–La diferencia es que yo ya te tenía a tiro, Jace. Y tú a mí no...
Ahora sí que me separé de él y retrocedí hacia atrás haciendo retroceder mi sangre y regresar de nuevo a mis propias venas cuya herida cicatrizó casi al instante, viendo cómo Jace caía inconsciente a mis pies.
Suspiré con fuerza tras desensartar mi espada de su mano –que rugió rabiosa al separarse de la sangre– y envainarla de nuevo, no me agradaba haberlo tenido que hacer... ¿No se trataba de demostrar mis habilidades? No podía demostrar piedad ante nadie, mucho menos ante él cuando estaba demostrándole de lo que era capaz, y me cabreaba haber tenido que llegar hasta tal extremo. En otras circunstancias no lo habría hecho, pero sabía que no moriría... pues un vampiro no puede morir de esa forma. No me parecía que ésta fuera la mejor forma de demostrarle mi lealtad...
Me crucé de brazos, todavía enfadada conmigo misma y esperé a que regenerara los tejidos dañados de su cabeza y volviera en sí consciente. No tardaría demasiado, esperaba... sino, tendría que darle mi sangre y para un vampiro más joven –en realidad bastaba con que fuera la de otro vampiro, pero en el caso de uno más antiguo era peor– podía volverse adictivo...

[Una de las cosas vitales en el rol de peleas es nunca rolear como tu ataque afecta al oponente, me sentí violado D:... ok, no, pero ya no lo hagas ._.]

Durante todo el último tramo de la "batalla" había previsto con absoluta claridad como intentaba atacarme y de que manera, para colmo terminó de despejar mis sospechas con la advertencia/amenaza que tan amablemente dirigió hacia mi antes de tomar las medidas que tomó.
Según mis cálculos, la sangre que ella había introducido en mi organismo era una cantidad pequeña, tan pequeña como para diluirse en mi propia sangre. Además de eso, el control que ella poseía era de nivel príncipe, mientras que el mío era el de todo un rey, había apostado todo al hecho de que no podría dañarme, y no me había equivocado... Del todo.
Si bien los daños que me ocasionó ni se acercaban a lo que había previsto, logró generarme un potentísimo dolor de cabeza que ocasionó que perdiera el control tanto de mi sistema nervioso como de mis poderes unas fracciones de segundo, las suficientes como para lograr que me precipitase al suelo y la espada se desprendiera de mi mano, quedando bajo su control.

- No había... Necesidad de hacer una crueldad tan horrible como ésa. - Dije bromeando mientras exageraba el hecho, pero sin ni siquiera hacer el amague de levantarme.

[OFF Lo siento, pero te veía en mis manos y no hacías nada por evitarlo >.<]

Aun tensamente cabreada me encontraba en pie frente a él, esperando por su recuperación. Si hubiera respirado, se hubieran escuchado mis sonoros suspiros de frustración tratando de sosegar mi enfado... en vano.
Parecía no haber perdido el conocimiento después de todo, pero sí había logrado hacerle bajar la guardia y flaquear por un instante. Me devolvió la mirada e hizo un comentario demostrando su disconformidad, aunque más bromista de lo que me esperaba.
–Soy una asesina, sierva de Saphine... –Respondí, aún apretando los dientes–. ¿No eran mis habilidades lo que querías ver? De no ser por que eres un vampiro y tu poder actualmente sobrepasa al mío, hubieras sucumbido a la muerte y Saphine te hubiera llevado consigo, no te quepa la menor duda...
Me arrodillé frente a él, clavando la rodilla en el suelo al tiempo que tomaba su mano y penetraba mi mirada en la suya. No era solo mi forma de mostrarle mi más sincero arrepentimiento y mis condolencias. Quería establecer un vínculo con él. Parecido al que tiempo atrás, anterior a mi letargo, tenía con mi madre y Sire... Lo había dado todo por ella, mi vida, mi muerte y mi eternidad, me había convertido en su más leal sierva y me había sentido orgullosa de ello, pues su confianza sobre mí sobrepasaba con creces la que tenía con mis hermanos...
Tal vez –y fuera muy posible que lo pensara ingenuamente–, mi lealtad para con ella se debiera a que conmigo aun no había roto el lazo, pues parecía ser conmigo mucho más egoísta de lo que yo podría llegar a ser jamás –y eso era decir mucho–, pero eso nadie en este momento lo podría asegurar... y puede que nunca pudiera desmentirse ya.

- Bueno, eso no fué así, así que no podés estar tan segura... Y solo estaba bromeando, para que conste. - Le dije mientras mantenía el contacto visual directo sin alterar la posición que tenía. - Bueno, parate un poco, ya ví lo que quería ver. - A la vez que pronunciaba estas palabras agarré la mano que sostenía la mía e hice fuerza con el brazo hacia arriba para que se incorporase.

[OFF Dios, qué antiguo se queda esto xD En la biografía de mi pj se queda el 2º tema o.O Pero lo quiero terminar bien n.n ]

Asentí con firmeza, aferrándome a su mano con fuerza, manteniendo la mirada gacha posada en nuestras manos mientras tiraba de mí, ayudándome a ponerme en pie. Volví a posar mi mirada en sus ojos azules, aun sin soltar su mano aunque la aflojara suavemente. Me había quedado muy cerca de él... Mantuve la mirada perdida en sus ojos en silencio, esperando a que fuera él el que se pronunciara, pues yo en este momento me había quedado sin palabras... Solo daba gracias de que mi corazón ya no palpitara, pues del efecto que me causaba su cercanía se me habría acelerado el pulso...

