Jardín del castillo

Ya la he liado. Pensé abatido ya que siempre me pasaba lo mismo y terminaba errando de alguna forma y alejando a las personas que más quería de mi. Intenté quitar ese triste pensamiento de mi cabeza y esperé que no se hubiese dado cuenta, aunque supuse que me conocía lo suficiente.
No estoy muy puesto en temas de después de la muerte, pero supongo que si que estará bien, todos los dioses le cuidarán. -dije "todos" sabiendo que el tal Samuel era neutral y no sería justo nombrar solo a los dioses de la luz. En realidad nunca había hablado con Kaede de los dioses y no sabía muy bien que pensaba de ello.

Pase mis brazos por sus hombros,y le tumbé despacio sobre el banco, quedándome encima de el,con los ojos cerrados. Le abracé con mas ganas que antes,pero nunca haciéndole daño,y me apoyé en su pecho.

Me gusta escuchar tu corazón Ian,parece tan fuerte..-murmuré enrojecida y sonrindo un poco.

Me sorprendió que hiciese eso pero actué rápido pasando mis brazos por su espalda, acariciándola con una mano y con la otra su largo pelo negro.
A mi me encanta tu olor. -susurré en su mismo tono.
No quería que ese momento acabase nunca.

-Puedo quedarme esta noche contigo?-le pregunté,nunca me había parado a pensar en que no lo había hecho hasta ahora.

Una inmensa sonrisa apareció en mi cara y no pude hacer nada por controlarla. Siempre que quieras. -la contesté más feliz que una perdiz.

Sonreí ampliamente,y permanecí sobre su pecho cálido, en contraste con el aire frío de la noche.

Sin que se diese cuenta, ya que una de mis manos seguía acariciando su pelo, alargué la otra mano y cogí un palo, con él enganché una cuerda que estaba conectada a unas poleas y al tirar de ella se cerró una especie de puerta hecha de plantas dejándonos más intimidad ya que con la puerta abierta sería más complicado. A pesar de estar cerrados ahí dentro no nos asfixiariamos por las pequeñas aberturas del techo que dejaban pasar el aire.
Mucho mejor... -susurré. Volví a acariciarla la espalda por debajo la chaqueta que llevaba y sentía su suave piel que tanto me refrescaba.
En este mismo jardín nos besamos por primera vez. -susurré enrojecido pensando en aquel momento.

-Es cierto..-le comenté cerrando los ojos.-Tu piel siempre ha sido y será cálida,como a mi me gusta-sonreí .

La giré la cara lentamente y la besé como si me fuese la vida en ello. Al terminar fijé mis ojos en los suyos. ¿Entonces te quedas conmigo?

Que quieres decir..?-le miré algo confusa,su pregunta me descolocó tras estar medio dormida sobre el.

Suspiré con una sonrisa al verla contestar. Nada cariño, nada. -dije mientras con una mano suavemente la cerraba los ojos.

-Lo siento Ian..-dije cerrando los ojos con cansancio.

¿Lo siento? ¿Cómo que lo siento? -pensé intrigado pero no dije nada ya que vi lo cansada que estaba.
Tras varios minutos dándole vueltas a lo que dijo, terminé por dormirme del mismo cansancio.

Le miré sonriendo un poco,cuando se quedó profundamente dormido.
La luz de la luna se filtraba irregularmente por la pequeña "puerta" de aquel cobertizo, y le daba a la piel un hermoso color azulado.

Le acaricié el pelo con calided mientras le miraba.

-Ian...gracias por todo lo que me has dado hasta ahora-le susurré al oído,aun que estuviera dormido.

Entrecerré un poco los ojos entristecida. Tarde o temprano,debería asumir la realidad.

-Ahora mismo..ahora que no me escuchas,debo confesarte que..mi alma y mi corazón están inmersos en un océano de dudas.

Obviamente no escuché ninguna de esas palabras ya que estaba profundamente dormido. Soñé algo que no había soñado nunca antes, ni nada parecido.
Una especie de demonio que parecía una mezcla entre Wataru y Aspicious, y raptaban a Kaede dejándome a mi en la oscuridad...
Me levanté sudando y acelerado, con el corazón latiendo muy deprisa.

Off: creo que es una de las mayores y pocas tonterías que te he podido oír decir. No hay nadie que este interesado en algo así por Kaede.

On:

-Que te ocurre?-le pregunté sobresaltada.

(OFF: solo es un sueño pero bueno...)

No, nada. Solo una pesadilla. -dije con mi típica sonrisa.

Volví a darme cuenta de la situación, con Kaede encima mia, y la felicidad volvió a inundar mi ser.

Bueno..si solo es eso,esta bien-dije tranquilizándome de nuevo.

La volví a acariciar el cabello como había hecho horas antes.
Ojalá estuviesemos aquí para siempre. -susurré. Era algo imposible ya que ella no envejecería nunca y a mi la muerte me perseguía desde hacía años.

Me basta con que no desaparezcas-le contesté con ternura.

Por ti, lo que quieras. -la respondí cerrando los ojos ya que un rayo de sol se filtraba por las plantas y me daba directamente en ellos.

Creo que ya es hora de que regrese-le dije sonriendo con calidez.

Solo si regresas pronto. -dije apretándola un poquito contra mí mientras sonreía.

Te prometo que haré todo cuanto esté en mi mano.

Cogí su mano y la apreté junto a mi pómulo,sonriendo.

Si no siempre podré ir a verte yo, no? -dije sacándola la lengua. Le di un pequeño beso en la boca en forma de despedida..