De vuelta al Bastión

Tras varias semanas de viaje incansable había llegado el momento de regresar a la isla volcánica. Descendí de la embarcación y observé conmovido el precioso volcán. Un gran bosque lo recubría por todos lados y era necesario adentrarse en él para acceder al territorio de los cazadores. Junto con Sebastian realicé el camino a través de la floresta sin problemas, pues yo había sido uno de los pioneros en las primeras incursiones, pero alguien que no conociera la senda podía perderse con facilidad.

Al cabo de un rato, y tras una no corta caminata llegué por fin a la falda de la montaña, en concreto, al lugar donde se hallaba la cueva principal que comunicaba con el interior del cráter. En la entrada de la cueva había varios guardias apostados que realizaron un saludo militar en cuanto sintieron nuestra presencia. Después de recorrer la gruta, finalmente aparecimos en un gran espacio verde al aire libre en el que había diversas edificaciones, la gran mayoría destinadas a la guerra. Muchos cazadores se acercaron para darme sus saludos, llevándose las manos estiradas a la frente.

- ¡A sus órdenes, general! - dijeron la mayoría con ímpetu.

En el centro del cráter, y rodeado de una espesa flora, se encontraba el majestuoso Bastión de los cazadores. Había costado mucho trabajo construirlo, pero finalmente había quedado impecable. Sus numerosos torreones acabados en óvalos rodeaban la construcción central, en la que se situaba el portón principal, también custodiado por varios cazadores.

Me acerqué a ellos y, al igual que sus predecesores, me cedieron el paso. Una vez dentro, contemplé el maravilloso hall. Perfectamente decorado, con numerosos trofeos de caza por todas partes, trabajo de muchos cazadores a lo largo de la historia, se mostraba acogedor a la vez que infundía un sentimiento de deber y de dignidad. Recorrí el recibidor junto a mi mascota para finalmente llegar a la sala principal de audiencias y me senté en la silla que había detrás de la gran mesa de caoba cubierta de mapas y demás enseres militares. No me gustaba demasiado hacer ese tipo de cosas, pues yo era un hombre de acción, pero en ciertos momentos así lo requería la nación.

Así pues, esperé paciente en mi posición a que llegaran diversos subordinados para dar nuevas noticias y realizar alguna que otra petición. Había pasado tiempo desde mi última estancia en el Bastión, por lo que el trabajo se me habría acumulado.

Era temprano, estaba durmiendo plácidamente en mi cama, con mi mejor amigo, snow, mi tigre, y mi mascota, la luz empezó a entrar por mi ventana, molestándome ligeramente, para luego despertar, me siento en la cama, y me empece a estirar y bostezar, para luego levantarme levemente, me acerco a una mochila que tenia colgada, y de ella saque un pedazo de carne, envuelta en una bolsa, y se la doy a a mi tigre, mientras entro a mi cocina, saque un pescado de la misma mochila, con pantalones y sin camiseta empece a comer el delicioso pescado fresco, como desayuno, luego de unos minutos termine de comer, y sentí algo peludo entre mis piernas, mire al suelo, y era snow que ya había despertado, así que me baje y le acaricie el lomo con una sonrisa, volteo al calendario y el día de hoy estaba marcado,por fin era el dia, ese dia recibiria mi ascenso, decía una dirección, mas bien decía un lugar, sala de audiencia, así que me agache y acaricie a mi tigre mascota, y le dije con vos tranquila: muy bien amigo, alla vamos
Sali de mi casa, mientras intentaba recordar a que iba, y mi cabello negro se revolvía en el viento, y llegue al centro, con mi mascota detras mio, caminaba lentamente, y llegue al hall, los guardias estaban allí, asi que me acerque y dije el motivo por el que iba allí, recordé que tenia que encontrarme con alguien de rango superior, con un general, tenia que hablar con el, asi que me abrieron el paso, y pase, caminando por los pasillos, con mi mascota tranquila, al parecer sabia que estabamos en un lugar importante, y entre en la sala de audiencias, pero entre nervioso, esperando que no fuera la dirección incorrecta, miro arriba y hago un saludo militar al hombre que estaba alli, sentado, con mi mascota aun detras, para luego decir serio sin quitar la mano de mi frente
Señor, vengo a pedir mi ascenso, creo que ya es la hora, y me siento preparado

Los guardias me notificaron que uno de los tenientes había solicitado una audiencia. Al cabo de un rato, allí apareció aquel cazador con un gran tigre detrás. Automáticamente me levanté, no me gustaba permanecer sentado. Por sus pintas me imaginé que se había estado preparando para ese día, pero al escuchar sus palabras no pude contener una gran y estruendosa carcajada.