- Ahora, supongo que pod... - Interrumpí mis propias palabras para darle a Katerina un brevísimo pero suave beso en los labios a la vez que tomaba distancia y me sentaba en mi trono nuevamente. - ¿Qué pretendés hacer ahora?

Pregunté con una auténtica mezcla entre curiosidad y afabilidad.

Me quedé por unos instantes paralizada, simplemente viéndome reflejada en el brillo de sus ojos.
Tenía que admitir que no me había esperado ese beso, a pesar de que pudiera parecer que lo había venido buscando, pero de alguien como él esperaba que se hubiera resistido a mis encantos.
Una cosa sí debía aprender acerca de mí, solía ser muy juguetona y a menudo impulsiva, pero me encantaba el arte de la seducción y experimentar las diferentes reacciones que producía en los demás.
Apenas me dio tiempo a reaccionar, pues para cuando quise darme cuenta, ya se había apartado.
Pero si algo había conseguido de mí, era impresionarme... Y muy pocos lo habían logrado.
Esbocé una pequeña aunque tímida sonrisa y me volví ligeramente hacia él, sin poder evitar llevarme el dedo índice a la boca y comenzar a jugar coquetamente con mis colmillos.
–Pues... –El roce había ocasionado un pequeño corte en la yema del dedo, que sangró un fino hilo; y con la "S", no pude evitar sorberla suavemente, acompañándolo de un suave gemido al saborearla, dejando escapar una pequeña risita algo nerviosa después–. Mi idea era salir a investigar... –Susurré pausadamente.
Al momento siguiente me encontraba a su lado, junto a él –quizá ya más confiada de lo que debía–, tomándole por la cintura con la mano libre y al tiempo que me apegaba sutilmente a él por su lado, para luego aproximar el dedo del corte hacia sus labios, alentándole a probarlo.
–Pero si tienes alguna otra tarea que encomendarme... Jace...
Ya había comprobado que a él los títulos no le agradaban demasiado, así que puse el énfasis apropiado al pronunciar su nombre, en un pícaro susurro, suave, prolongado y lleno de aliento...

- No... Realmente no se me ocurre nada. - Le dije suavemente mientras ladeaba la cabeza de manera tal que su dedo "pasaba de largo" orientado hacia el vacío. Desde ésta posición la veía fijo a los ojos, que eran de un color cuya tonalidad azul guardaba cierta similitud con los míos. - (Quizás debería haberle comentado ésta parte de la prueba... O es una prueba distinta? Da igual, solo sé que me sirve para evaluarla en otros aspectos.) -

- Ah investigar qué, precisamente? - Le pregunté con voz suave, como con un susurro, sin alterar en lo más mínimo mi posición.

Al notar su reacción esquiva hacia el caramelo que pretendía regalarle, con sutileza simplemente tracé una trayectoria con el dedo en la que pasara de largo de sus labios, trazara un pequeño círculo y regresara de nuevo a mis labios, donde de un chupetón limpié la sangre y dejé que la herida se cerrara, escondiendo mis colmillos después, mientras con tranquilidad me sentaba con elegancia sobre el reposabrazos de su trono cruzando una pierna sobre la otra... como si no hubiera sucedido nada.
–Pues, apenas la noche pasada desperté del letargo y ninguno de los vampiros que conocía, ni siquiera el lugar me era conocido... –Respondí en un tono mucho más casual de lo que se hubiera podido esperar respecto a mi actitud anterior. Había cambiado el chip bastante rápido y como si nada–. Son muchas preguntas las que se me acumulan en la cabeza... No puedo vivir con esta incertidumbre. Por algún lado tenía que comenzar y esperaba que pudieras resolverme alguna de esas cuestiones...

- Bueno, si puedo ayudarte así será. Por el momento, supongo que si vas por mi reino con el status de "princesa" nadie te detendrá por desconocida o sospechará de ti. - Le dije mientras ladeaba la cabeza y le sonría. - Mi gente está algo paranoica por lo de la guerra con los "otros".

[OFF Uff, eso ya se me queda demasiado anticuado para hablar de ello, que éste sigue siendo el segundo tema de rol con mi pj. Mejor cerrémoslo ya y proseguimos el de ~ Sanguinario retorno ~ ]

–Así lo haré, Jace –Dije al tiempo que me ponía en pie, bajando del reposabrazos del trono con un elegante y ágil saltito, colocándome frente a él–. Gracias por el título y la confianza, no te defraudaré. Comenzaré por buscar algunas respuestas en el reino oficial. Aprovechando la confianza que he ganado con la pequeña Lucía, seguramente me inviten sin mayores dilaciones. Si averiguo algo trascendente, te lo haré saber.
Realicé una pequeña reverencia, inclinándome con sencillez aunque no pudiera de resultar elegante y distinguida.
–Si no te importa, me retiraré, que la noche aun es joven y me gustaría aprovechar las horas de oscuridad.
Me mantuve aun frente a él, expectante por si quisera decirme algo más antes de marchar.