¡¡¡TODOS DENTRO!!!^^

*La taberna estaba completamente vacía, salvo algún humano que andaba por ahí bebiendo algo. Habían arreglado los desperfectos de la última pelea seria que había sucedido, aunque no era extraño teniendo en cuenta que la taberna había sido... bueno, completamente destruída.*

*Una diablesa entró en la taberna con un vestido negro, ajustado de espalda descubierta, corto, escotado y con aberturas laterales de vértigo. Iba acompañado de unos zapatos elegantes pero no molestos para una pelea. En su espalda, entre sus dos alas, llevaba dos espadas: la suya, una espada de fuego con oscuridad, y la espada que recientemente había encontrado, la de Erzebeth, lo que hacía que su aura fuese muchísimo mas oscura. Con elegancia y sensualidad se sentó en la barra a pedir una copa, hoy no la apetecía pelear, perfo siempre había que estar listos para una pelea.*


OFF:
Espada de Erzebeth: Es una espada que recientemente encontró Arshei en el Infierno. Es la espada de la primera diabla, Erzebeth, y contiene toda la fuerza y la oscuridad de los diablos, al igual que toda la destrucción de las mismas. A los de luz les intimida, les causa odio y les da miedo pues un sólo roce les hace muchísimo daño, a los de oscuridad les causa un enorme respeto y familiarización, especialmente se ve potenciado con la raza diabla. A los neutros, les causa intimidación y respeto.

¿Porqué tiene Arshei la espada de Erzebeth?

Arshei es la última de su familia y la última descendiente de Erzebeth. Tras haber logrado las piedras de oscuridad abriendo forzadamente la tumba de Erzebeth, la espada de ésta salió junto con las piedras y obedeció desde los inicios a Arshei. La espada tiene una inscripción en el primer dialecto de los diablos que reza lo siguiente:

"La última gota te pertenece, la oscuridad es tu amiga"

Ésto es un resumen de la historia de la Espada de Erzebeth, de efectos y de cómo ha caído en manos de poder de Arshei. Si alguien quiere enterarse mejor del asunto, puede leer el tema en el Infierno, en la sección de diablos, con el título buscando las piedras en las cuevas infernales.

Advertencia: Vuestros personajes no saben qué ha sucedido en esas cuevas porque desde un inicio Arshei se ha asegurado de que no haya espías etc.

Llegué a la taberna sediento, al entrar la vi completamente vacia salvo alguien de olor desagradable que había llegado antes que yo. (OFF: gomeen xDD) La ignoré pues no me apetecía entrar en debates ni conflictos en ese momento.

Iba con camisa blanca de manga corta, una de las pocas veces que llevaba algo en el torso, habierta hasta el pecho. Mi espada enfundada a la espalda y su funda sujetada por una tira de cuero que atrabesaba mi pecho. Pantalones negros un poco anchos y con bolsillos tanto en parte superior como posterior al igual que a mitad de las dos piernas a los laterales. Finalmente, llevaba unas botas de montaña para poder desplazarme mejor cuando corria y pisar bien.

Me senté en una de las esquinas, desde donde se podía ver todos los rincones de la sala. Esperé a que llegara el camarero para atenderme.

Decidí ir a la taberna a tomarme algo. Iba de sport con unos pantalones cómodos, una camiseta corta negra y unas deportivas. Por supuesto con la espada al cinto y la mochila. Entré en la taberna y seguidamente me entró un escalofrío. Observé las dos personas que se hayaban en el bar, saludé a Arshei con la cabeza (reprimí la mueca de asco ya que su oscuridad se había disparado), le di una colleja a Andrew y me senté junto a él.

*Ví como habían llegado dos perros a la taberna; les conocía, había tratado con ellos en una ocasión anterior. Recogí mi bebida y decidí acercarme a ellos a charlar, el odio era fuerte y notaba las ganas de pelear de la espada, pero ahora mismo estaba en minoría y no me apetecía luchar. Suspiré mientras caminaba hacia los dos licántropos, suponía que mi forma de ser y actuar no sería aprobada por Erzebeth, al parecer la convivencia había relajado a las nuevas generaciones haciendo cosas que me parecían inaceptables... y era de imaginar que con mi antepasada Erzebeth y yo sucedería lo mismo. Retiré aquellos pensamientos de la cabeza, aquella espada me seguía infundiendo un grandísimo respeto a pesar de llevarla. Me coloqué cerca de ellos y les saludé*

-¿Cómo os va todo? No os preocupéis, hoy no tengo ganas de pelear... al menos de momento.