- JAJAJAJAJA. ¿Así que vienes a solicitar un ascenso? - pregunté algo burlón - Espero que seas consciente de lo que me estás pidiendo. ¿Cuál es tu nombre, muchacho?

Entre muy serio al lugar, pero al escuchar su carcajada. mi mascota, snow, empezó a gruñir, y a acercarse amenacante, pero lo detuve, me acerque a el, y le dije calmado: Calma amigo, no me va a golpear... aun, pero de todas formas, el aun es mas fuerte que tu, asi que no te metas en problemas, que lo pagare yo.
Luego voltee al general, que aun se reía burlon, y que me dijo que si sabia lo que estaba pidiendo, para luego preguntar mi nombre, para contestarle sin moverme de mi poscicion, seguro de mi mismo, con fe en que lo lograria, de todas formas, habia entrenado para este dia hace años, asi que le dije serio y con voz firme: Mi nombre es Nathan Drake.

Fui acercándome poco a poco al cazador y a su tigre. Sebastian hizo lo mismo, rodeandoles a ambos. Mi aura fue aumentando hasta llegar a la de un teniente y me planté a unos pocos metros de él, con una terrorífica sonrisa de placer asesino.

- Muy bien, Nathan Drake. ¡Demuestrame de qué estás hecho!

De pronto del techo se abrieron unas trampillas de las que calleron varias cuardas por las que se deslizaron rápidamente cuatro cazadores ataviados de cuero negro portadores de diversas armas: hilo invisible, espada-látigo, una guitarra puntiaguda y unos yoyós cazadores.

Mientras me reía siniestramente divertido me di la vuelta para situarme en una posición adecuada para presenciar el combate. Sebastian hizo lo mismo, pero desde el otro extremo de la sala.

- Tu primera prueba será derrotar a estos cazadores. ¡Adelante!

De los cuatro cazadores, el primero que se acercó para comenzar el combate fue el del hilo invisible. Realizó un saludo militar y se puso en guardia.

- Somos Elijah, Elisa, Avric y Prista - pronunció el primero de ellos -. Y te aseguro que no te lo pondremos fácil.

OFF:
Aquí te dejo unas minifichas de cada cazador. Recuerda que tu personaje no conoce esta información hasta que lo vea on-rol, por lo que tendrás que rolear como si no supieras nada de esto.

- Elijah:

- Elisa:

- Avric:

- Prista:

OFF: Disculpa la tardanza, he estado ocupado con algunas cosas y no he tenido tiempo de rolear. Espero que pueda contestar más a menudo al menos hasta terminar este tema.

ON:

Elijah lanzó su primera acometida con el hilo invisible. Éste se movió rápidamente para apresar a Nathan, impidiendo así que pudiera moverse con facilidad. El resto de cazadores se habían apartado para que su compañero y el teniente tuvieran un combate justo. Ahora quedaba esperar a ver qué movimiento realizaba el aspirante.

Yo observaba paciente, confiaba en que Nathan resultara un buen cazador. No me vendría mal un nuevo capitán.

Estaba en mi modo de batalla, cuando estaba con personas que me agradan, soy agradable, tengo una capacidad de ayudar, pero cuando combato, soy serio, frió, con sed de sangre, sin ninguna piedad, es como si fuera otra persona, antes del combate mi mascota, snow, se alejo del combate, quedando en la entrada de la sala, luego le digo a mi oponente: Elijah? Me ataca con sus hilos, pero los corto muy rápida y agilmente con mi espada, sin dejar que me tocaran, para luego correr hacia el y mirarle serio a los ojos y decirle con un tono feroz: Mas bien... Elidead. Le doy una patada giratoria en la mandíbula, luego al siguiente giro lo pateo en los tobillos, cae al suelo, le piso el pecho, y le apunto con mi sable en el cuello: Te rindes?
Off: No hay problema

OFF: Por esta vez te voy a pasar el que hayas hecho un post así, porque sé que eres nuevo, pero debes tener MUY en cuenta los siguientes aspectos:

Spoiler:

ON:

Nate había conseguido cortar los hilos con su sable y comenzó a aproximarse hacia Elijah. Éste, astuto y previsor, imaginó que algo así podía pasar, por lo que esperó a que se acercara. Una de las patadas estuvo a punto de tumbarle, pero con un rápido giro de cadera consiguió mantener el equilibrio y que el golpe no fuera tan directo. Una gran marca roja apareció en su mejilla, pero no pareció importarle, había recibido heridas mucho más serias que esa. Justo en ese momento aprovechó para enredar los hilos en las piernas del teniente y tirar fuertemente de ellos para hacerle caer.

- Me temo que necesitarás mucho más que eso para derrotarme - contestó el cazador a su rival.