*Dije intentando ser todo lo amable que podía con ellos, haber colaborado juntos ayudaba algo, aunque si tenía que luchar contra ellos con todo mi poder desplegado lo haría sin problemas. Aquello era completamente cierto, no había ganas de pelear de momento.*

Vi como se acercaba Arshei. Pues esperemos que sea de momento que el camarero no está muy agusto contigo en la taberna. -la dije esbozando una sonrisa. El pobre hombre se tiene que gastar todo su dinero ahorrado para reconstruir la taberna cada vez que hay pelea, y el 85% de las peleas está Arshei de por medio. Le pedí al camarero una coctelera de ron, vodka, tequila y granadina. (OFF: es la unica que me acuerdo del viernes jajaj) Tenía ganas de beber.

*me encogí de hombros con una sonrisa traviesa*

-Es lo que tiene crear una taberna en una zona común a todas las razas.

*comenté observando la mezcla que había pedido Ian y torcí la nariz*

-Personalmente, prefiero el 43 con chocolate o el vodka negro con lima.

*comenté mientras el camarero nos traía a los 2 nuestras bebidas, dándome la mía con la mano temblorosa y le sonreí amenazadoramente. El camarero salió corriendo a la otra punta de la barra a preguntarle a uno de los escasos humanos que quería beber y me reí*

-Me encanta fastidiarle.

Mientras que solo le fastidies... que el hombre este tiene 3 hijos a los que ama y una mujer a la que dar de comer. -dije mirando al camarero. Una cosa Arshei, si me pongo tonto con el coctel encarcélame con tus fuegos o algo por el estilo vale? -dije riéndome y bebí un chupito. Era de aquellos que quemaban la garganta.

Aquella oscuridad, tan hermoss, tan bella... Me vi atraido por ella, ¿de donde provenia tal oscuridad? Al llegar a la taberna vi a Arshei, a Ian y a Andrew.
Cerré los ojos y disfruté con la oscuridad que emanaba de la espalda de Arshei, debia de ser esa nueva espada.
-Que delicioso matiz, que sublime oscuridad, podria pasarme horas contemplandola. He de admitir que es verdaderamente impresionante. -Dije mientras avanzaba hacia el lugar donde se encontraban todos aun con los ojos cerrados.
-Buenas noches. -Saludé al llegar a su lado.

Sonreí a Ian cuando llegó y le devolví el golpe.

Miré a arshei, algo arisco. No me gustaba ni un pelo el olor que hemanaba una de sus espadas, mucho menos el de ella. Accedí a que se sentara con nosotros, no muy por la lavor... pero Ian ya la había dejado y no iba a contradecirle.

Había pedido al camarero una botella de beaylis y un baso pequeño pero grueso con 2 cubitos de hielo. Me encantaba ver como el beaylis se mezclaba con los hielos y despues saborearlo lentamente; era uno des los pocos placeres refinados que había traido arraigado de mi padre.

Me recosté sobre la silla poniendola a dos patas, sujetandome contra la pared y apollandome ligeramente con la rodilla en la mesa. Estaba cruzado de brazos manteniendo el baso cerca de la boca, un poco cabizbajo, no tenía demasiadas ganas de hablar.

Vi como llegaba Walter y se acercaba a nosotros, le saludé con un gesto de cabeza.
No me gustaba mucho la situacion, debido a los olores... y eso

Buenas noches Walter -le saludé cordialmente. Era una situación extraña, dos luz y dos oscuridad sentados en una mesa charlando. Me metí otro chupito y miré a Walter de nuevo, parecía disfrutar con algo, y probablemente era lo que a mí me asqueaba.

Me acerque despacio a la taberna, no me gustaba esa oscuridad que procedia de dentro sin embargo queria algo fuerte para beber, acababa de venir de conocer a un gran chico asi que estaba de buen humor. Entre despacio y pude observar a Ian y Andrew al lado de donde provenia esa oscuridad, la habia visto alguna vez, pero nunca hable con ellas y al lado el hermano de Andrew. Me acerque poco a poco con una sonrisa en la cara, llevaba puesto una camiseta de cuero negro con mucho escote y mis pantalones cortos, con las botas y las medias de ligero.-Buenas noches-dije ya al lado de Ian y Andrew.

Observé a haruka cuando entro y la miré de arriba a abajo, me cambió ligeramente el humor.

-Y tan buenas-sonreí bromeando.

entre en la taberna, y al fondo, vi a Andrew a Ian junto a otro lobo y un par de seres de la oscuridad. me acerque a ellos algo nerviosa, y me senté junto a Ian. - hola a todos.- dije.

Buenos días mi vida -la saludé y la dí un beso. La ofrecí sentarse al lado mía entre Haruka y yo.

me senté donde me habia ofrecido Ian, llame al camarero, y pedí un malibu con piña poco cargado. no solía tomar alcohol. pero ha decir verdad, en estos momentos creia que lo necesitaba.

Le guiñe un ojo a Andrew con una sonrisa y me sente a su lado, el tabernero se me acerco y me pregunto que si queria beber algo con una sonrisa, pedí un Whisky con cocacola bastante fuertecito y le di un pequeño sorbo, vi como entraba una chica-Buenaas.-dije alegremente.

- ola le conteste yo. soy sakura- le dije presentandome.

Abri la puerta con calma y examiné el lugar. Largo era el viaje que había recorrido y necesitaba descansar. Me adentré en aquel tuburio mirandolo con un poco de desagrado. Al fondo había divisado una serie de indibiduros de luz y oscuridad, reí hacia mis adentros con sarcasmo. "Hipocritas... ahora se van de copas juntos..." pensé. Sin dirigirles tansiquiera la mirada caminé hasta la otra punta del local, el rincon mas oscuro que encontré.

Mis ropas se componia por una tunica negra con capucha que cubria hasta los tobillos.

Cuando llegué me senté y me recosté en la silla, sin quitarme aun la capucha que cubría mi rostro impidiendo que se viera mas alla que un poco de mi raniz y la boca. Introduge las manos en las amplias mangas sin dejar que se vieran.

El camarero llegó y me preguntó que quería tomar. Al tiempo me trajo una pequeña copa de un liquido cobrizo. No lo toqué y seguí con la mirada clavada en algo que nadie podía saber pues no se me veian los ojos.

-- Llegué a la taberna y me asombré por la cantidad de gente que había, observé toda la escena unos segundos y me dispuse a irme nuevamente cuando recordé a la espada que Arshei cargaba, me quedé inmovil en la puerta. --

-Me llamo Haruka, encantada.-dije con una sonrisa dirijiendome a Sakura, vi entrar a alguien pero no le preste mucha atencion al igual que al otro que se habia quedado parado en la puerta. Bebí otro sorbo de mi bebida y lo saboree tranquilamente.

Continué observando la espada de Arshei largo rato. "Tendré que investigar... Estos nuevos juguetes son peligrosos."
Cuando entró en individuo encapuchado le miré largamente y sin disimular, sus vestimenteas eran similares a las de Salem y eso me despistó, al notar su aura neutra me desengañé. Despues de este entró Itachi al que saludé con la mirada tras verle mirar la espada de Arshei. Con la mirada le indiqué que más tarde tendriamos que hablar.
Al final me decidí por algo que hacer. Me acerqué a la mesa donde se habia sentado el individuo encapuchado yme senté justo delante, interponiendome justo en lo que seria su linea de visión-

*Sonreí a Ian cuándo me dijo aquello mientras notaba como la espada tenía ganas de pelea, pero la ignoré*

-Mas te vale que no saque mis fuegos a relucir, porque quizás no sea lo único oscuro en mi.

*le dije con clara alusión a la oscuridad que manaba de mi espada y en aquellos momentos entró Walter y sonreí cuándo dijo aquello.*

-Buenas Walter. A mi la verdad es que me causa muchísimo respeto... aún no me termino de acostumbrar a ella, especialmente porque anda pidiendo guerra pero no me apetece.

*comenté cuándo entraron una maga y otra loba, al parecer se llamaban Sakura y Haruka.*

-Hola.

*dije algo mas borde, empezaba a haber demasiada luz y demasiada poca oscuridad, mi espada reclamaba luchar pero la ignoraba, aunque aquello me ponía borde. Noté como llegaba un desviado pero le ignoré, y leugo noté a Itachi, aquello me ayudó a no liarme a espadazos con mi espada. Dí un sorbo a mi bebida y esperé a que los demás dijeran algo.*

Observé a el indivíduo que se detuvo delante mia.

-¿Qué es lo que quieres?-dije, con un tono de voz frio y tanjante.

No me moví ni un apice. Le examinaba minuciosamente, cada movimiento, cada palabra...

Me acerque a la taberna canturreando algo en otro idioma, me tope con Itachi en la puerta-Buenas noches itachi-sama-dije con una inclinación y luego pase dentro, pude observar a todos los que habia por alli, muchos seres de luz, pero una clara oscuridad provenia de la espada de Arshei-Hola a todooos-sonrei alegremente, me acerque a Walter y le dí un pequeño beso, me gire hacia Arshei-Cuanto tiempo sin vernos Arshei-

A pesar de su capucha podia notar como me examinaba, de arriba abajo. Correspondí con gusto el beso de Ana cuando esta llegó.
-Buenas noches. -Dije mirandola.

-Simplemente observaba, caballero. -Dije volviendo a mirarle fijamente.